Acceso al agua y saneamiento: una asignatura pendiente Formación para organizaciones sindicales peruanas en desafíos y oportunidades hacia una economía social y ambientalmente sostenible LA GESTIÓN DEL AGUA Y EL SANEAMIENTO El agua dulce es un recurso natural importantísimo para el desarrollo, para el bienestar de las comunidades, para las actividades económicas que las necesitan en mayor o menor medida. Las organizaciones sindicales en todo el mundo trabajan para que sea considerado un Derecho Humano y que se avance rápidamente hacia su acceso universal.i El acceso al agua potable para la población peruana está lejos de ser universal y seguro. Es uno de los déficits tradicionales del Estado peruano. La provisión de agua se hace difícil en un país de accidentada geografía y de poblaciones muy dispersas. En 2012 la población con acceso al agua potable varió en el territorio nacional del 93,2% en la región de Moquegua, al 43,2% ii en la región de Loreto. La cobertura segura para el total de la población es del 85% según cifras de la CEPAL, lo que significa que hay casi 5 millones de hombres y mujeres peruanos excluidos de este servicio básicoiii y algunos estudios elevan esta cifra a 7 millones.iv Esto le sitúa a la cola de los resultados para América Latina junto con Bolivia, Nicaragua, Honduras y República Dominicana. Desgraciadamente no parece que el crecimiento experimentado en los últimos años se haya traducido de manera prioritaria en ampliar la cobertura de los servicios de agua: de 2005 a 2011, la cobertura sólo aumentó un 2%.v En saneamiento, la situación de partida era todavía peor y el resultado final sigue siendo muy insuficiente, sólo un 72% del total y un 38% de la población rural según la CEPAL tenía en 2011 acceso a estos servicios fundamentales para un desarrollo saludable. Y aunque el aumento en la cobertura es de 5 puntos desde 2005, está todavía muy por debajo de la media de la región (un 82% de la población de América Latina dispone de servicios de saneamiento). Cómo trasladar los beneficios de las altas tasas de crecimiento al acceso a los servicios públicos básicos como estos es una las reflexiones más importantes para el país. El agua en el Perú es un recurso clave sobre el que se dan conflictos importantes: una parte de los conflictos viene de la competencia sobre su uso (así, por ejemplo, las industrias compiten con comunidades, las actividades agrícolas compiten con las industriales, etc.), otra parte de los conflictos viene de su contaminación. Mientras el cambio climático, el uso ineficiente y la contaminación reducen la disponibilidad del recurso, la presión por el lado de la demanda aumenta debido al aumento de población y al crecimiento de la economía y las industrias. El uso de agua a nivel nacional supera los 200 mil millones de metros cúbicos. De estos, el sector agrícola usa el 80%, el poblacional el 12%, el industrial el 10% y el minero el 2%.vi LOS RECURSOS HÍDRICOS Y SU SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL El Perú es uno de los países privilegiados en términos de disponibilidad de agua, ya que pertenece a la cuenca hidrográfica del Amazonas en la cual se descarga cerca del 20% del agua dulce del planeta.vii Sin embargo, el principal problema se produce porque la mayor parte de la población habita las zonas áridas de la costa (sin agua) y del mismo modo, la mayor parte de las actividades económicas se desarrollan en esa área. Sólo un 1,8% del agua total del Perú se da en las zonas de mayor densidad de población. Esto puede provocar que para el 2025 el 60% de su población pueda verse afectada de manera negativa en disponibilidad de agua.viii destacables. De acuerdo con el Consejo Nacional del Ambiente (CONAM), en los últimos 35 años se ha perdido el 22% de los glaciares con los que cuenta el país (el 77% de los glaciares tropicales del mundo se sitúan en el Perú) como consecuencia del cambio climático. Muchas otras investigaciones recientes dan cifras superiores. Esto supone una pérdida del 12% del volumen de agua dulce del Perú, unos 7.000 millones de metros cúbicos, que es equivalente al líquido que se consume en Lima en 10 años. Todos los glaciares por debajo de los 5.100 metros han desaparecido.xi Los impactos sobre la disponibilidad de agua se están sintiendo ya en Huancayo o el valle del Río Santa. Además, el aumento de la temperatura por el cambio climático causa una mayor evaporación en las presas de almacenamiento de agua, lo que conlleva una reducción de la disponibilidad hídrica a largo plazo. En la costa, debido a la gran demanda de agua para agricultura, al asentamiento de más de la mitad de la población y a la concentración de grandes industrias, se utiliza el 36% del agua disponible naturalmente para esa región. Muy al contrario, en la selva sólo se utiliza el 0,02% del agua disponible naturalmente para esa región.ix Junto a la diferente distribución en el país, también hay que tener en cuenta la estacionalidad del recurso. Algunos ríos presentan un régimen temporal, que da a la disponibilidad de recursos hídricos un carácter muy irregular a lo largo del año.x En el Perú se da déficit hídrico por tres razones fundamentales: la casi nula precipitación en la región de la costa a pesar de concentrar la población, por la preocupante reducción de los glaciares, y por la restringida precipitación en la sierra. Dos cuencas costeras están en el rango de estrés hídrico, Chancay - Lambayeque y Piura; y otras ocho (8) están en el rango de escasez de agua, las cuencas del Rimac y Chillón (que abastecen la cuidad de Lima Metropolitana), la cuenca del Caplina, Moche, ICA, Chili, Ático y Moquegua. Es de reseñar que los recursos hídricos de Perú son muy vulnerables al cambio climático y están sufriendo ya impactos La contaminación del agua por vertimientos es otro de los problemas ambientales más importantes del Perú. Los vertimientos industriales, mineros, agrícolas y urbanos son un problema de primer orden. Como se ha señalado, el sector agrícola consume la mayor parte del agua disponible a nivel nacional. El uso de fertilizantes, plaguicidas y abonos sintéticos genera graves contaminaciones de las fuentes de agua. En algunas ocasiones como los plaguicidas, que se trata de contaminantes persistentes y acumulativos. La contaminación urbana guarda una estrecha relación con la falta de sistemas de saneamiento. Además, solo el 20,62% de las aguas residuales son tratadas, por lo que se calcula que unos 761 millones de metros cúbicos al año son vertidos directamente a ríos, lagos y zonas marinas.xii Los residuos de la minería metálica (hierro, cobre, mercurio, arsénico, etc...) son especialmente peligrosos para la salud humana y los organismos acuáticos. Una mina de oro de tamaño medio consume unos 100 litros de agua por segundo, es decir, 2.592.000 litros al mes, compitiendo por los recursos hídricos con otras actividades económicas como la agricultura, la ganadería, la pesca y el turismo. Las subcuencas de los ríos San JoséAnticona, San Juan, Yauli, Huayhuay, laguna de Huascacocha, lago de Junín de los Reyes o Chinchaycocha; cuenca del río Mantaro, zona agrícola del Valle del Mantaro, etc., se hayan en un proceso de grave contaminación, especialmente por los relaves, botaderos de desmontes, sedimentos, rebose de las canchas de relaves, agua ácida de las minas, aguas servidas, dispersión de los contaminantes secos por el aire y otros tóxicos, que eliminan sin ningún tratamiento 17 compañías mineras en actividad, la refinería de la Oroya y las 67 mineras abandonadas.xiii Otras industrias como la del papel o la acuicultura son también especialmente contaminantes para los recursos hídricos. La ineficiencia del servicio allí donde se dispone de acceso también es un problema. Lima por ejemplo pierde S/. 300 millones anuales por malas conexiones de agua según WWF. Si no se toman medidas drásticas para mejorar el uso eficiente del recurso, la demanda global de agua habrá aumentado un 40% en 20 años.xiv EL EMPLEO EN LA GESTIÓN DE AGUA Los déficits en el sistema han sido expuestos. La inversión en el sector para cumplir con niveles de desarrollo comprometidos, como los Objetivos del Milenio para el 2015, tiene que redoblarse. Además, la inversión deberá orientarse mejor al cumplimiento de objetivos, ya que en la primera década del siglo XXI el aumento de inversiones no se tradujo en mejoras claras en cobertura.xvEsta inversión podría ser una fuente fenomenal de creación de empleo. El énfasis en las décadas anteriores ha sido la privatización del sector, que sin embargo no ha cumplido con las mejoras que se suponía iba a conseguir. Esta presión se mantiene hasta la fecha. Finalmente, hay que destacar la falta de personal técnico especializado por bajos niveles de salarios debido a la regulación de los salarios en el marco normativo del sector público. i Internacional de Servicios Públicos. El Derecho Humano al Agua debe estar respaldado por políticas de gobierno sólidas, 2014 ii Sinia - Sistema Nacional de información ambiental, 2012 iii CEPAL. Anuario Estadístico, 2013 iv Betty Chung Tong. Autoridad Nacional del Agua, 2013 v CEPAL. Anuario Estadístico, 2013 vi CEPAL. Servicios de agua potable y saneamiento en Perú vii PNUMA. Resumen ambiental nacional Perú, 2010 viii PNUMA. Resumen ambiental nacional Perú, 2010 ix Ministerio de Agricultura y Riego, 2014 x Autoridad Nacional del Agua. Recursos hídricos en el Perú, 2012 xi Servicio Nacional de Hidrología y Meteorología, 2013 xii Autoridad Nacional del Agua, 2013 xiii FENTAP - Federación de Trabajadores de agua potable y alcantarillado del Perú, 2013 xiv PNUMA, Hacia una economía verde, 2011 xv CEPAL. Servicios de agua potable y saneamiento en Perú Programa de formación a organizaciones sindicales peruanas promovido por Sustainlabour y el PNUMA dentro de las iniciativas PAGE, Alianza de Acción por la Economía Verde.