Quise titular este texto así porque toda mi experiencia fue cada día un encuentro diferente de sentir el amor de Dios en cada rostro de los niños y sus maravillas porque cada niño simboliza las grandezas de Dios. No saben cuan emocionada me siento al escribir estos renglones, el poderles compartir lo que ha sido para mi esta magnifica experiencia, que ha sembrado en mi ser un profundo agradecimiento a Dios primero que todo por haber permitido que viviera esta experiencia, y segundo a todas que luchan o que cada día se esfuerzan en dar todo de si para con los niños. Antes de entrar en materia, quisiera que leyeran este texto con el corazón mas que con la razón y a la vez en su interior dándole gracias a Dios por lo mucho ó lo poco que tienen. Primer encuentro encuentro Mi experiencia comenzó el día 05 de febrero del 2008 era martes, entraba a la 1:30 p.m. La hermana Carmen Adamuz me llevó. En la entrada me esperaba la directora y fundadora del Hogar Luz y Vida, la Hna. Valeriana Isabel García Martín es española, nació en Ecija, a la edad de 17 años ingresó a la Comunidad Hijas de María Dolorosa (Filipenses). En 1970 viaja a Colombia directamente a Palmira donde realizó trabajos de pastoral y catequesis. En 1971 fue enviada a Villa Garzón (Putumayo) a trabajar en las veredas indígenas. En 1983 solicita a la comunidad un permiso para tener un experiencia en el Instituto de niños ciegos; esta experiencia fortalece mas el llamado de Dios en su corazón hacer algo por las personas discapacitadas visualmente. En 1989 recibe plata de sus padres para un carro siendo este reemplazado por la casa de San José cuyas llantas son Jesús. En 1993 tiene que elegir entre su Comunidad y la obra en la que Dios la utiliza como instrumento, teniendo que renunciar a sus hábitos más no a su voto de servicio y entrega a la Vida Religiosa. Es Fundadora de diferentes casas las cuales desarrollan un programa en salud (habitación y rehabilitación) educación y prevención. Ella nos lleva a conocer el lugar. Al principio me encontraba un poco nerviosa pero estaba bien, a medida que fui mirando cada niño, llegaban a mi mente un sin número de preguntas a las que no les hallaba respuesta. Pasamos por la ludoteca donde se encuentran los niños mas funcionales, ahí no nos detuvimos. Proseguimos caminando y llegamos al área de estimulación, ahí tuve mi impresión más grande, no puedo describir lo que sentía, solo se que tenía unas ganas inmensas de llorar al ver tanta realidad junta, el ir observando tantos niños indefensos, pero que al mismo tiempo se les notaba unas inmensas ganas de vivir, de amar y de ser amados. Me sentía impotente porque quería hacer algo acercarme, cogerlos; pero a la vez había algo que no me lo permitía tal ves el miedo a lastimarlos, eso me llevo a que me desesperara. Una de las cosas que puedo resaltar mas graciosas fue que en este primer día yo iba elegante con falda y todo el cuento, lo primero que me tocó que hacer fue lavar la loza, después barrer y posteriormente trapear, fue algo muy chistoso porque al mirarme vestida así y haciendo todo eso, mi orgullo y mis vanidades no servían de nada. Puedo decir que en este día tuve mas presente a uno de nuestros fundadores al Padre Cosme, al cual le pedí que me diera toda la fuerza necesaria para superar lo que estaba sintiendo. No es fácil darse cuenta que el mundo gira y gira y no se alcanza a percibir la grandeza del amor de Dios para cada uno de nosotros, pero cuando tienes tan de cerca estos niños sus realidades como viven, ahí en ese mismo instante le das gracias a Dios por el amor que ha tenido para contigo, tal ves en un principio no se alcanza a percibir este amor, por lo impactante que es; pero a medida que te vas integrando a su realidad te das cuenta de cuan importante es una demostración de afecto, aquí de nada sirve cuanto tengo ó cuanto soy, aquí lo que realmente vale es cuanto puedo dar de amor; pero un amor verdadero que no tiene limites, un amor como el que nos pide Jesús. Y en la medida en que me voy entregando me voy dando cuenta que ellos tienen mucho mas para darme, que lo mió no se compara en nada con respecto a lo que ellos tienen, porque no necesitan pronunciar palabras tan solo basta una mirada, un gesto, un abrazo, una sonrisa y con eso llenan todo. Al llegar a casa y después de tener una confrontación conmigo misma, decidí hacer mías las palabras del Padre Hugo Nelson, las cuales me invitaban a reconocer en cada niño el rostro de Jesús y eso comencé hacer. Me fije en un letrero que esta puesto en la entrada el cual dice: Eres un ser con un espíritu humano, con un corazón capaz de amar, con una sonrisa que irradia, una caricia que enciende y mantiene viva la llama de la felicidad. Eres un ser capaz de derribar barreras y construir puentes para comunicar protección y ternura, a quienes han permanecido distantes del amor de Dios y la negación de un hogar. Esta frase tocaron aun mucho mas mi ser como persona y me aferre a Dios pidiéndole que fuera El, el que actuara por mí y desde entonces experimente lo que significa dar ese amor. Cada encuentro con los niños se convirtió para mi en un encuentro con Dios mismo, desde ahí mi vida tomó una nueva visión, una nueva realidad, empecé a darle tanta importancia a todo lo que hago, a lo que significa el darse a los demás sin recibir nada a cambio, a disfrutar cada momento, y al darle un verdadero sentido a la vida por encima de todo. Apoyo incondicional En mi caminar fui encontrándome con personas maravillosas que me ayudaron desde el primer día, que me fueron mostrando lo hermoso que es trabajar en este mundo, que me enseñaron cosas que yo pensaba que no era capaz de realizar, y a la vez me dieron palabras de aliento para continuar. Entre todas estas personas quiero resaltar a una mujer, a Amparo fue ella la que desde un principio me extendió la mano, la que me explico cada detalle de cómo hacer las cosas, fue la primera en darse cuenta de lo que estaba viviendo, también fue la que quiso hacerme ver que yo podía que no tenía porque desfallecer. Hoy le doy gracias a Dios por haberla puesto en mi camino, porque cada ves que hablaba con ella y me comentaba lo que significaba para ella estar ahí, en mi interior desee tener una fuerza tan grande como la de ella, porque lo que hace no es cualquier cosa es lo mas bonito que puede hacer alguien por los que lo necesitan, porque esta entregando todo su ser y todo lo que supone. Otra de las personas que me ayudaron a dar otro paso fue Clara ella me motivo a acercarme a los niñ@s mas funcionales, a darme cuenta que ellos también necesitaban de mi o mas bien a que yo necesitaba de ellos. Estando allí conocí a Diana una excelente mujer muy especial con los niños, también ella me acogió me motivo a ayudarle en pastoral a enseñarles a los niños canciones cosa que no pude realizar por mi falta de tiempo. En este momento se me escapan los nombres de los que me apoyaron pero sin embargo a todos los llevo muy presente, porque cada uno con su forma de ser me han enseñado muchísimas cosas. Entre ellas el valor de darse a los niñ@s con todo el corazón y con toda el alma. Comenzar una nueva etapa Cuando pensé que estaba lista para empezar un nuevo encuentro, decidí estar con los niñ@s más grandes, y con el apoyo de Clara empecé mi encuentro con ellos conociéndolos, acercándome a ellos, y descubriendo su realidad. Me encontraba en la ludoteca, en esta parte los niños son mas funcionales, se valen la mayoría por si mismos. Les gusta colorear, pegar, escuchar música, les encanta ver películas y cantar, y por supuesto comer. Aquí encontramos aproximadamente 20-30 niñ@s algunos de sus nombres son: Harold, Tatiana, Andrea, Juan, Sonia, Ana Maria, Nicolás, Mauricio, Tatiana, Jorge, Yina, Oscar, Fernando (pero todos le decimos fercho), Alexander, Rosa Elena, Yuli, Andrea, Vanesa, Sandra, Estrella. Estos chicos son los que me han enseñado mucho más de lo que yo esperaba, porque me han mostrado el valor de una frase, de una caricia. No saben cuanto agradezco a Dios haber tenido esta oportunidad de conocer niños que en su corazón no guardan odio, ni rencor, que no piensan en la violencia, sino que su único objetivo es vivir para amar y disfrutar la vida con tan solo un poquito. Como describir a los niñ@s Los niñ@s son para mí como un jardín donde hay variedad de flores, de todos los colores y tamaños grandes, medianos, pequeños, e incluso capuchos. Todos tienen un mismos fin el querer vivir, alimentándose solamente de lo que el jardiner@ les quiera dar, en este caso el jardiner@ son todas las personas que hacen parte de esta labor. Cada niñ@ es diferente, con una enfermedad distinta algunas mas profundas otras menos, pero cada uno te da una razón mas de querer vivir, de querer luchar, de seguir creyendo en Dios por encima de todo y de cada día querer alabarlo por las grandezas de su amor Final de la experiencia experiencia Si al principio tenia ganas de llorar por la impotencia que sentía, hoy 28 de marzo cuando se que no volveré mas siento en mi interior una confusión de sentimientos; porque por un lado tengo una profunda alegría por todo lo que aprendí, por todo lo que me enseñaron, porque me mostraron otra realidad otra forma de ser y de dar. Puedo decir que estoy tan agradecida con todas aquellas personas que me apoyaron, a las que les tengo una profunda admiración por lo que se esfuerzan, por lo que dan a los niños su tiempo, su amor, en fin… Por otra parte me voy con una profunda tristeza, porque en este instituto dejo físicamente unas personitas maravillosas, tristeza porque todos se convirtieron en lo más grande que Dios me pudo mostrar. Pero saben una cosa ellos se quedaron con mi corazón, y yo me he quedado con los mas hermosos recuerdos, con los momentos compartidos, con todas sus risas, sus llantos, sus juegos, palabras y un sin numero de cosas que ustedes no se imaginan. Quisiera terminar con una frase que sale solo cuando se ha tenido tan de cerca un encuentro con Dios: QUE NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE Y LA MUJER, SINO DE TODO EL AMOR QUE SALE DE EL Y DE ELLA PARA CON LOS DEMÁS, SOBRE TODO PARA LOS QUE LO NECESITAN DE VERDAD. ¡MUCHAS GRACIAS! De izquierda a derecha: Estrella, Ana Maria, Manuel, Harold, Sonia, Andrea