TRANSGÉNICOS EN COLOMBIA Andrés Felipe Arias Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural El término transgénico se descompone en trans (mover, trasladar) y génico (información genética). En efecto, un organismo transgénico ó genéticamente modificado (OGM) es todo aquel que tenga incorporado un gen extraño. Pero extraño no quiere decir indeseable. Por el contrario, la transgénesis se utiliza en la agricultura para incorporar en los cultivos y las plantas genes, que aunque provienen de otros organismos, son muy deseables. Es decir, genes que producen resistencia a plagas y enfermedades, rendimientos más altos, producciones de mejor calidad y contenido nutricional y tolerancia al calor, al frío y a la sequía. Los beneficios son enormes. Primero, los cultivos resistentes a plagas y enfermedades requieren menos utilización de agroquímicos. Esto no sólo reduce significativamente los costos de los agricultores, sino que también reduce la contaminación de suelo, aire y aguas. Segundo, cultivos con mayor producción por hectárea aumentan el ingreso de los agricultores. Esto mejora el nivel de vida de nuestros campesinos, reduce la pobreza rural y facilita la ocupación lícita y pacífica del territorio. Además, la mayor productividad por hectárea disminuye la presión sobre los ecosistemas naturales. Tercero, los cultivos con mayor calidad y contenido nutricional producen una alimentación más sana y saludable para la población. Esto, por ejemplo, ayuda a reducir enfermedades causadas por falta de contenido vitamínico. Cuarto, cultivos tolerantes al calor, al frío y a la sequía permiten un ingreso a los campesinos que habitan ambientes extremos y aíslados del desarrollo. Esto redunda, nuevamente, en mayor ingreso para ellos, menos pobreza en los campos y menos presión sobre el ecosistema y el bosque natural. No es fortuito entonces que en 2006 los cultivos transgénicos hayan ocupado más de 90 millones de hectáreas en todo el mundo, beneficiando a más de 8.5 millones de agricultores en 21 países. Los líderes son Estados Unidos, Argentina y Brasil, tres potencias agrícolas, que en conjunto reportan más de 75 millones de hectáreas sembradas en transgénicos. Les siguen países como Canadá, China, Paraguay, India, Sudáfrica, Uruguay y Australia, con más de 13 millones de hectáreas de cultivos transgénicos. Es tal el desarrollo de esta tecnología, que hoy en día el 60% de la superficie mundial sembrada en soya es transgénica. Por su parte, el maíz y el algodón transgénico cubren el 24% y el 11%, respectivamente, de las áreas mundiales sembradas en dichos cultivos. Aunque Colombia no está aislada de esta revolución, el avance no puede ser de un día para otro. Cada producto transgénico debe ser sometido a una rigurosa evaluación de bioseguridad, necesaria para determinar que la semilla en cuestión no genera riesgos agroecológicos, a la salud o al medio ambiente. Sin estos estudios, que tardan aproximadamente 2 años (1 año de etapa controlada y 1 año de etapa semi-comercial), no es posible darle liberación comercial a un transgénico. De todas maneras el avance es significativo. El año pasado se sembraron 23.000 hectáreas de algodón transgénico (41% de la superficie total). Una de las variedades es resistente al ataque de algunos insectos lepidópteros. La otra variedad es tolerante al herbicida Roundup. Los algodoneros que emplearon estas tecnologías obtuvieron incrementos significativos en sus ingresos netos. La semana pasada fue liberada para uso comercial una tecnología transgénica de algodón que conjuga en una sola semilla la resistencia tanto a lepidópteros como al herbicida Roundup. En 2007 se sembrarán 4 mil hectáreas con esta semilla. Este año se sembrarán comercialmente 4 hectáreas de clavel azul modificado genéticamente, el cual, lógicamente, recibe un mayor valor en el mercado. También han sido ya liberadas para uso semi-comercial 3 tecnologías transgénicas de maíz que, como en algodón, son resistentes al herbicida Roundup y a ciertos insectos. En 2007 también tendrán fase semi-comercial algunos transgénicos para yuca, arroz, rosa, caña y café. La liberación comercial de todas estas tecnologías será en 2008.