Definición de la producción Producción es el proceso que conduce a la "producción" (como se denomina en las cuentas nacionales), a la creación de puestos de trabajo, generación de ingresos para los trabajadores y los dueños del capital, y se concreta en los bienes y servicios que se encuentran en nuestras tiendas. La producción es un concepto central en economía. Se utiliza fundamentalmente por los economistas en términos de volumen (es decir, no a precios corrientes). La producción resulta de los tres factores de producción: mano de obra, capital y consumos intermedios (insumos). Las presentaciones macroeconómicas suelen utilizar una medida basada en el valor agregado (en lugar de la producción), lo que permite prescindir de los consumos intermediarios y, por tanto, mostrar sólo el trabajo y el capital como los factores de producción. Cuándo se modeliza el crecimiento de la producción en volumen (o, más bien, el crecimiento del valor agregado cuando el consumo intermedio se ha deducido de ambos lados de la ecuación), los economistas utilizan la siguiente fórmula: Y'= [f (L, K) x MFP]’, Donde: Y' es la tasa de crecimiento del valor agregado, L significa trabajo K el capital y f es la función de producción, y el signo ‘, la derivada. El término (“PTF") significa "Productividad multifactorial" o “productividad total de los factores”, que es la parte del cambio en el valor agregado que no puede atribuirse a los cambios en el volumen de trabajo, al capital o insumos en la producción. Su tasa de variación representa la contribución al crecimiento del valor agregado de una combinación más productiva de la mano de obra y del capital (por ejemplo, una mejor organización del trabajo o nuevas técnicas). PTF es a veces llamado "contribución del progreso tecnológico", ya que es el resultado del progreso técnico que no se refleja en la medición del capital y el trabajo. PTF no es directamente medible y sólo puede obtenerse como un residuo de la fórmula anterior. A pesar de su difícil naturaleza, la productividad multifactorial es la principal fuerza impulsora detrás de los aumentos a largo plazo en el nivel de vida. Los economistas también suelen utilizar las estadísticas de producción, siempre en términos de volumen, para estimar la "Brecha de producción". La idea básica es simple. Dada la cantidad de mano de obra y capital disponible en un momento dado, ¿cuál es la máxima tasa de crecimiento del PIB en volumen que puede ser obtenida sin alimentar la inflación? El nivel correspondiente se conoce como "PIB potencial". Cuando la demanda de bienes y servicios supera el PIB potencial, diversas restricciones surgen en la economía: las empresas tienen que ofrecer salarios más altos para atraer o retener a los trabajadores que necesitan, el mayor consumo e inversión empuja los precios de los bienes y servicios, y la competencia entre los prestatarios de dinero presiona los tipos de interés hacia el alza, lo que constituye parte del precio del capital. El PIB potencial se compara con el PIB observado. Si el PIB observado es más bajo que el PIB potencial, se dice que existe una "brecha de producción negativa". En esta situación, los gobiernos a menudo tratan de estimular la demanda, ya sea mediante reducciones de impuestos o por el aumento del gasto público (grandes proyectos de infraestructura, y / o contratación de funcionarios públicos, por ejemplo). El Banco Central, por su parte, puede decidir reducir sus tipos de interés básicos. Si hay un "Brecha de producción positiva" - el crecimiento real supera el crecimiento potencial - puede ser difícil aumentar el gasto público o bajar los impuestos sin la generación automática de inflación, y la respuesta más común es que el Banco Central aumente sus tipos de interés básicos. Aunque la idea en sí es muy sencilla, el cálculo del PIB potencial es un asunto complejo, ya que requiere la medición del stock de capital y el valor de los servicios prestados por este capital, así como la medición del factor trabajo. Este último no es simplemente el número de trabajadores, sino más bien el número de horas trabajadas, ajustado por su composición cualitativa (los niveles de cualificación), de la mano de obra. A continuación, es necesario estimar la función de producción macroeconómica que relaciona estos factores de producción con la producción. A pesar de estas dificultades, algunos países u organismos (el Banco de la República de Colombia, por ejemplo) realiza este tipo de ejercicios. Recuadro. La productividad aparente del trabajo La productividad aparente del trabajo se define como la relación entre la producción y la mano de obra. Si Y denota el volumen de producción y L el volumen de trabajo, la productividad del trabajo es igual a Y/L, es decir, la cantidad de producción por unidad de mano de obra. En los estudios macroeconómicos, los economistas prefieren utilizar el valor agregado en volumen (es decir, PIB) como numerador en lugar de producción. El denominador utilizado es el volumen de trabajo, medida por el número de trabajadores multiplicado por el promedio de horas de trabajo (lo ideal es ajustado por el nivel de calificación de la mano de obra). En la práctica, se suele estar más interesado en el crecimiento de la productividad laboral que en su nivel absoluto. Esto mediante el cálculo de Y'-L'(en lugar de Y/L), donde Y’ corresponde al crecimiento en volumen del valor agregado, y L’ es el incremento en volumen del trabajo.