UNIDAD II “DESARROLLO ECONÓMICO Y HUMANO”

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UNIDAD II “DESARROLLO ECONÓMICO Y HUMANO”
Tema 3: Desarrollo Humano:
a. Capital humano y enfoques de desarrollo
Para abordar este tema nos parece fundamental establecer la diferencia de enfoque que
existe entre desarrollo económico y desarrollo humano. En opinión de algunos
investigadores en el tema de políticas sociales, como que se está ‘manoseando’ estos dos
conceptos y enfoques. Muchas veces en nombre del tan usado término de desarrollo
económico y desarrollo humano, termina desvirtuándose completamente. Por ejemplo,
para la mayoría de macroeconomistas el crecimiento económico significa desarrollo. Y
para los que controlan la biopolítica y el biopoder en muchos países de América Latina,
que no entienden el mundo de hoy, todo lo reducen a inversiones y a crecimiento –que
no es sinónimo de desarrollo humano- Sería saludable, recordar la idea de Amartya Sen,
el Premio Nóbel de Economía en 1998 que estableció el índice sintético del desarrollo
humano reconocido por la ONU: “El crecimiento no basta. Hay que interesarse más en el
desarrollo humano y social, en las libertades, en la articulación entre desarrollo y
democracia”.
Por consiguiente, hablar de desarrollo humano, implica invertir en la niñez, para así evitar
la mortalidad y morbilidad infantil. Implica la priorización del bienestar de las personas por
encima de otros intereses subalternos. Es por ello, que el centro y fin del crecimiento
económico tiene que orientarse al desarrollo humano. Ello implica, que cada Estado
invertirá lo necesario de su presupuesto para brindar educación de calidad, servicios de
salud eficientes, seguridad alimentaria, etc. Además, deberá promover el respeto por las
libertades personales, ya que la capacidad de decidir debe ir acompañada con las
oportunidades para poder elegir lo que más le convenga: Ello sólo se logrará en la medida
que se practique la equidad y justicia social.
Es necesario, recalcar que cuando hablamos de desarrollo, nos referimos al crecimiento
de algo, que se va de menos a más, que evoluciona para ser más y mejor. En el caso del
desarrollo humano, tal como lo entendemos, lo que crece es el capital humano, que es el
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cúmulo de potencialidades que posee todo ser humano, pero que necesita apoyo de su
entorno social, requiere de un soporte previsional, de seguridad social, y oportunidades de
educarse y realizarse en su vocación de trabajo, así como en el ejercicio de su derecho a
ser feliz. Desarrollo humano también significa el gozar plena y dignamente de los
derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales que son derechos humanos
inalienables e irrenunciables.
Cabe aclarar, que cuando se habla de capital humano, está implícito en dicho concepto el
capital intelectual, como un “valor agregado”, según los términos empleados por Bill
Gates, al referirse a la importancia de invertir también en aquellos que poseen talentos
especiales y tienen deseos de triunfar. Aquí se debe aclarar que el capital intelectual de
todos nuestros niños, sean ellos especialmente dotados, o no lo sean; éstos deben ser
educados de tal modo que puedan desarrollar al máximo todas sus capacidades y
habilidades que tienen acumulado como parte de su socialización en el espacio social
familiar, escolar y comunal, a lo que Pierre Bourdieu denomina capital cultural1.
b. Medición del desarrollo humano y libertad humana.
Creemos que para hacer un intento de medición del desarrollo humano, debemos tener,
en primer lugar, un acercamiento principalmente a las necesidades de los excluidos y
dentro de este grupo humano, a los niños, niñas y adolescentes quienes son los que más
sufren los estragos de la exclusión. En segundo lugar, vale la pena tener en cuenta la
capacidad de decisión que tienen los pobres. Si son pocas las oportunidades que los
pobres tienen debido a las limitaciones del medio en que han nacido no pueden optar
libremente por lo que les es más conveniente. Entonces, de qué clase de libertad estamos
hablando.
Hoy en día, mucho se pregona en el sentido: el que no sale de pobre es porque no quiere
salir de esta situación. Hasta qué punto esto es cierto. ¿No estaremos cayendo en aquella
creencia que se supone ya superada, acerca de que los pobres en realidad son personas
que aman el ocio y les agrada estar vagando por las calles sin ninguna ocupación útil, y
que por eso mismo deben ser castigados, encarcelados o recluidos, si hablamos de niños,
1
Véase Bourdieu, Pierre. Capital cultural, escuela y espacio social. Siglo XXI Editores Argentina, 2005
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niñas y adolescentes, tienen que ser instucionalizados para ser sometidos a medidas
socioeducativas y de este modo ser rehabilitados?
Amartya Sen se hace algunas preguntas relevantes a la hora de evaluar la medición del
desarrollo humano y la libertad humana. La preguntas pertinentes a la hora de evaluar o
medir son:

¿Hasta qué punto los individuos son capaces de gerenciar su propio
desarrollo?

¿Hasta dónde tienen libertad para realizar los emprendimientos que se
proponen?
Sen, a las preguntas antes planteadas las denomina: "free agency", que traducido al
español quiere decir como la combinación de las capacidades de las personas con las
oportunidades que les brinda el medio, estadío que permite a los individuos realizar las
acciones propias de un determinado proyecto de vida. Esta combinación de capacidades
y posibilidades concretas es lo específico del desarrollo y de la libertad, por eso se puede
hablar del desarrollo como libertad.
Sen, investiga distintos tipos de libertad, desde una perspectiva "instrumental", es decir,
enraizada en la capacidad de accionar. Una característica esencial del enfoque de la
libertad es que explicita valores y eso es un desafío permanente para la sociedad: la
libertad es un producto social y en esto juegan un papel importante las instituciones.
Sen, se hace algunas interrogantes acerca del valor de la libertad:

¿Es lícito negar a las personas la libertad de expresarse o de participar
políticamente en aras de acelerar el crecimiento económico?

¿Cuáles son los resultados y las consecuencias de la libertad?

¿Cómo es posible que pueda haber grandes hambrunas sin que se violen los
"derechos libertarios" de nadie?
La respuesta a esta y otras interrogantes, es resuelta mediante la investigación seria y la
contrastación de las realidades y experiencias recogidas por Sen en su periplo por
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diferentes naciones, de donde se ha nutrido para poder reflexionar y luego cuestionar las
justificaciones de los neoliberales, quienes afirman que la hambruna que azota a muchas
naciones del Tercer y Cuarto mundo es un mal menor, pero temporal y necesario para
lograr el progreso y bienestar mundial.
Sen, sostiene que para lograr el desarrollo humano pleno, el papel del Estado es clave,
pues este es quien debe brindar el “support”, que debe traducirse como el apoyo
institucional que requieren las personas para alcanzar su pleno desarrollo. Al no haber
una adecuada presencia del Estado, esto se traducirá en lo que Sen llama la inhabilitación
de las capacidades (capability deprivation), ya que no podrán ejercerse las libertades
necesarias para que los seres humanos menos favorecidos, especialmente los niños,
niñas y adolescentes puedan explotar sus potencialidades y ser protagonistas de su
propio desarrollo.
Esta inhabilitación debe leerse como pobreza, enfermedad, educación ineficiente, falta de
trabajo, falta de seguridad alimentaria, viviendas inadecuadas, marginación y exclusión.
c. Invertir en el capital humano para alcanzar el desarrollo.
El centro del debate actual, es si se debe dar prioridad al desarrollo económico, o al
desarrollo humano. Sin embrago, creemos que en realidad no hay tal debate, porque el
desarrollo económico debe servir como un medio, una herramienta, si se quiere, para
alcanzar el desarrollo humano. Es decir, todo lo que se haga en materia de inversión,
exportaciones, acumulación de capital, etc, sólo deben ser pensadas en función del ser
humano y la satisfacción las necesidades básicas de éste; sólo de esta manera podremos
garantizar el cumplimiento de los derechos de las personas, muy especialmente los de los
niños, niñas y adolescentes, por que de no ser así se estaría perdiendo la posibilidad de
alguna mejora significativa en la sociedad humana mundial, que ya demuestra graves
síntomas de descomposición social por la marcada polarización existente entre los que
tienen y los que casi nada poseen. Estas necesidades de no ser resueltas
se irán
incrementando día a día generando violencia e incertidumbre.
En resumen, invertir en desarrollo humano, es hacer verdaderamente libres a las
personas, para que de este modo puedan alcanzar la felicidad y el bienestar. Es decir,
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una felicidad y bienestar que deben ser alcanzadas plena y sustantivamente, sin ataduras,
pero con responsabilidades y conciencia ciudadana. Sólo así hablaremos de justicia
social, de equidad distributiva en el reparto de la riqueza, a la que todos, sin excepción
tenemos derecho en esta nuestra última morada que es el planeta tierra.
Por ello, es preciso hoy recuperar el sentido y la primacía de lo político y despegarnos de
la falsa primacía de lo económico. Son la decisión política y la participación ciudadana las
que han de orientar los caminos del desarrollo y no simplemente la razón instrumental de
la eficacia y la tecnología. Esta recuperación de lo político para invertir en el capital
humano plantea:

El rol del Estado y su iniciativa en el orden económico y social. El Estado debe
asumir un papel más activo como redistribuidor de oportunidades, tomando en
cuenta las desigualdades existentes hoy en el continente, lo que impiden la
inversión en el capital humano.

El reto de ir construyendo una nueva cultura política en los países de América
Latina, una cultura que promueva nuevas relaciones, más igualitarias y
horizontales, entre gobernantes y gobernados, entre adultos y niños.

Es necesario impulsar acciones educativas, organizativas y de movilización que
nos hagan salir del conformismo y del síndrome nefasto de “No Hay Ninguna
Alternativa”, acciones que tienen que desarrollarse en espacios locales y que
apunten a espacios cada vez mayores, para ir derribando las barreras de la terrible
incomunicación y las formas de subordinación y discriminación que existen en las
sociedades latinoamericanas.
La construcción de una América Latina nueva pasa necesariamente por la afirmación de
las identidades culturales y la inversión en capital humano. Se trata de buscar nuevas
maneras de vivir juntos, de promover el reconocimiento de las personas en sus
diferencias. La tarea es difícil pero posible2.
2
Véase Conclusiones. Pp. 233-234. En: Neoliberalismo y desarrollo humano. Desafíos del presente y del futuro. Lima, 1998
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