XXV. Externalidades XXV. EXTERNALIDADES 1. Externalidades: concepto general

Anuncio
XXV. Externalidades
XXV. EXTERNALIDADES 1
1. Externalidades: concepto general
Una “externalidad” o un “desborde” es un impacto positivo (en cuyo caso hablamos de beneficios
“externos”) o negativo (costos “externos”) sobre otra parte no involucrada directamente en una
transacción económica. En tales casos, los precios no reflejan los costos o beneficios plenos de la
producción o consumo de un producto o servicio. En consecuencia, los productores y
consumidores de un mercado no soportan todos los costos o recogen todos los beneficios de la
actividad económica. A título de ejemplo, una industria que origina contaminación del aire impone
costos a toda la sociedad, en tanto que la construcción de una vivienda a prueba de incendios
mejora el nivel de seguridad de su vecindario.
En un mercado competitivo, la presencia de externalidades implicaría que hay demasiada
producción o consumo excedente de un bien teniendo en cuenta todos los costos y beneficios
para la sociedad. Si existen costos externos – tales como la contaminación – el bien terminará
siendo producido más de la cuenta en un mercado competitivo, ya que el productor no toma en
cuenta los costos externos al decidir su plan de producción. En forma similar, si se registran
externalidades positivas como en las áreas de educación o seguridad públicas, los mercados
privados producirán demasiado poco y aquí los productores y compradores no tomarán en cuenta
los beneficios económicos deparados a los demás. Los beneficios y costos sociales son definidos
simplemente como la suma de los beneficios y costos de todas las partes involucradas.
La teoría económica estándar implica que todo intercambio voluntario es beneficioso para las dos
partes involucradas en el comercio, a raíz de que si el comprador o el vendedor no se vieran
beneficiados por el comercio, simplemente no realizarían dicho intercambio. Pero un intercambio
puede dar lugar a efectos adicionales sobre terceros. Para los afectados, estos efectos pueden
ser negativos (como la contaminación por una fábrica) o negativos (las abejas del vecino que
polinizan el jardín). La economía del bienestar demuestra que la existencia de externalidades
termina generando resultados que no son óptimos desde el punto de vista social. Los que sufren
los costos externos lo hacen en forma involuntaria, pero los que gozan de beneficios externos lo
hacen sin incurrir en costo alguno.
1
V. David D. Zhang, Peter Brecke, Harry F. Lee, Yuan-Qing He, and Jane Zhang, “Global climate change,
war, and population decline in recent human history”, Proc. Nat. Acad. Sci. USA, December 2007, vol. 104;
Michael R. Raupach, Gregg Marland, Philippe Ciais, Corinne Le Quéré, Josep G. Canadell, Gernot Klepper,
and Christopher B. Field, “Global and regional drivers of accelerating CO2 emissions”, Proc. Nat. Acad. Sci.
USA, vol. 104, June 2007; Andrei P. Kirilenko and Roger A. Sedjo, “Climate change impacts on forestry”,
Proc. Nat. Acad. Sci. USA, vol. 104, December 2007; Mohammed Dore, Mark Johnston, Harvey Stevens,
“Global market relations and the phenomenon of tropical deforestation”, draft, May 1996; William D.
Nordhaus, “The ecology of markets”, Proc. Nat. Acad. Sci. USA, Vol. 89, February 1992; Lawrence H.
Goulder and William A. Pizer, “The Economics of Climate Change”, November 2005; William D. Nordhaus,
“Reflections on the Economics of Climate Change”, Cowles Foundation Paper 860, Journal of Economic
Perspectives, Vol. 7, Number 4, Fall 1993; Simon Dietz, Alex Bowen, Cameron Hepburn, Chris Hope, Nicola
Patmore, and Nicholas Stern, “On Discounting Non-Marginal Policy Decisions and Cost-Benefit Analysis of
Climate-Change Policy”, December 2006, SSRN; William R. Cline, “The Economics of Global Warming”,
Peterson Institute, June 1992; Robert S. Pindyck, “Irreversibilities and the timing of environmental policy”,
January 2000; Nicholas Stern, “The Economics of Climate Change”, October 2006, British government;
Wikipedia, “The Stern Review”; “Externality”; Christopher Bliss, “The Stern Report Is it the Answer?”, The
Hayek Society, January 2007; Wikipedia; Jo Ann Kwong, Centro de Estudios Económicos y Sociales, Año
33, Nº 719, 1991; Richard Schmalensee, Paul L. Joskow, A. Denny Ellerman, Juan Pablo Montero, and
Elizabeth M. Bailey, “An Interim Evaluation of Sulphur Dioxide Emissions Trading”, Journal of Economic
Perspectives, 12,3 (1998). Diego Álvarez, Enrique A. Bour, María Paula Cacault, Iris Ceñal, Antonnella Di
Menna, and Romina Job, “Una Externalidad relevante: el Calentamiento global inducido por la actividad
humana”, Novenas Jornadas Actuariales de la Fac. de Ciencias Económicas, Nov. 2008.
XXV. Externalidades
737
De hecho, un intercambio voluntario puede terminar reduciendo el bienestar social cuando existen
costos externos. La persona afectada por la externalidad negativa bajo contaminación sufrirá un
descenso de su nivel de utilidad, ya sea por el disgusto subjetivo o los costos potenciales
explícitos (mayores gastos médicos, por ejemplo). La externalidad puede dar lugar a una muerte
pulmonar, violando de esta forma su derecho de propiedad. Un costo externo, por lo tanto, puede
plantear problemas éticos o políticos. También podría ser definido como un caso de derechos de
propiedad mal definidos, como es el caso de la contaminación del agua por cuerpos en
descomposición que no pertenecen a nadie (como sucede en algunos países y dentro de ciertas
tradiciones legales).
Por otra parte, un beneficio externo incrementa la utilidad de terceros sin que les cueste un
centavo. El bienestar social colectivo aumenta, pero los que lo proveen no tienen forma de
monetizar tal beneficio, por lo cual será producida una menor cantidad del bien que la socialmente
óptima. Tales bienes suelen incluir a la educación (pero el caso éste es muy discutido, como
veremos más adelante), el cuidado de la salud (que puede reducir el riesgo y los costos de
enfermedades transmisibles) y la aplicación de la ley. Las externalidades positivas muchas veces
están asociadas con el problema del free rider (p.ej. los individuos vacunados reducen el riesgo de
transmisión de la enfermedad correspondiente a los que lo rodean, y cuando el nivel de
vacunación es elevado, la sociedad puede gozar de una salud muy mejorada y beneficios de
bienestar; pero un individuo puede rechazar ser vacunado, y así evitar la enfermedad haciendo
“free riding” gracias a los costos soportados por los demás).
Remedios
Cuando se presentan externalidades, hay diversas formas de mejorar la utilidad social. El enfoque
movido por el mercado de corregir las externalidades es “internalizar” los costos y beneficios de
los terceros afectados, por ejemplo exigiendo al que contamina que pague por cualquier daño
causado. Empero, la internalización de costos y beneficios puede no resultar factible, en especial
cuando los verdaderos valores monetarios no pueden ser determinados.
La cuantificación monetaria de las externalidades es un proceso a veces dificultoso, dado que
refleja el punto de vista ético y las preferencias de una población completa en muchos casos.
Puede no resultar claro de quiénes son las preferencias más importantes, habrá intereses en
conflicto que tornará dificultoso determinar el valor de las externalidades, y todas las partes
involucradas pueden tratar de influir para que las respuestas políticas sean en beneficio propio.
Un ejemplo es el de las externalidades de fumar cigarrillos, que puede costarle o beneficiar a una
sociedad según sea la situación. Como puede ser imposible monetizar los costos y los beneficios,
otros métodos son necesarios para ya sea imponer las soluciones o sumar las elecciones sociales
si hay externalidades significativas. Aquí puede desempeñar un papel importante la democracia
representativa. En definitiva, la economía política no es otra cosa que el estudio de los medios y
resultados de agregar las decisiones y beneficiosos que no se limitan a transacciones puramente
privadas 2 .
2. Ejemplos
2.1 Negativas
2
Economistas enrolados en el “laissez-faire” como Friedrich Hayek y Milton Friedman a veces se refieren a
las externalidades como “efectos de vecindario” o “efectos derrame”, aunque hay que tener en cuenta que
no son necesariamente de poca importancia o localizadas.
XXV. Externalidades
738
Muchas externalidades negativas (también llamadas “costos externos” o “deseconomías
externas”) están vinculadas con las consecuencias ambientales de la producción y el consumo.
Entre las principales cabe destacar:
El riesgo sistémico describe los riesgos enfrentados por la economía global a partir de los
riesgos asumidos por el sistema bancario. La regulación bancaria – aunque impone un costo de
riesgo moral – se justifica porque los costos privados de la quiebra de un banco son inferiores a
los costos sociales 3 .
El cambio climático antropogénico atribuído a las emisiones de gases con efecto
invernadero por la quema de combustibles líquidos, gas y carbón. El calentamiento global ha sido
ubicado como la externalidad Nº 1 de toda la actividad económica, por la magnitud del daño
potencial y porque aún no hay efectos de mitigación. A este problema dedicaremos lo que resta
del presente capítulo desde el punto 3. en adelante.
La contaminación acuífera por industrias que envenenan el agua, dañando a plantas,
animales y seres humanos.
La producción de animales de granja, que creció en el siglo XX, dejó como resultado
granjas más fáciles de administrar, con menores empleados (a veces menos calificados), y una
gran cantidad de producción de bienes uniformes de origen animal. Generan externalidades
porque “contribuyen a incrementar el pool de bacterias resistentes a los antibióticos debido al
sobreuso de antibióticos; problemas de calidad atmosférica; contaminación de ríos, cursos de
aguas y aguas costeras mediante deshechos animales; problemas sanitarios de los animales,
principalmente por mantener a los animales dentro de perímetros muy reducidos” 4 .
La recolección de peces de una compañía pesquera oceánica puede agotar las existencias
de la pesca disponible y puede dar lugar a un exceso de pesca. Éste es un ejemplo más de un
recurso de propiedad común, sobre el cual volveremos en otro capítulo, llamado la “Tragedia de
los comunes”.
Cuando un automóvil entra a una ruta, impone muchas veces costos de congestión a los
demás que circulan por la misma vía.
Un negocio puede decidir a propósito proporcionar financiación insuficiente a una parte de
sus emprendimientos, con el fin de pasar esos costos a otro, dando lugar a una externalidad. En
un caso, el “costo” puede ser el de facilitar bienestar social o jubilación mínima; en economía este
tipo de problemas es atribuíble a la categoría de “riesgo moral”, que trataremos en un capítulo
próximo.
El consumo de un individuo puede ocasionar la elevación del precio del bien, dejando a
otros consumidores en peor situación al obligarlos a reducir su consumo. A estos efectos se los
llama a veces “externalidades pecuaniarias”; hay que tener en cuenta que la raíz de estos efectos
no se encuentra en ninguna externalidad, sino en una conducta anti-competitiva, poder de
mercado u otras fallas del mercado.
El costo de almacenar residuos nucleares provenientes de plantas nucleares por más de
1000 años (o por más de 100000 años en ciertos tipos de plantas nucleares) no se incluye dentro
del costo de la electricidad producida por la planta de generación. Aquí el tercero afectado son las
próximas centenares de generaciones.
En todas estas situaciones el beneficio marginal social de consumir resulta inferior al beneficio
marginal privado de consumir, lo que conduce a que el bien o servicio sea consumido en exceso
con respecto al óptimo social. Si no hay una intervención inteligente, el bien o servicio tendrá un
precio de equilibro en defecto y no serán tomadas en cuenta las externalidades negativas
asociadas.
3
V. De Bandt, O.; Hartmann, P. (1998), “Risk Measurement and Systemic Risk”, European Central Bank.
V. Weiss, Rick (2008), "Report Targets Costs Of Factory Farming", Washington Post; Pew Commission on
Industrial Farm Animal Production, Proc Putting Meat on The Table: Industrial Farm Animal Production in
America, The Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health.
4
XXV. Externalidades
739
2.2 Positivas
Un productor de miel mantiene un sistema de panales para obtener miel de las abejas. Un
efecto colateral o externalidad asociada con esta actividad es la polinización de los cultivos
vecinos por las abejas. Y el valor generado por la polinización puede resultar aún más importante
que el valor de la miel recogida.
Un individuo que planta un jardín atractivo frente a su casa puede proveer de beneficios a
otros que viven en la misma zona, e inclusive beneficios financieros por el incremento del valor de
sus propiedades.
Un individuo que adquiere un producto interconectado a una red (p.ej. un teléfono celular
con video) puede incrementar la utilidad de esos teléfonos para todos los que tengan un teléfono
celular con video. Cuando un nuevo usuario de un producto aumenta el valor del mismo producto
poseído por otros, el fenómeno es denominado una externalidad de red o efecto de red. Este tipo
de externalidades tienen a menudo “puntos de equilibrio” en los que, súbitamente, el producto
recibe una aceptación general y un uso casi universal, un fenómeno que ya es común en la
cobertura casi universal por celulares con video en algunos países escandinavos 5 .
La transferencia del conocimiento sobre inventos y la información – una vez que ha sido
obtenido y hecho accesible un invento (o cualquier otra forma de información práctica) – los
demás se benefician explotándolo. Las leyes de copyright y de propiedad intelectual han sido
diseñadas para que el inventor o creador pueda apropiarse, al menos durante un período de
tiempo, del monopolio sobre el mismo a cambio de compartir información mediante publicaciones
u otros medios.
Muchas veces gran parte del beneficio de un bien o servicio proviene de tener la opción de
comprar algo más que de haberlo comprado. Un servicio de bomberos privado que solamente le
cobrara a los que tuvieron un incendio significaría claramente una externalidad a expensas de
unos pocos. En tales casos, ciertos tipos de seguro pueden ser la solución, siempre que la gente
tenga la opción de evaluar el beneficio que surge de dicha opción.
Un miembro de una familia que compra una película o un juego proveerá una externalidad
positiva a los restantes miembros familiares que podrán ver la película o jugar ese juego.
Una organización que compra una gran pantalla de proyecciones y un proyector otorgará
beneficios a aquellos que pueden usar esa pantalla con diversos propósitos.
La propiedad hogareña crea una externalidad positiva al ser más probable que los hogares
se involucren con su vecindario que los arrendatarios. Éste es el motivo por el cual en USA los
intereses pagados sobre los créditos hipotecarios son deducibles del impuesto a las ganancias 6 .
La educación crea una externalidad positiva porque hace que la gente más educada sea
menos propensa a cometer crímenes violentos, lo que redunda en beneficio de todos los
habitantes de la comunidad (aún de los menos educados).
Como se observa, las externalidades o las soluciones propuestas a las mismas también pueden
dar lugar a conflictos políticos, causas judiciales rencorosas, etc. Lo que puede significar que el
problema de externalidades sea demasiado complejo como para manejar el concepto de óptimo
de Pareto. También es cierto que si hay demasiadas externalidades positivas que quedan fuera
del círculo de participantes de una transacción, habrá muy pocos incentivos para que las partes
participen en actividades que conducen a las externalidades positivas.
2.3 Posicionales
5
V. Carl Shapiro & Hal R. Varian, “Network Effects”, September 1998.
V. Glaeser, Edward L. and Shapiro (2002). "The Benefits of the Home Mortgage Interest Deduction". Social
Science Research Network..
6
XXV. Externalidades
740
Las externalidades posicionales se refieren a un tipo especial de externalidad que depende
de la clasificación de los actores en una situación. Debido a que cada actor está tratando de
"sobrepasar" a otros actores, las consecuencias son involuntaria y económicamente ineficientes.
Un ejemplo es el fenómeno de "sobreeducación" (refiriéndose a educación postsecundaria) en el mercado laboral norteamericano. En la década de 1960, muchos jóvenes de
clase media norteamericanos se prepararon para sus carreras completando una licenciatura. Sin
embargo, por el decenio de 1990, muchas personas del mismo medio social completaban títulos
de maestría, esperando “sobrepasar" a los otros competidores en el mercado de trabajo por
señalización de su mayor calidad como potenciales empleados. Por los 2000s, algunos puestos
de trabajo que anteriormente sólo exigían título de bachiller universitario, tales como puestos de
análisis de política, estaban exigiendo maestrías. Algunos economistas sostienen que este
aumento de requisitos educativos fue superior a lo que era eficiente, y que se trató de un
despilfarro de la sociedad y de recursos personales buscando la realización de estas maestrías.
Otro ejemplo es la compra de joyas como un regalo para otra persona, por ejemplo, un
cónyuge. Para que un marido A pueda demostrar a su esposa A que la quiere más que el marido
B quiere a su esposa B, el esposo A debe comprar más costosas joyas que el marido B. Como en
el primer ejemplo, el ciclo continúa de mal en peor, porque cada actor se posiciona a sí mismo con
relación a los otros actores. Este fenómeno se conoce en la literatura económica como el de
“Keeping up with the Joneses”.
Una solución a esta externalidades es imponer regulaciones desde una autoridad externa. En el
primer caso, el gobierno podría aprobar una ley en contra de las empresas que exijan títulos de
maestría, a menos que el puesto realmente requiera una calificación avanzada.
El gráfico adjunto presenta los efectos de
una externalidad negativa. Por ejemplo, la
industria del acero vende en un mercado
competitivo – antes de que se impongan y
apliquen medidas de control de la
contaminación. El costo marginal privado
resulta menor que el costo marginal social o
costo público por el monto del costo
externo, es decir el costo de contaminación
del aire y del agua. Esto está representado
por la distancia vertical entre las dos curvas
de oferta (suponemos que no hay beneficios
externos, de tal modo que el beneficio social
es igual al beneficio individual).
Si los consumidores sólo toman en cuenta
Costos externos en un diagrama de oferta
su costo privado, terminarán pagando un
Y demanda
precio Pp y adquiriendo una cantidad Qp, en
lugar de los niveles eficientes Ps y Qs, que
reflejan la idea de que el beneficio marginal social debería ser igual al costo marginal social, es
decir que la producción debería ser incrementada en tanto que el beneficio marginal social sea
superior al costo marginal social. Resultado= el mercado libre es ineficiente porque en la cantidad
Qp, el beneficio social es menor que el costo social, por lo cual la sociedad estaría mejor si los
bienes entre Qp y Qs no hubieran sido producidos. El problema radica en que la gente compra y
consume demasiado acero.
Esta discusión implica que contaminar es más que un problema ético, que es más que empresas
ambiciosas que maximizan beneficios. El problema radica en la disyunción existente entre los
costos marginales privados y los costos marginales sociales que no son resueltos por el libre
741
XXV. Externalidades
mercado. Se trata de un problema de comunicación y coordinación societaria a fin de equilibrar
beneficios y costos. La discusión implica asimismo que la contaminación no es algo resuelto por
los mercados competitivos. De hecho, un monopolio puro podría usar parte de sus beneficios en
exceso siendo benevolente e internalizando la externalidad (es decir, pagando el costo de
contaminación). Lo más probable sería que el monopolio restrinja en forma artificial la cantidad
ofrecida a efectos de maximizar beneficios. Esta alternativa en verdad beneficiaría a la sociedad
en esta situación porque significaría menor contaminación que el caso competitivo. Las empresas
competitivas no tienen más opción que producir de acuerdo con los incentivos del mercado o con
los costos privados: si alguna decidiera internalizar los costos externos, el productor incurriría en
costos más elevados que los de sus competidores y estaría obligado a salir del mercado. Luego
se requiere alguna solución colectiva, tal como la intervención gubernamental prohibiendo o
desalentando la contaminación, por medio de incentivos económicos como los impuestos, etc.
El gráfico adjunto muestra el efecto de una
externalidad benéfica o positiva. Por
ejemplo, supongan que la industria que
produce vacunas contra la viruela las vende
en un mercado competitivo. El beneficio
marginal privado de estar vacunado es
inferior al costo marginal social o beneficio
público por el monto del beneficio externo
(p.ej. la sociedad está protegida en forma
creciente de la viruela por cada vacuna
aplicada, incluyendo aquellos que no reciben
la vacuna). Este beneficio marginal externo
de tener una aplicación de la vacuna está
representado por la distancia vertical entre
ambas curvas de demanda. Si no hay costos
externos, el costo social es igual al costo
individual.
Beneficios externos en un diagrama de
Oferta y Demanda
Si los consumidores sólo toman en cuenta
sus propios beneficios privados de ser vacunados, el mercado terminará con un precio Pp y una
cantidad Qp como antes, en lugar del precio eficiente Ps y la cantidad eficiente Qs. Estos últimos
reflejan la idea de que el beneficio marginal social debería ser igual al costo marginal social, es
decir, que la producción debería ser incrementada siempre que el beneficio marginal social sea
superior al costo marginal social. El resultado es que un mercado sin trabas será ineficiente
puesto que a la cantidad Qp, el beneficio social es mayor que el costo societario, luego la sociedad
como un todo estaría mejor si se produjeran más bienes. El problema es que la gente está
comprando demasiadas pocas vacunas.
La cuestión de los beneficios externos está vinculada con la de los bienes públicos (Capítulo
XXIV) que constituyen bienes en los que resulta difícil, si no imposible, excluir a la gente de ciertos
beneficios. La producción de un bien público depara externalidades benéficas para todos, o casi
todos los miembros del público. Como sucede con los costos externos, aquí hay un problema de
comunicación y coordinación societaria a fin de balancear beneficios y costos. Lo cual también
implica que la vacunación no es algo bien resuelto en un mercado competitivo. El gobierno debe
aparecer al costado con una solución colectiva, tal como subsidiar o requerir legalmente el uso de
la vacuna. En tal caso, al bien se lo suele llamar un bien meritorio.
2.4 Soluciones posibles
Existen al menos cuatro tipos generales de soluciones al problema de las externalidades:
XXV. Externalidades
742
(1) Criminilización Como suele suceder con la prostitución, las drogas adictivas, el comercio
fraudulento, y diversos tipos de leyes ambientales y dirigidas a la salud pública;
(2) Responsabilidad Civil Extracontractual Por ejemplo, acciones por los no-fumadores, pleitos por
responsabilidad por diversos productos.
(3) Provisión gubernamental Como en los casos de los faros, la educación y la defensa nacional.
(4) Impuestos o subsidios de Pigou A fin de remontar las injusticias o desbalances económicos
(tema sobre el que volveremos más adelante).
Los economistas suelen preferir la categoría (4) por ser la menos invasiva y constituir
potencialmente el método más eficiente para resolver externalidades. La intervención del gobierno
no siempre es necesaria. Los métodos tradicionales de vida han evolucionado como una forma de
conducirse con los costos y beneficios externos. Las comunidades que se conducen en forma
democrática también han aprendido a resolver estos problemas de manera amistosa. Hay veces
en que las externalidades pueden ser resueltas por acuerdo de partes. La solución puede llegar a
causa de la amenaza de acción gubernamental.
El acuerdo primario, y más común, es el acuerdo tácito por medio del proceso político. Los
gobiernos son elegidos para representar a los ciudadanos y generar compromisos políticos entre
intereses de diversa índole. En forma normal, los gobiernos suelen aprobar leyes y regulaciones
para resolver problemas de contaminación y otros tipos de daño ambiental (En la Argentina, el
Decreto 1070/2005 dio lugar al Fondo Argentino del Carbono, “con el objeto de facilitar e
incentivar el desarrollo de proyectos del Mecanismo para un Desarrollo Limpio en la República
Argentina, bajo las modalidades que establezca la reglamentación.”; en 1990 se promulgó la Ley
23.829 de “Convenio de Cooperación con la República Oriental del Uruguay para Prevenir y
Luchar contra Incidentes de Contaminación del Medio Acuático producidos por Hidrocarburos y
Otras Sustancias Perjudiciales”; etc. Un compendio de disposiciones puede hallarse en el sitio de
la Asociacion Argentina de Abogados Ambientalistas.) Estas leyes y resoluciones a menudo
adoptan la forma de regulaciones de “control y comando” (tales como la fijación de metas,
estándares, o requerimientos a ser llenados por los procesos), o mecanismos de reforma de los
precios ambientales (tales como eco-impuestos y otros impuestos de Pigou, permisos de
contaminación comercializables o la creación de mercados para los servicios ecológicos.
El segundo tipo de acuerdo es un arreglo puramente privado entre las partes involucradas. Ronald
Coase argumentó que si todas las partes involucradas pueden organizar un sistema de pagos de
manera de que cada una pague a la otra por sus acciones, podrá ser alcanzado un arreglo
eficiente sin intervención del gobierno. Algunos llevan este argumento al extremo, afirmando que
el gobierno debería limitarse a facilitar la negociación entre los individuos o grupos afectados y a
hacer cumplir los contratos resultantes. Este resultado es conocido como Teorema de Coase, y
requiere que:
Los derechos de propiedad estén bien definidos;
La gente interviniente sea racional;
Los costos de transacción sean mínimos.
Si todas estas condiciones se cumplen, las partes privadas podrán negociar a fin de resolver el
problema de externalidades. Este teorema no sería aplicable al caso de la industria del acero que
vimos antes. Por ejemplo, si una factoría de acero causa daños irreversibles a los pulmones de un
amplio número de individuos por la contaminación, resultaría difícil, si no imposible, que cualquiera
negocie con el productor, y existen amplios costos de transacción. Por tanto, el enfoque más
XXV. Externalidades
743
habitual sería la regulación de la empresa – imponiéndole límites sobre la cantidad de
contaminación considerada “aceptable” – y pagando por la regulación y su aplicación mediante
impuestos. Tampoco el ejemplo de las inmunizaciones mediante vacunas satisfarían el Teorema
de Coase; como los beneficiarios externos potenciales de la inmunización sería la misma gente,
ésta se tendría que auto-organizar para pagarse uno al otro a efectos de ser vacunados. Pero
semejante organización sería difícil de distinguir de la acción de un gobierno.
Esto no significa que el Teorema de Coase sea irrelevante. Por ejemplo, si un leñador ha
planificado desmantelar un bosque de manera que tiene un impacto negativo sobre un centro
turístico cercano, el propietario del centro turístico podría llegar teóricamente a cerrar un trato con
el leñador, por ejemplo pagándole para que no lo tale – o tal vez podría comprar el bosque. La
situación más problemática, desde el punto de vista de Coase, es cuando el bosque no pertenece
a nadie; no es que sea importante “quién” es el poseedor, ya que cualquier propietario tendrá
interés en acordar con el propietario del centro turístico (si ese arreglo es mutuamente
beneficioso).
Ronald H. Coase (nacido en diciembre de 1910) es un economista
británico y profesor emérito en la Universidad de Chicago. Recibió el
premio Nobel de Economía en 1991 “por el descubrimiento y
aclaración del significado de los costos de transacción y derechos
de propiedad para la estructura institucional y el funcionamiento de
la economía.” Ronald Coase es considerado el fundador del Análisis
Económico del Derecho y de la nueva economía institucional. Es
además un miembro de la Escuela de Chicago. El artículo de 1960
The problem of Social Cost, 'El problema del costo social', es
considerado el artículo más citado en la literatura económica de
todos los tiempos y países, pero sus ideas centrales ya estaban
explícitas en el artículo The Nature of the Firm, 'La naturaleza de la
empresa' de 1937 en el que exlica que cualquier sistema de
asignación de precios tiene un costo y que es posible hacer un
análisis económico de las reglas, las formas de organización y los
métodos de pago. La visión de Coase sobre los costes de
transacción en la teoría sobre la organización moderna fue
reintroducida por Oliver E. Williamson.
También es a menudo considerado como el padre de una reforma
Ronald H. Coase (1910- )
de las licencias de reparto de licencias del espectro
Premio Nobel 1991
electromagnético para la radio, basado en su artículo “The Federal
Communications Commission” (1959) que criticaba el mecanismo de concesión de licencias, proponiendo
que los derechos de propiedad eran un método de asignar el espectro a los usuarios. Otra contribución
importante suya es la ‘Conjetura de Coase’: un argumento informal sobre los monopolistas de productos
perecederos. Indica que éstos no tienen mayor poder de mercado porque son incapaces hacer creíbles sus
compromisos de no bajar los precios en períodos futuros.
3. El calentamiento global del planeta
Calentamiento global es un término utilizado habitualmente en dos sentidos: 1) Es el fenómeno
observado en las medidas de la temperatura que muestra en promedio un aumento en la
temperatura de la atmósfera terrestre y de los océanos en las últimas décadas. 2) Es una teoría
que predice, a partir de proyecciones basadas en simulaciones computacionales, un crecimiento
futuro de las temperaturas. Algunas veces se utilizan las denominaciones cambio climático, que
designa a cualquier cambio en el clima, o cambio climático antropogénico 7 , donde se considera
7
Se llama influencia antropogénica a aquellos efectos producidos por las actividades humanas. Existe un
cierto debate en torno a la posibilidad actual de que el hombre esté influyendo más o menos en el clima de
XXV. Externalidades
744
implícitamente la influencia de la actividad humana. Calentamiento global y efecto invernadero no
son sinónimos. El efecto invernadero acrecentado por la contaminación puede ser, según algunas
teorías, la causa del calentamiento global observado. La temperatura del planeta ha venido
elevándose desde mediados del siglo XIX, cuando se puso fin a la etapa conocida como la
Pequeña Edad de Hielo 8 . Cualquier tipo de cambio
climático además implica cambios en otras
variables. La complejidad del problema y sus
múltiples interacciones hacen que la única manera
de evaluar estos cambios sea mediante el uso de
modelos computacionales que intentan simular la
física de la atmósfera y del océano y que tienen
una precisión limitada debido al desconocimiento
del funcionamiento de la atmósfera.
La teoría antropogénica predice que el
calentamiento global continuará si lo hacen las
emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
El cuerpo de la ONU encargado del análisis de los
Fig. 1 Gráfico de la concentración de dióxido de carbono
datos científicos es el Panel Intergubernamental
en la atmósfera terrestre
(azul) y la temperatura media global (rojo), en los últimos
del Cambio Climático (IPCC, por las siglas de
1000 años.
Inter-Governmental Panel on Climate Change). El
IPCC indica que "[...]La mayoría de los aumentos observados en las temperaturas medias del
globo desde la mitad del siglo XX son muy probablemente debidos al aumento observado en las
concentraciones de GEI antropogénicas.” Este enunciado establece una conexión estrecha entre
la teoría antropogénica y la teoría económica de las externalidades. Sin embargo, existen algunas
discrepancias al respecto de que el dióxido de carbono sea el gas de efecto invernadero que más
influye en el Calentamiento Global de origen antropogénico. El Protocolo de Kyoto 9 , acuerdo
promovido por el IPCC, promueve una reducción de emisiones contaminantes (principalmente
CO2). El protocolo ha sido tachado en ciertas ocasiones de injusto, ya que el incremento de las
emisiones está tradicionalmente asociado al desarrollo económico, con lo que las naciones a las
la Tierra y también lo hay sobre las influencias que pudo causar en el pasado. Incluso en épocas
preindustriales a través, sobre todo, de la deforestación y la reconversión de tierras para sus actividades
agrarias y ganaderas. No hay consenso absoluto de que actualmente la influencia del hombre sea
sustancial. La pregunta que se plantea en realidad no es si afecta sino cuánto y cómo. Porque la variación
natural del clima no ha dejado de actuar porque esté la humanidad medrando en el mundo. El problema es
hasta qué punto la contribución del hombre ha podido y puede cambiar el curso natural del clima y la forma
en que lo hace actualmente y lo ha hecho en el pasado.
8
La Pequeña Edad de Hielo fue un período frío que abarcó desde comienzos del siglo XIV hasta mediados
del XIX. Puso fin a una era extraordinariamente calurosa llamada Óptimo climático medieval. Hubo tres
máximos: sobre 1650, alrededor de 1770 y hacia 1850. Inicialmente se pensó que era un fenómeno global,
pero posteriormente fue desmentido. Bradley y Jones (1993), Hughes y Díaz (1994) y Crowley y Lowery
(2000), describen la PEH como una época donde el Hemisferio Norte tuvo un modesto enfriamiento de
menos de 1ºC.
9
El Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático es un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir
las emisiones de seis gases que provocan el calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), gas metano
(CH4) y óxido nitroso (N2O), además de tres gases industriales fluorados: Hidrofluorocarbonos (HFC),
Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de azufre (SF6), en un porcentaje aproximado de un 5%, dentro del
periodo que va desde el año 2008 al 2012, en comparación a las emisiones del año 1990. Por ejemplo, si la
contaminación de estos gases en el año 1990 alcanzaba el 100%, al término del año 2012 deberá ser del
95%. Es preciso señalar que esto no significa que cada país deba reducir sus emisiones de gases
regulados en un 5%, sino que éste es un porcentaje a nivel global y, por el contrario, cada país obligado por
Kyoto tiene sus propios porcentajes de emisión que debe disminuir. Este instrumento se encuentra dentro
del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), suscripta
en 1992 dentro de lo que se conoció como la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. El protocolo vino a dar
fuerza vinculante a lo que en ese entonces no pudo hacer la CMNUCC.
XXV. Externalidades
745
que más afectaría el cumplimiento de este protocolo serían las zonas menos desarrolladas. El
período sobre el que se discute la evolución de la temperatura varía, a menudo, indebidamente,
según la tesis que se quiere defender. En ocasiones desde la Revolución Industrial, otras desde el
comienzo de un registro histórico global de temperatura alrededor de 1860; o sobre el siglo XX, o
los 50 años más recientes.
La década más calurosa del pasado siglo XX fue, con mucho, la de los años 1990. Los que niegan
que haya calentamiento encuentran culpable que muchos gráficos empleados para mostrar el
calentamiento empiecen en 1970, cuando comienza a subir de nuevo la temperatura después de
36 años de un ligero descenso.
Señalan que durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial se incrementó mucho la
emisión de los gases de efecto invernadero, y afirman, falsamente según algunos autores 10 , que
en la época predominó entre los especialistas la alarma por un posible oscurecimiento global o
enfriamiento global a fines del siglo XX 11 . La interpretación actual, dentro del emergente consenso
científico sobre el cambio climático, del enfriamiento relativo de mediados de siglo, lo atribuye al
aumento en las emisiones de aerosoles claros, que amplifican el albedo 12 , determinando un
forzamiento negativo. Su reducción siguió a la sustitución de combustibles y tecnologías por otros
que emiten menos de estos aerosoles, en parte por
las medidas de lucha contra la contaminación
urbana e industrial y la lluvia ácida en los países
desarrollados, de manera que el aumento en la
emisión global de aerosoles se ha frenado.
En los últimos 20.000 años el suceso más
importante es el final de la Edad de Hielo, hace
aproximadamente 12.000 años. Desde entonces, la
temperatura ha permanecido relativamente estable,
aunque con varias fluctuaciones como, por ejemplo,
el Período de Enfriamiento Medieval o Pequeña
Edad del Hielo. Según el IPCC, durante el siglo XX
Fig. 2 Predicciones basadas en diferentes modelos del
la temperatura promedio de la atmósfera se
incremento de la temperatura media global respecto
de su valor en el año 2000.
incrementó entre 0,4 y 0,8 ºC. Las temperaturas en
la tropósfera inferior se han incrementado entre
0,08 y 0,22 ºC por decenio desde 1979. El aumento de la temperatura no sigue una ley lineal, sino
que presenta fluctuaciones debidas a la variabilidad natural, siendo la más notable de ellas el
fenómeno de El Niño (ver más adelante). Durante el mismo período las temperaturas en la
superficie terrestre muestran un incremento de ≈ 0,15 ºC por decenio.
El debate ha sobrepasado el ámbito científico y ha llegado al debate público. Al Gore, autor de
"Earth in the Balance" (La Tierra en juego) y el documental "Una verdad incómoda" recibió el
Premio Nobel de la Paz en 2007, junto al Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático
(IPCC) de la ONU, «por sus esfuerzos para construir y diseminar un mayor conocimiento sobre el
cambio climático causado por el hombre y poner las bases para la toma de las medidas que sean
10
Peterson, T.C., Connolley, W.M. & Fleck, J., 2008: The myth of the 1970s global cooling scientific
consensus. Bulletin of the American Meteorological Society, in press.
11
G. J. Kukla, R.K. Matthews & J.M. Mitchell, Quaternary Research, 2, 261- 9, 1972: "The end of the present
interglacial".
12
El albedo es la relación, expresada en porcentaje, de la radiación que cualquier superficie refleja sobre la
radiación que incide sobre la misma. Las superficies claras tienen valores de albedo superior a las oscuras,
y las brillantes más que las mates. El albedo medio de la Tierra es del 30-32% de la radiación que proviene
del Sol. Es una medida de la tendencia de una superficie a reflejar radiación incidente.
XXV. Externalidades
746
necesarias para contrarrestar ese cambio». Muchas de las teorías del calentamiento global son
motivo de controversia, principalmente por sus repercusiones económicas. Existe un debate social
y político sobre la cuestión, en tanto que la comunidad científica internacional ha llegado a un
consenso científico suficiente para exigir una acción internacional concertada para aminorar sus
efectos. Los defensores de la teoría del calentamiento global por causas antropogénicas expresan
una amplia gama de opiniones, aunque la posición mayoritaria es la defendida por el IPCC, que
culpa a la actividad industrial y pide la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero.
Algunos científicos simplemente reconocen como datos observables los incrementos de
temperatura.
Otros apoyan medidas como el Protocolo de Kyoto
sobre el cambio climático, que intentan tener cierto
efecto sobre el clima futuro y llevar a cabo otras
medidas posteriormente. Éstos piensan que el daño
medio-ambiental tendrá un impacto tan serio que deben
darse pasos inmediatamente para reducir las emisiones
de CO2, a pesar de los costos económicos para las
naciones. Por ejemplo Estados Unidos, que produce
mayores emisiones de gases de efecto invernadero que
cualquier otro país, en términos absolutos, y es el
primer mayor emisor por habitante (ver Anexo). Los
economistas también han alertado acerca de los efectos
Fig. 3 Temperatura media terrestre, 1900-2004
desastrosos que tendrá el cambio climático sobre la
economía mundial con reducciones de hasta un 20% en
el crecimiento, cuando las medidas para evitarlo no sobrepasarían el 1%. Los daños económicos
predichos provendrían principalmente del efecto de las catástrofes naturales, con cuantiosas
pérdidas de vidas humanas, por ejemplo en Europa.
También existen autores escépticos, como Bjørn Lomborg, que ponen en duda el calentamiento
global, basándose en los mismos datos usados por los defensores del calentamiento global. La
revista Scientific American (2002), dedicó un numero especial para refutar el libro de Bjørn
Lomborg, donde los autores de los reportes citados por el autor, lo acusan de falsearlos o
malinterpretarlos. Algunos científicos defienden que no están demostradas las teorías que
predicen el incremento futuro de las temperaturas, argumentando que las diferencias del índice de
calentamiento en el próximo siglo entre los diferentes modelos informáticos son de más del 400%
(a pesar de que en esta horquilla de variación siempre se recogen aumentos significativos). Estos
científicos han sido acusados de estar financiados por consorcios petroleros o presionados por
sus fuentes de financiación públicas como el gobierno de los EE. UU.
T.M.L. Wigley, del NCAR, publicó en 1998 13 los resultados de la aplicación de un modelo climático
a los efectos del Protocolo de Kyoto, distinguiendo tres casos en el comportamiento de los países
del anexo B del protocolo (los industrializados): a) que el cumplimiento del protocolo fuera seguido
por una sujeción a sus límites, pero sin nuevas medidas de reducción; b) que el protocolo fuera
cumplido, pero no seguido de ninguna limitación (sino de lo que se llama business as usual); c)
que el protocolo, una vez cumplido, se continuara con una reducción de las emisiones del 1%
anual. Las reducciones del calentamiento previsto por el modelo para 2050 (2,5°C) eran
respectivamente 0,11-0,21 °C (aproximadamente 6%), 0,06-0,11 °C (3%) y alrededor de 0,35 °C
(14%). En todos los casos los resultados son muy modestos. Los llamados escépticos se
atuvieron al segundo caso (3% de 2,5 °C, es decir, 0,7 °C) y lo esgrimieron sistemáticamente
como prueba de la inutilidad del protocolo de Kyoto. Fue usado por ejemplo, en el Congreso de
Estados Unidos, aún bajo administración Clinton, para parar la adhesión a Kyoto. Wigley es citado
13
Wigley, T.M.L. (1998), The Kyoto Protocol: CO2, CH4 and climate implications, Geophysical Research
Letters, vol. 25.
XXV. Externalidades
747
por los opuestos a cualquier regulación para declarar que el protocolo de Kyoto es innecesario,
por inútil, en contra de la conclusión del propio Wigley para quien es insuficiente, pero aún así es
«importante como primer paso hacia la estabilización del sistema climático.» El propio Wigley ha
revisado la cuestión en un trabajo más reciente 14 concluyendo que «para estabilizar las
temperaturas medias globales, necesitamos finalmente reducir las emisiones de gases de
invernadero muy por debajo de los niveles actuales».
4. Teorías del calentamiento global
El clima varía por procesos naturales tanto internos como externos. Entre los primeros se
destacan las emisiones volcánicas, y otras fuentes de gases de efecto invernadero (como por
ejemplo el metano emitido en las granjas animales). Entre los segundos pueden citarse los
cambios en la órbita de la Tierra alrededor del Sol (Teoría de Milankovitch) y la propia actividad
solar. Los especialistas en climatología aceptan que la Tierra se ha calentado recientemente (El
IPCC cita un incremento de 0.6 ± 0.2 °C en el siglo XX). Más controvertida es la posible
explicación de lo que puede haber causado este cambio. Tampoco nadie discute que la
concentración de gases invernadero ha aumentado y que la causa de este aumento es
probablemente la actividad industrial durante los últimos 200 años.
También existen diferencias llamativas entre las mediciones realizadas en las estaciones
meteorológicas situadas en tierra (con registros en raras ocasiones comenzados desde finales del
siglo XIX y en menos ocasiones todavía de una forma continuada) y las medidas de temperaturas
realizadas con satélites desde el espacio (todas comenzadas a partir de la segunda mitad del siglo
XX). Estas diferencias han sido achacadas a los modelos utilizados en las predicciones del
aumento de temperatura existente en el entorno de las propias estaciones meteorológicas debido
al desarrollo urbano (el efecto llamado Isla de calor). Dependiendo del aumento predicho por estos
modelos las temperaturas observadas por estas estaciones serán mayores o menores (en muchas
ocasiones incluso prediciendo disminuciones de las temperaturas).
4.1 Teoría de los gases invernadero
La hipótesis de que los incrementos o descensos en concentraciones de gases de efecto
invernadero pueden dar lugar a una temperatura global mayor o menor fue postulada
extensamente por primera vez a finales del siglo XIX por Svante Arrhenius, como un intento de
explicar las eras glaciales. Sus coetáneos rechazaron radicalmente su teoría. La teoría de que las
emisiones de gases de efecto invernadero están contribuyendo al calentamiento de la atmósfera
terrestre ha ganado muchos adeptos y algunos oponentes en la comunidad científica durante el
último cuarto de siglo. El IPCC, que se fundó para evaluar los riesgos de los cambios climáticos
inducidos por los seres humanos, atribuye la mayor parte del calentamiento reciente a las
actividades humanas. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (National Academy
of Sciences, NAC) también respaldó esa teoría. El físico atmosférico Richard Lindzen y otros
escépticos se oponen a aspectos parciales de la teoría. Hay muchos aspectos sutiles en esta
cuestión. Los científicos atmosféricos saben que el hecho de añadir dióxido de carbono CO2 a la
atmósfera, sin efectuar otros cambios, tenderá a hacer más cálida la superficie del planeta. Pero
hay una cantidad importante de vapor de agua (humedad, nubes) en la atmósfera terrestre, y el
agua es un gas de efecto invernadero. Si la adición de CO2 a la atmósfera aumenta levemente la
temperatura, se espera que más vapor de agua se evapore desde la superficie de los océanos. El
vapor de agua así liberado a la atmósfera aumenta a su vez el efecto invernadero (El vapor de
agua es un gas de invernadero más eficiente que el CO2. A este proceso se le conoce como la
retroalimentación del vapor de agua (water vapor feedback). Esta retroalimentación es causante
de la mayor parte del calentamiento que los modelos de la atmósfera predicen que ocurrirá
14
Wigley, T.M.L. (2005), "The Climate Change Commitment," Science, vol. 307, pp. 1766–69.
748
XXV. Externalidades
durante las próximas décadas. La cantidad de vapor de agua así como su distribución vertical son
claves en el cálculo de esta retroalimentación. Los procesos que controlan la cantidad de vapor en
la atmósfera son complejos de modelar y aquí radica gran parte de la incertidumbre sobre el
calentamiento global.
El papel de las nubes es también crítico. Las nubes tienen efectos contradictorios en el clima.
Ustedes habrán notado que la temperatura cae cuando pasa una nube en un día soleado de
verano, que de otro modo sería más caluroso. Es decir: las nubes enfrían la superficie reflejando
la luz del Sol de nuevo al espacio. Pero también se sabe que las noches claras de invierno
tienden a ser más frías que las noches con el cielo cubierto. Esto se debe a que las nubes
también devuelven algo de calor a la superficie de la Tierra. Si el CO2 cambia la cantidad y
distribución de las nubes podría tener efectos complejos y variados en el clima y una mayor
evaporación de los océanos contribuiría también a la formación de una mayor cantidad de nubes.
A la vista de esto, no es correcto imaginar que existe un debate entre los que "defienden" y los
que "se oponen" a la teoría de que la adición de CO2 a la atmósfera terrestre dará como resultado
que las temperaturas terrestres promedio serán más altas. Más bien, el debate se centra sobre los
que serían los efectos netos de la adición de CO2, y en si los cambios en vapor de agua, nubes y
demás podrán compensar y anular este efecto de calentamiento. El calentamiento observado en
la Tierra durante los últimos 50 años parece estar en oposición con la teoría de los escépticos de
que los mecanismos de autorregulación del clima compensarán el calentamiento debido al CO2.
Los científicos han estudiado también este tema con modelos computarizados del clima. Estos
modelos se aceptan por la comunidad científica como válidos solamente cuando han demostrado
poder
simular
variaciones
climáticas conocidas, como la
diferencia entre el verano y el
invierno, la Oscilación del Atlántico
Norte o El Niño (ver más adelante
sobre este fenómeno). Se ha
encontrado universalmente que
aquellos modelos climáticos que
pasan estas evaluaciones también
predicen siempre que el efecto neto
de la adición de CO2 será un clima
más cálido en el futuro, incluso
teniendo en cuenta todos los
cambios en el contenido de vapor
de agua y en las nubes. Sin
embargo, la magnitud de este
calentamiento predicho varía según
el modelo, lo cual probablemente
refleja las diferencias en el modo
en que los diferentes modelos
representan las nubes y los
procesos en que el vapor de agua
es redistribuido en la atmósfera.
Fig. 4 Concentración de dióxido de carbono en los últimos 417.000 años.
La parte roja indica la variación a partir de 1800.
Sin embargo, las predicciones
obtenidas con estos modelos no
necesariamente tienen que cumplirse en el futuro. Los escépticos en esta materia responden que
las predicciones contienen exageradas oscilaciones de más de un 400% entre ellas, que hacen
que las conclusiones sean inválidas, contradictorias o absurdas. Los ecólogos responden que los
XXV. Externalidades
749
escépticos no han sido capaces de producir un modelo de clima que no prediga que las
temperaturas se elevarán en el futuro. Los escépticos discuten la validez de los modelos teóricos
basados en sistemas de ecuaciones diferenciales, que son sin embargo un recurso común en
todas las áreas de la investigación de problemas complejos difíciles de reducir a pocas variables,
cuya incertidumbre es alta siempre por la simplificación de la realidad que el modelo implica y por
la componente caótica de los fenómenos implicados.
Los modelos evolucionan poniendo a prueba su relación con la realidad retrodiciendo evoluciones
ya acaecidas gracias a la creciente potencia de los computadores, aumentando la resolución
espacial y temporal, puesto que trabajan calculando los cambios que afectan a pequeñas parcelas
de la atmósfera en intervalos de tiempo discretos.
Las industrias que utilizan el carbón como fuente de energía, los tubos de escape de los
automóviles, las chimeneas de las fábricas y otros subproductos gaseosos procedentes de la
actividad humana contribuyen con cerca de 22.000 millones de toneladas de dióxido de carbono
(correspondientes a 6.000 millones de toneladas de carbón puro) y otros gases de efecto
invernadero a la atmósfera terrestre cada año. La concentración atmosférica de CO2 se ha
incrementado hasta un 31% por encima de los niveles pre-industriales, desde 1750. Esta
concentración es considerablemente más alta que en cualquier momento de los últimos 420.000
años, el período del cual han podido obtenerse datos fiables a partir de núcleos de hielo. Se cree,
a raíz de una evidencia geológica menos directa, que los valores de CO2 estuvieron a esta altura
por última vez hace 40 millones de años. Alrededor de tres cuartas partes de las emisiones
antropogénicas de CO2 a la atmósfera durante los últimos 20 años se deben al uso de
combustibles fósiles. El resto es predominantemente debido a usos agropecuarios, en especial
deforestación.
Los gases de efecto invernadero toman su nombre del hecho de que no dejan salir al espacio la
energía que emite la Tierra, en forma de radiación infrarroja, cuando se calienta con la radiación
procedente del Sol, que es el mismo efecto que producen los vidrios de un invernadero de
jardinería, aunque éstos se calientan principalmente al evitar el escape de calor por convección.
No se trata de incluir dentro del debate el efecto invernadero natural que suaviza el clima de la
Tierra. Sin este efecto invernadero natural las temperaturas caerían aproximadamente 30 ºC. Los
océanos podrían congelarse, y la vida, tal como la conocemos, sería imposible. Para que este
efecto se produzca, son necesarios estos gases de efecto invernadero, pero en proporciones
adecuadas. Lo que preocupa a los climatólogos es que una elevación de esa proporción producirá
un aumento de la temperatura debido al calor atrapado en la baja atmósfera.
Los incrementos de CO2 medidos desde 1958 en Mauna Loa muestran una concentración que se
incrementa a una tasa de cerca de 1.5 ppm (partes por millón) por año. De hecho, resulta evidente
que el incremento es más rápido de lo que sería un incremento lineal. El 21 de marzo del 2004 se
informó que la concentración alcanzó 376 ppm. Los registros del Polo Sur muestran un
crecimiento similar al ser el CO2 un gas que se mezcla de manera homogénea en la atmósfera.
Los geólogos creen que la Tierra experimentó un calentamiento global durante el Jurásico inferior
con elevaciones medias de temperatura que llegaron a 5 ºC. Ciertas investigaciones indican que
esto fue la causa de que se acelerase la erosión de las rocas hasta en un 400%, un proceso en el
que los valores de dióxido de carbono tardaron unos 150.000 años en volver a niveles normales.
Posteriormente se produjo también otro episodio de calentamiento global conocido como Máximo
termal del Paleoceno-Eoceno.
5. Modelos climáticos
XXV. Externalidades
750
Los modelos climáticos más recientes dan una buena simulación de los cambios globales de
temperatura en el siglo XX. Las simulaciones climáticas no atribuyen inequívocamente el
calentamiento que ocurrió desde 1910 hasta 1945 a variaciones naturales o a forzamientos
antropogénicos. Todos los modelos muestran que el calentamiento producido entre 1975 y 2000
es en gran medida antropogénico. Estas conclusiones dependen de la exactitud de los modelos
utilizados y de la correcta estimación de los factores externos. La mayoría de los científicos están
de acuerdo en que hay procesos climáticos importantes que están incorrectamente explicados en
los modelos climáticos, pero no piensan que otros modelos mejores puedan cambiar la conclusión
sobre el origen del calentamiento global actual (fuente: IPCC). Los críticos puntualizan que hay
defectos y factores externos no especificados que no se han tenido en consideración, y que
podrían cambiar la conclusión del IPCC. Algunos críticos no identificados dicen que las
simulaciones climáticas son incapaces de acomodar los mecanismos de autorregulación del vapor
de agua ni de manejar nubes. Algunos efectos solares indirectos pueden ser muy importantes y no
han sido explicados por los modelos (fuente: The Skeptical Environmentalist).
El IPCC 15 afirmó que "En la investigación y la creación de modelos climáticos, debemos reconocer
que nos enfrentamos con un sistema caótico no lineal, y por lo tanto las predicciones a largo plazo
de los estados climáticos futuros no son posibles".
Datos de interés Según un artículo publicado en enero del 2004, el calentamiento global podría
exterminar a una cuarta parte de todas las
especies de plantas y animales de la Tierra
para el 2050. Estudios realizados, muestran
que la década de los noventa, fue la más
caliente en los últimos mil años. En caso de
que todo el hielo que forma el Inlandsis 16
antártico se fundiera, el nivel del mar
aumentaría aproximadamente 61 m; un
aumento de sólo 6 m bastaría para inundar
a Londres y a Nueva York. El nivel del
dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera
podría duplicarse en los próximos 30 o 50
años. Los países más afectados son los
principales en promover la reducción de
emisión de los gases invernadero. En 1984
el tamaño del hueco en la capa de ozono,
que se mide sobre la Antártida, era
aproximadamente 7 millones de km², hasta
1990 en que alcanzó 29 millones de km²
(cuatro veces mayor). Desde 1990, el
agujero de ozono sigue una tendencia a la
reducción. (Estos datos se miden en la
Fig. 5 Superficie promedio del agujero de ozono
época de mayor amplitud del agujero,
verano).
La aceleración del flujo del hielo en regiones de Groenlandia se estimó en 2000 que disminuye el
volumen de su inlandsis en 51 km³/año, aunque una evaluación más reciente sitúa el número en
15
“Climate Change 2001: The Scientific Basis”, Cambridge, UK: Cambridge University Press, 2001.
Inlandsis u hoja de hielo (palabra de origen escandinavo) es la denominación correspondiente a todo gran
campo glaciar del tipo llamado hielo continental localizado en latitudes elevadas y con extensiones
realmente continentales (más de un millón de km²). En la actualidad los dos grandes inlandsis son la calota
de hielo que recubre la mayor parte de la Antártida y la que recubre la mayor parte de Groenlandia.
16
XXV. Externalidades
751
150 km³/año. Parte del aumento se debe a una aceleración reciente de la fusión de los glaciares
periféricos, y se estima que su contribución al aumento del nivel del mar ha alcanzado en 2005 un
valor 0,57±0.1 mm/año. Indonesia es el país con mayor número de especies de mamíferos y
pájaros en peligro de extinción, 128 y 104 respectivamente. En Estados Unidos se recupera sólo
el 11% de los residuos sólidos producidos, y en Europa Occidental es del 30%. Brasil fue entre
1990 y 2000 el país en el que hubo mayor deforestación con 22.264 km². Cinco de los 10 países
que más deforestan se encuentran en el continente africano.
El IPCC afirma en “Climate Change 2001: Synthesis Report” que: “Se proyecta que los glaciares y
las capas de hielo continúen su retirada generalizada durante el siglo 21. Se prevé que en el
Hemisferio Norte disminuyan aún más la capa de nieve, el permafrost 17 , y la extensión del hielo
marino. Es posible que la placa de hielo antártica aumente su masa, mientras que la de
Groenlandia la pierda. Datos del IPPC: cambios en la atmósfera, clima y sistema biológico
terrestre durante el siglo XX: Temperatura media mundial de la superficie: aumento en 0,6 ± 0,2
ºC en el siglo XX; la superficie de la Tierra se ha calentado más que los océanos (muy probable:
90-99%). Temperatura en la superficie del Hemisferio Norte: aumento durante el siglo XX más que
en otro siglo de los últimos 1.000 años; el decenio de 1990 ha sido el más cálido del milenio
(probable 66-90%). Temperatura diurna de la superficie: disminución en el período 1950-2000 en
las zonas terrestres; las temperaturas mínimas nocturnas han aumentado el doble de las
temperaturas máximas diurnas (probable 66-90%).” (Climate Change 2001: Synthesis Report).
Conclusiones finales: las concentraciones atmosféricas de los gases secundarios de efecto
invernadero antropogénicos (CO2, CH4, N2O y el O3 troposférico) han aumentado en gran medida
desde 1750. El principal gas de invernadero es el vapor de agua. Algunos gases secundarios de
efecto invernadero perduran mucho tiempo (por ejemplo, el CO2, el N2O y los PFC). Gran parte del
calentamiento observado durante los últimos 50 años se ha producido probablemente por un
aumento de concentraciones de gases de efecto invernadero debido a actividades humanas.
(Climate Change 2001: Synthesis Report).
5.1 Soluciones domésticas para reducir la emisión de dióxido de carbono
Algunas de las soluciones que cada individuo de las sociedades más avanzadas puede aplicar
para controlar la producción de CO2, siempre que sea posible, son:
1) Cambiar las bombillas tradicionales por otras de bajo consumo (compactas fluorescentes, o
LED's). Las CFL, consumen 60% menos electricidad que una bombilla tradicional, con lo que este
cambio reduciría la emisión de dióxido de carbono en 140 kilos al año.
2) Poner el termostato con dos grados menos en invierno y dos grados más en verano. Ajustando
la calefacción y el aire acondicionado se podrían ahorrar unos 900 kilos de dióxido de carbono al
año.
3) Evitar el uso del agua caliente. Se puede usar menos agua caliente instalando una duchateléfono de baja presión y lavando la ropa con agua fría o tibia.
4) Utilizar un colgador/tendedero en lugar de una secadora de ropa. Si se seca la ropa al aire libre
la mitad del año, se reduce en 320 kilos la emisión de dióxido de carbono al año.
17
Se denomina permafrost, permagel o permacongelamiento a la capa de hielo permanentemente
congelado en los niveles superficiales del suelo de las regiones muy frías o periglaciares como es la tundra.
Puede encontrarse en áreas circumpolares de Canadá, Alaska, Rusia y norte de Europa entre otras.
XXV. Externalidades
752
5) Comprar productos de papel reciclado. La fabricación de papel reciclado consume entre 70% y
90% menos energía y evita que continúe la deforestación mundial.
6) Comprar alimentos frescos. Producir comida congelada consume 10 veces más energía.
7) Evitar comprar productos envasados. Si se reduce en un 10% la basura personal se puede
ahorrar 540 kilos de dióxido de carbono al año.
8) Utilizar menos los aparatos eléctricos; al menos, los encaminados exclusivamente al ocio.
Desconectar los aparatos de radio, televisión, juegos, etc. a los que no se esté prestando atención
en ese momento.
9) Elegir un vehículo de menor consumo. Un vehículo nuevo puede ahorrar 1.360 kilos de dióxido
de carbono al año si rinde dos kilómetros más por litro de combustible (lo mejor sería comprar un
vehículo híbrido o con biocombustible).
10) Conducir de forma eficiente: utilizando la marcha adecuada a la velocidad, no frenar ni
acelerar bruscamente, y en general intentar mantener el número de revoluciones del motor tan
bajo como sea posible.
11) Evitar circular en horas pico.
12) Usar menos el automóvil. Caminar, ir en bicicleta, compartir el vehículo y usar el transporte
público. Reducir el uso del vehículo propio en 15 kilómetros semanales evita emitir 230 kilos de
dióxido de carbono al año.
13) Elegir una vivienda cerca del centro de trabajo o de educación de nuestros hijos.
14) No viajar frecuentemente ni lejos por puro placer. Desde hace unos 20 años el hábito de viajar
en avión se ha extendido de tal forma, y en ocasiones a precios tan bajos, que las emisiones de
gases debidas a los aviones se han incrementado en más de un 200%.
15) Revisar frecuentemente los neumáticos. Una presión correcta de los neumáticos mejora la
tasa de consumo de combustible en hasta un 3%. Cada litro de gasolina ahorrado evita la emisión
de tres kilos de dióxido de carbono.
16) Plantar árboles. Una hectárea de árboles, elimina a lo largo de un año, la misma cantidad de
dióxido de carbono que producen cuatro familias en ese mismo tiempo. Un solo árbol elimina una
tonelada de dióxido de carbono a lo largo de su vida.
6. Cambio climático global, guerras y población en la historia humana reciente
Los científicos siempre han notado que las actividades sociales dependen del clima. También, que
la temperatura influye más sobre nuestras vidas que cualquier otro factor climático y que la
sociedad humana es especialmente vulnerable a cambios amplios y de largo plazo de la
temperatura. Por el otro lado, la investigación científica sobre los efectos sociales del cambio
climático tendió a concentrarse en los costos económicos de los cambios climáticos presentes y
futuros, descuidando estudiar cómo las sociedades reaccionaron históricamente a los cambios
climáticos de largo plazo. Pero en forma reciente se ha intentado utilizar datos paleolíticos
reconstruidos de alta resolución a fin de elucidar casos individuales de colapsos de población y
cultivos en la prehistoria causados por fracasos agropecuarios en los Estados Unidos y en China.
XXV. Externalidades
753
Webster 18 ha puntualizado que la guerra ha constituido una elección adaptativa ecológica de
sociedades prehistóricas con recursos limitados y creciente población, aunque sin usar datos
científicos sistemáticos para soportar sus conclusiones. Varios otros autores han sugerido que el
concepto de conflicto medioambiental ha estado presente, concentrándose sólo en conflictos
causados por cambios de corto plazo climáticos y eventos meteorológicos. Galloway 19 halló que
los cambios climáticos de largo plazo controlaron el tamaño de la población en las latitudes
medias. Empero, su hallazgo carece de precisión cuantitativa debido a la ausencia de registros
climáticos de alta resolución para la época. Zhang y otros estudiaron un lapso prolongado de la
historia de China y hallaron que el número de estallidos de guerras y colapsos de la población
china están significativamente correlacionados con las variaciones de temperatura del Hemisferio
Norte y que todos los períodos de disturbios nacionales, colapsos de la población, y cambios
dinásticos tuvieron lugar en las fases frías de este lapso. Este estudio pudo ser extendido a nivel
continental al período comprendido entre 1400 DC y 1900 DC, durante la Pequeña Edad de Hielo
(ver Fig. 6).
La hipótesis propuesta es que los cambios de largo plazo del clima tienen efectos directos sobre la
capacidad de sustento de la tierra (medida por la producción agropecuaria). Fluctuaciones de esta
capacidad afectan a su vez la oferta de alimentos per capita. La escasez de recursos alimentarios
en áreas pobladas aumenta la probabilidad de conflictos armados, hambrunas, y epidemias, los
cuales reducen el tamaño de la población. La disminución de la población, como mecanismo en
feedback, tiene una tendencia dominante a incrementar la oferta de alimentos per capita (reflejada
en precios más bajos de los alimentos), dando lugar a una relativa paz social y un rápido
crecimiento de la población.
La interacción entre estos componentes de un sistema social da lugar a un ritmo importante de la
macrohistoria de las sociedades agropecuarias
La vinculación entre el clima y la producción agrícola ha sido demostrada en muchos estudios
empíricos. En condiciones de stress ecológico, las elecciones de las especies animales son la
reducción del tamaño de la población, la emigración y el cambio de dieta alimentaria. Entre el
hambre y el canibalismo tiene lugar en forma típica la despoblación. Los humanos tienen más
mecanismos, sociales muchos de ellos, para adaptarse al cambio climático y mitigar el stress
ecológico. Además de emigrar, pueden hacer la guerra, introducir cambios económicos, innovar,
comerciar, u optar por una pacífica redistribución de los recursos. El cambio económico ha sido un
proceso lento y costoso que involucra el cambio de culturas, tecnologías y costumbres.
El hambre y la enfermedad fueron difíciles de ser evitados cuando la velocidad de la innovación
humana y su transferencia no fueron lo suficientemente rápidas como para evitar el rápido cambio
ecológico. En condiciones de recursos en disminución el comercio y la redistribución no serían de
gran ayuda porque el stress ecológico se produjo a un nivel global o regional de gran escala. Por
fin, el desarrollo de instituciones internacionales y nacionales no ha sido todo lo potente como
para disminuir las tensiones creadas por la escasez de recursos alimentarios.
Períodos sincronizados en los 500 años que van desde 1400DC a 1900DC son períodos de paz y
turbulencia aparentemente relacionados con los cambios de temperatura. Los dos picos de
fatalidades humanas aparecen en el frío siglo XVII y a principios del siglo XIX. En estos dos
períodos coinciden dos de las mayores declinaciones de la población a partir de 1400DC.
Examinando los ciclos de ciclos de guerra/paz en las guerras chinas desde 1000DC se obtienen
varios ciclos (>25 guerras por década), todas las cuales transcurrieron en un clima frío.
18
19
Webster D., (1975), Am Antiquity 40.
Galloway PR (1986), Population Dev. Rev. 12.
XXV. Externalidades
754
Los cálculos realizados demuestran que el número de guerras del siglo XVIII fue el más reducido
en comparación con otros siglos. Los resultados indican que la relación de guerras durante los
siglos fríos es 1.93 veces la relación de guerras en el clima más templado del siglo XVIII, y 1.77,
1.91, 1.50 y 2.24 veces más elevada que en el HN, Asia, las áreas áridas del HN y Europa,
respectivamente.
Fig. 6. Variación de la paleo-temperatura, frecuencia de guerras, y tasa de crecimiento de la población, 1400DC-1900DC. (A) Anomalía
de temperatura (ºC) en el HN suavizada por un filtro Butterworth de bajas frecuencias. (B) Nº de guerras en el HN (verde brillante), Asia
(rosado), Europa (turquesa), y en áreas áridas del HN. (C) Número de guerras mundiales registradas por Wright (turquesa), Luard
(naranja) y Brecke (verde brillante). (D) Tasa de crecimiento de la población cada veinte años en Europa (turquesa), Asia (rosado), y
en el HN (azul) e índice de fatalidad a los 50 años (verde brillante). Las fases frías son sombreadas en rayas grises. Todas las series
temporales de guerras están en unidades de 10-años. Los datos pueden ser encontrados en http://www.pnas.org
/cgi/content/full/0703073104/DC1 (SI, table 1). Las curvas en verde brillante corresponden al eje y de la derecha.
XXV. Externalidades
755
El stress ecológico disparado por el cambio climático induce la reducción de población de todas
las especies, incluyendo a la humana. Johnson y Gould 20 demuestran que la producción agrícola
de la Mesopotamia (actualmente Irak) siguió de cerca al clima cambiante, conduciendo a
periódicos colapsos de población signados por hambrunas y guerras. Utilizando las mejores
estimaciones de población mundial disponibles, Zhang et al compararon las series de temperatura
del Hemisferio Norte (HN) con la tasa de crecimiento de la población del HN. Los cambios de la
tasa de crecimiento de la población pueden ser divididos en tres períodos. Entre 1000DC y
1400DC, cuando la tecnología agrícola y el comercio se encontraban poco desarrollados, también
fue baja la tasa de crecimiento de la población, y la población mundial se estancó. A causa del
descenso gradual de la temperatura y del crecimiento del área fría del “Período Medieval
Templado” hasta la Pequeña Edad de Hielo, también disminuyó en forma concomitante la tasa de
crecimiento. Caídas bruscas de la temperatura inducían un “shock demográfico”, con un
coeficiente de correlación entre la temperatura del HN y la tasa de crecimiento de la población
altamente significativo (r=0.84, P<0.001, n=21). La tasa de crecimiento alcanzó su nivel más bajo
en los siglos XIII-XIV, primariamente a causa de las epidemias, las guerras y las hambrunas. En
China la invasión mongólica de los siglos XIII-XIV estuvo relacionada con el stress ecológico
causado por el enfriamiento, que redujo la población china en prácticamente la mitad (una
declinación de ≈ 55 millones). En Europa, la Muerte Negra se expandió durante cierto tiempo,
acompañada por intranquilidad social y colapso económico, que mató entre una cuarta y una
tercera parte de la población entre 1347 y 1353 DC. La mayor parte de los científicos cree que la
peste negra fue un brote de peste bubónica,
una terrible enfermedad que se ha extendido
en forma de pandemia varias veces a lo
largo de la historia. La peste es causada por
la bacteria Yersinia pestis que se contagia
por las pulgas con la ayuda de la rata negra
(Rattus rattus), que hoy conocemos como
rata de campo. La mayor epidemia del siglo
XIV comenzó quizá en algún lugar del norte
de la India, probablemente en las estepas de
Asia central, desde donde fue llevada al
oeste por los ejércitos mongoles. La peste
fue traída a Europa por la ruta de Crimea,
donde la colonia genovesa de Kaffa (actual
Teodosia) fue asediada por los mongoles. La
Historia dice que los mongoles lanzaban con
catapultas los cadáveres infectados dentro
de la ciudad (si bien la enfermedad no se
contrae por contacto con los muertos). Los
Fig. 7 Inspirada por la Muerte Negra, la danza macabra es una
refugiados de Kaffa llevaron después la peste
alegoría sobre la universalidad de la muerte y un tema frecuente
de los artistas de fines de la Edad Media (Holbein)
a Messina, Génova y Venecia, alrededor de
1347/1348. Algunos barcos no llevaban a
nadie vivo cuando alcanzaban las costas. Desde Italia la peste se extendió por Europa afectando
a Francia, España, Inglaterra (en junio de 1348) y Bretaña, Alemania, Escandinavia y finalmente el
noroeste de Rusia alrededor de 1351. El clima frío nada pudo hacer para contener a la peste.
Empero, según Zhang et al, el enfriamiento habría causado guerras, emigración forzada, o
hambrunas, que deben haber ayudado en forma marcada a diseminar los “vectores”.
El segundo período es desde 1400DC a 1700 DC. La primera etapa de este período coincidió con
un período templado y el comienzo de los “Tiempos Modernos Tempranos”. La población del HN
20
Johnson D.L. Hould D.A. (1984), en “Climate and Development”, ed. Biswas AK (Dublin).
XXV. Externalidades
756
creció rápidamente, quedando la tasa de crecimiento a un nivel elevado hasta 1600 DC. Cuando
el más frío y largo período de la Pequeña Edad de Hielo tuvo lugar en el siglo XVII, hubo guerras
de gran magnitud, en particular la guerra entre 1618 DC y 1648DC que devastó a la población
europea, con más hambres y epidemias. En China, la población declinó un 43% (≈70 millones) por
las guerras, el hambre y las epidemias entre 1620 y 1650. En los dos últimos siglos de la Pequeña
Edad de Hielo la población humana tuvo un crecimiento dramático a causa de las Revoluciones
Industrial y Agrícola, aunque un período de enfriamiento hacia mediados del siglo XIX terminó
causando un shock demográfico, parcialmente explicado por la guerra en distintos continentes.
6.1 Implicancias teóricas y prácticas
Todos los casos analizados por Zhang et al, y en particular Europa y China, sirven para indicar
que la guerra y la pérdida de población han sido cambios adaptativos importantes en la sociedad
pre-industrial. A largo plazo y a una escala global, el desarrollo tecnológico y social elevaron la
tasa de crecimiento de la población en un 30% entre 1400-1700 DC y en 310% entre 1700-1900
DC. También se redujo la dependencia climática de la tasa de crecimiento de la población
después de 1400DC, postponiendo el momento de decrecimiento de la población y acelerando la
subsiguiente recuperación. Malthus, Darwin y otros ecólogos han sostenido que comienzan a
operar “frenos positivos” cuando el crecimiento de la población sobrepasa el nivel de los recursos
de subsistencia, sobre la base de que el nivel de recursos necesarios para la supervivencia básica
es esencialmente constante o tal vez creciente a una tasa monótona. Ello puede no ser cierto del
todo, en la medida que el nivel de los alimentos de subsistencia (alimentos) crezca de manera
oscilatoria y no siempre positiva, a causa del impacto del cambio climático, no así el crecimiento
de la población 21 . Con respecto a las teorías de la guerra, se trata, indudablemente, de un
fenómeno social extremadamente complejo, y desde la época de Tucídides ha habido muchos
estudiosos del problema. Algunas teorías pueden dar cuenta de ciertos conflictos, pero ninguna
ha podido explicar la frecuencia de las guerras durante un período específico de la historia
humana y determinar cuándo, dónde y por qué los ciclos de guerra y paz tienen lugar. Aquí es
donde la teoría de la escasez de recursos alimentarios puede encontrar un lugar firme de
asentamiento.
7. El impacto del cambio climático sobre la silvicultura
Los bosques y las selvas cubren en forma global ≈4.000 millones de hectáreas (ha) de tierra, un
30% de la superficie terrestre de la Tierra. En 2005, 3.500.000.000 de m3 de madera de 434.000
millones de m3 de plantas en crecimiento fueron extraidos de las selvas (Fig. 8): ≈un 40% lo fue en
calidad de combustible sólido. La mayor parte del área forestal está cubierta por selvas primarias
(36%) o naturales modificadas (53%). El área forestal primaria ha estado declinando lentamente a
un ritmo anual de 6 millones de ha a partir de los 1990, con una tasa particularmente elevada en
Brasil e Indonesia: estos dos países son responsables de una pérdida anual de 4.9 millones de ha
selváticas. La pérdida de áreas forestales tiende a producirse en países de bajo nivel de ingreso,
mientras que los países de elevado nivel de ingreso han revertido sus pérdidas tempranas y ya
están experimentando expansiones forestales 22 .
21
E. Boserup (1985), en “The Conditions of Africultural Growth: The Economics of Agrarian Change Under
Population Pressure” (Allen & Unwin, London) es una anti-malthusiana que mantiene que la presión de la
población conducirá al crecimiento de la producción agrícola. Está en lo cierto si se concentra en una región
de escala limitada y por períodos de tiempo de corto plazo, si la tierra tiene la potencialidad de ser cultivada,
o por un período muy largo de tiempo para tomar en cuenta a la historia humana. Sin embargo, los cultivos
intensivos podrían no mantener el ritmo de una población creciente en un período de enfriamiento en
Europa y China.
22
Kauppi, P.E., Assubel J.H., Fang J., Mather A., Sedjo R.A., Waggoner P.E. (2006), Proc. Nat. Acad. Sci.
USA 103.
757
XXV. Externalidades
>100
3
2
Fig. 8. Cosecha de madera global (incluyendo con fines de combustión) computadas sobre una base por país, m /km .
Las áreas en blanco corresponden a cosechas reducidas o a ausencia de datos.
Además de la producción de madera y combustible, hay un amplio rango de servicios provistos
por las áreas selváticas y forestales que incluyen productos forestales que no son la madera,
como las bayas y los hongos, la provisión de habitats para las especies animales, protección del
suelo y del agua, conservación de la biodiversidad, oportunidades de turismo y recreación, plantas
medicinales, etc. Estos servicios son especialmente importantes para cerca de 1.200 millones de
individuos dependientes de los bosques que viven en situaciones de extrema indigencia. En
muchas comunidades rurales africanas al sur del Sahara, estos productos pueden llegar a
contribuir con más del 50% del ingreso efectivo del agricultor, proveyendo más del 80% de las
necesidades sanitarias de la población, y proveen ⅔ del consumo anual de carne. Otro servicio de
creciente importancia de los bosques es como sumideros de carbono, aunque surgen dudas sobre
la efectividad de la reforestación en zonas boreales y de latitud media como para poner freno al
aumento de temperatura causado por el menor poder reflectivo de la tierra forestal en
comparación con las praderas o los cultivos.
7.1 Los efectos de la temperatura, la precipitación y el cambio de concentración de dióxido de
carbono
Las temperaturas cambiantes y la alteración de las precipitaciones probablemente producirán un
fuerte impacto directo sobre las forestas naturales y modificadas. El ciclo del dióxido de carbono
comprende, en primer lugar, un ciclo biológico donde se producen intercambios de carbono (CO2)
entre los seres vivos y la atmósfera. La retención del carbono se produce a través de la
fotosíntesis de las plantas, y la emisión a la atmósfera, a través de la respiración animal y vegetal.
Este proceso es relativamente corto y puede renovar el carbono de toda la tierra en 20 años. En
segundo lugar, tenemos un ciclo biogeoquímico más extenso que el biológico y que regula la
transferencia entre la atmósfera y los océanos y suelo (litósfera). El CO2 emitido a la atmósfera, si
supera al contenido en los océanos, ríos, etc. es absorbido con facilidad por el agua
convirtiéndose en ácido carbónico. Este ácido influye sobre los silicatos que constituyen las rocas
y se producen los iones bicarbonatados. Los iones bicarbonatados son asimilados por los
animales acuáticos en la formación de sus tejidos. Una vez que estos seres vivos mueren quedan
depositados en los sedimentos de los fondos marinos. Finalmente, el CO2 vuelve a la atmósfera
durante las erupciones volcánicas al fusionarse en combustión las rocas con los restos de los
seres vivos. En algunas ocasiones la materia orgánica queda sepultada sin producirse el contacto
XXV. Externalidades
758
entre ésta y el oxígeno lo que evita la descomposición y, a través de la fermentación, provoca la
transformación de esta materia en carbón, petróleo y gas natural. El dióxido de carbono es uno de
los gases de efecto invernadero (G.E.I.) que contribuye a que la Tierra tenga una temperatura
habitable. Por otro lado, como hemos visto, un exceso de dióxido de carbono se supone que
acentuaría el fenómeno conocido como efecto invernadero, reduciendo la emisión de calor al
espacio y provocando un mayor calentamiento del planeta; sin embargo, se sabe también que un
aumento de la temperatura del mar por otras causas (como la intensificación de la radiación solar)
provoca una mayor emisión del dióxido de carbono que permanece disuelto en los océanos (en
cantidades colosales), de tal forma que la variación del contenido del gas en el aire podría ser
causa o consecuencia de los cambios climáticos, cuestión que no ha sido dilucidada por la
ciencia. En los últimos años la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera ha presentado un
aumento. Se ha pasado de unas 280 ppm en la era preindustrial a unas 379 ppm en 2005 (aún
cuando su concentración global en la atmósfera es de apenas 0,03%). Este aumento podría
contribuir, según el Grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático promovido
por la ONU, al calentamiento global del clima planetario 23 ; en oposición, otros científicos (Global
Warming Petition Project) dudan de que la influencia de los gases de efecto invernadero
(básicamente anhídrido carbónico y metano) haya sido crucial en el calentamiento que se lleva
registrando en promedio en la superficie terrestre (0,6 grados centígrados) en los
aproximadamente últimos 100 años.
El CO2 se utiliza como agente extintor eliminando el oxígeno para el fuego. En la Industria
Alimenticia, se utiliza en bebidas carbonatadas para darles efervescencia. También se puede
utilizar como ácido inocuo o poco contaminante. La acidez puede ayudar a cuajar lácteos de una
forma más rápida y por lo tanto barata, sin añadir ningún sabor y en la industria se puede utilizar
para neutralizar residuos alcalinos sin añadir otro ácido más contaminante como el sulfúrico. En
agricultura, se puede utilizar como abono. Aunque las plantas no pueden absorberlo por las
raíces, es añadido para bajar el PH, evitar los depósitos de cal y hacer más disponibles algunos
nutrientes del suelo. También es utilizado en refrigeración como una clase de líquido refrigerante
en máquinas frigoríficas o congelado como hielo seco. Este mismo compuesto se usa para crear
niebla artificial y sensación de hervor en agua en efectos especiales en el cine. Otro uso que está
incrementándose es su empleo como agente extractante cuando se encuentra en condiciones
supercríticas dada su escasa o nula presencia de residuos en los extractos. Este uso actualmente
se reduce a la obtención de alcaloides como la cafeína y determinados pigmentos, pero una
pequeña revisión por revistas científicas puede dar una visión del enorme potencial que este
agente de extracción presenta, ya que permite realizar extracciones en medios anóxidos lo que
logra obtener productos de alto potencial antioxidante. Es utilizado también como material activo
para generar luz coherente. (Láser de CO2). Junto con el agua es el disolvente más empleado en
procesos con fluidos supercríticos. También se usó como agente químico para el genocidio de
prisioneros eslavos, judíos y disidentes durante la Alemania nazi. El CO2 desplaza al O2 (oxígeno)
de la hemoglobina provocando la asfixia celular.
Varios modelos biogeográficos demuestran un cambio polarizado de la vegetación potencial en un
clima con duplicación del CO2 a unos 500 km o más de las zonas boreales. Los modelos de
equilibrio y algunos modelos de vegetación dinámicos proyectan que este cambio de la vegetación
hacia nuevas áreas disponibles con condiciones climáticas favorables resultarán eventualmente
en expansión de bosques y el reemplazo de hasta el 50% del área actual de tundra.
23
“This topic considers both natural and anthropogenic drivers of climate change including the chain from
greenhouse gas (GHG) emissions to atmospheric concentrations to radiative forcing to climate responses
and effects. CO2 is the most important anthropogenic GHG. Its annual emissions have grown between 1970
and 2004 by about 80%, from 21 to 38 Gt, and represented 77% of total anthropogenic GHG emissions in
2004. The rate of growth of CO2-eq emissions was much higher during the recent ten year period of 19952004 (0.92 GtCO2-eq per year) than during the previous period of 1970-1994 (0.43 GtCO2-eq per year).”
{WGIII 1.3, TS.1, SPM} (Informe sobre el Cambio Climático de la ONU)
XXV. Externalidades
759
La concentración creciente de CO2, además de modificar el patrón de temperatura y de
precipitaciones, también puede incrementar la producción por medio de “efecto de fertilización del
carbono”. Trabajos anteriores han demostrado el elevado potencial de mejora del crecimiento
inducido de CO2, llegando hasta un 80% de incremento de la producción de madera para
naranjos. Empero, permanecen aún elementos desconocidos. El enriquecimiento al aire libre de
CO2 demostró un efecto pequeño de la concentración creciente de CO2 sobre el crecimiento de la
madera.
Sin desmedro de los efectos contradictorios de variaciones de concentración de CO2, exposición a
la luz solar, disponibilidad de nutrientes, temperatura, temperatura, y precipitación, el hecho es
que la tasa de crecimiento de las selvas aumentó desde mediados del siglo 20.
7.2 Incendios, insectos, patógenos y acontecimientos extremos
Para las selvas y bosques, las modificaciones climáticas inducidas por los incendios forestales, los
brotes de insectos y patógenos, así como acontecimientos extremos como los vientos muy
fuertes, pueden resultar más importantes que el impacto directo de mayores temperaturas y
elevados niveles de CO2. En las últimas dos décadas se han presenciado incendios importantes
en Canadá, Estados Unidos occidental, y Rusia, a causa tanto de condiciones climáticas como de
otras condiciones como la condición de los combustibles, fuentes ignífugas, cambios en el uso de
la tierra, y variaciones de la protección contra el fuego. Las pérdidas potenciales de madera,
pulpa, y producción de papel, así como los daños a la salud y a productos no derivados de la
madera causados por la elevación de la actividad ignífuga, son bastante inciertos en la medida
que los daños del fuego pueden producirse en regiones menos accesibles.
También son importantes, para bosques de distintos tipos, las cuestiones sanitarias provocadas
por las pestes y brotes de enfermedades. Los efectos incluyen desde la pérdida del follaje y del
crecimiento, el daño a la madera, hasta una enfermedad de las plantas caracterizada por la
muerte gradual de los brotes más jóvenes que progresa hasta las ramas más gruesas. Por
ejemplo, entre 1998 y 2002, 5 millones de ha de bosques (1.7% del área forestal) fueron
afectadas por insectos en los Estados Unidos, y 14 millones en Canadá (4.5%). Es muy probable
que estos fenómenos naturales sean alterados por el cambio climático y tengan impacto sobre la
industria forestal. Ya hay evidencia de que las temperaturas más templadas han trasladado el
habitat de diversos insectos forestales. El cambio climático puede cambiar en forma dramática las
fronteras existentes de insectos y patógenos y modificar la fisiología de las plantas y sus
mecanismos de defensa. Existe una preocupación creciente de que el nuevo habitat de los
insectos produzca un daño a las especies forestales que no puedan tolerar invasiones de
insectos, por ejemplo suponiendo un calentamiento moderado de 2ºC ciertas especies de pinos de
las Montañas Rocosas estarán seriamente amenazadas, y éstas son especies que proveen
alimentación a diversas especies salvajes.
Aún sin incendios o insectos, los cambios de frecuencia de acontecimientos extremos, como los
huracanes, las tormentas de invierno, las sequías, etc. pueden ocasionar pérdidas masivas a la
actividad forestal comercial. Estos efectos son específicos de ciertas regiones, e incluyen el
acceso reducido a los bosques, costos crecientes para el mantenimiento de rutas e
infraestructura, daños directos a los árboles por el viento, nieve, hielo, etc. Los vientos fuertes
pueden dañar a los árboles rompiendo ramas, pérdida de la copa, ruptura del tronco, o
destrucción completa, causada especialmente por la rápida formación de huracanes en un clima
templado. Por ejemplo, en enero de 2005 el huracán Gudrun con ráfagas máximas de 43 m/s
produjo daños a más de 60 millones de m3 de árboles en Suecia. En un clima más templado, la
frecuencia de eventos extremos como olas de calor y sequías severas aumentará, aunque
persiste cierta incertidumbre todavía. El daño causado por las sequías severas puede agravarse
XXV. Externalidades
760
por el daño causado por invasiones de insectos e incendios. Por ejemplo, la ola de calor de 2003
en Europa llevó a una temporada de incendios extrema. En Portugal se destruyó el 5.6% del área
forestal del país. Simulaciones de modelos muestran que durante la temporada de Oscilación de
El Niño 24 en 2001 aproximadamente ⅓ de las selvas de la amazonía resultaron susceptibles al
fuego. Otro modelo ampliamente utilizado en Lund-Postdam-Jena, de vegetación dinámica,
apunta a la eventualidad de una pérdida de las lluvias amazónicas bajo señales significativas y
plausibles correspondientes a un aumento superior al triple de CO2 hacia fines de siglo 25 .
Los incendios forestales, las invasiones de insectos y los daños de los vientos y otros eventos
extremos tienen como resultado pérdidas económicas significativas del sector forestal. Por
ejemplo, en Estados Unidos, los incendios forestales de 2003 terminaron con una pérdida de U$S
337 millones de madera. Otros efectos adversos incluyeron reducciones de la biodiversidad y de
los productos que no son de madera, impactos negativos sobre la erosión y la hidrología, y la
pérdida de valores estéticos y de recreación. En un clima cambiante, los costos directos e
indirectos causados por eventos extremos más frecuentes afectarán la oferta de madera, los
precios de mercado, y el costo de los seguros, aunque todos estos costos son muy inciertos.
7.3 Impacto del cambio climático sobre la silvicultura
Cambios de la oferta. Los modelos de rendimiento tienden a demostrar que el cambio climático
puede aumentar la producción de madera por medio de la relocalización de las forestas, es decir
por medio de una traslación hacia los polos de las especies forestales más importantes. El cambio
climático también puede acelerar el crecimiento de la vegetación causado por un clima más
24
En climatología se denomina El Niño a un síndrome climático, erráticamente cíclico, que consiste en un
cambio en los patrones de movimientos de las masas de aire provocando, en consecuencia, un retardo en
la cinética de las corrientes marinas "normales", desencadenando el calentamiento de las aguas
sudamericanas; provoca estragos a escala mundial, afectando a América del Sur, Indonesia y Australia. El
nombre de "El Niño" se debe a pescadores del puerto de Paita al norte de Perú que observaron que las
aguas de la Corriente Peruana ó Corriente de Humboldt, que corre de sur a norte frente a la costa peruana,
se calentaban en la época de las fiestas navideñas y los cardúmenes o banco de peces huían hacia el sur,
debido a una corriente caliente procedente del Golfo de Guayaquil (Ecuador). A este fenómeno le dieron el
nombre de Corriente del Niño, por lo del niño Jesús. El nombre científico del fenómeno es Oscilación del
Sur El Niño (El Niño-Southern Oscillation, ENSO, por sus siglas en inglés). Es un fenómeno con más de
once milenios de historia climática. El episodio prodrómico se inicia en el océano Pacífico tropical, cerca de
Australia e Indonesia, y con él se altera la presión atmosférica en zonas muy distantes entre sí, se producen
cambios en la dirección y en la velocidad de los vientos y se desplazan las zonas de lluvia en la región
tropical.
En condiciones normales, también llamadas Condiciones Neutrales, los vientos Alisios (que soplan de este
a oeste) apilan una gran cantidad de agua y calor en la parte occidental de este océano. El nivel superficial
del mar es, en consecuencia, aproximadamente 5 dm más alto en Indonesia que frente a las costas del
Perú y Ecuador. Además, la diferencia en la temperatura superficial del mar es de alrededor de 8 ºC entre
ambas zonas del Pacífico. Las temperaturas "frías" se presentan en América del Sur porque suben las
aguas profundas y producen un agua rica en nutrientes y se mantiene el ecosistema marino. Durante "la
Niña" las zonas relativamente húmedas y lluviosas se localizan en el sudeste asiático, mientras que en
América del Sur son relativamente secas. Durante el Niño los vientos alisios se debilitan o dejan de soplar,
la máxima temperatura marina se desplaza hacia la Corriente de Perú, que es relativamente fría, y la
mínima temperatura marina se desplaza hacia el Sudeste Asiático. Esto provoca el aumento de la presión
atmosférica en el sudeste asiático y la disminución en América del Sur. Todo este cambio ocurre en un
intervalo de seis meses, que entre aproximadamente junio a noviembre es muy fuerte con alteraciones en el
clima. Las consecuencias de este fenómeno climático involucran en regiones aleatorias de América del Sur
distintos fenómenos, como lluvias intensas; disminución de la intensidad de la corriente de Humboldt;
pérdidas pesqueras en ciertas especies e incremento en otras; formación intensa de nubes generadas en la
zona de convergencia intertropical; períodos muy húmedos; y baja presión atmosférica.
25
Cox, P.M., Betts R.A., Collins M., Harris P.P., Huntington C., Jones C.D. (2004), Theor. Appl. Clim. 78.
761
XXV. Externalidades
templado, temporadas de crecimiento más largas, y una elevación de la concentración de CO2 en
la atmósfera. La mayor oferta de plantas y árboles afectará a los mercados, produciendo una
reducción de los precios. También tendrá un impacto sobre otros usos, por ejemplo mejorando el
potencial de usar varios tipos de energía de
biomasa de madera.
Cambios de la demanda Contrariamente a
predicciones anteriores de la FAO sobre una
demanda en rápido crecimiento de madera
para la construcción industrial de 2.1 mil
millones de m3 hacia 2015 y 2.7 mil millones
de m3 hacia 2030, el crecimiento actual de la
demanda ha sido muy inferior. La demanda
actual alcanza a 1.6 mil millones de m3 y está
un poco por encima de la demanda de 1.5 mil
millones de m3 de comienzos de los 1980 26 .
Producción de madera
Fig. 9 Tendencias en la producción de madera
3
(miles de millones de m )
La producción total de madera, incluyendo la
de uso industrial y como combustible, ha estado creciendo desde 2.5 mil millones de m3 en los
1960 hasta 3.2 mil millones de m3 en los 1990. En 2005 alcanzó un pico de 3.5 mil millones de m3
debido a una tendencia larga de producción creciente en Europa, Africa y Sud América (Fig. 9).
Los estudios de los modelos en general predicen incrementos adicionales de la producción global
industrial, con aumentos o disminuciones de los precios en el futuro en un orden de ±20% y con
beneficios de la mayor producción trasladándose a los consumidores. La tendencia futura de la
madera usada como combustible es más problemática, ya que depende en buena parte del uso
de la madera en sustitución de carbón fósil de precio elevado. También se torna posible un
traslado global de la oferta de madera para la industria del Hemisferio Norte al Hemisferio Sur. La
tendencia actual es hacia el sur de alta productividad, dejando atrás las forestas boreales.
Empero, el recalentamiento podría ocasionar que ciertas actividades retornen al norte.
Conclusión En línea con las conclusiones del Intergovernmental Panel on Climate Change report,
los experimentos de proyección recientes indican que un moderado crecimiento de la temperatura
como se espera bajo una duplicación del CO2 tendrá un impacto positivo global sobre el sector
forestal, aumentando la oferta de madera y manteniendo o disminuyendo los precios. No queda
empero claro cómo los modelos utilizados simularán las respuestas forestales. Los efectos de una
elevación del CO2 medidos en contextos experimentales e implementados en modelos bien
pueden sobreestimar las respuestas de un escenario real, debido a la existencia de varios factores
limitativos como pestes, herbicidas, competencia por los recursos, agua en el suelo, calidad del
aire, etc., que aún no son bien comprendidos ni cómo operan a gran escala ni si están bien
implementados en los modelos amplios. También hay inconsistencias entre los modelos usados
por los ecólogos a fin de estimar los efectos del cambio climático sobre la producción y
composición forestal y los modelos usados por los analistas para proyectar los rindes forestales.
La respuesta de la actividad forestal al calentamiento global será probablemente multifacética. En
algunos sitios, especies más apropiadas al clima reemplazarán a las antiguas especies que ya no
estarán adaptadas. Asimismo, las forestas plantadas podrán ser relocalizadas en regiones con
climas más apropiados. En general, podemos esperar que las plantaciones y las operaciones
forestales asociadas se trasladarán hacia latitudes más altas, especialmente si en algunos sitios
26
Food and Agriculture Organization – FAO (2005), Global Forest Resources Assessment 2005 (Food and
Agriculture Organization, Rome), FAO Forestry Paper 147.
XXV. Externalidades
762
tropicales se registra un recalentamiento sustancial. En América Latina las plantaciones forestales
deberían trasladarse hacia el sur de Brasil y Argentina. En algunos casos los mismos sitios serán
utilizados pero las especies cambiarán hacia aquellas más apropiadas al nuevo clima. En materia
económica, los cambios climáticos tendrán un impacto sobre la actividad forestal y se trasladarán
las preferencias de producción (por ejemplo, mediante un mayor uso de biocombustibles) en
forma de impactos sociales y económicos mediante la relocalización de la actividad forestal. Los
efectos distributivos implicarán a los negocios, a los propietarios de tierras, a los trabajadores, a
los consumidores, al gobierno y al turismo.
Es probable que las compañías forestales de los países en desarrollo tengan un escaso impacto
sobre la producción total de madera, ya que son especialmente vulnerables debido a su limitada
capacidad de adaptación en medios rurales y comunidades dependientes de sus recursos como
para responder al riesgo de manera proactiva.
8. Ecosistemas, externalidades y la ecología de los mercados
Las economías son consideradas a menudo como sistemas ecológicos en los cuales “todo está
conectado con todo lo demás”. En una economía moderna compleja, surge la cuestión de si el
mercanismo de mercado puede coordinar en forma apropiada todas las interconexiones o si, en
lugar de ello, se requiere de algún organismo superior al mercado para coordinar la intrincada red
de actividades humanas. En economía ha sido una proposición generalmente aceptada que los
mercados competitivos descentralizados pueden coordinar a los diferentes organismos de manera
eficiente. Los problemas creados por la contaminación y otras externalidades pueden anular esta
eficiencia a menos que sean corregidas por derechos de propiedad adecuados o mediante
impuestos correctivos. Pero al cerrar el círculo económico, la economía “internalizada” no requiere
en la práctica cerrar los ciclos naturales mediante el expediente de vincular todos los flujos físicos
mediante el reciclaje.
En efecto, las distintas economías están conectadas entre sí en la esfera de la producción a
través de los insumos y productos que circulan a través del mundo. Están conectadas mediante el
intercambio de bienes y de servicios. Y también lo están mediante los flujos de fondos a través de
los cuales alguna gente o países financian la actividad de los demás. Se cree que las grandes
crisis económicas del siglo pasado, tales como los pánicos bancarios, la Gran Depresión de los
1930, la crisis de la deuda de los 1980, la bancarrota de los países socialistas, han tenido lugar
por fallas sistémicas. Asimismo, si en el futuro ocurre algún apocalipsis ambiental, es de esperar
que sea como resultado de un fracaso de los mercados en incorporar señales apropiadas de
escasez en los precios. Mi propósito es que exploremos en esta sección la “ecología de los
mercados”, en el sentido de la interdependencia de las actividades económicas. Comenzaremos
con un esbozo histórico del origen del análisis económico de los sistemas interdependientes.
Luego analizaremos las sorprendentes propiedades de una economía de mercados competitivos
cuando existen interdependencias. Finalmente, veremos cómo las condiciones que conducen a
asignaciones de mercado pueden entrar en cortocircuito y llevar a la ineficiencia económica.
8.1 El flujo circular de Quesnay
La circularidad del proceso económico fue descripta por un médico francés de la corte de Louis
XV y miembro de los “Fisiócratas” 27 . Quesnay 28 asimiló la circulación de bienes en una economía
27
La fisiocracia era una escuela de pensamiento económico del siglo XVIII fundada por François Quesnay y
Anne Robert Jacques Turgot en Francia. Afirmaba la existencia de una ley natural por la cual el buen
funcionamiento del sistema económico estaría asegurado sin la intervención del gobierno. Su doctrina
queda resumida en la expresión «laissez faire, laissez passer» (dejar hacer, dejar pasar). El origen del
término fisiocracia proviene del griego y quiere decir "gobierno de la naturaleza", al considerar los fisiócratas
que las leyes humanas debían estar en armonía con las leyes de la naturaleza. Esto está relacionado con la
763
XXV. Externalidades
al flujo de sangre en el organismo y desarrolló una teoría para describir cómo circulan los bienes y
el ingreso a través de una economía. La Fig. 10 de su artículo reproduce a grandes rasgos la
versión de 1759. ¿Cuál era su propósito? Demostrar que la agricultura era la única fuente de
riqueza de una economía, porque sólo ella producía un excedente por encima del costo de
producción (tal vez debería ser considerado como el santo patrón de la “ecología profunda”). Por
excedente entendía que el producto neto era superior a los costos de producción. Hoy en día, a
este “excedente” lo llamamos “renta” de los factores que se encuentran en oferta fija. El flujo
circular comienza con 900 de producción bruta de la agricultura, de los cuales 300 son abonados
a los terratenientes, los cuales a su vez gastan todo su ingreso en comestibles y en artículos de
lujo y otras manufacturas del sector “estéril”. Los granjeros también compran bienes
manufacturados para reemplazar el capital usado así como bienes para su uso personal. Los
artesanos del sector industrial compran alimentos y comercian con otros países, completando así
el círculo de gasto y producción. Su principal contribución fue mostrar la interdependencia de la
vida económica. En cuanto tal, esta concepción hizo poco para mostrar si el flujo de ingresos y
producción era eficiente o ineficiente – respuestas a estas preguntas deberían esperar casi 200
años más.
Fig. 9 El Tableau Économique de F. Quesnay
La limitación del enfoque fisiocrático radica en argumentar que la actividad industrial es “estéril”
porque no hay excedente, o valor económico por encima del costo de producción. Este enunciado
es equivalente a afirmar que, bajo condiciones competitivas y rendimientos constantes a escala,
las firmas no obtienen beneficios. Es paradójico que la economía moderna dé vuelta este
enunciado argumentando que los beneficios nulos son una condición para la operación eficiente
de un sistema de precios.
idea de que sólo en las actividades agrícolas la naturaleza posibilita que el producto obtenido sea mayor
que los insumos utilizados en la producción surgiendo así un excedente económico. Los fisiócratas
denominaron estériles a las actividades como la manufactura o el comercio donde la producción sólo sería
suficiente para reponer los insumos utilizados.
28
Quesnay, F. (1972), “Tableau Économique”, 1758-59 Editions, eds. Kuczinky, M. & Meek R.L. (MacMillan,
London).
764
XXV. Externalidades
Hacia el primer tercio del siglo XX, los desarrollos de la economía matemática permitieron
progresar en la comprensión de los sistemas interdependientes anticipados por la teoría de
Quesnay. El análisis de insumo-producto de Leontief nos permite escribir la ecología industrial 29
de una economía moderna de un modo sucinto. Por ejemplo, si x es un vector columna (nx1) igual
a [x1,x2...,xn] e y es un vector de productos finales (usados para consumo, exportaciones, o nuevos
bienes de capital), donde y’ es [y1,y2,...,yn]. El concepto nuevo relevante es el de “coeficiente de
insumo-producto”, aij, que mide el flujo del bien i en la producción del bien j (unidades de i por
unidad de j). La matriz A es una matriz nxn de coeficientes de insumo-producto aij. Además,
suponemos que existe un recurso primario exógenamente dado, trabajo (L) usado en la
producción. El requerimiento de trabajo por unidad de producto es bi, y el vector de requerimientos
de trabajo es b’=[b1,b2,....,bn].
Dejando de lado por el momento problemas de fechar los insumos y los productos, el sistema
puede ser escrito así:
[1]
[2]
x≥Ax+y
L≥b’x.
Las inecuaciones [1] establecen que la producción
bruta de cada bien (los componentes de x) no puede
ser inferior a la cantidad que se requiere para la
producción de otros bienes (Ax) más la demanda final
(y). La inecuación [2] establece que los requerimientos
totales de trabajo (b’x) no deben exceder a la oferta
laboral (L).
Consideremos ahora a éste como un modelo de
ecología industrial añadiendo algunos elementos
dinámicos al modelo. Siguiendo el espíritu de Quesnay,
supongamos que los insumos de semillas, trabajo, etc.,
son invertidos en un período y cosechados en el
período siguiente. Entonces nuestro sistema debe ser
replanteado de la manera siguiente:
[3]
[4]
xt ≥ Axt+1 + yt
Lt ≥ b’xt+1.
FranÇois Quesnay, 1694-1774
Digamos que tenemos millones de granjeros, molineros, panaderos, etc., y otros trabajadores y
gente de negocios que deben tomar decisiones sobre la siembra, y otras decisiones de una
manera (aparentemente) no coordinada. Las empresas y los consumidores toman sus decisiones
estrictamente sobre la base de consideraciones de beneficios y de utilidad, sin un interés
intrínseco en coordinarse o en tomar en cuenta el bienestar de los demás. Para simplificar,
supóngase que todos los que participan en una industria tienen tecnologías idénticas con
“rendimientos constantes a escala”. También supongamos que no hay “efectos externos” o
29
La Ecología Industrial (IE) es un campo interdisciplinario que se concentra en combinaciones sustentables
de medio ambiente, economía y tecnología. La idea central es la analogía entre los sistemas naturales y los
socio-técnicos. El término ‘industrial’ no sólo se refiere a los complejos industriales sino en forma más
general a cómo los humanos usan los recursos naturales en la producción de bienes y servicios. La
ecología se refiere al concepto de que nuestros sistemas industriales deberían incorporar los principios que
exhiben los ecosistemas naturales.
XXV. Externalidades
765
interacciones entre los agentes fuera del mercado 30 . ¿Cómo funcionará este “ecosistema”? Para
las empresas que utilizan las tecnologías descriptas en [3] y [4], el vector de costos de producción
en el momento t, a saber Ct, viene dado por:
[5]
Ct = [A’pt-1 + b’wt-1] (1+rt).
En esta ecuación, p’=[p1,p2,...,pn] es el vector de precios y w es el salario por unidad de trabajo.
También suponemos que a los granjeros se les aplica una tasa de interés de r por ciento por
período, por los préstamos tomados –la tasa de interés refleja la productividad del capital o la
“espera”. El primer término del segundo miembro representa los costos de los insumos de los
distintos elementos (semillas, fertilizante, etc.) que entran en la línea de producción. El segundo
corresponde a los costos laborales unitarios; y el término (1+r) convierte los costos de producción
incurridos en costos del período en que son vendidos.
Si hay competencia perfecta de todos los productores, el equilibrio económico tendrá lugar cuando
el precio apenas alcanza a cubrir el costo medio; éste es el equivalente económico del equilibrio
entre el depredador y su presa, o entre nacimientos y muertes. En equilibrio, se tendrá:
[6]
pt = [A’pt-1 + b’wt-1] (1+rt).
Para estos precios habrá un cierto flujo de demandas, oferta, e insumos que satisfacen las
ecuaciones [3], [4] y [6] en forma conjunta con las relaciones de demanda de la economía.
Y aquí viene la sorpresa. Bajo las condiciones estipuladas, el equilibrio será óptimo en sentido de
Pareto. “Óptimo en sentido de Pareto” significa que no podemos reacomodar a firmas, flujos,
decisiones de producción, o cualquier otra cosa para reducir la cantidad de trabajo necesaria para
producir el monto de bienes finales producidos. Este enunciado es uno de los resultados centrales
de la teoría económica y una versión rigurosa del principio de la “mano invisible” de Adam Smith.
La cualificación más importante es que no existan externalidades, por las cuales podrían entrar en
divergencia los costos privados y sociales.
La función clave de los mercados es su rol como mecanismos de descubrimiento del valor (o
precio) y como mecanismo de aplicación. Esto es, el mercado ideal competitivo descubre el valor
de los bienes para los consumidores y los costos de producción para las empresas. El papel clave
lo desempeña el precio, que es el bastón y la zanahoria del mercado. Los precios óptimamente
determinados son llamados “precios sombra” con el fin de indicar que representan costos y
utilidades marginales y que pueden ser diferentes de los precios de mercado.
8.2 Ecología de los mercados
¿Qué nos dice esta historia idealizada sobre la ecología de los mercados? Nos informa que existe
un mecanismo de coordinación que funciona por encima del nivel del organismo económico
individual. Esta función la cumplen los precios, que señalizan el valor marginal de los bienes para
los consumidores y los costos marginales de producción de bienes a los productores. En un
mercado competitivo, no se requiere un súpercomputador o un planificador central para tratar de
optimizar todo el sistema, tomando en cuenta los trillones de interacciones entre los diferentes
organismos económicos, ya que el sistema de precios facilita las señales económicas adecuadas.
Este resultado es un corolario sorprendente: en nuestra economía de mercado idealizada, las
30
Este supuesto inocuo es crucial para el argumento que sigue a continuación. Por ejemplo, todos los
artesanos operan en sus parcelas sin interacciones tecnológicas como la contaminación de los peces o
polinización de las abejas. Sólo interactúan cuando van al mercado y compran o venden la miel de las
abejas o el pescado.
XXV. Externalidades
766
eficiencias usuales que resultan básicas para los científicos físicos no gozan de una virtud
independiente. Como ingenieros sociales dedicados a perseguir las satisfacciones humanas, no
debemos inquietarnos sobre restricciones termodinámicas o eficiencia térmica o la cuantía en que
estamos aumentando la entropía del universo. Estas restricciones físicas sólo serán importantes
en la medida que sean incorporadas en los precios sombra de recursos determinados. En otros
términos, no tiene sentido minimizar el insumo de BTU 31 (1 BTU = 1.055x103 J) en un proceso
productivo; en su lugar, deberíamos minimizar los BTU luego de ponderar cada BTU por su
correspondiente precio sombra.
Este panegírico del mercado parece demostrar una visión Panglossiana 32 de que un mundo de
mercados es el mejor de todos los mundos posibles. Pero estamos dejando de lado varias
características del mundo real que arrojan dudas sobre estas conclusiones.¿Qué sucede si hay
energía no renovable u otros recursos naturales que la economía está agotando? ¿Qué hay de los
basureros crecientes, del agujero de ozono, y de la amenaza del cambio climático? ¿Cuál es la
situación en materia de equidad de la asignación del mercado? ¿Y qué de las depresiones que
han arrojado a millones de personas fuera del mercado de trabajo?¿Y las hiperinflaciones que han
destrozado el valor de las monedas? Trateremos algunas de estas cuestiones.
8.3 La distribución del ingreso
¿Qué significan los mercados competitivos ideales para la distribución del ingreso? ¿Existe una
mano invisible del mercado que asegure que la gente más merecedora obtenga una paga justa, o
que los que trabajan duro por largas horas tendrán un estándar de vida decente?
No. En realidad, los mercados competitivos no garantizan que el ingreso y el consumo van a ir a
parar a los más necesitados o a quienes lo merecen más. En su lugar, la distribución del ingreso y
del consumo en una economía de mercado refleja la disponibilidad inicial de talentos heredados y
de riqueza, junto a una variedad de otros factores como la discriminación, el esfuerzo, la salud y la
suerte. Aunque el mercado promueve la eficiencia, Adam Smith no estaba justificado al afirmar
que una mano invisible dirige en forma exitosa a los individuos que buscan en forma egoista su
propio interés hacia la promoción del “interés público” – si interés público significa una distribución
equitativa del ingreso y la propiedad. Smith no demostró esto, ni ningún otro economista ha
podido hacerlo desde 1776.
8.4 Perturbaciones macroeconómicas
Por cerca de dos siglos, las economías de mercado han estado plagadas de brotes periódicos de
inflación (precios crecientes) y depresión (elevado desempleo). A veces, como en la Gran
Depresión de los 1930, las privaciones persistieron por cerca de una década porque los gobiernos
aún no sabían como revitalizar a la economía. De estos aspectos trata la macroeconomía,
descuidados hasta las contribuciones de J. M. Keynes. Hoy en día, los economistas creen que
ciertas fricciones y rigideces en los mercados – en particular, debido a salarios y precios inflexibles
31
Unidad de energía inglesa. Abreviatura de British Thermal Unit. Se usa principalmente en los Estados
Unidos. Ocasionalmente también se puede encontrar en documentación o equipos antiguos de origen
británico. En la mayor parte de los ámbitos de la técnica y la física ha sido sustituida por el Julio, que es la
correspondiente unidad del sistema internacional. Una BTU equivale aproximadamente a: 252,2 calorías;
1.055 julios; 12.000 BTU = 1 tonelada de refrigeración = 3.000 frigorías. Una BTU representa la cantidad de
energía que se requiere para elevar un grado Fahrenheit la temperatura de una libra de agua en
condiciones atmosféricas normales. Un pie cúbico de gas natural despide en promedio 1.000 BTU, aunque
el intervalo de valores se sitúa entre 500 y 1.500 BTU.
32
Según el "paradigma panglossiano", en alusión al Doctor Pangloss, personaje con el que Voltaire
caricaturizó a la filosofía de Leibniz en su novela Cándido y según el cual "todo existe necesariamente para
el mejor de los fines".
XXV. Externalidades
767
– están por detrás de los desvíos temporarios de la actividad económica de su potencial pleno.
Las perturbaciones macroeconómicas producen probablemente pérdidas de producto muy
superiores a la contaminación y a al monopolio, pero esto es un tema para tratar por separado.
9. Recursos naturales, residuos, y equidad
Ahora consideremos el flujo circular de la actividad industrial con una oferta fija de energía y
recursos naturales extraidos por la actividad industrial. Además, tenemos que agregar los
vertederos de residuos. En este caso, ya no se trata de un sistema cerrado, porque los recursos
son agotados y los residuos son progresivamente acumulados. Hasta ahora, el único factor
productivo externo era el trabajo. ¿Qué sucede al incluir recursos en merma? Esta pregunta tiene
una larga tradición en economía. Uno de los primeros estudios fue llevado a cabo por William
Stanley Jevons, fundador de la teoría de la utilidad marginal.
Jevons tenía una visión más bien optimista sobre el rol del carbón y la hulla: “Día a día nos resulta
más evidente que el carbón del cual disponemos en
excelente calidad y abundancia es el motivo principal de la
moderna civilización material.” 33 Este punto de vista
optimista contrasta con la visión sombría de Meadows et
al 34 o con la evaluación del impacto sobre el cambio
climático de continuar usando el carbón.
¿Esperaríamos que un sistema de mercados use los
recursos naturales agotables demasiado rápidamente? En
términos de precios, esto significa preguntarse acerca de si
el precio de mercado de los recursos naturales ha sido
fijado demasiado bajo. Esta cuestión puede ser abordada
extendiendo el análisis de eficiencia y de los mercados a
fin de incluir un único recurso natural. Supóngase que
existe una única fuente de energía limpia, limitada y de
bajo costo (llamémosla gas natural o G). Cuando G se
agota, los requerimientos energéticos de la economía
William Stanley Jevons (1835-1882)
deben ser satisfechos mediante un recurso de alto costo,
limpio y sobreabundante, a veces llamado “basckstop
technology”, que podría ser la energía solar o S. Supongan que ambas formas de energía son
sustitutos perfectos en la producción. Todos los mercados son perfectamente competitivos, no hay
distorsiones causadas por impuestos, incertidumbre, o externalidades.
Bajo estas condiciones, el mercado asignará el recurso natural escaso de manera eficiente. Lo
cual implica que la cantidad del recurso escaso será asignada en cada momento y a cada
33
Jevons, W.S. (1866), The Coal Question (Rouledge, London).
“Limits to Growth” es un libro de 1972 que modeliza las consecuencias de una población mundial en
rápido crecimiento y una disponibilidad finita de recursos, encargado por el Club de Roma. Sus autores
fueron Donella H. Meadows, Dennis L. Meadows, Jørgen Randers, y William W. Behrens III. El libro utilizó el
modelo World3 a fin de simular las consecuencias de interacciones entre la Tierra y los sistemas humanos.
El libro se hace eco de las preocupaciones y predicciones de Thomas Robert Malthus en "An Essay on the
Principle of Population” (1798). El modelo original examinó cinco variables, bajo el supuesto de que el
crecimiento exponencial describía sus patrones de crecimiento. Las variables fueron: la población mundial,
la industrialización, la contaminación, la producción de alimentos y el agotamiento de recursos. Los autores
se propusieron explorar la posibilidad de un patrón de retroalimentación sustentable que podría ser
alcanzado cambiando las tendencias de las cinco variables. La versión más reciente fue publicada en 2004
con el título “Limits to Growth: The 30-Year Update”. Donnella Meadows, Jørgen Randers, y Dennis
Meadows actualizaron y ampliaron la vrsión original.
34
XXV. Externalidades
768
categoría de demanda en su uso más valioso; ningún planificador encontrará una forma de
reasignar el recurso de modo de elevar la satisfacción o consumo en algún período sin reducirlos
en otro período. En otros términos, no hay manera de producir el consumo de la economía con un
menor insumo de gas natural y otros recursos.
Analizaremos ahora este enunciado haciendo uso de la teoría de la programación lineal. La
asignación eficiente permitirá minimizar los costos descontados de los servicios energéticos sujeto
a restricciones de disponibilidad. Supóngase que hay 1500 unidades de G, que la cantidad de
energía requerida cada período de 25 años es 325 unidades, y que para simplificar los cálculos la
tasa de descuento a 25 años respecto a los costos futuros es (1+r)-25=0.1. Finalmente, suponemos
que el costo del gas es $1 por unidad en tanto que el costo de la energía solar es $6 por unidad.
La asignación eficiente de recursos minimiza el valor presente de los costos de energía V:
[9]
V=0.10(G1+6S1)+ 0.11(G2+6S2) + 0.12 (G3+6S3)+ 0.13 (G4+6S4) + . . . + 0.1n-1 (Gn+6Sn)
El requerimiento de producción es que la producción total de energía sea como mínimo igual al
requerimiento de energía de cada período:
[10]
Gt+St ≥325, para todo t.
Adicionalmente, la cantidad total de gas extraído no puede ser superior a los recursos:
[11]
G1+G2+ . . . + Gn ≤ 1500.
Como las variables no pueden ser negativas, usando técnicas de programación lineal se obtendrá
el resultado que se encuentra en Tabla 1 siguiente.
Tabla 1. Producción óptima de gas natural y de energía solar y precios de eficiencia de los combustibles (por períodos
de 25 años)
Cantidades producidas y usadas,
Costos
Precios de eficiencia de los
miles de millones de unidades
descontados del combustibles, $ constantes por unidad
Período
programa óptimo,
Gas
Solar
miles de millones
Solar
Gas
de $ descontados
1
325
0
325.0
qs,1 ≤ 6.0
qg,1= 1.0005
2
325
0
32.5
qs,2 ≤ 6.0
qg,2 = 1.005
3
325
0
3.25
qs,3 ≤ 6.0
qg,3 = 1.05
4
325
0
0.325
qs,4 ≤ 6.0
qg,4 = 1.5
5
200
125
0.095
qs,5 = 6.0
qg,5 = 6.0
6
0
325
0.0195
qs,6 = 6.0
qg,6 ≥ 6.0
Total
1500
450
361.1895
La segunda y la tercera columnas indican el uso de combustible más barato y de la costosa
tecnología backstop. No resulta extraño que el combustible más barato sea utilizado en primer
término por el efecto del descuento. Cuando se agota el gas, la economía comienza a utilizar la
fuente energética más costosa. Los primeros cuatro períodos usan exclusivamente el combustible
de bajo costo. En el 5º período, el gas no puede abastecer todas las necesidades, luego comienza
a utilizarse una mezcla de gas y energía solar.
Los precios sombra pueden ser interpretados como la disminución de la función objetivo (es decir,
la reducción de costos) resultante de relajar en una unidad la restricción correspondiente. En
particular, examinamos el precio sombra de uno de los combustibles entregado en el futuro (y
luego lo traducimos en términos de valores corrientes en lugar de valores presentes). Por ejemplo,
el precio sombra del gas natural en el período 1, qg,1, es el monto en que disminuiría el costo total
XXV. Externalidades
769
si se pudiera entregar una unidad adicional de gas en t=1. Si una unidad adicional de gas natural
estuviera disponible en el período 1, el costo de satisfacer la demanda de energía disminuiría en
$1.0005. Es de notar que los precios sombra del gas natural crecen a través del tiempo (en pesos
constantes en el momento de entrega).
Los precios sombra parecen un engendro extraño en nuestra economía ecológica. Pero como lo
señaló Kantorovich a fines de los 1930, los precios sombra desempeñan un rol crucial al ayudar a
determinar una asignación eficiente de recursos en una economía planificada. De hecho, un plan
óptimo no puede ser separado de sus precios. Demostró
que si los consumidores y las empresas tomaran sus
decisiones sobre la base de precios sombra, los
planificadores podrían descentralizar completamente las
decisiones económicas más importantes.
Veamos ahora cómo sería la solución de mercado. Las
restricciones son las mismas que antes, pero se alteran los
criterios de quienes toman decisiones. En una economía de
mercado, los recursos energéticos son de propiedad de los
individuos o de las empresas, y los mantienen bajo su
control o los utilizan según los precios que esperan
prevalezcan en el futuro. Para simplificar supondremos que
el futuro es conocido con certidumbre. Luego la energía
solar tiene un precio de oferta de $6; no habrá oferta a un
precio inferior pero sí un monto indefinidamente grande a
ese precio. En el caso del gas natural, la decisión es un
poco más complicada. Los propietarios del gas pueden a)
Leonid Vitaliyevich Kantorovich (1912-1986)
venderlo a un precio de mercado igual a pg,t, que les
Premio Nobel de economía 1975
proporciona un rendimiento de pg,t – 1 (donde 1 es el costo
de extracción del gas), o b) retener el gas por un período y realizar una ganancia de capital.
Definamos la regalía como el ingreso neto, ρg,t = pg,t –1. La condición de equilibrio para el
propietario del gas es la siguiente:
[12]
Tasa de retorno de mantener el gas desde el período t al (t+1) = ( ρg,t+1 – ρg,t) / ρg,t
= Tasa de retorno sobre los activos alternativos = Rt
donde Rt es la tasa de retorno en el período de tiempo relevante (digamos que es la tasa de
interés). [12] señala que los propietarios de gas lo mantendrán en el subsuelo sólo si esperan que
el valor neto del gas aumente menos que la tasa de interés. Si la regalía creciera menos que la
tasa de interés, todo el gas sería vendido. Luego, para que se venda algo de gas pero no todo el
gas, la regalía debe crecer exactamente según la tasa de interés 35 .
35
Éste es el contenido de la conocida “regla de Hotelling” que define el sendero de precio neto como una
función del tiempo, al maximizar la renta temporal de extraer un recurso natural no renovable. La renta
máxima también es conocida como renta de Hotelling o renta de escasez, y constituye la máxima renta que
puede obtenerse al reducir el stock del recurso. Esta es una regla muy simple que establece que, si P(t) es
el beneficio unitario en el momento t y δ es la tasa de descuento, P’(t)/P(t) = δ. Este resultado muestra que
bajo condiciones de explotación eficiente de un recurso no renovable ni aumentable, el cambio porcentual
del precio neto por unidad debe ser igual a la tasa de descuento a fin de maximizar el valor presente del
recurso capital a lo largo del período de extracción. Esta renta económica es una renta extraordinaria, dado
que surge en una situación en la cual el propietario del recurso tiene libre acceso al recurso. Luego, la renta
del recurso debe ser igual al precio sombra del recurso natural o capital natural. Este concepto también ha
sido aplicado a recursos biológicos y otros recursos renovables.
XXV. Externalidades
770
Lo que ello implica para el precio del gas es que, si el precio en el período 1 es 1.0005, la regalía
será 1.0005-1=0.0005. En el período siguiente, la regalía será 0.0005x(1+r)25 = 0.0005x10=0.005
y el precio será, por consiguiente, 1.005. Todavía más, en el período en que el gas se agota y la
energía solar aparece en el mercado energético, el precio del gas será igual a 6. Como vemos, la
trayectoria de precios es la misma que los precios de eficiencia generados por un uso eficiente del
recurso.
10. Externalidades: contaminación
Hemos visto que mercados que funcionen en forma correcta serán capaces de asignar los
recursos naturales agotables de manera eficiente. Lo mismo se aplica a otros tipos de recursos
naturales, como las tierras agrícolas, los bosques, los minerales no combustibles, el arsénico, los
metales pesados, entropía negativa, y así sucesivamente. Pero este resultado no se extiende
mucho más allá. Por ejemplo, no se extiende a las externalidades, que aparecen cuando las
empresas o la gente imponen costos o beneficios a otros por afuera del mercado. La noción de
externalidad es complicada y puede ser comparada útilmente con un bien económico normal. Las
transacciones del mercado involucran el intercambio voluntario en que la gente intercambia bienes
por dinero. Cuando una firma compra un recurso escaso como la tierra, el petróleo, o trigo,
compra el bien de su poseedor, que resulta plenamente compensado por el costo incremental de
producción del bien. Pero hay varias interacciones que tienen lugar fuera del mercado. La Firma A
vuelca un químico de alta toxicidad en un arroyo y contamina el arroyo para la gente que pescaba
o nadaba aguas abajo. La Firma A usó la escasa agua pura sin pagar a la gente cuya agua ha
sido contaminada y ha generado una deseconomía externa. La Firma B inventa un
microprocesador que se puede clonar de manera fácil; logra captar una parte del retorno social de
su actividad de invención, pero acarrea amplios beneficios a los consumidores en forma de
precios más bajos y servicios mejorados. En ambos casos, una firma ha beneficiado o perjudicado
a gente fuera de las transacciones de mercado; es decir, ha existido una transacción económica
sin un pago económico.
La existencia de externalidades genera un defecto fundamental del mecanismo de mercado. Con
externalidades, los mercados proveen señales incorrectas a las empresas y a los consumidores y
dan lugar a precios y productos ineficientes. En general, los mercados producen demasiado de
aquellos bienes que provocan deseconomías externas y muy poco de bienes que producen
economías externas.
Remedios para las externalidades. Como la contaminación y otras externalidades dan lugar a
ineficiencias, a los gobiernos se les requiere con frecuencia corregir esta falla del mercado.
Virtualmente todas las soluciones eficientes involucran la “internalización”, que implica enfrentar a
los que toman decisiones con los costos o beneficios sociales totales de sus acciones. Un ejemplo
es la responsabilidad legal, donde alguien que ha dañado a otros puede ser obligado a compensar
por los daños a las partes afectadas. Los remedios gubernamentales más difíciles y controvertidos
entran dentro del área de los controles ambientales. En su mayor parte, los gobiernos han
utilizado mecanismos de “comando y control”, instruyendo a los que contaminan a dejar de
practicar o controlar ciertas actividades. Los estudios económicos indican que estas
aproximaciones pueden ser enormemente ineficientes 36 . A causa de la ineficiencia de estos
enfoques, los economistas han enfatizado la utilidad de enfoques por “incentivos” o de “mercado”
a las externalidades. Según este enfoque, el generador de la externalidad se enfrentaría a
impuestos o subsidios por externalidades de manera que la señal de precio reflejaría el costo o
beneficio social total que se produciría en un mercado no regulado con externalidades.
36
Tietenberg, T. (1988), Environmental and Natural Resource Economics (Scott Foresman, Glenview, IL),
2nd edition, encontró que las regulaciones de comando y control pueden resultar varias veces más costosas
que una estrategia regulatoria eficiente.
XXV. Externalidades
771
El resultado destacable es que, si se aplica el impuesto o subsidio apropiado a la externalidad, un
mercado dará lugar a un resultado eficiente. La existencia de externalidades implica que el
sistema de mercados deja de ser eficiente en el sentido de Pareto, ya que los precios no recogen
las valoraciones marginales de los agentes que se ven afectados por la presencia de los efectos
externos. Se produce así una situación de falla de mercado, lo que abre la puerta a la intervención
del sector público a fin de contrarrestar la eficiencia.
Las principales soluciones propuestas a los problemas de externalidades son:
La asignación de los derechos de propiedad Las externalidades se caracterizan por una situación
en la que no están bien definidos los derechos de propiedad. Por ejemplo, en una habitación
cerrada los fumadores generan una externalidad negativa sobre los no fumadores al hacerles
respirar el humo de los cigarros. Sin embargo, si, por ejemplo, los derechos de propiedad sobre el
aire están asignados a los no fumadores, fumadores y no fumadores podrían negociar sobre el
nivel de humo, de tal modo que los fumadores compensaran a los no fumadores por las molestias
del humo del tabaco. Esta es la idea que subyace tras el Teorema de Coase (1960): “Si la
información es perfecta y no existen costos de transacción asociados a la negociación, la
asignación de los derechos de propiedad permite internalizar el efecto externo y alcanzar la
solución eficiente en el sentido de Pareto.” K. Arrow (1970) propuso como mecanismo de
asignación la creación de un mercado de derechos de propiedad.
Impuestos y subsidios: Fijación, por parte del sector público, de impuestos (caso de externalidad
negativa) o subsidios (caso de externalidad positiva) que reflejen la valoración marginal de los
efectos externos y permitan su internalización. Esta solución fue propuesta por Pigou (1920), por
lo que este tipo de impuestos habitualmente es conocido como impuestos pigouvianos. Esta
solución al problema de la contaminación es elegante e intelectualmente satisfactoria, pero así
como ha generado excitación entre legisladores ha tenido una fría recepción entre los físicos. El
único ejemplo práctico de impuestos a las externalidades lo constituye el impuesto sobre los
clorofuorocarbonos 37 , aprobado en 1989. Estos impuestos son cobrados en proporción al
potencial de agotamiento del ozono de diferentes elementos químicos y deben satisfacer un test
de costo-efectividad como estrategia de control. Una propuesta importante en el área de cambio
climático han sido los impuestos al carbono, que tienden a ecualizar los costos marginales de
abatimiento en distintos usos como una estrategia para reducir el calentamiento global. Un
impuesto al carbono es un impuesto sobre emisiones de dióxido de carbono y otros gases de
efecto invernadero. Es un ejemplo de un impuesto a la contaminación, en cuyo caso algunos
economistas están a favor porque grava un “mal” más que un “bien” (como el ingreso). El
“impuesto al carbono” es un impuesto directo sobre el dióxido de carbono, generado como
37
El clorofluorocarburo, clorofluorocarbono o clorofluorocarbonados (denominados también CFC) es cada
uno de los derivados de los hidrocarburos saturados obtenidos mediante la sustitución de átomos de
hidrógeno por átomos de flúor y/o cloro principalmente. Debido a su alta estabilidad físico-química y su nula
toxicidad han sido muy usados como líquidos refrigerantes, agentes extintores y propelentes para
aerosoles. Fueron introducidos a principios de la década de los años 1930 por ingenieros de General
Motors, para sustituir a materiales peligrosos como el dióxido de azufre y el amoniaco. La fabricación y
empleo de CFC fueron prohibidos por el protocolo de Montreal, debido a que los CFC destruyen la capa de
ozono. Sin embargo, pese a ello, la reciente producción de CFC repercutirá efectos negativos sobre el
medio ambiente en las próximas décadas. El mecanismo a través del cual atacan la capa de ozono es una
reacción fotoquímica: al incidir la luz sobre la molécula de CFC, se libera un átomo de cloro con un electrón
libre, denominado radical Cloro, muy reactivo y con gran afinidad por el ozono, rompiendo la molécula de
éste último. La reacción es catalítica, se estima que un sólo átomo de cloro destruye hasta 30.000
moléculas de ozono. El CFC permanece durante unos dos años en las capas altas de la atmósfera donde
se encuentra el ozono.
XXV. Externalidades
772
resultado de la combustión de combustibles fósiles, entre otros. Si el impuesto al carbono fuera
igual al costo social del carbono, sería un ejemplo perfecto de un impuesto de Pigou.
A causa de su vinculación con el calentamiento global, a veces se supone que un impuesto al
carbono requiere un esquema administrado a nivel internacional. Empero, esto no es necesario.
La Unión Europea consideró un impuesto al carbono que abarcaba a todos sus estados miembro
antes de comenzar con el intercambio de emisiones en 2005. Inglaterra introdujo en forma
unilateral un rango de impuestos al carbono y de aranceles para acompañar el sistema de
intercambio de emisiones de la Unión Europea. Fíjense que los sistemas de intercambio de
emisiones no constituyen un impuesto de Pigou porque implican la creación de derechos de
propiedad. Empero, tanto los impuestos como los permisos intercambiables fijan un precio para
las emisiones, el mismo para todas las partes involucrsadas. Luego, las metas de reducción de
emisiones se consiguen a costo mínimo. La intención de un impuesto al carbono es reducir las
emisiones de dióxido de carbono y consiguientemente desacelerar el cambio climático. Puede
implementarse gravando la quema de combustibles fósiles – hulla y carbón, productos del petróleo
como las naftas y el combustible usado por los aviones, y el gas natural – en proporción a su
contenido de carbono.
Regulación El sector público establece normas legales que fijen el nivel óptimo de producción o de
consumo en presencia de externalidades.
Mecanismos de compensación La aplicación de impuestos y subsidios, así como de la regulación,
plantea problemas ya que exige del sector público conocer la valoración marginal de los efectos
externos por parte de los agentes. Surge así un problema de revelación de preferencias, ya que
los agentes podrían tener incentivos para mentir sobre su valoración marginal de los efectos
externos. Por otra parte, la asignación de derechos de propiedad y la negociación sobre los
mismos pueden dar lugar a comportamientos estratégicos que impidan alcanzar la solución
competitiva. Por ello, se plantea la utilización de teoría de los juegos a fin de diseñar mecanismos
de compensación que permitan alcanzar la solución eficiente, al hacer que los agentes revelen su
verdadera valoración marginal de los efectos externos.
Externalidades y medio ambiente Las externalidades se dan con frecuencia en actividades
relacionadas con el medio ambiente, en casos en los que los derechos de propiedad no están
bien definidos. Un ejemplo clásico es la contaminación del aire o el agua. Las soluciones que se
aplican en la realidad suelen comprender tanto los impuestos y los subsidios como la regulación.
La asignación de derechos de emisión de gases de efecto invernadero de acuerdo al Protocolo de
Kyoto es un ejemplo de asignación de los derechos de propiedad.
Bonos de carbono Los bonos de carbono son un mecanismo internacional de descontaminación
para reducir las emisiones contaminantes al medio ambiente; es uno de los tres mecanismos
propuestos en el Protocolo de Kyoto para la reducción de emisiones causantes del calentamiento
global o efecto invernadero (GEI o gases de efecto invernadero).
El sistema ofrece incentivos económicos para que empresas privadas contribuyan a la mejora de
la calidad ambiental y se consiga regular la emisión generada por sus procesos productivos,
considerando el derecho a emitir CO2 como un bien canjeable y con un precio establecido en el
mercado. La transacción de los bonos de carbono —un bono de carbono representa el derecho a
emitir una tonelada de dióxido de carbono— permite mitigar la generación de gases invernadero,
beneficiando a las empresas que no emiten o disminuyen la emisión y haciendo pagar a las que
emiten más de lo permitido. Mientras que algunos lo llaman “mecanismo de descontaminación”, el
término es considerado por otros como un error dado que se han ideado para intentar reducir los
niveles de dióxido de carbono, o CO2, pero el dióxido de carbono no es un gas contaminante sino
que, muy lejos de ello, es la base fundamental de la vida vegetal y, por tanto, de la vida animal
XXV. Externalidades
773
sobre el planeta. Sin CO2, no existiría vida en la Tierra. Las reducciones de emisiones de GEI se
miden en toneladas de CO2 equivalente, y se traducen en Certificados de Emisiones Reducidas
(CER). Un CER equivale a una tonelada de CO2 que se deja de emitir a la atmósfera, y puede ser
vendido en el mercado de carbono a países Anexo I (industrializados, de acuerdo con la
nomenclatura del protocolo de Kyoto). Los tipos de proyecto que pueden aplicar a una
certificación son, por ejemplo, generación de energía renovable, mejoramiento de eficiencia
energética de procesos, forestación, limpieza de lagos y ríos, etc. En un esfuerzo por reducir las
emisiones que provocan el cambio climático en el planeta, como el calentamiento global, los
principales países industrializados -a excepción de Estados Unidos que es el caso más
emblemático, ya que, habiendo ratificado la UNFCCC en 1992, no se encuentra alcanzado por las
restricciones cuantitativas a las emisiones de GEI establecidas en el Protocolo, por no haberlo
ratificado - han establecido un acuerdo que establece metas cuantificadas de reducción de
emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para el 2012, el Protocolo de Kyoto. Para cumplir
se están financiando proyectos de captura o abatimiento de estos gases en países en vías de
desarrollo, acreditando tales disminuciones y considerándolas como si hubiesen sido hechas en
su territorio.
Sin embargo, los críticos del sistema de venta de bonos o permisos de emisión, argumentan que
la implementación de estos mecanismos tendientes a reducir las emisiones de CO2 no tendrá el
efecto deseado de reducir la concentración de CO2 en la atmósfera, como tampoco el de reducir o
retardar la subida de la temperatura. Según el estudio de Wigley, 1999, la implantación del
Tratado de Kyoto cumplido por todos los países del mundo, incluidos los Estados Unidos, causará
una reducción de 28 partes por millón (ppm) para 2050, o reducirá la temperatura predicha para
ese año en 0,06 ºC, o sino retrasará la fecha en que debería cumplirse el aumento dicho en 16
años.
¿Un nuevo idilio ecológico? Pese a todas las dificultades que surgen al implementar la fijación de
precios por las externalidades, la lógica de estos aranceles es que convierten a la economía en el
equivalente económico de un sistema ecológico cerrado. Al asegurarse que todos los costos y
beneficios tienen precio, se restablece el flujo circular cerrado de la economía. El sistema
internalizado permite nuevamente extraer la máxima satisfacción humana con recursos humanos
limitados y con los recursos naturales disponibles. Al cerrarse el círculo, la economía internalizada
no necesita realmente cerrar el ciclo físico conectando a los vertederos de basura con los recursos
energéticos. En otros términos, no se requiere reciclar toda la basura o incinerar toda la bazofia:
sería un derroche exigir emisiones cero o 100% de reciclaje. No es necesaria ninguna inteligencia
sobrehumana, o Gosplan 38 o EPA 39 que organice los componentes y aplique directivas a las
firmas y a los consumidores. Si las externalidades más importantes pudieran ser corregidas (una
condición muy fuerte), entonces las zanahorias y los bastones de los beneficios y pérdidas harán
por las sociedades humanas lo que hará un proceso Darwiniano de selección natural para los
ecosistemas.
11. Análisis económico de las emisiones de dióxido de sulfuro
El SO2 (dióxido de sulfuro) es producido por los volcanes y en diversos procesos industriales.
Como el carbón y el petróleo a menudo contienen componentes sulfurosos, su combustión genera
dióxido de sulfuro. La ulterior oxidación de SO2 –habitualmente con la presencia de catalizadores
38
El Gosplan (ruso: Госпла́н) era el comité para la planificación económica en la Unión Soviética. La
palabra Gosplan es una abreviatura de Gosudarstvennyi Komitet po Planirovaniyu (ruso: Государственный
комитет по планированию), Comité Estatal de Planificación. Una de sus principales tareas era la
elaboración de los planes quinquenales.
39
La Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (comúnmente conocida como EPA por
sus siglas en inglés, algunas veces USEPA) es una agencia del gobierno federal de Estados Unidos
encargada de proteger la salud humana y proteger el medio ambiente: aire, agua y suelo.
XXV. Externalidades
774
como el NO2, da lugar a H2SO4 formando lluvia ácida. Ésta es una de las mayores preocupaciones
en lo que se refiere al impacto ambiental del uso de estos combustibles como fuentes energéticas.
Entre sus usos puede mencionarse su rol como conservante: a veces el dióxido de sulfuro es
utilizado para los duraznos secos y otras frutas secas a raíz de sus propiedades antimicrobiales.
Cuando es así usado, es denominado E220. El preservante es utilizado para mantener la
apariencia del fruto e impedir su putrefacción. Su presencia le otorga al fruto un gusto químico
especial. En la industria de los vinos, el dióxido de sulfuro es un compuesto muy importante, y es
calculado como partes por millón en el vino. Sirve también como antibiótico y antioxidante,
protegiendo al vino del deterioro de las bacterias y la oxidación. El sulfuro de dióxido es
responsable de que se especifique en las etiquetas “contiene sulfitos”. Los vinos que tienen una
concentración por debajo de 10 ppm no requieren esta especificación en los Estados Unidos y
según las leyes europeas. El límite superior de SO2 permitido al vino es de 350 ppm en los
Estados Unidos. En la Unión Europea es del 160 ppm para los vinos tintos y 210 ppm para los
blancos y los rosados. Para bajas concentraciones, el SO2 es prácticamente indistinguible en el
vino, pero si la concentración se ubica por encima de 50 ppm el SO2 se hace evidente tanto al
olfato como al paladar. SO2 también es muy importante en los servicios sanitarios de una vinería.
Las vinerías y sus instalaciones deben ser mantenidas muy limpias, y como no es posible el uso
de lavandina, habitualmente se utiliza una mezcla de SO2, agua y ácido cítrico para limpiar los
conductos, los tanques, y otro equipamiento para mantenerlos limpios y libres de bacterias.
El sulfuro de dióxido constituye también un buen reducidor. Usando agua, el sulfuro de dióxido es
capaz de decolorar sustancias. También es utilizado para reducir la lavandina en los papeles y
otros materiales delicados como la ropa. Este efecto de lejía normalmente no dura demasiado
tiempo. El oxígeno de la atmósfera vuelve a oxidar los teñidos reducidos, restableciendo el color.
El dióxido sulfúrico también es usado para fabricar ácido sulfúrico. El ácido sulfúrico es tóxico en
grandes cantidades. Como se condensa con facilidad y con una elevada temperatura de
evaporación, el dióxido de sulfuro es un candidato para los refrigeradores. Antes del desarrollo de
los freones, el dióxido de sulfuro era utilizado en las heladeras hogareñas. El dióxido de sulfuro es
un solvente versátil inerte que ha sido usado ampliamente para oxidar la sal. Ocasionalmente, se
lo utiliza como una fuente en el grupo sulfonyl de la síntesis orgánica. El dióxido de sulfuro actúa
como un ácido. Su inhalación da como resultado respiración laboriosa, tos y/o una garganta seca
que puede causar un daño pulmonar permanente. Cuando se lo mezcla con agua y en contacto
con la piel, puede tener lugar la congelación. En contacto con los ojos, puede resultar que se
pongan rojos y doloridos.
El Acta de Enmienda del Aire Puro 1990 fijó el primer programa también de gran escala que
descansó en permisos negociables de emisión – llamados “concesiones” en dicho programa. El fin
del programa fue disminuir la lluvia ácida reduciendo las emisiones de dióxido de sulfuro de las
plantas eléctricas de generación a la mitad del nivel que tenían en 1980, comenzando en 1995.
Resulta una experiencia importante en materia ambiental y como un experimento tipo de la política
medio-ambientalista.
11.1 ¿Qué sucedió con el programa de lluvia ácida?
La lluvia ácida se produce cuando el SO2 y los óxidos de nitrógeno (NOx) reaccionan en la
atmósfera formando ácidos sulfúricos y nítrico, los que luego caen a la Tierra, en ocasiones a
miles de km de sus fuentes, bajo la forma ácidos húmedos o secos. En USA, el precursor
dominante de la lluvia ácida es el dióxido de sulfuro que emana de las plantas de energía a
carbón en el nordeste y el centro-este. En estas emisiones se concentró el programa de lluvia
ácida creado por el Enmienda de 1990. Se creó un techo para las emisiones de SO2 de las
plantas de generación eléctrica, a ser implementado en dos fases. En la fase 1995-1999, las
emisiones anuales agregadas producidas por las 263 unidades de generación amplias más sucias
deberían situarse por debajo de un techo. A partir de 2000, virtualmente todas las plantas de
XXV. Externalidades
775
generación nuevas o existentes con combustible fósil estarían sujetas a un límite estricto sobre las
emisiones anuales agregadas.
En ambas fases, a los propietarios de las unidades afectadas se les dio un cierto número de
permisos comerciables, llamados “concesiones”, que seguirían en cada año reglas que
dependerían de las emisiones históricas y del uso de combustibles. Cada concesión le permite a
su tenedor emitir una tonelada de SO2. Todos los años, la EPA subasta un pequeño número de
concesiones, cuyos ingresos son reembolsados a las empresas eléctricas en proporción a su
asignación de concesiones. Las nuevas unidades afectadas deben comprar concesiones de las
unidades ya existentes o de la EPA. Cada unidad de generación debe entregar a EPA
concesiones válidas que cubran las emisiones de cada año dentro de los 30 días de terminar el
año o, en caso contrario, incurren en severas penalidades.
Las concesiones pueden ser compradas o vendidas sin restricciones a fin de cubrir emisiones en
cualquier parte del continente de USA. Permitir que las concesiones pudieran ser libremente
comerciadas sería una política de óptimo primario si y solamente si las emisiones en cualquier
lugar de USA tuvieran el mismo daño marginal – lo cual no sucede. Empero, un comercio sin
restricciones podría ser juzgado como una respuesta razonable de second best a la preocupación
de que de otra manera el mercado podría ser muy estrecho si los costos marginales de
abatimiento están inversamente correlacionados con los daños marginales. En tal caso, las
reducciones marginales tenderán a realizarse en los lugares de bajo costo y daño elevado en
equilibrio. Reducciones amplias de las emisiones del oriente central, podrían, de hecho, ser
satisfechas, aunque se carece un análisis formal de esta propiedad.
Una concesión puede ser usada el
año en que es emitida o
“bancada” para ser usada el año
siguiente. En los 1990, los
analistas predijeron precios de las
concesiones de alrededor de
$250-350 por tonelada en la fase I
y de $500-700 en la fase II.
El programa de lluvia ácida
representa un desvío importante
de la tradición de “comando y
control” que rigió en forma
tradicional la política ambiental de
USA y otras partes del mundo.
Este enfoque tradicional implicaba
prescribir determinados métodos de abatimiento, como el de los “estándares ingenieriles”, o tasas
máximas de emisión, llamados “estándares de performance”, para una clase particular de
contaminantes de fuentes de emisión. En 1971, por ejemplo, la EPA anunció una tasa máxima de
emisión de SO2 (expresada en libras de sulfuro por millón de BTU o combustible quemado) para
las nuevas unidades de generación que quemaban carbón. Restricciones adicionales de emisión
– que variaban sustancialmente según su carácter estricto o no – fueron aplicadas a las unidades
existentes bajo los Planes de Implementación del Estado, sin imponer límites sobre las emisiones
totales. En contraste, el enfoque de oermisos comercializables se concentra sobre las emisiones
totales, más vinculadas en forma directa con los daños ambientales. El gráfico adjunto despliega
información histórica sobre el precio de las concesiones en 1995 y antes, o actuales. Los círculos
de la figura muestran los precios de equilibrio (precios de subasta reducidos que ganaron la puja).
11.2 ¿Cuánto costó?
XXV. Externalidades
776
Se estima que el costo total (anualizado) de reducir las emisiones en 3.9 millones de toneladas en
1995 ascendió a unos U$S 726 millones. (Todos los costos incluyen costos de capital
anualizados, así como los incrementos, si los hubo, de costos de operación y de combustible). Lo
cual representa un promedio de U$S187 por tonelada de reducción de emisiones. O unos U$S
210 por tonelada promedio si las emisiones reducidas, sin incurrir en costos, son excluidas del
total.
11.3 ¿Por qué han sido tan bajos los precios de las concesiones?
Gran parte de la teoría de los primeros años de comercio de concesiones radicó en reparar que
los precios de las concesiones en la etapa fase temprana serían sólo de U$S100, cerca de la
mitad de lo que se esperaba unos años antes. Debe notarse que las decisiones de conformidad
debían ser tomadas antes de comienzos de 1995. Muchas empresas de electricidad suscribieron
contratos a largo plazo por carbón de sulfuro en el período 1991-94 a precios que reflejaban sus
expectativas por la fase I.
11.4 ¿Qué se aprendió?
Por mucho tiempo los economistas han argumentado que el uso de permisos comerciables es una
alternativa superior a la regulación ambiental de comando-y-control 40 . El programa de lluvia ácida
de los Estados Unidos demuestra que este argumento es correcto en la práctica. No solamente
permitió reducir las emisiones de SO2, sino que lo hizo en tiempo, sin discusiones legales
generales, y a costos más bajos que los proyectados. Es importante observar que pocos
programas ambientales de comando-y-control han tenido éxito en todas estas dimensiones.
Considerando al programa de lluvia ácida como un experimento más general de la política
ambiental, es demasiado temprano como para inventariar todas las lecciones que ha dejado. Pero
podemos mencionar, entre las principales, las siguientes: 1) se aprendió que los programas a gran
escala de intercambio de permisos pueden operar más o menos como están descriptos en los
manuales; es decir, pueden garantizar la reducción de emisiones y permitir a emisores
maximizadores del beneficio reducir el costo total de cumplimiento con las normas.
2) Se puede esperar que un programa de permisos negociables, dé lugar a sorpresas y a una
adaptación eficiente a las sorpresas producidas en otros rincones de la economía. Aquí la gran
sorpresa fue la rápida expansión del área de mercado de carbón del Powder River Basin 41 y el
retraso en reconocer este cambio condujo aparentemente a sobreinversión y a excesos en el
abatimiento de las emisiones. Pero el mercado reaccionó a la información contenida en los precios
de las concesiones, y fueron canceladas varias órdenes por algunos purificadores que remueven
las impurezas del gas de carbón. Resulta inimaginable que un régimen de comando-y-control se
adapte de forma tan sensible a un evento exógeno de tal importancia.
3) Mercados eficientes y competitivos para la negociación de concesiones pueden tomar un cierto
tiempo para desarrollarse, y esta velocidad puede ser sensible a algunos elementos de diseño del
programa. Por ejemplo, las subastas de concesiones que la EPA debía realizar parecen haber
facilitado tanto el descubrimiento de precios como el desarrollo del mercado de concesiones. Uno
40
Tietenberg, Thomas H., Emissions Trading: An Exercise in Reforming Pollution Policy, Washington,
Resources for the Future, 1985.
41
El Powder River Basin es una región al sudeste de Montana y al nordeste de Wyoming que tiene un
tamaño de alrededor de 120 millas de este a oeste y 200 millas de norte a sur, conocida por sus depósitos
de carbón. En 2007, el Powder River Basin sólo produjo 396 millones de toneladas de carbón, más que el
doble de la producción de West Virginia, y más que toda la región de los Appalaches.
XXV. Externalidades
777
puede probar con subastas más amplias y con un diseño distinto, pero sólo la experiencia con
nuevos programas permitirá resolver este punto.
4) Nada sugiere en la legislación que los programas de permisos negociables sean la varita
mágica para resolver cualquier problema medioambiental a un costo despreciable. Está claro que
no sería posible usar un programa de permisos negociables para tratar, por ejemplo, con una
fuente aislada de emisiones tóxicas que tendría solamente efectos locales, ya que no habría
suficientes participantes para constituir la función de un mercado.
12. Ecologismo de mercado
Según comenta Wikipedia, en un artículo ardoroso pero que tiene mchos elementos de verdad, el
ecologismo de mercado es una posición del ecologismo que sostiene que el mercado libre, los derechos de
propiedad privada y la responsabilidad civil proporcionan las mejores herramientas para preservar la salud y
la sustentabilidad del medio ambiente. Sus tesis principales son: a) que un bien natural pueda ser bien
privado o de usufructo privado provocaría un estímulo económico para su conservación y renovación, y b)
que la responsabilidad privada permitiría delimitar más claramente las esferas de derechos y obligaciones
particulares a la hora de resolver conflictos ambientales. Algunos economistas ven a los problemas
ambientales como derivados de las fallas del mercado. En cambio, los ecologistas de mercado libre
argumentan que los problemas ambientales surgen a causa de: a) las leyes que rigen los derechos de
propiedad que no logran proteger adecuadamente o definir los derechos, y b) las leyes que rigen los
reclamos extracontractuales de clases o de individuos que proporcionan inmunidad a los contaminadores
frente a las reclamaciones extracontractuales, o interfieren con las reclamaciones de tal manera que sea
difícil de sostenerlas legalmente. Sobre esta base, consideran que la mejor manera de proteger el medio
ambiente es cambiar las leyes que rigen los derechos de propiedad y los reclamos extracontractuales para
que esas leyes ya no sufran de los defectos que generan en personas y empresas incentivos perjudiciales
para no proteger el medio ambiente.
Algunos economistas ecologistas tradicionales enumeran los supuestos defectos de la economía de
mercado como ser la sobreexplotación de los recursos de propiedad común; la sobrecontaminación; muy
poca limpieza de lo contaminado; y el excesivo consumo. En respuesta a estas preocupaciones, los
economistas que prefieren el enfoque ecologista de mercado sostienen que: La sobreexplotación se
produce en la medida de la falta de incentivos de propiedad para el cuidado de los bienes, y que este efecto
de la colectivización ocurre en la medida de la multiplicidad de la propiedad (Tragedia de los comunes). La
sobreexplotación reduce el valor intrínseco y de venta de los bienes, cuyo efecto es más claramente
percibido por los distintos propietarios o a través de la copropiedad limitada. La propiedad y el mercado, al
contrario, provocarían un incentivo para una explotación racional y sustentable que incremente el valor del
bien. La contaminación se produce cuando y en la medida en que a las víctimas les ha sido impedido u
obstaculizado el ejercicio de responsabilidad civil para la restitución de dicha agresión. Las autoridades
legislativas y judiciales han tendido a favorecer a las industrias pesadas por encima de las acciones de
individuos en nombre de los "bienes públicos" y el "bien común". En cambio, la responsabilidad sobre
externalidades podría determinarse de forma más justa y lógica sobre la base de los derechos de
propiedad. La limpieza de la contaminación también se produce naturalmente en un mercado libre, porque
la reducción del valor negativo de una propiedad es una ganancia neta, una vez más conduciendo a un
mayor valor intrínseco y de venta, por tanto, de comerciabilidad. El consumo excesivo es un concepto
viciado, porque se asume que los recursos son no-renovables. El mercado, a través de la oferta y la
demanda, regula el consumo ajustándolo en función de la oferta. Por ejemplo, si un recurso se convierte en
más escaso, su valor aumenta y, por tanto, también su costo. Esto obliga a los consumidores a reorientar
sus compras hacia sucedáneos que tienen recursos más abundantes en oferta. Además, el mayor valor de
mercado de los recursos crea un incentivo para crear más de los productos básicos, y permite un mayor
gasto en hacerlo.
En el ecologismo de mercado existen varias corrientes, pero son especialmente notables los coasianos (que
proponen el comercio supranacional de carbono), los ecolibertarianos, y los anarquistas de mercado (que se
oponen al comercio de carbono por ser una industria gubernamental). Entre los ecologistas de mercado, los
hay radicales y/o heterodoxos. El anarquismo de mercado sostiene que las zonas contaminadas y
deterioradas son aquellas públicas o estatales, es decir donde la responsabilidad se diluye: los bienes
XXV. Externalidades
778
naturales cuando son públicos no son mantenidos o renovados por nadie y nadie se responsabiliza por
ellos. En contraste, los bienes privados tendrían responsables específicos a cargo de su mantenimiento.
Sostienen que la legislación estatal medio-ambiental es contraproducente y es parte del problema al
fortalecer los privilegios y la irresponsabilidad de ciertos sectores 42 .
12.1 Ambientalismo de libre mercado
El Ambientalismo ha tomado un renovado fervor que constituye, tal vez, la amenaza más grande a la
libertad individual en el siglo XX. Mientras observamos la caída del comunismo alrededor del mundo, la
economía dirigida y de controles está viva y le está yendo muy bien bajo el disfraz de la protección al medio
ambiente. Las acciones de los intereses ambientales tienen un efecto muy grande, no sólo en el público
americano, sino que también en el resto del mundo, debido al crecimiento de los problemas «globales». El
ambientalismo, tal y como se practica en USA, es principalmente un movimiento elitista. Debido a que
virtualmente todos están a favor del aire, del agua y de la tierra limpia, la mayoría de las personas están
dispuestas a sacrificar racionalmente algo de su bienestar material para lograr beneficios ambientales. El
interés especial del ambientalismo, sin embargo, ha seguido un programa en donde la consecución de un
medio ambiente límpido a cualquier costo es prioridad número uno. Ya no es suficiente, por ejemplo, limpiar
los basureros al punto de minimizar los peligros a la salud. Bajo los nuevos reglamentos federales los sitios
peligrosos deben ser limpiados técnicamente al punto de que el agua en esos lugares sea más limpia que el
agua potable clorificada.
Lo que asusta de este panorama es que las demandas ambientales están siendo respaldadas cada vez
más por una gran influencia política. Las demandas ambientales se han traducido efectivamente en
regulaciones federales, estatales y locales muchas de las cuales son francamente absurdas. Por ejemplo:
Los Ángeles está en proceso de prohibir las cortadoras de césped con motor de gasolina, y los tradicionales
asados en el patio trasero; Denver se encuentra en vías de prohibir la quema de leña para estufas; Vermont
ha prohibido la venta de aire acondicionado en los autos nuevos; Maine está tratando de prohibir los Tetrapaks, recipientes de jugo que son tan populares porque no necesitan refrigeración; y Minnesota ha prohibido
los recipientes de espuma plástica comprimida usados por restaurantes como McDonalds.
Pero esto sólo es la punta visible del témpano de hielo. El precedente para este tipo de regulaciones es toda
una madeja de legislación federal que regula virtualmente todos y cada uno de los recursos ambientales y
naturales que uno se puede imaginar. Hay una Ley Federal de Control de la Contaminación del Agua, la ley
del aire limpio, la ley del agua limpia, la ley de residuos peligrosos, la ley de la planificación de los bosques,
la ley de las especies en peligro, etc.. Tan sólo en el mes de octubre de 1990 el Congreso votó las
enmiendas a la Ley del Aire Limpio que pretenden reducir drásticamente elementos que se creen son
responsables por la lluvia ácida, el «smog» urbano y el consumo de ozono a un costo para el público de 35
a 50 mil millones de dólares.
Los ambiciosos objetivos de los grupos de presión del medio ambiente han sido logrados a través de
efectivas campañas públicas, aprovechándose del miedo y de las emociones. Los problemas ambientales
se presentan de forma apocalíptica. Cada día se informa sobre nuevas amenazas a la salud o al bienestar,
o que los viejos peligros son peores de lo que se creía.
Con el factor miedo y el emocionalismo asociado, ha habido una tendencia creciente y dominante a que la
gente piense que «el gobierno debería hacer algo». La actitud prevaleciente acerca del ambientalismo es
que el gobierno debe administrar, ser propietario o proteger nuestros recursos de los egoístas y avaros
explotadores. Y así que, a pesar de la imagen de la nación como un estado democrático y capitalista, el
medio ambiente es un área en donde no hay democracia. Como se mencionó anteriormente, hay una
historia extensa de regulaciones, mandatos y controles que afectan a los recursos naturales. El gobierno
42
“Se puede lograr una reconciliación entre la economía y el medio ambiente usando las instituciones de la
primera para alcanzar las metas del segundo. Puede expresarse esto de otra forma, como una solución
cooperativa al problema de la contaminación ambiental. Es decir, podemos solucionar los problemas de la
contaminación confiando en los mismos comportamientos y motivaciones que dan lugar al crecimiento y
desarrollo económicos.” (Walter Block, economista y anarquista del mercado).
XXV. Externalidades
779
federal es el terrateniente más grande en los Estados Unidos, propietario de aproximadamente 30% del total
de las tierras.
Esta confianza en las instituciones del Estado existe, a pesar de que el gobierno ha demostrado tener
tremendos problemas en llevar a cabo su papel de custodio. Por ejemplo: En 1988 el Parque Nacional de
Yellowstone fue objeto de la atención mundial debido a sus tremendos incendios forestales. Los fuegos no
pudieron controlarse en gran parte debido a disputas políticas internas en el Servicio de Parques Nacionales
sobre lo que era apropiado con respecto a la «administración natural». El resultado final para el medio
ambiente fueron millones de hectáreas de tierras salvajes destruidas innecesariamente o severamente
dañadas. De manera similar, el Departamento de Administración de Tierras Internas ha sido severamente
criticado por sus políticas de pastura y minería por medio de las cuales otorga derechos a particulares por
una fracción de su valor de mercado. El Servicio Forestal ha sido atacado por sus ventas de madera bajo el
costo en las cuales los contribuyentes han subsidiado la tala de los bosques nacionales. El Servicio de
Pesca y Vida Salvaje ha manejado mal la conservación de especies en peligro al permitir el contagio de
enfermedades entre los últimos especímenes.
A pesar de eso, no existe un alto a las regulaciones ambientales. El hombre promedio aún cree que la única
forma de proteger los recursos es confiarlos al gobierno, sigue Wikipedia. Es irónico que esto continúe
pasando en tiempos en que los sucesos mundiales han dado un vuelco radical: con la caída del comunismo
a nivel mundial, podemos observar cada vez más los impactos devastadores de las economías dirigidas y
de controles. Los países del bloque oriental y la Unión Soviética tienen unas de las peores condiciones
ambientales en el mundo. Polonia, Hungría y lo que era antes Alemania Oriental y Checoslovaquia se
consideran áreas de desastres ambientales; son los más contaminados de todos los países industrializados.
De acuerdo a grupos ecológicos occidentales, sus ríos, tierras y bosques están tan contaminados que
muchos están biológicamente muertos, sin posibilidades de recuperación sin ayuda. Las condiciones son
tan malas que los checos solían bromear acerca de que el antiguo gobierno comunista era el único que
practicaba la guerra química a su propia gente. En varias áreas se han repartido máscaras de gases de uso
militar, incluyendo a Ucrania, para proteger a los residentes de las emanaciones tóxicas. Uno de los
periódicos de Washington, D.C., reportó hace poco que el espectáculo de lagos, ríos y ciudades
crónicamente contaminados es lo que ha inspirado a millones de rusos y a muchas comunidades siberianas
a demandar el derecho de manejar sus propios asuntos. El recién elegido primer ministro adjunto de Rusia,
cuya carrera política se inició con la campaña de salvar el Lago Baikal, uno de los lagos más grandes del
mundo, ha dicho «El uso eficiente de los recursos es posible sólo cuando aparece un dueño real de los
recursos. En tanto las decisiones que afectaban el futuro de Siberia eran tomadas por algún burócrata en
Moscú, el mal manejo era inevitable».
Es difícil creerlo pero los políticos occidentales necesitan aprender esta importante lección del político ruso:
Que los recursos naturales necesitan «dueños» para poder prosperar.
Un gran número de los problemas ambientales de Estados Unidos surgen del hecho de que muchos de sus
recursos son propiedad común es decir, muchos recursos de aire, agua y tierras son propiedades en
conjunto de «todas las gentes del estado». Cuando existe la tenencia en común, surge la condición de que
ninguna persona se toma la responsabilidad de cuidar el recurso. Todos asumen que otra persona lo hará, o
simplemente no les importa lo que pase.
Nada de esto ocurre debido a malas intenciones. Es simplemente parte de la naturaleza humana. Vemos
ejemplos de esto bajo miles de aspectos de la vida diaria. Los dueños de casa cuidan mejor su propiedad
que los que alquilan, no necesariamente porque les importe más, sino porque en ellos recae la
responsabilidad de un mal mantenimiento. Si el techo necesita reparación, los dueños lo componen para
proteger sus pertenencias. Pero en una casa alquilada, el inquilino no posee incentivos para efectuar este
desembolso financiero. Si al dueño no le interesa proteger su propiedad, tiene más sentido para el inquilino
cambiarse a otra casa que efectuar una reparación costosa que le traerá pocos beneficios a largo plazo
Analogías similares se aplican a autos arrendados y autos privados. Las personas cuidan bien de sus
propias piscinas pero no de las piscinas públicas o los lagos; las personas pasean a sus perros en parques
públicos, pero no en sus jardines. La gente tira latas de aguas gaseosas y palomitas de maíz en los pisos
de las salas de cine, pero usualmente no en sus propias salas. La diferencia entre esas situaciones es la
propiedad. Cuando las personas son dueñas de propiedades, tienen incentivos para cuidarlas. Esto no
quiere decir que necesariamente lo harán pues siempre podemos encontrar un dueño de casa que deja que
XXV. Externalidades
780
su propiedad se estropee. Sin embargo, tiene el incentivo de cuidarla. El dueño de la propiedad
abandonada acarreará con los costos de su mal mantenimiento cuando venga el tiempo de vender la casa.
Al formular una política nacional en la cual todos son co-propietarios de los recursos, le estamos dando a la
gente poco incentivo para que cuiden apropiadamente tan valiosos recursos. Necesitamos, como dijo el
primer ministro ruso, «dueños» detrás de los recursos. Veamos unos ejemplos de cómo funciona esto.
Elefantes africanos. En los últimos 10 años, la población de los elefantes africanos ha disminuido de 1.5
millones a menos de 500,000. Kenya ha perdido ¾ partes de su población paquiderma desde 1981. Pero al
considerar los números globales estamos omitiendo importantes hechos. El número de elefantes está
decreciendo en el centro y el Oriente de Africa, pero no en los países del Sur como Botswana, Zimbabwe,
Sud Africa y Namibia, en donde los elefantes están incrementándose.
En Zimbabwe, por ejemplo, la manada de más o menos 50,000 ha crecido 5% anualmente. Ahí el gobierno
otorgó a las comunidades de campesinos el derecho de cazar y pueden vender este derecho. Como
resultado, la población tiene interés en la salud de la población de elefantes. También tienen incentivos para
administrar los elefantes para la cacería, lo que es tremendamente más lucrativo que la caza ilegal del
comercio de marfil. La cacería promedio proporciona $25,000, en la cual el elefante es el trofeo principal. El
valor del marfil es de sólo $4,000. Debido al valor turístico de la caza, los dueños privados protegen sus
manadas de los cazadores ilegales y de enfermedades, de la misma forma en que los granjeros protegen su
ganado doméstico.
En contraste, Kenya ha escogido combatir la caza con leyes de protección de los elefantes, prohibiendo la
cacería. En lugar de otorgar derechos de propiedad, el enfoque de propiedad colectiva continúa. Como
resultado, la cacería ilegal ha proliferado con la ayuda de sobornos a los guardias de los parques y a
funcionarios del gobierno. Sin incentivos ni derechos sobre los elefantes, los campesinos no tienen interés
en protegerlos. Al contrario, el incentivo para cazarlos ilegalmente se acentúa pues es la única forma en que
los nativos pueden beneficiarse de la fauna salvaje. Añadiéndose a la ineficiencia de este enfoque, el año
pasado el gobierno quemó ceremoniosamente $3,000 millones de dólares en colmillos como ejemplo para
instar a otros gobiernos a sumarse a la prohibición internacional del comercio del marfil.
Desafortunadamente, tales prohibiciones han demostrado ser ineficaces una y otra vez. Se puede
establecer una comparación con el rinoceronte negro, cuyo cuerno es muy valioso. A pesar de la prohibición
de su comercio, su población ha continuado en descenso estrepitosamente, excepto en Zimbabwe en
donde algunos existen en ranchos privados.
Este razonamiento no sólo se aplica a bienes de consumo concretos o a la vida salvaje. También funciona
para conservar recursos ambientales valiosos como playas, riberas, bosques y parques. En la medida en
que el gasto público expande el límite mediante el cual se proporcionan estos bienes de forma pública, más
y más oportunidades surgen para proveer estos bienes de forma privada. Las personas están dispuestas
cada vez más a pagar por las playas privadas para escapar de las condiciones congestionadas y
deterioradas de las públicas. Los propietarios de playas privadas pueden limitar el número de personas y
ofrecer una diversidad de servicios que satisfacen las diferentes necesidades de sus clientes.
De modo que la esencia del enfoque de libre mercado al ambientalismo son los derechos de propiedad. Al
estructurar leyes y regulaciones que proporcionan derechos de propiedad sobre los recursos, podemos
alentar la custodia del medio ambiente. Una gran parte de la belleza de este enfoque es que anima a las
personas a proteger voluntariamente el ambiente, no porque se les vaya a multar o a coaccionar sino por
interés personal. Y todos nos beneficiamos de las inversiones en la conservación o protección del medio
ambiente que hacen los particulares.
13. El informe de Nicholas Stern
La “Stern Review on the Economics of Climate Change” es un extenso reporte (700 páginas)
emitido en Octubre de 2006 por el economista Nicholas Stern para el gobierno británico, que
discute los efectos del cambio climático y del calentamiento global sobre la economía mundial.
Aunque no se trata del primer informe sobre el calentamiento global, ha resultado significativo
como el más ampliamente conocido y discutido. Sus principales conclusiones son que se requiere
XXV. Externalidades
781
la inversión de un 1% anual de PBI a fin de evitar los peores efectos del cambio climático, y que el
fracaso puede poner en riesgo hasta un 20% del PBI global. Stern sugiere que el cambio climático
amenaza con ser el mayor y más amplio fracaso del mercado jamás visto, e incluye consejos
acerca de aplicar impuestos medioambientales para minimizar las alteraciones económicas y
sociales. Afirma, por ejemplo, que “nuestras acciones en las próximas décadas pueden crear
alteraciones de la actividad económica y social, hacia fines del presente siglo y en el próximo, a
una escala similar que la que tuvieron las dos guerras mundiales y la depresión económica de la
primera mitad del siglo 20.”
La Stern Review ha sido criticada por algunos economistas, que sostienen que Stern no ha
considerado los costos más allá del 2200, que utilizó una tasa de descuento incorrecta para
realizar sus cálculos, y que desacelerar en forma significativa el cambio climático requerirá de
recortes de emisiones por todos lados. Otros economistas han sostenido el enfoque de Stern o
argumentado que resultan razonables las estimaciones, aún si los métodos por medio de los
cuales llega a los mismos están sujetos a críticas.
En Julio de 2005 el Ministro de Hacienda, Gordon Brown,
anunció que había solicitado a Sir Nicholas Stern realizar
una revisión mayor de la economía del cambio climático
para comprender de forma más exhaustiva la naturaleza
de los desafíos y de cómo podían ser enfrentados, en el
Reino Unido y en el mundo. La Stern Review puso
énfasis en la necesidad de una acción urgente a fin de
mitigar el cambio climático. Las críticas desfavorables
han sido variadas. Richard Tol, un ambientalista y
economista del IPCC, mantiene que “...Stern siempre
elige en forma consistente el escenario más
desfavorable. Sobreestima haciendo caso omiso de una
porción significativa de casos relacionados con el o los
datos que puedan contradecir esa posición, contabiliza en
forma duplicada los riesgos y subestima los resultados
que pueden tener el desarrollo y la adaptación.”
William Nordhaus criticó la Review por sus supuestos
sobre la tasa de interés: “Las conclusiones de la Review
Sir Nicholas Stern (1946- )
sobre la necesidad de acciones extremas inmediatas no
sobrevivirán al cambio de los supuestos sobre descuento por otros más consistentes con los
observados en los mercados hoy. Luego permanecen abiertas las cuestiones centrales sobre la
política de calentamiento global – a saber cuánto, cuán rápidamente y a qué costo. La Review
informa pero no responde a estas cuestiones fundamentales.”
La cuestión central del debate económico alrededor de la Stern Review se refiere al procedimiento
de descuento utilizado para evaluar el flujo de costos y beneficios en el futuro. Hay tres motivos
que son argumentados usualmente para aplicar un menor valor al consumo futuro que al consumo
presente:
Los niveles de consumo serán más elevados en el futuro, luego la utilidad del consumo
adicional será inferior;
Los niveles de consumo futuro son inciertos;
El consumo futuro debería ser descontado simplemente porque tiene lugar en el futuro y la
gente prefiere en general el presente al futuro (descuento inherente).
XXV. Externalidades
782
El debate sobre la Review se concentró inicialmente sobre el tercero de estos puntos. Estudios
previos de William Nordhaus y otros habían adoptado tasas de descuento inherentes de hasta el 3
por ciento, lo que implicaría (caeteris paribus) que un costo o beneficio medioambiental que tenga
lugar 25 años en el futuro tendrían un valor igual a la mitad que hoy. Stern argumentó que el
descuento inherente es técnicamente no apropiado. Su punto de vista recibió el apoyo de Brad
DeLong que escribió: “Mi visión – que admito puede ser errónea – es que somos impacientes en
el sentido de que valoramos al presente y al futuro cercano mucho más que al futuro distante,
pero no debería ser así.” Pero fue criticado por Hal Varian y Partha Dasgupta. La diferencia entre
las estimaciones de Stern y las de Nordhaus pueden ser explicadas en buena parte (aunque no
completamente) por la diferencia de enfoque al tratar el descuento inherente.
Los partidarios y opositores al enfoque de Stern han usado comparaciones con tasas de retorno
sobre el capital a fin de justificar sus posiciones. La tasa elegida por Stern está próxima a la tasa
de interés real de los bonos del gobierno. Las tasas más elevadas preferidas por sus críticos están
más próximas al costo promedio ponderado del capital para la inversión privada. La diferencia
entre ambas está determinada por la prima sobre el capital de las sociedades. No existe una
teoría generalmente aceptada que tenga en cuenta la magnitud observada de la prima sobre el
capital de las sociedades, luego no hay una manera sencilla de determinar cuál de ambos
enfoques debería ser considerado como el patrón de comparación del mercado.
13.1 Resumen de las principales conclusiones
1) Todavía se está a tiempo de evitar los peores impactos del cambio climático, si a partir de
ahora mismo son adoptadas las acciones necesarias.
2) El cambio climático podría tener un impacto muy serio sobre el crecimiento y el desarrollo. De
no tomarse acciones para reducir las emisiones, la concentración de gases de efecto invernadero
en la atmósfera podría duplicar el nivel pre-industrial hacia 2035, comprometiendo un incremento
global promedio de la temperatura superior a 2ºC. En un plazo más largo, existe un 50% de
probabilidad de que el aumento de la temperatura exceda los 5ºC. Este incremento es el cambio
de temperatura registrado desde la última Edad de Hielo. Todos los países serán afectados. Es
esencial adaptarse al cambio climático – es decir, dar pasos para ganar en resistencia y minimizar
los costos – ya que no resulta posible evitar el cambio climático que tendrá lugar en los próximos
veinte o treinta años.
3) Los costos de estabilizar el clima son altos pero manejables; las demoras serán peligrosas y
mucho más costosas. Los riesgos de los peores impactos del cambio climático pueden reducirse
en forma sustancial si los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera pueden ser
estabilizados entre 450 y 550 ppm de equivalente CO2 (CO2e). Hoy en día el nivel corriente es de
430 ppm CO2e y está creciendo en 2 ppm por año. La estabilización dentro de este rango requiere
que las emisiones se sitúen al menos un 25% por debajo de los niveles actuales hacia 2050, y tal
vez mucho más. Una estimación de los costos anuales de lograr estabilizar entre 500 y 550 ppm
CO2e está alrededor de 1% si comenzamos hoy mismo a tomar las decisiones involucradas. Los
costos podrían reducirse si se producen mejoras importantes de la eficiencia, o si hay fuertes
beneficios conjuntos (derivados por ejemplo de una reducción de la contaminación del aire). Los
costos podrían ser superiores si la innovación en tecnologías con bajo contenido de carbón es
más lenta que lo esperado o si los políticos fracasan en adoptar los instrumentos económicos que
permitan reducir las emisiones. Ya resultará muy difícil y costoso lograr estabilizar en 450ppm
CO2e. Si nos atrasamos, se habrá perdido la oportunidad de estabilizarnos en 500-550ppm CO2e.
4) Todos los países deben intervenir en la acción por el cambio climático. Esta acción no tiene por
qué limitar las aspiraciones al crecimiento de los países ricos o pobres.
XXV. Externalidades
783
5) Existe un rango de opciones para recortar las emisiones; una política de acción deliberada es
requerida a fin de motivar su aprensión. El cambio climático es el mayor fracaso del mercado que
el mundo haya presenciado jamás, e interactúa con otras imperfecciones de mercado. Se requiere
de tres elementos de política para una respuesta global efectiva: el primero es el precio del
carbón, implementado mediante impuestos, negociación o regulación. El segundo es una política
para promover la innovación y el desenvolvimiento de tecnologías de bajo contenido de carbón. Y
el tercero es una acción para eliminar barreras a la eficiencia energética, e informar, educar y
convencer a los individuos sobre lo que pueden hacer para responder al cambio climático.
6) El cambio climático requiere una respuesta internacional, basada en un entendimiento mutuo
de los objetivos de largo plazo y el acuerdo sobre bases para la acción. Varios países y regiones
ya están adoptando acciones: la Unión Europea, California y China se encuentran entre aquellos
con políticas más ambiciosas que reducirán las emisiones de GEI. La UN Framework Convention
on Climate Change y el Protocolo de Kyoto sientan una base para la cooperación internacional,
junto a otras compañías y enfoques. Pero aún se requiere una acción más ambiciosa alrededor
del mundo.
Elementos clave de los futuros marcos internacionales serían los siguientes:
•
Comercio de emisiones: expandir y vincular el número creciente de esquemas de comercio
de emisiones a lo largo del mundo es una manera poderosa de promover reducciones que
sean costo-efectivas de las emisiones y de que los países en desarrollo puedan participar.
Metas importantes en los países ricos podrían llevar flujos por decenas de miles de
millones cada año a fin de apoyar la transición hacia senderos de desarrollo con bajo
contenido de carbón.
•
Cooperación tecnológica: la cooperación formal e informal puede acelerar la efectividad de
las inversiones en innovación a lo largo del mundo. El sostenimiento de la I&D energética
debería duplicarse por lo menos, y el sostenimiento para el despliegue de nuevas
tecnologías de bajo carbón debería al menos quintuplicarse.
•
Acciones para reducir la deforestación: la pérdida de bosques y selvas naturales a lo largo
del mundo contribuye más a las emisiones globales de cada año que el sector transporte.
Reducir la deforestación es una forma que es altamente costo-efectiva para reducir las
emisiones; programas piloto a gran escala para explorar las mejores maneras de hacerlo
deberían estar disponibles muy rápidamente.
•
Adaptación: los países pobres son los más vulnerables al cambio climático. Es esencial
que el cambio climático esté plenamente integrado con la política de desarrollo, y que los
países ricos honren sus compromisos de incrementar su apoyo por medio de asistencia
técnica en el exterior. El financiamiento internacional también debería apoyar mejorar la
información regional sobre los impactos de cambio climático, y la investigación en nuevas
variedades de cosechas más resistentes a la humedad y las inundaciones.
13.2 Las dudas de Christopher Bliss
Bliss subraya que, si bien la Review de Stern admite incertidumbre con respecto al futuro, esta
incertidumbre está expresada mayormente como incertidumbre cuantitativa asociada al tamaño
del PBI. No se refiere, por cierto, a la incertidumbre cualitativa que surge de la alteración
tecnológica del patrón de vida. Lo cual recuerda lo expresado por Tom Schelling en su Discurso
Presidencial de 2002 a la American Economic Association: “Aunque tengamos estimaciones
confiables del cambio climático en distintas regiones del mundo, todavía existirá incertidumbre
sobre el tipo de mundo que tendremos dentro de 50, 70 o 100 años a partir de ahora. Imaginemos
XXV. Externalidades
784
que estuviéramos en 1900 y se proyectara el cambio climático asociado con un incremento de la
temperatura media de 3ºC en 1992. ¿Sobre qué tipo de mundo superpondríamos un cambio
potencial del clima vagamente descripto, o aún una descripción específica del clima en todas las
estaciones del año, incluso para nuestro único país? No habría manera de evaluar el impacto del
clima cambiante sobre los viajes aéreos, las comunicaciones electrónicas, la construcción de
rascacielos, o el valor de los bienes raíces de California. Muchos de nosotros trabajábamos al aire
libre; la esperanza de vida era de 47 años (ahora es de 75); grosso modo una quinta parte de
nosotros vivía en ciudades con más de 50,000 habitantes. Anticipando el automóvil podríamos
habernos preocupado acerca de si la mayor humedad y la temperatura más seca podría traer
aparejado más o menos barro, sin darnos cuenta que las rutas nacionales terminarían totalmente
pavimentadas. La evaluación de los efectos sobre la salud carecería de los antibióticos o la
inoculación. Y en contraste con la mayoría de las preocupaciones contemporáneas con la imagen
popular de veranos más cálidos por venir, pienso que habríamos estado más preocupados con los
inviernos más templados, las últimas escarchas de otoño y el
deshielo temprano en primavera.”
El punto científico de la Review que más llama la atención es el
elevado nivel de reabsorción de carbono que se plantea. Se
afirma que la estabilización de largo plazo de la concentración
atmosférica de carbón es posible, a pesar del crecimiento
económico mundial enorme y continuo. El documento involucra
varias proyecciones científicas, mezclando proyecciones de
largo plazo, a veces hasta fines de este siglo, o hasta el
siguiente, bajo la idea central de que se requiere una acción
extremadamente urgente.
Pese al estrellato académico de Stern, éste no es un estudio
académico, sino un documento intensamente político, que
propone y justifica un programa de control de emisiones a nivel
Thomas Schelling (1921- )
mundial. Se argumenta que los costos de no hacer nada son
Premio Nobel de Economía 2005
masivos, mientras que los costos de tratar el fenómeno son
modestos. La modelización económica está armada para
sostener este caso. El documento no contiene ningún análisis de sensibilidad.
Pasando a aspectos más técnicos, la Review está basada en un análisis costo-beneficio. Por
consiguiente maximiza una función de bienestar social, como la siguiente:
[1]
∑t ∑i U(cit)
donde t es el período de tiempo e i un índice de los individuos que viven en t. He fijado la tasa de
descuento de la utilidad en cero. Stern la fija igual a 0.001, igual a la probabilidad de extinción,
pero que es igual a cero por aproximación. El objetivo [1] no es necesariamente utilitarista en el
sentido de que U mide útiles gozados por distintas personas. Puede ser que U mida la valuación
relativa del Tesoro de Inglaterra de consumos de las distintas partes. Lo que interesa es que todas
las generaciones son tratadas en forma simétrica, y que la curvatura de U mide la aversión del
Tesoro de Inglaterra a la desigualdad, tanto dentro como entre generaciones. Este enfoque no es
el estándar, porque no hay una tercera sumatoria sobre los distintos estados del mundo
ponderados por sus probabilidades. Luego veremos la forma en que Stern trata a la incertidumbre.
A veces la Review utiliza un caso especial de [1], a saber
[2]
∑t ∑i log(cit)
XXV. Externalidades
785
Esta función de bienestar implica que el consumo adicional que es necesario proporcionar a Bill
Gates a fin de que éste tome $1 de consumo de un pobre agricultor Indio, es igual a la relación
entre el consumo de Gates y el consumo del agricultor. Lo cual representa una moderada
animadversión a la desigualdad. Asimismo, si todos los ingresos per capita crecieran al 2% por
año durante los próximos 50 años, los incrementos marginales de ingresos de los próximos 50
años serán valuados en una tercera parte del mismo cambio marginal en 2057. Lo cual implica
que la protección de ingresos en el futuro distante medio, pagada por las generaciones presentes,
debe resultar muy efectiva. Stern argumenta que esta prueba se cumple. La Review argumenta
que los cambios marginales como los anteriores no son materia de la economía del cambio
climático. Sin embargo, los experimentos mentales marginales sirven para docimar la plausibilidad
de una función objetivo.
Stern ha sido ampliamente criticado por elegir los supuestos más pesimistas de un menú de
posibilidades. Por ejemplo, su prognosis favorita es mucho más funesta que la de las Naciones
Unidas (IPCC). Una justificación posible de este procedimiento es que los peores resultados
tienen suficiente probabilidad asociada como para justificar calcular cualquier posibilidad de estos
resultados como verosímil. Bliss denomina a este enfoque el de la Compañía de Seguros que es
muy similar. La destrucción de una casa no asegurada por el fuego es un desastre tan grande que
uno está dispuesto a pagar un premio considerable para evitarlo, aunque la probabilidad de un
incendio sea minúscula. Stern argumenta a favor de un principio precautorio. Las probabilidades
son sólo adivinanzas. Bliss afirma: en caso de que el resultado desastroso sea más probable que
lo que parece, tratémoslo como si fuera prácticamente cierto.
Bliss comenta que, antes de la publicación de la Stern Review, su posición era de lo más
pesimista. El cambio climático es un problema real y amplio, y Bliss piensa que prácticamente
nada puede hacerse al respecto. El cambio climático es un enorme problema global del Dilema del
Prisionero, y la deserción conjunta parece resultar el único equilibrio posible. Cuando apareció la
Stern Review, Bliss se dijo a sí mismo: “Con seguridad Nick comprende el problema del Dilema
del Prisionero.” Y así es: la Review es muy consciente del dilema del Prisionero, pero su discusión
no es tan aguda como se podría esperar. Hay una referencia a cambiar el clima de pensamiento,
de modo que países y votantes resulten más conscientes de sus responsabilidades colectivas.
También se menciona a la teoría de los juegos repetidos, y hay una leve discusión de las
estrategias de castigo y de sus problemas.
Pero recurrir a la teoría de los juegos repetidos es problemático: El problema de calentamiento
global es diferente de la versión repetida del Dilema de los Prisioneros en, al menos, los
siguientes aspectos:
Si se piensa que cada ronda del juego es un año de políticas, luego cada año cambia el
juego. El stock de CO2 en la atmósfera se altera, y los proyectos de inversión de largo plazo (a
más de un año) están, en parte, terminados.
En realidad, el juego no es de información plena y conocimiento común. Los jugadores no
hacen una simple elección bimodal: (Cooperar, No cooperar). Pueden elegir un amplio rango de
acciones, no cooperando hasta el nivel deseado. Y pueden operar con disimulo y hacer trampas.
Los sistemas de castigo en este tipo de juegos son difíciles. El mismo castigo de no cooperar a
pequeña escala no resulta creíble. Luego los jugadores egoístas irán siempre en forma directa
hacia el nivel de provocación de la no cooperación.
El protocolo de control de emisiones de la UE careció al principio de efectividad porque los
gobiernos nacionales engañaban descaradamente.
Comercio de carbón La Stern Review está a favor del Comercio de Carbón como una manera
eficiente de reducir las emisiones a mínimo costo. Su implementación descansa en dos sistemas
simples, a saber:
XXV. Externalidades
786
A los emisores existentes se les asigna permisos de emisión, proporcionales, pero a un
nivel más reducido que sus emisiones existentes. Si los emisores existentes no pueden recortar
sus emisiones en la magnitud necesaria, deben comprar certificados en un mercado mundial de
derechos de emisión. Lo mismo sucede con cualquiera que desee instalar una nueva planta
emisora.
Todos los certificados que permiten un derecho de emitir GEI deben ser adquiridos de una
agencia internacional que subastará el número correcto de certificados para congelar las
emisiones mundiales al nivel apropiado.
El primer esquema premia a los antiguos emisores con relación a las nuevas empresas. El
segundo deposita ingentes sumas de dinero en manos de un organismo internacional. ¿Cómo
serán desembolsados estos fondos? ¿Servirán a los países pobres para pagar sus emisiones, o
serán empleados como ayuda al desarrollo?
Transferencia, burocracia y política El control de emisiones, en particular con respecto al comercio
de carbón, da lugar a la posibilidad de transferencias sustanciales a los países más pobres. La
Stern Review aboga por la asistencia a gran escala de los países ricos a los países pobres a fin
de permitir que éstos puedan adaptarse. Esto puede plantear situaciones políticas delicadas.
Imaginen a un político populista exclamando: “¿Por qué deberíamos permitir que los impuestos
pagados por mis pobres votantes sean usados por chinos que duermen en colchones de plumas,
dadas sus repetidas violaciones a los derechos humanos?”
Todo esquema de comercio de carbón necesita ser vigilado a fin de asegurar que una emisión
ilícita de CO2 no tenga lugar. Esto podría requerir una enorme burocracia internacional, que traerá
aparejadas posibilidades ilimitadas de discusión y de fricción. ¿Cuáles serán las últimas
penalidades?
La Stern Review menciona casos de cooperación internacional exitosa en el caso de la
proscripción de químicos que reducen el ozono. Pero éste es un caso relativamente sencillo.
¿Qué se puede decir del Tratado de no-Proliferación Nuclear, que ha sido minado por la falta de
conformidad desde sus inicios, y ahora se está disolviendo ante nosotros?
Otra amenaza: el proteccionismo En la Unión Europea se oyen voces que preguntan cómo es
posible que a las exportaciones de países emergentes se les permita el acceso a los mercados de
esa Unión, cuando la producción de sus exportaciones es más contaminante que la de los países
europeos que compiten con los mismos productos.
Costos de Estabilización del Carbón Hay dos aspectos de la Stern Review que parecen
notablemente optimistas:
La concentración de carbón puede ser estabilizada en tanto que continúa el crecimiento
económico, y las emisiones permanecen positivas (aunque a un nivel mucho más reducido). Ello
depende de la reabsorción natural. Se menciona a los bosques. Pero sólo el crecimiento neto de
los bosques implica absorción. ¿Cómo puede ser éste un proceso que continúe en el tiempo? Una
pregunta similar surge con relación a la absorción por los océanos del mundo.
Llama la atención que el costo de estabilización sea extremadamente bajo – 3% del PBI en
el extremo superior. La Review no justifica esta estimación. Menciona diversas tecnologías, habla
sobre la reducción de costos como resultado de la experiencia, y cita algunos estudios externos.
Costos y Beneficios El reciente rápido crecimiento económico en Brasil, China, India y otros
países ha permitido sacar a millones de personas de la pobreza. Lo que se ha venido
considerando no pone en riesgos estas ganancias. El crecimiento ha sido un medio efectivo de
XXV. Externalidades
787
reducción de la pobreza, allí donde, en general, la ayuda internacional no lo fue. La ayuda
transfiere dinero a los gobiernos, que son típicamente ineficientes y corruptos. La Review propone
un tipo diferente de ayuda internacional, que implica costos pagados en particular por los ricos
actuales en beneficio de la gente pobre futura. No se requieren transferencias monetarias directas.
Algunos problemas muy grandes no resultarán afectados por las acciones sobre el calentamiento
global. Aunque el control de las emisiones sea de particular importancia para el África subSahariana (SSA), ese control no ha de resolver las condiciones catastróficas de la región SSA. Y
si la subasta de permisos de emisión produjera grandes transferencias monetarias a SSA, ello
podría inhibir su crecimiento económico, porque las transferencias tienen el mismo efecto que la
abundancia de recursos.
Conclusiones La Stern Review es un documento impresionante. Si como opina Bliss es correcto
tratarlo como un documento político, se trata del documento político con más referencias
académicas que haya sido visto jamás. El informe descansa fuertemente en el principio del seguro
para justificar la urgencia de la acción. Sus conclusiones benignas con relación a costos y
beneficios dependen fuertemente de estimaciones sorprendentemente bajas de los costos
involucrados. ¿Puede suceder así? El argumento resulta que “saca las manos de encima” en
cuestiones de implementación. El recurso a la teoría de los Juegos Repetidos es poco fiable. Y no
es enfrentada la necesidad aparente de una enorme burocracia internacional.
14. Evidencia empírica adicional
La siguiente información está incluída en James Hansen, “Climate Tipping Points: The Threat to
the Planet”, Illinois, Feb. 2008.
14.1 Temperaturas anómalas superficiales (2007-2008) (ºC). Base 1951-1980
XXV. Externalidades
788
14.2 Temperatura media anómala superficial (ºC) (2001-2007). Base 1951-80. Media global 0.54
14.3 Pérdida de masa de Groenlandia
XXV. Externalidades
14.3 Áreas cubiertas por agua
789
XXV. Externalidades
14.4 100 ciudades más grandes del mundo
790
Descargar