INTERVENCION DE LA EMB. MARIA DEL LUJAN FLORES, EN SU CALIDAD DE MODERADORA DEL PANEL SOBRE LIBERTAD DE EXPRESION, DURANTE EL II ENCUENTRO DE PORTAVOCES DE GOBIERNO DE LOS ESTADOS MIEMBROS DE LA OEA. Montevideo, 15 de junio de 2007 1) El tema de los derechos humanos experimentó en la segunda mitad del siglo XX un claro proceso de universalización e internacionalización. En efecto, los derechos de la persona humana han dejado de ser una cuestión exclusivamente filosófica o doctrinaria para transformarse en una materia de interés político y jurídico de la comunidad internacional en su conjunto. Dejó de ser también un asunto perteneciente sólo a la jurisdicción interna o doméstica del Estado para ser alcanzado por el Derecho Internacional. El avance en este proceso fue acompañado por un progreso en el contenido y alcance de los derechos humanos. Ello se vio reflejado en el ámbito regional en la expansión de la agenda del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y en el desarrollo que se gestó en torno a derechos como el de la libertad de expresión. 2) Existe una relación indisoluble entre democracia y libertad de pensamiento y de expresión. Este es uno de los valores de la democracia. La Corte Europea de Derechos Humanos puso de relieve la trascendencia que debía prestarse a los principios de una sociedad democrática destacando a la libertad de expresión como uno de los fundamentos esenciales de tal sociedad, una de las condiciones primordiales para su progreso y el desarrollo de los hombres. Como bien lo señaló la Corte Interamericana de Derechos Humanos en su Opinión Consultiva 5/85 sobre la colegiación obligatoria de los periodistas hay una relación conceptual entre democracia y libertad de expresión. El concepto de orden público propio de una sociedad democrática implica que se garanticen estos derechos. La libertad de opinión, el debate libre y la disidencia son propios de la democracia. Para ser plenamente libre una sociedad debe estar bien informada. Al decir de la Corte, la libertad de expresión es la piedra angular de una sociedad democrática. La búsqueda de las mayores garantías para la libertad de expresión y para el acceso a la información lleva al fortalecimiento de la democracia ya que como bien señaló Norberto Bobbio “existen democracias mas sólidas o menos sólidas, mas vulnerables o menos vulnerables, hay diversos grados de aproximación al modelo ideal, pero 1 aún la mas alejada del modelo no puede ser de ninguna manera confundida con un Estado autoritario”. La democracia no se agota pues en un conjunto de reglas procesales, sino que incluye valores como el de la tolerancia, no violencia en la resolución de conflictos, la libertad en sus distintas manifestaciones. 3) El derecho a la libertad de pensamiento y expresión ha sido recogido en múltiples instrumentos jurídicos tanto de índole universal como regional. El se encuentra entre otros plasmado en la Declaración Universal de Derechos Humanos, en el Pacto de Derechos Civiles y Políticos. A nivel regional tanto la Convención Europea sobre Protección de los Derechos Humanos como la Carta Africana sobre los Derechos Humanos y de los Pueblos contienen disposiciones respecto a él. Por su parte la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre lo consagra en su artículo IV y la Convención Americana sobre Derechos Humanos en su artículo 13. 4) Ha sido en este ámbito interamericano que se ha dado un enorme avance en cuanto al alcance de la libertad de expresión. Se crearon órganos de supervisión cuasi judicial y judicial y se ha generado una jurisprudencia importante por parte de la Comisión y de la Corte sobre el tema. La tarea de estos órganos disminuyó la posibilidad de intervenciones políticas a la vez que fortaleció el estado de derecho. A través de la interpretación del artículo 13 de la Convención Americana ya citado se precisaron las características del alcance de la libertad de expresión en el sistema interamericano; la indivisibilidad entre expresión y comunicación; su aspecto dual en cuanto derecho de cada persona a difundir sus ideas pero también colectivo a recibir Información y expresión de pensamiento ajeno. Ambas dimensiones poseen igual importancia y deben ser garantizadas de manera simultánea. En cuanto al medio o forma empleado para difundir el pensamiento no hay condicionamientos, es posible utilizar cualquiera de ellos. De la misma disposición (art. 13) se desprende el análisis de la censura previa y su incompatibilidad –con la sola excepción de la protección moral de la infancia y adolescencia- con la libertad de expresión desarrollada a través de casos paradigmáticos como el de la Ultima Tentación de Cristo contra Chile y Olmedo Bustos y otros contra Chile que llevó incluso a una reforma constitucional y legislativa. 2 El ejercicio de la libertad de pensamiento y de expresión no admite censura previa sino responsabilidades ulteriores establecidas por la ley cuando son necesarias para asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los demás, al orden o moral públicas, etc. 5) Dentro de los recientes logros obtenidos en torno al tema es de señalar que en el año 2001 la CIDH aprobó la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión, instrumento fundamental para la defensa de este derecho. Asimismo la creación de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión en 1997 ha contribuido en gran medida a los debates relacionados con la protección y el respeto del derecho objeto de su mandato. En los comunicados de prensa e informes de la Relatoría se han realizado estudios y seguimiento de los episodios que configuran restricciones indirectas a la libertad de expresión (ej. asignación discriminatoria de la publicidad oficial). Pese a los avances registrados no es posible desconocer que continúan existiendo violaciones a la libertad de expresión en nuestro continente, de allí la importancia de debatir el tema y de buscar vías para promover progresos a futuro. Muchas gracias. 3