Onda armónica sonora Las ondas sonoras son ondas mecánicas longitudinales que pueden ser percibidas por el oído humano. Sus frecuencias están comprendidas entre 20 Hz y 20.000 Hz y determinan el tono. Las frecuencias más bajas corresponden a sonidos graves y las más altas a los agudos. Oscilaciones con frecuencia inferior a 20 Hz se denominan infrasónicas, y son especialmente importantes las que se generan en los movimientos sísmicos. Hace relativamente poco tiempo se descubrió que el elefante emite y capta este tipo de ondas para comunicarse, dando por fin explicación a ciertos comportamientos de este animal por los que algunos investigadores llegaron a sospechar que tenía facultades telepáticas. Las ondas mecánicas con frecuencia superior a 20.000 Hz se denominan ultrasónicas. Algunos animales, como el perro, tienen un intervalo de frecuencias audible que abarca los ultrasonidos. El murciélago los emite y los capta para formar imágenes, de manera que sus oídos funcionan exactamente igual que nuestros ojos, y lo mismo hace el sonar de un barco o un submarino. Las ecografías también se realizan utilizando las propiedades ondulatorias de los ultrasonidos para formar imágenes. Animación Propagación de una onda armónica sonora a través de un tubo. La densidad del gas se indica por distintos tonos de gris. Se dibujan además unas esferas para visualizar el movimiento del gas. Esas esferas podrían concebirse como moléculas, pero hay que tener en cuenta que el movimiento producido por el paso de la onda, que es el único que se representa, se superpone a la agitación térmica no mostrada. En la parte superior se muestra una gráfica de la densidad en función de la posición a lo largo del tubo. Una pulsación del botón izquierdo del ratón pone en marcha la animación. Ésta se detiene cuando termina o cuando se vuelve a pulsar el ratón. Con la animación detenida, una nueva pulsación la reinicia si está terminada o la continúa si está interrumpida.