SESIÓN CON EL DIABLO Nicolás Ghigliazza Madrid “ -¿Por quémotivo se encuentra usted aquí? “ me preguntó el psicoanalista al entrar a su despacho y encontrarse conmigo recostado en el diván-. Recuerdo haberle dicho que las sesiones con usted son los sábados. “Lo sé “me excusé “ -¡pero no podría soportar más días sin contarle lo que me ha pasado, -¡fue algo terrible! “Déjeme adivinar... -¿otro hombre que lo supo engañar y no cumplió con su trato? “ -¡Sí, pero esta vez fui más estúpido! “ dije con desesperación. “Bien, no pierda la calma y cuénteme lo que le ha pasado. Lo analizaré, pero únicamente porque se trata de usted, Lucifer. Sí, soy Satanás, Lucifer, Mefistófeles, o cómo quieran llamarme. Voy a un psicoanalista una vez a la semana, es uno de los mejores. Con él tengo un trato: me analiza y yo hago realidad sus deseos. Ningún demonio sabe que recurro a él, ya que se reirían de mí, pero (aunque no parezca) en mi trabajo tengo que pasar por muchas experiencias traumáticas, como la que le iba a contar al psicoanalista en ese momento. “Como sabe, no únicamente me transporto a esta tierra para visitarlo, sino que lo hago también para ir al cine. Para eso necesito tomar forma humana y actuar como uno. Nunca tuve ningún problema, entraba al cine, pagaba la entrada, veía la película, buscaba un lugar en donde ningún humano me pudiera ver, y me transportaba nuevamente al inframundo. Pero anteayer sucedió algo que modificó mi rutina. “Continúe “dijo sutilmente el psicoanalista. “Me había enterado que estaban proyectando una película donde yo era uno de los personajes principales, así que fui rápidamente a verla. Paguéla entrada y entréa la sala normalmente. Pero, luego de unos minutos del comienzo de la película, entró un hombre a la sala y se sentó al lado mío. En ese momento comenzaron mis problemas; me pidió que le cuente lo que había pasado en la película antes de su llegada, luego comenzó a hacerme preguntas sobre el pacto con el diablo que se había efectuado en ella. Mientras hablábamos lo veía muy dispuesto a hacer un pacto conmigo y a cumplirlo. “Prosiga “insistió nuevamente el psicoanalista. “Era conciente de que no estaba en mi horario de trabajo, pero no pude resistirme a intentar realizar un pacto con él. Entonces le propuse irnos fuera de la sala, y él aceptó. Parecía que le había resultado muy interesante nuestra conversación y quería seguir hablando fuera; lo hicimos. Cuando entramos más en confianza, le di a entender que yo era el diablo, y extraje de mi bolso un contrato que siempre llevo conmigo. Luego le propuse el trato: le daría fortuna a cambio de su alma. El dijo que aceptaría, pero que primero quería ver el final de esa estúpida película; yo accedí e ingresamos a la sala nuevamente. Hice una pausa para tragar saliva y continué. “Luego del patético final de la película, observéque mi compañero estaba reflexionando con la mirada perdida sobre el trato que le había propuesto. Entonces, por temor a que se escape, utilicémis poderes para dormirlo. Mi plan era llevarlo fuera del cine, a un lugar en donde nadie nos pudiera ver, transportarnos al inframundo, y resolver sus dudas sobre el trato allí una vez que despierte. “ -¿Quépasó entonces? “preguntó el psicoanalista, interesado por el relato. Al dormirlo, lo llevéen mis hombros sin llamar la atención de nadie. Pero al salir del cine, una serie de sonidos me estremecieron. Se me relajaron los músculos y dejécaer a mi compañero. Pronto me di cuenta que esos sonidos provenían de una obra en construcción: eran sonidos de martillos chocando contra clavos. “ -¿Eso es lo que le causó tanto miedo? “ preguntó el psicoanalista extrañado. “ -¡Sí! -¡Sonaba igual que un martillo chocando contra un yunque! -¡Se me vinieron recuerdos a la cabeza de Miseria, el herrero, golpeándome con un martillo mientras yo estaba indefenso, en una bolsita sobre un yunque! “ -¡Eso lo ha traumado, y relaciona ese sonido con ese hecho del pasado! “exclamó el psicoanalista. “Lo peor de todo es que al caer, mi compañero se despertó de su profundo sueño y se levantó. Al verlo le sujetéel hombro, pero se resistió y se mezcló en la multitud. “ -¿No pudo detenerlo? “ -¡No! Los sonidos se hacían más fuertes y constantes...mis poderes quedaron anulados. Me estaba transformando físicamente, tuve que huir de la multitud que salía del cine y volver al inframundo. “ -¿Nunca supo lo que pasó con ese hombre? “ -¡Sí! no iba a dejar las cosas así. Al día siguiente averiguédonde vivía y fui a vengarme por el momento que me hizo pasar. Pero al llegar al umbral de la casa me encontrécon una cruz trazada con ceniza y no pude entrar. Me quedéen la puerta de su casa, escondido, para atraparlo cuando salga. Pero parece que quedó muy asustado y nunca saldrá. “He tomado nota mientras me contaba lo que le pasó. Usted sufre de una adicción al trabajo, por eso es que no se pudo resistir a hacerle firmar el contrato a un hombre durante su tiempo libre. Le recomiendo dejar su trabajo y retirarse, así no se volverá loco. “ -¿Está sugiriendo que me estoy volviendo loco? “pregunté, mientras me levantaba del diván. “ -¡No! -¡Nunca diría eso! Exclamó el psicoanalista. “Pero lo dijiste “insistí, acercándome al doctor. “Me referí a que tiene que dejar su trabajo... “ -¡Nunca lo voy a dejar, nadie me podría reemplazar, si lo dejo los demonios no me tendrían más respeto, soy único!- dije, en un ataque de ira. “Pero...-¡-¡-¡-¡-¡AHHH!!!!!... “Ya me iba. Adiós “le dije a la secretaria del psicoanalista, ya transformado en mi forma humana. Y me marché, dejando atrás el asiento del psicoanalista, donde solo quedaban cenizas...