LA TEORÍA DEL APRENDIZAJE EN LA ENSEÑANZA DE LAS MATEMÁTICAS. Profesora Manuela Vásquez C El aprendizaje de la matemática ha sido estudiado por varios psicólogos reconocidos, uno de los más connotados es el Suizo Jean Piaget. “Él visualiza el aprendizaje como un proceso de evolución, asociado a la madurez. Los niños pequeños aprenden por la interacción con objetos concretos. De manera similar, Bruner, psicólogo norteamericano, describe el aprendizaje, iniciándose con la manipulación de objetos físicos, continuando con un estado gráfico antes de alcanzar el estado analítico abstracto. Ambos están de acuerdo en que el aprendizaje principia con lo concreto y que el proceso hacia lo abstracto depende del nivel de madurez y comprensión de los niños” . Las investigaciones de Piaget, abarcan distintas áreas del conocimiento, pero se podría decir, a grandes rasgos, que todas ellas versan sobre cómo son, cómo piensan y cómo aprenden los niños. Piaget dividió el desarrollo intelectual de los niños en cuatro etapas o estadios: la etapa senso-motriz (desde que nacen hasta los dos años), la preoperacional (aproximadamente de los dos a los siete años), la de operaciones concretas (aproximadamente de los siete a los once años) y, por último, la de operaciones abstractas o formales (aproximadamente de los once años en adelante). Por estar mis alumnos en el Primer Ciclo Básico en la segunda etapa y porque no es mi objetivo hacer una revisión exhaustiva de las investigaciones de Piaget, me detendré en la que en estos momentos me interesa: la de operaciones concretas y la de operaciones formales, y lo haré, además, desde la perspectiva de la construcción del conocimiento matemático. El período de operaciones concretas se caracteriza por el pensamiento lógico; a partir de conceptos concretos, los niños son capaces de deducir, de llegar a conclusiones, de generalizar los conceptos y de crear secuencias, series y sistemas de ordenación. Es ésta la etapa en la que el niño es capaz de iniciarse en conceptos matemáticos, de reconocer el significado de los símbolos numéricos como cantidades y representaciones ordinales y de ir construyendo, poco a poco, el complejo significado del concepto de número; es, pues, en este momento cuando el niño puede darse cuenta de qué tipo de atributos son los que se necesitan para definir un determinado concepto. “La comprensión de gran parte de los conceptos matemáticos, por no decir todos, está relacionada con el entendimiento de las ideas básicas de la lógica; por ello, todos los conceptos y procedimientos lógicos que los niños aprenderán durante la educación básica debieran ir precedidos por juegos y actividades que les permitan aprehenderlos a través del razonamiento y no de la memorización.” El valor de los materiales pedagógicos radica en que su utilización posibilita un acercamiento con los conocimientos de carácter abstracto y facilita en los alumnos la exteriorización de su pensamiento, el que puede ser observado por el profesor, durante su manipulación Del mismo modo, en matemáticas, la idea de orden es fundamental, pues aparece prácticamente en todos los conceptos y técnicas que se utilizan. Para los niños que están en la etapa de operaciones concretas es, junto con el de clasificación, esencial para comprender el concepto de número, así como para dominar las técnicas de conteo y conseguir una buena ejecución de las operaciones aritméticas. También es en este periodo cuando los niños aprenden a reconocer propiedades de las figuras, identificar las pequeñas como parte de otras más grandes, desarrollar la habilidad de describir verbalmente las propiedades de un cierto patrón, dibujar una cierta forma o figura a partir de información obtenida verbalmente y, en general, clasificar y ordenar. Para lograr esto es esencial que el maestro trabaje con actividades que permitan establecer relaciones mucho más profundas que las que habitualmente se manejan. El periodo de operaciones abstractas o formales se caracteriza porque los niños o los jóvenes pueden pensar y razonar a partir de sus propios pensamientos, pueden, por tanto, realizar razonamientos abstractos, llegar a conclusiones teóricas y no necesitan utilizar siempre conceptos concretos para razonar. En esta etapa, los niños ya tienen la capacidad de entender que los distintos conceptos y técnicas matemáticas que han aprendido están relacionados entre sí. Las matemáticas adquieren una estructura interna coherente que facilita al alumno trabajar con ellas, además de relacionarse de manera clara con otras disciplinas. Siempre se ha hecho énfasis en que aprender matemáticas es fundamental, pues con ellas se adquiere una herramienta muy útil para la vida cotidiana. Sin embargo, en este nivel es importante enfatizar también que aprender matemáticas es, y debe ser, un fin en sí mismo, porque contribuye de manera directa al desarrollo del pensamiento lógico. El proceso de enseñanza-aprendizaje de las matemáticas debe construirse a través de una gran diversidad de experiencias; si éstas se diseñan y estructuran de modo que ofrezcan al alumno la posibilidad de formar los conceptos adecuados y desarrollar las habilidades necesarias para aprender y disfrutar las matemáticas, este proceso se verá enriquecido. Estas ideas acerca del aprendizaje, nos ha llevado a que nosotros optemos por usar la siguiente secuencia de aprendizaje en la enseñanza de conceptos matemáticos: 1. Usar objetos que den una representación física del concepto (si es posible, hacer que los estudiantes manipulen los objetos). Aprendemos mejor aquellas cosas que hacemos, que tocamos, que movemos, que vemos o que oímos. Estas son experiencias que un libro no puede proporcionar. Necesitamos hacer esto con nuestros alumnos para introducir los conceptos que se exponen en el libro de texto. 2. Usar dibujos hechos en clase o bien gráficas que representen el concepto a ser enseñado. Esta parte es en la cual el pizarrón o rincón de matemáticas son los instrumentos más útiles. Por supuesto se pueden utilizar fotografías o dibujos del libro de texto, pero algunas veces esas gráficas son confusas para nuestros niños y niñas del sector rural. Construir paso a paso una gráfica o un dibujo en el pizarrón suele ser mejor que usar las que se encuentren en el libro de texto. 3. Como paso siguiente, si es posible, hay que relacionar el concepto a un modelo matemático, tal como la recta numérica o a una gráfica que encaje en el contexto del concepto. Una parte crucial del proceso de aprendizaje es la transferencia de representaciones físicas a símbolos abstractos. La clave de esta transferencia es el entendimiento del concepto implicado (sea este una operación, una relación o un algoritmo). 4. Después de que los alumnos entiendan el concepto, podremos usar símbolos para representar variables, operaciones y relaciones. Estos símbolos tendrán un gran significado si previamente los estudiantes conocieron, manejaron y contestaron ejercicios oralmente, antes de escribirlos o de identificarlos de manera impresa en el libro de texto. Una vez más, es crucial que los alumnos entiendan la operación o algoritmo representados por los símbolos. Solo en este momento, los alumnos estarán listos para practicar o aplicar el concepto, operación o relacionar. Es esta práctica la que ayuda a memorizar y a aplicar el concepto, más bien, que la comprensión; es ésta la ocasión de usar una variedad de actividades prácticas, tales como: Juegos, acertijos y problemas. Después de que los alumnos han dominado el concepto, memorizado ciertos hechos y manipulado operaciones correctamente, es tiempo de generalizar las propiedades o de probar teoremas. El pensamiento abstracto, el pensamiento lógico, la transferencia a nuevas situaciones, el usar el concepto para descubrir uno nuevo, son el máximo nivel alcanzable del proceso de aprendizaje. Esta secuencia nos parece aplicable en los Niveles de estudio que son motivo de reflexión en este primer año (NB1 y NB2) aunque podría suceder también que los estudiantes no necesiten mucho de la representación concreta o de la representación visual, debido a su nivel de madurez. Aún cuando el entendimiento es tan importante para todos los temas a cualquier nivel, parece que lo mejor que nosotros podemos hacer, es enseñar cada concepto matemático simple y lentamente ya que muy a menudo los textos matemáticos van demasiado a prisa, son demasiado abstractos e incluyen mucho material. Es raro el texto que incluye actividades con objetos concretos. Muy a menudo también, los ejercicios de los libros entregados por el Ministerio de Educación parecen no-tener significado para nuestros estudiantes en su contexto y quehacer diario. El alumno los hace, en el mejor de los casos, sólo para cumplir la tarea que se le encomienda pero no se produce en ellos un aprendizaje significativo. Asimismo creeo que la práctica es más útil cuando el estudiante necesita resultados para algo que a él le guste hacer. Es por eso que le damos una especial importancia a los juegos, o aplicaciones a problemas de la vida diaria, los que muchas veces son preferibles a los ejercicios que presenta el libro de texto. En un juego los alumnos quieren ser precisos y rápidos a fin de ganar, en un juego, las respuestas incorrectas se pueden utilizar para corregir errores y reforzar estrategias para obtener respuestas correctas. Cuando nuestros niños y niñas entienden un concepto, ellos lo recordarán durante más tiempo y lo utilizarán para aprender nuevos conceptos. Cuando los estudiantes le tomen gusto a la práctica, ellos gozarán el aprendizaje de la matemática y, por supuesto, nosotros gozaremos más aún de enseñarla. Si al maestro le gusta enseñar, al alumno le gusta aprender y viceversa. BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Dr. Donovan A. Jonson (Fuente: Revista Erátseni # 6)Boletín tecnológico 231 Articulo Revista Red Escolar N°6 o Galvez, Grecia y otros; “Para saber y contar”. Programa de las 900 escuelas. Ministerio de Educación. Chile Guerrero, Guido; artículo Educarchile Kasuki, Kamii Constance; El niño reinventa la aritmética. Editorial Visor. Madrid Kamii, Constance; Reinventando la aritmética III. Editoria Ministerio de Educación de Chile. Unidad de Currículo y Evaluación. “Material de Apoyo para la implementación de los programas de estudio de NB1