LOS EXPERIMENTOS DE HAWTHORNE Entre 1927 y 1932 los experimentos efectuados en la Western Electrical Company de Chicago en la planta de Hawthorne, al estudiar los grupos informales, trataron de demostrar la relación existente entre el ambiente físico del lugar de trabajo (nivel de temperatura, iluminación, etc.) y la productividad de los obreros. Sorprendidos al comprobar que una mejor iluminación no producía mejoras considerables en la producción, los investigadores aislaron a un grupo de obreros en una sala de pruebas, para observarles más de cerca. Se realizaron informes diarios de todos los acontecimientos, conversaciones, discusiones, etc. Ninguno de los factores examinados tenía relación directa con los niveles de productividad. No obstante, comprobaron que la producción se incrementó considerablemente y se mantuvo estable, pese a las alteraciones del ambiente físico que dificultaba el trabajo. Esta situación, no cabe duda, había alterado por completo la situación social de los trabajadores implicados en el estudio, al aislarlos como grupo del resto de la planta. Se comprobó entonces que el trabajo en la planta era rutinario, repetitivo, monótono y no ofrecía la posibilidad del contacto personal entre los obreros. En la sala experimental, en cambio, se había desarrollado un grupo que posibilitó un trabajo coordinado, basado en la cohesión, y fue posible conseguir una elevada autoestima y ser centro de atracción entre los demás trabajadores. El alto nivel de producción lo mantenían las presiones informales del grupo, pues los obreros habían comprobado que su situación era favorable en todos los aspectos y que solo se mantendría si mantenían alta la productividad. La conclusión a que llegaron estas investigaciones fue, que el grupo de trabajo informal ofrecía al trabajador las siguientes ventajas: - Evitarle la monotonía, el aburrimiento y la fatiga en el trabajo. - Oportunidad para sus relaciones sociales. - Posibilidad de alcanzar de forma independiente, tareas de trabajo mejores y mayor remuneración. La tendencia de los empleados a formar grupos sociales, se caracteriza por lo siguiente: - El desarrollo de un sistema de posición dentro del grupo informal mantiene los patrones de conducta del grupo. - El grupo trata de mantener los rangos de los individuos (poder mandar) por su conducta habitual entre sí. - El líder del grupo normalmente espera contar con el apoyo de los demás, si es que entra en conflicto con un miembro de rango inferior en el grupo. - Se desarrolla un sistema de creencia que tiende ver a la empresa de forma negativa. - Los objetivos del grupo entraran en conflicto con los de la empresa y las decisiones de los gestores se verán siempre con dudas y sospechas. - Un esquema de incentivos propuestos por la Dirección para mejorar la eficacia y la productividad, será juzgada por la mano de obra como un intento de explotación y manipulación por la empresa. LA COMPARACIÓN ENTRE GRUPOS FORMALES E INFORMALES En primer lugar deberemos definir lo que significa “grupo” para poder establecer lo que tienen en común los grupos formales e informales. Dos medidas claras son tamaño y permanencia. Un grupo de personas en la parada del autobús puede ser lo bastante grande como para llamarle “grupo”, pero no son lo bastante permanentes para nuestra definición a menos que se reúnan con regularidad y desarrollen un patrón de interacción social. Un grupo de trabajadores que toman el autobús cada mañana para ir a trabajar puede entrar en esta última categoría. Un grupo puede distinguirse además por la finalidad para la que se estableció: un grupo de trabajo en vez de un grupo de amigos, por ejemplo. - Un grupo formal se puede caracterizar por normas impersonales e impuestas a sus miembros. Tiene formas fijas de comunicación, y sus miembros por norma, tienen poca influencia en su implantación. Esto puede ocasionar discrepancias en las relaciones y ésta es una de las razones fundamentales por la que los seres humanos tienen la necesidad de desarrollar el grupo informal, dentro de la estructura formal del grupo. - Los grupos informales se pueden caracterizar por un tipo personal de interacción con métodos flexibles de comunicación. Los miembros del grupo, por lo general, apoyan a otras personas y esto refuerza el valor del grupo para cada uno de sus miembros. Es posible que nos identifiquemos sin que nos conozcan, que pertenecemos a un determinado grupo informal, y que sus miembros reales nos sirven como “referencia” para nuestra propia conducta. EL DIRIGENTE Y EL GRUPO La experiencia viene a demostrar que los dirigentes industriales que toman las decisiones sobre los niveles de producción o la adopción de nuevos métodos de trabajo se aferren a sus decisiones, en tanto que otras decisiones impuestas por otros grupos hallan resistencia, quejas, cambios continuos de la mano de obra y baja productividad. Las decisiones bien negociadas entre la empresa y los sindicatos a veces se reciben con hostilidad y resistencia por parte de los trabajadores que ven en estos agentes sociales como algo distantes, que no se interesan e identifican con sus problemas. Esto ilustra los problemas con que a menudo se enfrentan los representantes sindicales, de distinto signo o anagrama. La relación de los líderes sindicales con los trabajadores es muy importante por su repercusión en la sociedad. En gran medida estos líderes representan a los grupos de trabajadores en otras instituciones de la sociedad y a veces se reúnen con otros líderes sindicales para intercambios y toma de postura comunes ante problemas similares. Estos líderes representan a los obreros a nivel local, regional o estatal (comités nacionales). Representan a sus compañeros de trabajo y les informan de las decisiones que toman a todos los niveles. A veces las demandas o exigencias de los trabajadores pueden verse no satisfechas con las gestiones de sus representantes y los dirigentes sindicales pueden perder el apoyo de aquellos. RESUMEN 1) Los grupos formales, como los comités de empresa, son muy necesarios en las sociedades democráticas porque toman acciones positivas, fijando objetivos y procedimientos que puedan ser necesarios para el conjunto de la organización. 2) Es importante que los gestores empresariales tengan en cuenta el potencial de estos grupos dentro de sus organizaciones. “Radio Pasillo” como se denomina a veces, es un canal de comunicación tan importante como las estructuras formales montadas por la empresa. Este canal existe en todos los niveles de la organización, desde los niveles ejecutivos hasta el personal de apoyo. 3) Muchas veces los ejecutivos que comparten mesa y mantel, se consuelan mutuamente y expresan sus inseguridades y temores o tienen un enfoque más positivo y pueden planificar acciones tendentes a mejorar la gestión. 4) La aceptación de un cambio puede depender a veces de cómo manejamos la comunicación del grupo informal, derivadas de las estructuras de comunicación impuestas por la organización. Es muy importante permitir a las personas que puedan discutir sus ansiedades en relación con sus problemas en presencia de la dirección y de sus compañeros de trabajo. Esta discusión permite a los miembros del grupo informal detectar si las ideas sobre el cambio son las adecuadas. 5) Las investigaciones en este campo demuestran que existen dos factores que sirven para conseguir el resultado deseado: a) Una nueva norma se desarrolla con la participación y discusión de ambas partes. b) Después de tomar decisiones iniciales compartidas, ayudan a consolidar acciones futuras que puedan plantearse.