Las grandes superficies y el comercio electrónico... ¿Hay tiempo todavía? Julián de Cabo Moreno Director General del Consorcio para el desarrollo Tecnológico de las Pymes (Hewlett-Packard, Instituto de Empresa, Microsoft, Telefónica y Telefónica Móviles) Vicepresidente de la Asociación Española de Comercio Electrónico Profesor de Sistemas de Información en el Instituto de Empresa Introducción: algunas ventajas del Comercio Electrónico. Hace unos días recibí por correo electrónico un listado que, en clave de humor, definía diferentes profesiones. Recuerdo especialmente la calificación de “Físico Cuántico” cómo “persona ciega que busca en un cuarto oscuro a un gato negro que no está allí”. Y hoy, aunque no toca hablar de Física Cuántica sino de comercio electrónico en grandes superficies, parece como si la definición no fuera demasiado injusta para algunos de sus estrategas. Para concluir que esta afirmación, aun en absoluta clave de humor, no es del todo injusta, vamos a examinar unos pocos puntos de partida obvios, de entre los muchos posibles, y sobre los que ni siquiera nos detendremos demasiado porque para tenerlos claros basta con leer la prensa diaria. Algunos de ellos son: 1.- Que Internet es la tecnología de más rápido crecimiento en la historia de la humanidad. Concretamente, la consultora Booz Allen Hamilton estima que tardó 5 años en alcanzar 10 millones de usuarios frente a los 38 del teléfono. En España hemos pasado en sólo tres años del 0,7% de penetración al 7,1% (de 500.000 a más de 3.000.000), y la frecuencia de uso también se ha incrementado. Años en alcanzar 10 millones de usuarios 50 40 38 30 25 22 20 9 10 9 7 5 0 Teléfono Cable Fax T. Mov. Video PC WWW Fuente: Booz Allen & Hamilton 2.- Que el usuario de Internet es de un perfil todavía muy concreto (se difuminará a medida que crezca el número de usuarios), y con potencial de consumo muy alto. En España, por ejemplo, la distribución por clases sociales es muy significativa como muestran los sucesivos estudios del EGM. Más o menos, según éste estudio, el usuario español es un varón de unos 35 años, vive en Madrid o Barcelona, tiene una buena formación y permanece a la clase medio alta o alta. Usuarios españoles según clase social 50% 39,8% 40% 35,0% 28,1% 30% 31,0% 20% 10% 27,0% 27,5% 32,2% 25,7% 14,9% 12,6% 8,5% 9,1% 7,0% 1,4% 1,1% 0% ALTA MEDIA ALTA MEDIA MEDIA MEDIA BAJA Población Acceso Último mes BAJA Fuente: EGM 3.- Que Internet no tiene horarios ni distancias. Este dato, según la batalla dada en el “mundo físico” por la gran superficie, deberemos considerarlo especialmente atractivo para ella. 4.- Y un dato coyuntural, por dar un toque de actualidad: en USA, las ventas de Acción de Gracias han crecido en un 800% con relación al año anterior, y hay empresas que están teniendo problemas graves para atender la demanda navideña. Lo mencionaba a finales de Noviembre el respetable Financial Times, medio por demás poco sospechoso de entusiasmos injustificados. Ahora, unamos tres de estos datos para verlo en conjunto. Podremos afirmar que: “existe un mercado que agrupa al 20% de las personas que disponen del 80% de la renta, donde no hay horarios, que es accesible desde cualquier lugar, y cuyas cifras de crecimiento son espectaculares”. La conclusión, para un buen comerciante, no sería muy diferente a “Quiero estar ahí”. Y sin embargo, la realidad en España es que sólo tres experiencias de comercio electrónico están en marcha desde las grandes superficies (Alcampo, Continente y El Corte Inglés), las tres desde hace tiempo, y con un limitadísimo éxito. ¿Por qué?. ¿Qué factores inhiben a la gran superficie? Debo confesar a mis amables lectores que, incapaz de encontrar alguna razón concluyente para justificar la actitud de las grandes superficies españolas, decidí aprovechar mis clases en el Instituto de Empresa para contrastar mi opinión con la de mis alumnos. Llevo año y medio repitiendo la pregunta, y las respuestas que obtengo no difieren mucho de las siguientes: 1. Internet imposibilita la compra impulso, que es un porcentaje importante de las ventas en gran superficie. No sólo es un error, sino que, bien gestionada, una “tienda Internet” configura “sus lineales” conociendo en tiempo real el historial completo del cliente, sus compras pasadas, aficiones y gustos. Gracias a esto, no hay una tienda igual para dos clientes distintos, sino una tienda para cada cliente. Yendo un poco más allá, y con el uso del software adecuado, la tienda virtual predice futuros comportamientos de compra con base en microsegmentaciones impensables en otros medios. El resultado está en que quien escribe estas líneas pocas veces sale del Corte Inglés (el de Princesa, en concreto) con un solo Compact Disc... y menos veces aun de Amazon.co.uk con menos de cuatro o cinco libros. 2. Problemas logísticos Efectivamente, si el éxito de la experiencia Internet es grande, la logística puede ser un problema. Pero hay que considerar también que, excepto salidas impetuosas con campañas bien planificadas y estrategias agresivas, las ventas no suelen producirse de golpe sino gradualmente. Por otro lado, hay posibilidades claras de outsourcing y, finalmente, algunas de las grandes superficies hace tiempo que venden por teléfono o televisión sin aparentes problemas. Luego, tampoco parece una razón lógica para no estar apostando por el medio. 3. Problemas de compatibilidad de canal Curiosamente, a veces se alega este tema por parte de mis alumnos. Y, siendo cierto que aquí están muchas de las claves de la compatibilidad del negocio electrónico con el físico, es un tema más próximo al fabricante que a la distribución. Y, mientras tanto, ¿qué pasa allá afuera? Pues que mientras otros andan confundidos, hay nuevos jugadores con estrategias excelentes. Por ejemplo, Amazon, sobre la que comentaremos algunas cosas clave: 1.- En negocio de Amazon NO es la venta de libros, sino que podríamos enfocarlo desde dos puntos de vista complementarios (intentar encajar “conceptos” nuevos en nombres antiguos es complicado): Amazon vende información. En este sentido, el mix de producto que han seguido –y no es casual- comprende inicialmente aquellos que son digitalizables, y sobre los que pende un seguro cambio de tecnología. A diferencia de lo que ha ocurrido en épocas pasadas, este industria ya no trata de cambiar los patrones de comportamiento de los potenciales clientes, sino de adaptarse a ellos, agregando valor para el usuario. El ejemplo es el libro electrónico, que NO será una pantalla, sino un libro “recargable”. Esto tiene alguna “pequeña” implicación para la economía “clásica”, como es el hecho de que uno de sus pilares (la escasez de producto que determina mecanismos de fijación de precio), NO aplica. Los productos más valiosos en el futuro (la información) se pueden replicar a un coste adicional por unidad muy próximo a cero. Por otro lado –crueldad adicional- como dijo alguien, “si hay algo más valioso que el dinero, ése algo es la información sobre el dinero”. Amazon es, fundamentalmente, marca y confianza (¿tan diferente a lo construido por El Corte Inglés a lo largo de los años?). Como sabemos todos, cada nuevo cambio de tecnología es una oportunidad para que surjan al mercado “jugadores” que aprovechan esas ventajas para competir. Visto en gráfico: ... y atención especialmente a la última frase de la imagen de arriba: Internet es GLOBAL, en el sentido más rotundo que podamos darle a la palabra. 2.- La base de casi todos los negocios que están surgiendo es la correcta explotación (consciente o incoscientemente) de la Virtual Value Chain, producto del genio de John Sviokla. Muy simplificado, el modelo es éste: La explicación sucinta podría ser la siguiente: Hay al menos cinco actividades relacionadas con la gestión de información que cruzan la cadena de valor tradicional, y pueden ser usadas para generar valor digital (están arriba). Puedes generar tanto valor como nuevos productos utilizando cada una de estas actividades en cada “punto de corte” con las “tradicionales”. Así se crea una matriz de posibilidades de generación de valor o nuevos productos. En definitiva, muchos de los negocios que están surgiendo, lo que hacen no es mas que detectar una imperfección en el mercado y aprovecharse de ella utilizando tecnología. Aunque la tecnología en sí es por un lado crítica, y por otro lado anecdótica. Es crítica porque sin un correcto funcionamiento no hay nada que hacer, y es anecdótica porque la base del éxito de Amazon es, en palabras de su fundador, “la total experiencia del cliente”. 3.- La gestión de la información que hace Amazon es TOTAL. Capta tanto información “implícita” (país de procedencia, horarios, etc.) como “expresa” (páginas visitadas, productos comprados, etc.). El colmo de los colmos está en que “vende” como valor propio a otros clientes la opinión que clientes anteriores le han dejado. Ojo: más clave que la información que doy es la información que tomo, y el proceso que efectúo sobre ella. 4.- Tema VITAL, el “branding”, que es la única garantía de “extender marca” al resto de nuestra actividad, generar la confianza que me permitirá estar con éxito en otros mercados más clásicos, etc. 5.- Última clave: la relación con el cliente. Quien la tiene, gana. Por eso el resto (BOL, Barnes, etc, está sufriendo)... y en mi opinión, sólo aprovechando las ventajas de otro “salto de concepto” pueden ganar algo. La cuestión final es: dado que Internet es un solo mercado, ¿habrá nacido ya la gran superficie del futuro?. JuliandeCabo@ie.edu