Lo que hay que saber del sector lechero

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Lo que hay que saber del sector lechero
En la Argentina sobra leche. Hay un exceso de oferta. En el año 2005 "sobraron" (a semejanza de años
anteriores y como estaba previsto) 2.230 millones de litros. En el 2006 vamos en camino de superarlos.
El único destino posible para esa leche que sobra (aproximadamente el 25 por
ciento de la producción), que el consumo interno rechaza, es exportarla. Los
precios en los mercados, tanto interno como externo, aparecen equilibrados.
Hay que restablecer una efectiva competencia al momento de vender/comprar los
excedentes de leche cruda. Hacer lo imposible para que el “mercado” funcione
adecuadamente. En caso contrario, se deprime el precio de “toda la leche”
poniendo en riesgo la continuidad de la oferta.
El mercado es la única “institución” disponible hoy para establecer precios.
Entorpecer su dinámica, desviar su cometido, establecer acuerdos espurios, es abrir
las puertas al abuso y la corrupción.
Hay capacidad ociosa en el sector industrial. La producción primaria aumenta al
ritmo del 10 por ciento en el 2006.
Valor agregado
La lechería ha demostrado ser un formidable instrumento para exportar productos
con valor agregado (industria transformadora), para generar empleos (alto número
de empleos dentro de las producciones agropecuarias extensivas), para el
desarrollo regional (radicación de industrias en el interior del país, un freno a la
multiplicación de “villas” en la periferia de las grandes ciudades), para distribuir
ingresos (a través de la figura del tambero asociado y la economía familiar), para
incorporar tecnología y desarrollar nuevos productos.
Precios relativos
El poder adquisitivo del tipo de cambio actual (para el pago de insumos) resulta
inferior al de 2001.
La variación de precios de los productos lácteos no se debe a una falta de oferta, a
un incremento de la demanda o a la falta de competencia, sino a la variación de los
costos de producción. Por lo tanto, todo ajuste/congelamiento de precios traerá
como consecuencia una menor oferta (con aumentos de precios).
El precio del litro de leche exportado como leche en polvo es menos de una cuarta
parte de lo que paga un consumidor el litro de leche, por ejemplo, en Inglaterra.
El mercado internacional de lácteos, por su volatilidad, no permite que se cometan
errores (dicho de otra forma, los errores se pagan muy caros). La producción de
leche recién este año tendrá los valores del ‘99 (siete años después).
Hay posibilidades de otorgar más competitividad a los productos lácteos vendidos
en el mercado interno, frente a los exportables, racionalizando impuestos al
consumo. No sólo es excesiva la carga impositiva sobre productos de primera
necesidad, sino que es inmoral de cara a la situación de pobreza e indigencia actual
(como resultado de años de desaciertos).
El camino a transitar se llama “productividad y competencia” en un marco de
“reglas estables”.
autores
Ocampo, Manuel
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