PERFIL DE UN DIRECTIVO SISTÉMICO

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PERFIL DE UN DIRECTIVO SISTÉMICO
1.
QUÉ HACE:
1.1. Trabaja con visiones y sobre visiones
Esto significa en primer lugar que conoce a fondo la naturaleza de !as
visiones y su papel esencial en la ordenación del comportamiento.
En lo que concierne a la naturaleza de las visiones, esto supone un dominio
del aprendizaje en términos de imágenes perceptivas, entendiendo que estas
pueden corresponder a toda la gama extero e interoceptiva. Pero además,
supone que conoce y advierte con presteza las preferencias de canales
perceptivos de sus distintos interlocutores.
La naturaleza de las visiones supone también, el dominio de la imaginación
creativa y muy especialmente el conocimiento y manejo de sus facilitadores e
inhibidores, es decir, los estados tensionales, los estados de funcionamiento
alfa y los distintos eventos disposicionales.
Lo relativo a cómo las visiones ordenan y regulan el comportamiento, exige
que en su nivel ordinario de interacción no intente regular desde afuera el
comportamiento de alguien, sa!vo,
por supuesto, en situaciones de
emergencia, prioridades de un bien colectivo mayor o dificultades claras de
comprensión. De todas maneras, exige una permanente tendencia a
responsabilizar a cada quien para que comprenda y discierna lo que hace y,
casi que, por ningún motivo, hacer por otro lo que es responsabilidad del
otro.
1.2. Esclarece, homologa y desarrolla visiones.
Antes que nada, está atento a desentrañar la visión que mueve a alguien y
de ninguna manera a cancelar, negar o deformar la visión real que el otro
tenga.
Jamás intentará anticipársele para justificarlo, disculparlo o
exonerarlo de su responsabilidad. Y si presiona, presiona para que e! otro se
haga cargo de la visión que está sosteniendo; para que sea capaz de ponerla
al frente y examinarla; para que no la niegue ni escape de ella.
Pero el esclarecimiento de las visiones exige sobre todo una ubicación aquí y
ahora y centrar el examen sobre aquello que está en manos de la persona.
Ponerse a explorar lo que depende de otros equivale a tender una cortina
sobre la visión concreta que regula el comportamiento presente.
Por su parte, la homologación de visiones requiere centrar la atención en el
examen de las diferencias entre visiones muy contrariamente a la tendencia
mecánica ordinaria, que buscaría desoír todo lo que no confirme la visión
propia. En realidad, no se puede buscar un consenso sino esclareciendo
activamente qué se opone a él.
Y el desarrollo de visiones precisa de un profundo sentido de la evolución de
las cosas, que lleve a la persona a poner su atención constantemente en las
ligeras o grandes variaciones que ocurran en las distintas interacciones. Este
es probablemente el aspecto que más diferencia al verdadero director
sistémico, porque lo separa de la expectativa ordinaria existente en nuestra
cultura y según la cual, "nada hay nuevo bajo el sol".
1.3. Trabaja, de una manera sistémica y sistemática, sobre las tres
vertientes de !a efectividad organizacional, es decir, sobre la eficacia, la
eficiencia y la 'amigabilidad' de una gestión.
Por principio, desconfía de todo tipo de estandarización en su oferta de
productos y servicios. De manera que constantemente está en búsqueda de
aquellos matices que puedan afectar la satisfacción del cliente. Con su grupo
está evaluando siempre qué venden y vinculando cada producto o servicio a
la vivencia de quienes los usan o consumen. En general, orienta a su
organización para que mantenga un contacto con la experiencia íntima que el
cliente tenga con sus productos y servicios. Y, como criterio central, cuida
que cada transacción estreche una relación de bien común.
En cuanto a la eficiencia hay que decir que es profundamente sensible a; los
movimientos inútiles y reprocesos. Si algo le ofende, es que no se conceda
el tiempo necesario para relacionar los distintos empeños y coordinar los
diferentes esfuerzos. El vivencia la precipitud o la presteza para actuar,
como un atropello y como una casi segura pérdida de tiempo.
En cualquier gestión cuidará además los intereses de terceros, cumpliendo
con las normas colectivas, preservando el medio ambiente y procurando
favorecer el desarrollo del conjunto.
Sobre todo, es consciente de que el mayor desperdicio de esfuerzos es el
resultado de no consultar primero las expectativas del cliente. Más aún,
mantiene presente que este punto es tan crucial, que afecta toda la
efectividad, es decir, que afecta tanto la eficacia como la eficiencia y la
'amigabilidad' de una gestión.
2.
CÓMO ADMINISTRA SU TIEMPO:
2.1. Mejor sería decir que este directivo administra su vida en el tiempo. Toda su
vida. Esto significa en primer lugar, que sus objetivos son siempre de largo
plazo. Crea y desarrolla empresas; no está a la caza de oportunidades.
Busca desarrollar negocios cuyas ventajas competitivas puedan desarrollarse
también en el tiempo. Aborda lo complejo con gusto y sabe que aquello que
requiere experiencia constante, conocimiento, dedicación y creatividad,
son asuntos que no atraen a los mercenarios y a los oportunistas de los
mercados.
Y en segundo lugar, significa que hace consciencia permanente sobre la
temporalidad de su vida. Esto lo conduce a no fallarse a sí mismo en lo
esencial. Por lo tanto, no busca distracciones ; no se pierde en detalles
marginales. Se centra en !o esencial de su misión y en torno a ella integra
todo lo demás.
De ahí que le rinda tanto el tiempo: no es extraño que pueda cultivar un arte
o varios; que pueda desempeñarse como escritor, conferencista, actor,
músico, compositor y que se desenvuelva en varias disciplinas científicas y
profesionales. Pero todo esto lo hará de manera natural; no como un
coleccionador de virtudes o destrezas.
Será el resultado de estar
descubriendo en cada campo, los principios esenciales que le son tan caros.
2.2. Su vida entera es una búsqueda de significado.
Podría afirmarse que su tema es " no actuar sin comprender". Esto debe ser
entendido como ausencia de afán. Y aunque parezca paradójico, reúne la
persistente consciencia de su temporalidad con la capacidad para tomarse
todo el tiempo que las cosas requieran.
No le interesan los atajos. Y es una constante muy interesante y llamativa en
estos directivos el hecho de que prefieran siempre los caminos más largos.
Incluso cuando se trata de desplazarse de un lugar a otro. Ellos sienten que
durante el trayecto largo pueden disponer de un buen espacio para evaluar la
situación anterior y para preparar su mente para lo que sigue.
2.3.
Nada hace, pero lo considera todo.
Podemos encontrarlo lavando una olla, pero él no estará haciendo eso.
Estará sintiendo algunas texturas, comprobando la resistencia de ciertos
residuos, observando la distribución de los mismos, comparando esta con
otras experiencias anteriores. En una palabra, é! no estará haciendo algo: él
estará percibiendo. O !o que es lo mismo, desarrollando su visión actual del
mundo.
Esta es una consecuencia natural del principio de generación o causación del
comportamiento a partir de las visiones. En realidad, es el núcleo de la
dirección sistémica: ¿para qué controlar el comportamiento que es un efecto
si se puede controlar la visión, que es la causa? Esta es la razón por la que
en Oriente se dice
que el Tao "Nada hace y sin embargo nada queda por hacer" en tanto que el
hombre ordinario "Hace y hace y sin embargo, todo queda por hacer".
3.
QUÉ LO MUEVE:
Por fuera, todo lo que mueve al hombre común; por dentro, sólo la esperanza
del sentido.
Más atemorizable que seducible, este hombre resiste muy bien las
tentaciones y promesas del poder, del dinero y de la figuración. Esas
asechanzas !o dejan prácticamente incólume. No así, las amenazas contra
un nivel básico de comprensión.
Como basa toda su vida en la atención y e! discernimiento de lo que pasa,
cualquier falta de seriedad y cualquier actitud facilista le alteran
profundamente. El ha centrado y desarrollado su fuerza en la convicción y
por ello se ha hecho un comunicador extraordinario. De manera que
cualquier actitud fundada más en conveniencias que en convicciones es para
él no confiable. No cree en las personas que no pueden buscar como él el
sentido profundo de las cosas.
Siendo como es, naturalmente positivo y seguro, ya que todos sus logros son
el resultado de su persistente atención y examen, lo hieren hondamente la
desesperanza y la falta de Fe en el orden que subyace al aparente caos del
mundo. Una falta de Fe que conduce a otros, o a él mismo, a buscar salidas
fáciles, es la peor amenaza para su mundo.
Para él la vida es un asunto frágil y delicado, pero puede alcanzar grandeza y
una dignidad inconmovible y sublime por la vía del discernimiento y de la
comprensión.
De su espíritu se puede afirmar que independientemente de las
contingencias sociales que moldean su personalidad externa, en cualquier
lugar y en cualquier época, la revelación y e! descubrimiento de las
relaciones entre las cosas y los seres, le fascinará.
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