Equipos de protección colectiva de los trabajadores frente a los riesgos derivados del trabajo • 1. Principios generales de la acción preventiva  La Ley de Prevención de Riesgos Laborales, en su artÃ−culo 15, establece una serie de medidas que integran el deber general de seguridad del empresario: • Evitar los riesgos El fin que persigue la ley es excluir todo daño. No sólo los riesgos existentes, sino también los posibles. • Evaluar los riesgos que no se puedan evitar Los riesgos no evitables deberán evaluarse, para poder combatirlos o neutralizarlos mediante un programa preventivo • Combatir los riesgos en su origen Se adoptarán las medidas necesarias para combatir los riesgos en su origen. Hay que actuar sobre las causas. • Adaptar el trabajo a la persona La planificación y la prevención se aplicará a cada puesto de trabajo teniendo en cuenta las caracterÃ−sticas del trabajador. • Tener en cuenta la evolución de la técnica. Se adoptarán los adelantos tecnológicos que aseguren procesos de trabajo más seguros y eficientes • Sustituir lo peligroso El riesgo peligroso debe ser evaluado, combatido y sustituido por lo que entrañe poco o ningún peligro • Planificar la prevención Integrarla en las actividades de la empresa, siendo parte inseparable de todas y cada una de las actividades que se realizan en la empresa. Es decir, la prevención debe formar parte del negocio • Anteponer la protección colectiva a la individual Las técnicas de protección individual sólo se aplicarán cuando sean insuficientes las protecciones colectivas • Dar instrucciones adecuadas a los trabajadores Los trabajadores deben colaborar en la actuación preventiva. Para ello deben ser formados e informados. • Prever las distracciones e imprudencias no temerarias que pudiera cometer el trabajador 1 Es deber del empresario vigilar la ejecución de las instrucciones dadas a los trabajadores y sancionar su incumplimiento. • Considerar los riesgos adicionales creados por las medidas de prevención En algunos casos las medidas de prevención pueden ocasionar riesgos añadidos que hay que evaluar y prevenir. 2. Selección de equipos y diseños adecuados. Según el ArtÃ−culo 17 de la ley de Prevención de Riesgos Laborales 1. El empresario adoptará las medidas necesarias con el fin de que los equipos de trabajo sean adecuados para el trabajo que deba realizarse y convenientemente adaptados a tal efecto, de forma que garanticen la seguridad y la salud de los trabajadores al utilizarlos. Cuando la utilización de un equipo de trabajo pueda presentar un riesgo especÃ−fico para la seguridad y la salud de los trabajadores, el empresario adoptará las medidas necesarias con el fin de que: • La utilización del equipo de trabajo quede reservada a los encargados de dicha utilización. • Los trabajos de reparación, transformación, mantenimiento o conservación sean realizados por los trabajadores especÃ−ficamente capacitados para ello. • El empresario deberá proporcionar a sus trabajadores equipos de protección individual adecuados para el desempeño de sus funciones y velar por el uso efectivo de los mismos cuando, por la naturaleza de los trabajos realizados, sean necesarios. Los equipos de protección individual deberán utilizarse cuando los riesgos no se puedan evitar o no puedan limitarse suficientemente por medios técnicos de protección colectiva o mediante medidas, métodos o procedimientos de organización del trabajo. 3. Tipos de sistemas de protección colectiva. LÃ−quidos inflamables y combustibles. Almacenamiento en recipientes móviles. Deberán estar dotados de extintores móviles situados en aquellos puntos en donde se estime que existe una mayor probabilidad de originarse un incendio. A ser posible próximos a las salidas y en lugares de fácil visibilidad y acceso. Los sistemas automáticos de protección de incendios podrán estar constituidos por rociadores de agua, polvo, espuma, anhÃ−drido carbónico, agentes halogenados o gas inerte según su adecuación y aplicación más recomendable. Las caracterÃ−sticas de los recipientes (tamaño, forma, posibilidad de venteo sin rotura bajo el nivel del lÃ−quido, construcción en material no combustible u otras análogas). La forma de almacenaje (por ejemplo, estabilidad de las pilas, uso de estanterÃ−as). Las propiedades de los lÃ−quidos almacenados (por ejemplo, solubilidad al agua, baja toxicidad y reactividad). La protección del edificio (detección rápida del fuego, resistencia al fuego de columnas, paredes y techos, paredes cortafuegos y otras caracterÃ−sticas). 2 Preferiblemente se dispondrá de algún extintor de carro en las proximidades del área de almacenamiento. En las áreas de almacenamiento de lÃ−quidos inflamables en las que trabajen personas, el sistema de descarga de los rociadores será accionable a voluntad o bien automáticamente, con un tiempo de retardo desde que se produzca la señal de alarma, suficiente para permitir la total evacuación del local, ello siempre que la materia extintora pueda provocar la asfixia del personal o dificultar notoriamente su evacuación. Cabinas de laboratorio. Control por ventilación de productos de elevada toxicidad en laboratorios. El caudal de extracción de aire en ambos diseños debe ser del orden de 110 m3/h por metro lineal de rendija o estante, o puede estimarse hallando el valor de la expresión 900 H L m3/h por rendija o estante. La velocidad del flujo en el conducto de extracción debe ser del orden de 10 m/s. En la elección del ventilador debe tenerse en cuenta que éste ha de superar no sólo la pérdida de carga citada sino también las que se producirán en el conducto de extracción, que pueden ser notablemente superiores. Es asimismo necesario prever en el laboratorio un suministro de aire igual al volumen eliminado por la extracción de las campanas, o ligeramente inferior de forma que el local se encuentra a una ligera depresión. Carretillas manuales: transpaletas manuales. Las superficies de los locales de trabajo deberán ser de resistencia suficiente, llanos y libres de irregularidades. Los pasillos de circulación deberán estar delimitados y libres de objetos y diseñados de forma racional y de una anchura suficiente (Entre las hileras de paletas debe saber la transpaleta y el operario que la manipula). Entre las paletas almacenadas se debe dejar un espacio de 20 cm como mÃ−nimo. Los lugares donde puedan existir entrecruzamientos deberán estar señalizados adecuadamente y a ser posible instalar espejos que faciliten la visión. Mantener en buen estado de limpieza las zonas y lugares de paso de las transpaletas para evitar el deslizamiento de las mismas o del propio operario que las maneja. Redes de Seguridad. Las redes pueden tener por objeto: •      Impedir la caÃ−da de personas u objetos y, cuando esto no sea posible, •      Limitar la caÃ−da de personas y objetos. TIPOS DE REDES •   -  Redes para evitar caÃ−das    Redes tipo tenis 3     Se pueden utilizar, fundamentalmente, para proteger los bordes de los forjados en plantas diáfanas, colocando siempre la red por la cara interior de los pilares de fachada. Redes verticales de fachada     Se pueden utilizar para la protección en fachadas, tanto exteriores como las que dan a grandes patios interiores. Van sujetas a unos soportes verticales o al forjado.   Redes horizontales     Están destinadas a evitar la caÃ−da de operarios y materiales por los huecos de los forjados. Las cuerdas laterales estarán sujetas fuertemente a los estribos embebidos en el forjado. • -  Redes para limitar caÃ−das    Redes con soporte tipo horca     Las llamadas redes con horca se diferencian de las verticales de fachada en el tipo de soporte metálico al que se fijan y en que sirven para impedir la caÃ−da únicamente en la planta inferior, mientras que en la superior sólo limitan la caÃ−da. Redes horizontales     Su objetivo es proteger contra las caÃ−das de altura de personas y objetos. 4