FUE POR ESO Yo ya sabía que ellos iban a ir otra vez…Y cómo no lo iba a saber, si yo no soy bobo. A ver, mami, ¿cuántas veces no dijeron lo mismo cada vez que el tío llegaba el fin de semana? Que como el camino no estaba mojado porque no había llovido, ya podían ir…Que, aunque era un poco lejos, si caminaban de tramito en tramito, uno no se cansaba tanto… Que llevando agua no había por qué tomar de los charcos… Que, además, era muy bueno para la salud hacer un paseo al campo a respirar aire puro, y todo eso… Tú sabes que ayer fue igual. El tío llegó y saludó a todo el mundo alborotando la casa… ¿Lo viste, no? Lo que sí creo que no viste fue que vino a donde yo estaba, me pasó la mano por el pelo y dijo ¡qué grande se ha puesto! ¡Miren qué gordo! ¡Se parece a su papá!!Ya hay que ir pensando en dejarlo salir un poco para que aprenda…! ¡Y ahí mismo lo pensé ¡ ¡Ahí fue cuando me di cuenta de que ya era mi oportunidad! ¡Y eso mismitico me dije: ahora me toca a mí salir a respirar aire puro, a conocer el campo, bañarme en la poceta - que mis hermanos lo hicieron, y no es que me enteré porque me lo contaron, sino que lo oí porque me hice el dormido cuando lo decían riéndose-¡Yo, que llevaba ya mucho tiempo esperando por mi turno, me vi ya en el campo, jugaba y descubría todo lo que mis hermanos me habían contado… Y me dije entonces que iba hacer todo eso y mucho más…Pero también pensé hacer todo lo que el tío me dijera para aprender más rápido que los demás y así, de ahora en adelante, me llevaran en todos los viajes. ¡Me juré incluso, por si acaso, no bañarme escondido en la poceta ni comer nada que él no quisiera, para que no tuvieran quejas de mí! Estaba contento, mami, estaba muy contento. Yo siempre estuve de acuerdo en que mis hermanos eran mayores y les tocaba a ellos primero, pero ahora era mi a quien iban a llevar y tenía tremendas ganas de conocer todo lo que ellos me contaron haciéndose los bárbaros, los grandes… ¡Yo ahora era grande! Porque soy grande, ¿verdad? Por eso me puse como me puse. Fíjate que fui el primero en despertarme, el primero en ayudar al tío a llenar la mochila con todo lo necesario para el viaje, incluso fui yo el que desperté a papá, que últimamente está un poco remolón para levantarse…¿Y qué fue lo que hicieron entonces, eh? ¿Qué hicieron entonces? Llamaron a mis hermanos, les dieron el desayuno y los prepararon para llevarlos con ellos. Y nadie se fijó en mí. ¡Nadie! ¡Ni papá, ni el tío, y mucho menos Pepitín! Yo los miraba a todos y les decía, ¿y a mí no van a llevarme? ¿Por qué no me van a llevar, si es a mí a quien le toca ahora? ¿Cómo pueden hacerme eso? Pero ellos no me hicieron ni el menor de los casos. No me prestaron atención para nada. Y fue entonces que hice lo que hice. Porque, ¿qué otra cosa podía hacer yo? Dime, mami, qué otra cosa…Fue por eso, y sólo por eso, que me puse furioso, muy furioso, y empecé a ladrarles y a ladrarles mucho. Que no era por malcriado ni porque tenía rabia. No, mami, fue porque ellos no me quisieron llevar cuando era a mí a quien le tocaba ir. Fue por eso y nada más que por eso. Y es mentira que quería morderlos a todos. ¿Cómo iba a querer yo morder al tío, a papá, y mucho menos a Pepitín?