Oficio 220-072536-12 (Conflicto entre socios)

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SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES
Oficio 220-072536
(Agosto 30)
Referencia: Conflicto entre socios - radicación 2012-01-197867.
Respetada Señora.
Me refiero a su escrito a través del cual luego de narrar una serie de hechos,
pregunta:
1. ¿Qué mecanismos se prevé cuando dos socios de una sociedad limitada
tienen al igual porcentaje de participación y no hay acuerdo o no se puede
adoptar decisiones por cuanto siempre se presenta empate?
2. ¿De qué manera se le ha dado tratamiento a este tema por parte de la
Superintendencia de Sociedades?
Antes de emitir cualquier pronunciamiento, es necesario precisar, que los
conceptos que la Superintendencia emite en atención a las consultas formuladas
sobre las materias de su competencia, tienen sentido general y abstracto y en esa
medida no tiene carácter vinculante, ni comprometen la responsabilidad de la
misma.
1. Como quiera que los interrogantes planteados en su escrito, hacen referencia
concretamente a un conflicto entre socios, es importante señalar que respecto a
este tema, existen diferentes alternativas, que permiten a los administradores de
una compañía actuar legalmente para restablecer el orden al interior de las
compañías, estos son:
A. Convocar a los socios o socio en conflicto a una audiencia de conciliación
ante esta Superintendencia, Entidad que está facultada para “Actuar como
conciliadora en los conflictos que surjan entre los socios y entre estos y la
sociedad con ocasión del desarrollo o ejecución del contrato social”, (numeral 2º
del artículo 2º del Decreto 1080 de 1996), a efecto de que dirimir la controversia
B. De otra parte y frente al caso, también es posible traer a colación lo dispuesto
en la Ley 1450 del 16 de junio de 2011, normativa que en su artículo 252, atribuye
a la Superintendencia de Sociedades la competencia para aplicar las facultades
jurisdiccionales previstas en el artículo 44 de la ley 1258 de 2008, a todas las
sociedades sujetas a supervisión por parte de esta entidad, respecto de lo
regulado en los artículos 40, 42 y 43 de la citada Ley 1258 de 2008.
De manera que la facultad jurisdiccional en cabeza de esta Entidad para dirimir
conflictos societarios relacionados con la desestimación de la personalidad
jurídica (artículo 42) y abuso del derecho (artículo 43), proceden siempre que en
el contrato social no se haya pactado cláusula compromisoria, trámite que se
adelanta a través de un proceso verbal sumario en única.
Para el caso concreto, de acuerdo con la inquietud planteada, es posible que se
den las causales señaladas ene el artículo 43 de la Ley 1258 de 2008, norma que
sanciona el ABUSO DEL DERECHO, cuando se susciten las siguientes actuaciones
por parte de los accionistas, norma que sobre el particular señala:
“(…) Los accionistas deberán ejercer el derecho de voto en el interés de la
compañía. Se considerará abusivo el voto ejercido con el propósito de causar
daño a la compañía o a otros accionistas o de obtener para sí o para una tercera
ventaja injustificada, así como aquel voto del que pueda resultar un perjuicio
para la compañía o para los otros accionistas. Quien abuse de sus derechos de
accionista en las determinaciones adoptadas en la asamblea, responderá por los
daños que ocasione, sin perjuicio que la Superintendencia de Sociedades pueda
declarar la nulidad absoluta de la determinación adoptada, por la ilicitud del
objeto.
C. Por ultimo y frente a los interrogantes planteados es importante hacer
referencia al elemento primordial para la existencia de la sociedad, esto es el
“animus societatis”, la cual es representativa del propósito e intención de los
participantes en la celebración del contrato de sociedad.
Sobre el particular esta Superintendencia se refirió al tema mediante la Resolución
número 00680 del 4 de abril de 1973, en los siguientes términos:
“El animus societatis es la intención o propósito de colaboración de los asociados
en la empresa común. Es un elemento esencial del contrato de sociedad sin el
cual no puede hablarse de sociedad; lo más que puede formarse por las
personas que exploten una misma empresa, es una simple comunidad.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 98 del Código de Comercio, el
contrato de sociedad requiere el concurso de dos o más personas, que se
obligan a hacer un aporte en dinero, en trabajo o en otros bienes apreciables en
dinero, con el fin de repartirse entre sí las utilidades obtenidas en la empresa o
activad social, para que la sociedad nazca a la vida jurídica como una persona
moral distinta de los socios individualmente considerados.
Esa característica del contrato de sociedad hace que sea además, y
fundamentalmente “un contrato de colaboración” por cuanto los socios buscan
el beneficio económico, de manera conjunta o lo que es lo mismo,
colectivamente. De allí que para el contrato tenga validez jurídica sea necesario
la preexistencia, en cada uno de los contratantes, de una voluntad o intención
de contraer, es decir, de “un animus so affectio societatis”. De este elemento
psicológico se ha dicho, que constituye la intención o propósito de colaboración,
sin el cual lo más que puede formarse por varias personas que exploten una
misma empresa, sea una simple comunidad….”
De manera que si no existe animus societatis o ánimo de permanecía, es
procedente adoptar las siguientes medidas, las cuales en todo caso debe ser
evaluadas por los administradores:
1. Convocar al máximo órgano social, previo cumplimiento de las formalidades
previstas por la ley, especificando claramente el orden del día, a efecto de
contemplar la posibilidad, de que dicho socio ceda sus cuotas sociales en la
forma prevista en los estatutos de la sociedad, o que determinen la disolución
anticipada de la misma, eventos en los cuales es requisito, la mayoría calificada
prevista para las reformas estatutarias.
2. De no existir acuerdo, las discrepancias sobre la ocurrencia de las causales de
disolución de sociedades en los términos previstos en el artículo 138 y ss de la Ley
446 de 1998, podrán dirimirse por la Superintendencia de Sociedades a través de
un proceso verbal sumario, mediante el proceso verbal sumario. En este
procedimiento la Superintendencia decide acerca de la existencia o la
ocurrencia de causal de disolución y liquidación, el procedimiento deberá
adelantarse conforme lo señalado en el artículo 225 y siguientes del Código de
Comercio.
3. También existe otra alternativa legal, en caso de que no se logre la reunión de
asamblea para decidir acerca de la disolución y liquidación de la sociedad, esto
es que los socios podrán con fundamento en el artículo 627 del Código de
Procedimiento Civil, demandar ante los Jueces ordinarios, la disolución y
liquidación, por ausencia, para el caso materia de estudio, de “animus societatis”,
procedimiento especial, al cual se encuentran legitimados los socios, no
solamente para que se reconozca la causal, sino a demás, para que ante el
despacho de conocimiento se adelante el proceso completo hasta su
finalización.
Para mayor información e ilustración sobre éste y otros temas societarios, se
sugiere consultar la página de Internet o examinar los libros de Doctrinas y
Conceptos Jurídicos y Contables publicados por la Entidad.
En los anteriores términos ha sido resuelta su consulta, no sin antes manifestarle
que la misma fue tramitada dentro del plazo legal y con los efectos
contemplados en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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