SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES

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220-74183, noviembre de 1998
REF: Disolución y liquidación de sociedad sin animus societatis
Recibe la Superintendencia de Sociedades su oficio radicado con el número 308.681, a través del cual pregunta
cómo se hace para tomar la decisión de disolver y liquidar una sociedad anónima cuando no se ha pagado el capital
suscrito, no existe el ánimo de asociación, y menos una junta directiva operante.
El articulo 38 Superior dispone la garantía del derecho de asociación para el desarrollo de las distintas actividades
que las personas realizan en sociedad, estableciéndose así la libertad de unión de esfuerzos o recursos para
emprender conjuntamente la realización de propósitos que les son comunes. En consecuencia, nos encontramos con
aquellas formas en las cuales existe el sentido patrimonial que orientan y desarrollan los intereses de la voluntad
individual.
1. CONCEPTO DE SOCIEDAD
Es la unión de dos o más personas que a través de un negocio jurídico convienen en poner una cosa con la intención
de repartirse la utilidad que puede resultar por el desarrollo de alguna actividad de producción, transformación,
administración o custodia de bienes o la prestación de servicios. De ahí que las utilidades sociales redundan en
provecho de sus socios o accionistas, en proporción a su participación dentro de la forma asociativa escogida y
regulada en el Código de Comercio, la cual constituida legalmente forma una persona jurídica distinta de los socios
individualmente considerados, implicando desde su nacimiento atribuciones que la particularizan en sus relaciones
jurídico económico y no posteriormente.
2. CONSTITUCIÓN DE LA SOCIEDAD ANÓNIMA
Para que nazca a la vida jurídica una sociedad anónima, es indispensable tener en cuenta los requisitos que se
desprenden de la lectura desprevenida del artículo 98 del Código de Comercio, requisitos indispensables que nos
permiten saber si surge la sociedad:
a.
b.
c.
d.
e.
Negocio jurídico de constitución de la personalidad (que no debe contrariar la ley y el orden público)
Animo societatis
La organización en sí
Los aportes (en dinero, en trabajo o en otros bienes apreciables en dinero)
Pluralidad de asociados (cuyo retiro o sustitución no altere las bases fundamentales del negocio jurídico)
3. NEGOCIO JURÍDICO
Por negocio jurídico debemos entender el acto u operación integrado por una o varias declaraciones de voluntad,
dirigidas a producir determinado efecto jurídico. De consiguiente todo negocio jurídico presupone: 1) sujetos que
declaran su voluntad, 2) un objeto, es decir la creación, modificación y extinción de un derecho, 3) una causa, tanto
subjetiva (intención del sujeto) como objetiva (finalidad económico jurídica). Estos tres elementos esenciales sirven
de punto de referencia para estudiar cualquier negocio de naturaleza mercantil.
4. CASO PLANTEADO
Con base en lo expresado en lo que antecede en este texto y en su escrito, denotamos que las personas
intervinientes en la constitución de la sociedad dejaron de lado el animus societatis, condición fundamental para su
sostenimiento.
Se suma a lo precedente el hecho relacionado con el fondo social suministrado por los accionistas (artículo 373 del
C de Comercio), el cual no ha sido pagado, originando de contera la imposibilidad física de adelantar el objeto social
y participar en las reuniones del máximo órgano, entre otras.
5. SOLUCIÓN
Como quiera que los deberes que indudablemente tienen todos los accionistas se circunscriben a respetar en un
todo los estatutos sociales que rigen la vida jurídica entre los asociados y la compañía, se debe inicialmente
convocar por el representante legal a reunión del máximo órgano social para proceder a se que se declare la
disolución y por ende liquidación de la persona jurídica en los términos del artículo 220 y siguientes del Código de
Comercio.
Si los asociados no se reúnen y el problema persiste, se debe dar estricta aplicación a lo señalado por el articulo
627 del Código de Procedimiento Civil, esto es ir a juicio ante la justicia ordinaria, para que se decrete la disolución
judicial y liquidación, la cual puede ser incoada por cualquiera de los socios, siempre y cuando esta facultad no
corresponda a una autoridad administrativa, circunstancia que se predica de las sociedades sometidas a vigilancia
del Estado.
El trámite para finiquitar la sociedad es de aquellos que las norma procedimental civil señala como declarativos,
este es un abreviado, con el objeto de discutir y resolver si existe sociedad, y que si es positiva, termina con la
sentencia que la declara disuelta, ordena su liquidación, la inscripción ante el registro respectivo y la publicación de
la parte resolutiva, por una vez en uno de los periódicos de mayor circulación en el lugar que corresponda a su
domicilio social.
Surtido este trámite, se le concede a los socios la facultad de que nombren al liquidador y si tal situación no se
presenta, se procede en forma inmediata y de oficio a hacerse la designación por parte del fallador. Una vez
posesionado de debe publicar aviso en un periódico que el juez designe e inscribir su nombramiento en el registro
respectivo, iniciándose su tarea para llegar al final de la plenitud jurídica de la compañía, la resolución de las
relaciones vinculantes en que sea sujeto y la cesación de las actividades comprendidas en su objeto social.
En estos términos se responde a la inquietud planteada, y se le recuerda que los alcances del concepto son los
señalados por el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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