INFORME SOBRE EL ARTÍCULO 049_2011, según el cual el artículo no podrá publicarse en RLCS: El autor/autora plantea un tema interesante y muy actual, pero el desarrollo de la investigación no aporta datos de interés científico. Para conocer las características de la programación de televisión es necesario realizar un análisis detallado de los contenidos, de acuerdo con unos ítems que permitan identificar las particularidades de cada formato. Y en este caso no se hace. De la lectura del artículo se deduce que el autor desconoce en profundidad el sistema televisivo español, ya que hace afirmaciones que no se corresponden con la realidad. Por ejemplo dice que “en la etapa en la que sólo existía la televisión del Estado ….. la calidad era más significativa”. El autor dice que el objetivo es analizar los contenidos de cada programa de RTVE y de la Televisión Autonómica de Andalucía y luego comparar ambas ofertas. Pero esto no se llega a hacer de forma pormenorizada. En las tablas que se incluyen, únicamente se reflejan resultados genéricos que no aportan datos significativos ni concretos. Los resultados principales se clasifican en programas nuevos y programas iguales. Y un análisis científico requiere matices más precisos. Además, para comparar dos épocas diferentes es necesario establecer unos parámetros de equivalencia, algo que el autor del artículo no hace. Las circunstancias de la época analógica y de la digital son diferentes y los criterios y las denominaciones que se aplicaban entonces no son válidas en la actualidad. Desde una perspectiva científica, no es adecuado comparar la programación de RTVE y la de la Televisión Autonómica de Andalucía porque ambas televisiones cumplen funciones diferentes y no disponen de los mismos recursos. El autor del artículo hace afirmaciones falsas. Por ejemplo, dice “Actualmente, se vislumbra un escaso peso en las investigaciones relativas al contenido de los canales televisivos, aún menos, destinadas a describir el panorama de la oferta y las estrategias programáticas en esta temática, siendo un pilar fundamental para conocer las tendencias futuras y confeccionar las vías para un posible desarrollo, respecto a contenidos, de la Televisión Digital Terrestre”. Basta mirar cualquier base de datos de TV para comprobar los centenares de artículos que existen sobre la implantación de la TDT. Por ello, se deduce que el autor del artículo desconoce estos estudios, ya que no los menciona. De hecho se detectan carencias bibliográficas importantes porque no se hace referencia a trabajos de muchos autores imprescindibles para comprender la 1 evolución de la televisión en España, cuyos estudios analizan de forma rigurosa el contexto audiovisual. La metodología propuesta por el autor no es la adecuada para llevar a cabo una investigación como la que se describe. Algunas de las conclusiones no se sostienen. El autor afirma que “Se ha llegado a la conclusión que la parrilla programática de los canales públicos españoles y andaluces del mes de abril del año 2010 de la Televisión Digital Terrestre tras la comparación con sus respectivas parrillas programáticas del mes de octubre del año 2007 emitidas en la televisión analógica terrestre que la oferta televisiva de la TDT no se ha modificado suficientemente y se siguen ofertando una gran cantidad de los programas televisivos en el mismo horario que en el año 2007”. No se puede hacer esta afirmación porque no se han analizado todos los canales públicos españoles porque en España, además de RTVE, hay más televisiones públicas: todas las autonómicas. Y aquí sólo se ha analizado Canal Sur. El título del artículo es confuso porque da la sensación de que se analizan todas las televisiones públicas de España. Y la redacción del mismo es incorrecta, ya que no existen “programas públicos”, sino televisiones públicas. Además de lo comentado sobre el título, los problemas de redacción están presentes en todo el texto. Por todo ello, informo DESFAVORABLEMENTE sobre la publicación de este artículo, ya que no reúne los requisitos propios de un trabajo científico. 2