Las fechorías e invenciones de William Dávila han llegado muy lejos. Una de las pruebas mas recientes son sus falsos rumores sobre la supuesta presencia de grupos integristas como Hezbollah en la Zona de Perijà y la península de La Goajira, en el estado Zulia. Pero no es de extrañarse. William Dávila ha sido de todo y sin medida. En 1998, se embuchó 200 millones de dólares, al frente de una comitiva de 15 personas que recorrió media Europa con el pretexto de lograr la bendición del Vaticano, para Mérida. Por ese entonces, en pleno Congreso de la República, ya había recibido en su cara un escupitajo de Héctor Alonso, un compañero de su propio partido Acción Democrática. Durante la IV… fue destituido del Viceministerio de Relaciones Exteriores por su implicación en la venta de pasaportes a chinos. Su delirio incluso, lo llevó a crear un fax para autonombrarse, nada màs y nada menos que secretario general de Acción Democrática en Mérida. ¡“Tamaña” gloria! Y para llenar la copa, su nombre ha estado vinculado hasta al del narcotraficante William Fajardo. William Dávila, a fin de cuentas, tiene la espina clavada por su derrota en 2008, por la Gobernación de Mérida. Ahora con la anuencia eclesiástica de Baltazar Porras hace gestiones para presentarse ante el Papa. Probablemente quiera garantizar desde la tierra su recibimiento en el Infierno. William Dávila alias: El Diablo Merideño