Aldeas alternativas Abstract – Rolando Gonzalez Torres PhD El mundo actual, especialmente las ciudades más cosmopolitas y arrebatadas, están viendo surgir un fenómeno cada vez más común entre nosotros: la aparición de grupos sociales dispuestos a salirse de los esquemas socio-económicos generalizados (surgidos del mundo capitalista-occidental) para organizarse de forma alternativa en localidades sub-urbanas o rurales (como el caso de las eco-aldeas) y con ello establecer esquemas propios de subsistencia social y política (y en muchos casos hasta económica) y con características específicas, como un guiño hacia la naturaleza y un rechazo a los procesos tecnificados de producción de alimentos y otros bienes primarios de consumo. En los años 60 del siglo pasado esto fue protagonizado por los llamados hippies y, dejando a un lado toda cuestión ideológica, es necesario reconocerles a ellos aquella semilla sembrada en lo que ahora conocemos como permacultura, agroecologismo, neo-ruralización, huerto urbano, finca cooperativa, etc. La madurez de algunas de las actuales posturas antisistema, con el soporte de sólidos argumentos críticos por parte de reconocidos pensadores de fines del siglo XX como Michael Albert, Robin Hahnel, Stéphane Hessel y José Luis Sampedro, ha servido de fundamento para que estos asentamientos se robustezcan y crezcan tanto en número como en tamaño con una rapidez inusitada, gracias también al momento especialmente complejo de crisis económica, particularmente en España. Pero la crisis económica ha significado solamente el último empujón, ya que las iniciativas de búsqueda por formas más dignas y coherentes de vida se han venido gestando desde años atrás, a partir de otras crisis que, aunque más silenciosas, han terminado siendo más profundas y duraderas. Se trata de crisis de valores, de convivencia social y con la naturaleza, crisis de coherencia comunitaria, de mentalidad, de solidaridad, etc. Una de las tendencias al establecer algunos de estos nuevos asentamientos es acudir a antiguas poblaciones abandonadas y, en ocasiones, excolonias industriales también en desuso. Poblaciones que en su día contaban con vida propia y una organización social estable, por modesta que fuera. La mezcla resultante entre aquellos espacios con la pátina y el desgaste de una vida fenecida y los nuevos usos de comunidades ávidas de actividades y relaciones intensas y llenas de significado es en ocasiones admirable y siempre muy respetable. Por mencionar algunos casos en España tenemos las poblaciones de Matavenero, Valdepiélagos, Aineto, Ibort, Salentinos, Can Masdeu, etc. Como caso de estudio, en este análisis se abordará la población de Calafou, colonia eco-industrial post-capitalista en la Cabrera de Anoia, provincia de Barcelona. Después de haber hecho una exhaustiva visita al lugar y tras convivir con algunos de los residentes de Calafou es posible hacer una descripción detallada tanto del lugar, con sus rasgos originales y las actuales adaptaciones, lo mismo que de la transformación de una atmosfera fabril de épocas remotas, industriales y pre-informáticas, en una serie de ambientes que pretenden encontrar, más allá del lógico refugio, relaciones sociales más sólidas. En este lugar, dado su antecedente fabril y bajo condiciones de terreno poco propicio para cultivos no es factible depender mayoritariamente de la agricultura, como es el caso de algunos otros asentamientos recuperados. En ese proceso se han encontrado con la necesidad de abrir un amplio espectro de actividades donde, de cara a cada nuevo solicitante pidiendo acogida, lo que principalmente se ofrece es un lugar donde desarrollar las capacidades que cada quien trae consigo, es decir que al día de hoy existen ahí espacios de trabajo tan variados como producción de estufas; de productos sostenibles de higiene personal y doméstica; de fertilizantes y estabilizadores de suelo; de mermeladas, conservas y bebidas vegetales; de electrónica, documentación, fanzines y mecatrónica; de taller automotriz que a la vez que ofrece servicio tradicional lleva a cabo investigaciones para vegetalitzar motores y reducir su consumo mediante el hidrógeno producto de la electrólisis del agua. Cuenta con un taller de serigrafía que trabaja con camisetas, parches, etiquetado y estampados; un laboratorio de informática para la generación y transferencia de conocimiento vinculado a temáticas como: desarrollo de software libre, administración de redes, difusión del uso de software de código abierto y prácticas de seguridad en la red; un laboratorio para creación de sistemas cibernéticos seguros. Además un laboratorio interdisciplinar de experimentación bio-electro-química que, entre otras áreas de investigación, por ahora presta servicios de iluminación LED y reparación de electrodomésticos; cuenta también con la Phone Liberation Network (PLN) que es una red privada de telefonía y que está abierta a la comunidad mundial. Además se mantiene la fabricación de muebles que ya era parte de este complejo desde antes de la llegada de los actuales ocupantes y todo un espacio con maquinaria para trabajar metales, madera, plásticos y textiles, que comprende un proyecto colectivo de auto ocupación y que ofrece un plan de usos para los miembros del CIC y los individuos fuera de Calafou que deseen utilizar esa maquinaria. También existe un colectivo que organiza eventos y conferencias. Con todo ello se ha buscado adaptar los variados espacios que una vez pertenecieron a una fábrica en forma, con sus áreas de producción, almacenaje, bodegas de materia prima, oficinas, residencias, comedores y otras áreas complementarias e indispensables, en espacios para acoger los usos arriba mencionados. La vivienda se maneja a través de un sistema de alquiler con opción a compra y se ubica en una nave donde antiguamente servía para alojar a los obreros y sus familias. Y así, el resto de espacios del complejo. Es necesario hacer mención de los espacios exteriores y su actual uso, pues se trata de lugares con mucha vida donde se llevan a cabo actividades muy variadas, desde huerto orgánico, corrales de ocas, jardineras regadas por aguas grises filtradas, gallineros y áreas de producción de composta hasta patios de convivencia muy frecuentados como comedores y espacios para veladas nocturnas. El presente estudio analiza el complejo habitacional descrito arriba en función del reciclaje de utilización de los espacios que una vez pertenecieron a usos muy distintos. Para ello se explica a través de fotografías actuales y de las fechas de su funcionamiento fabril, lo mismo que mediante esquemas en planta y sección de las diversas instalaciones. La fábrica en su época de operación Viviendas de los obreros cuando funcionaba la fábrica Asamblea de la actual comunidad de Calafou