88 Sociedad Sociedad ¿Es el acoso escolar un reflejo de la crisis de valores? Aitana Estrecha Soraia Mera Cristina Sampedro Marina Tellería Claudia Urbizu Sociedad Sociedad 99 La educación moral se aprende por medio de unos modelos de referencia que pueden ser la religión, los amigos, la familia y la escuela. 10 Sociedad El momento en el que más destaca el aprendizaje en el proceso del ser humano es en el periodo que abarca desde la infancia hasta la juventud, aunque el aprendizaje sea algo que transcurre a lo largo de toda la vida. Hoy en día nos encontramos en una crisis de valores, por lo que vemos que esta educación moral no está funcionando como debería. Entorno escolar Los centros escolares cumplen un papel fundamental en lo que a la transmisión de valores se refiere, ya que se encarga de enseñar a los alumnos aspectos de la educación moral que no pueden aprenderse fuera del entorno escolar. El que los niños se relacionen con otros niños y aprendan a compartir, a respetarse tal y como son, es algo que debe inculcarse en los años de aprendizaje y con unas técnicas que desarrollan los centros para que así sea. Los programas de los centros educativos incluyen en cada una de sus asignaturas técnicas que posibilitan la educación en valores morales. Aunque la escuela y el profesorado tratan de inculcar estos valores morales a los alumnos. Si estos valores no están en consonancia con los valores que se transmiten en el hogar, surgen casos conflictivos en la forma de socializarse entre los menores. Los centros escolares no son las únicas instituciones que transmiten los valores educativos a los menores, pero sí, es un lugar donde la educación de valores es significativa por ser un lugar donde pasan la mayor parte del tiempo y se relacionan con otros menores. Conviene evitar algunos errores frecuentes en la atmósfera educativa y en el modo de enseñanza para salir de esta crisis de valores. La educación es un elemento esencial para la construcción de referentes, en ella se traza la necesidad de un replanteamiento de la educación y del entorno, por ese motivo el aprendizaje de los valores y de actitudes requiere la apli- cación de una metodología. Mª Dolores Olaya Villar, Catedrática de Pedagogía, explica que esta metodología de la que hablamos, facilita a los alumnos el proceso de aprendizaje utilizando una serie de técnicas. Una de ellas, es la técnica de participación activa. Esta estrategia hace que el sujeto entre en contacto con otras personas en diversas situaciones y ello contribuye al cambio de actitudes. Está también, la técnica de trabajo cooperativo, la cual está ligada a los aprendizajes de tipo conceptual en el cual se pretende un desarrollo de habilidades de relación social y de trabajo en equipo. Otra de las técnicas es la de la comunicación persuasiva lo que se pretende enseñar con esta metodología es la comprensión y aceptación de los argumentos o razones que justifiquen una conducta o una actitud. El sujeto, o en este caso el alumno, es quien tiene el Sociedad poder de decidir desde los argumentos hasta la aceptación o rechazo de la información que recibe. Entorno familiar La familia es uno de los principales transmisores de valores hacia los menores. Como ya hemos mencionado, los más pequeños pasan la mayor parte del tiempo en la escuela o en casa con sus familias, por eso es importante ser consciente de la importancia del papel de las familias en la buena educación de estos. Nos atrevemos a situar a la familia, por delante de la escuela a la hora de transmitir estos valores. Haciendo referencia a este tema, Miguel Ángel Dieste, director de un colegio católico en Gipuzkoa, señala: “Aquí es cierto que se cuenta con los padres desde el primer momento porque al final ellos son los últimos responsables de la educación de sus hijos. El colegio es una ayuda, un refuerzo,... pero yo no puedo educar en valores si en casa no se les educa en valores, eso lo tenemos clarísimo”. Los padres también son la imagen a la que se aferran los niños como guías de sus actos. Como la tesis doctoral, Pautas de transmisión de valores en el ámbito familiar, de Hortensia López Orca: “La relación entre padres e hijos, constituye un vínculo excepcional. La observación implica imitación y desempeña un papel fundamental en el aprendizaje social. Ésta irá haciéndose compleja a medida que el niño vaya madurando”. Es por ello, que es realmente crucial que la familia, principalmente los padres, traten de que sus hijos entiendan la importancia de valores como: solidaridad, tolerancia, diversidad,… En las últimas décadas, esta educación en valores se ha visto perjudicada por una serie de cambios sociales. Un claro ejemplo de ello es la inserción en el mundo laboral de las figuras tanto paternas, como maternas. En muchos casos, esto provoca falta de tiempo para pasarlo en familia. Esta falta de tiempo suele repercutir en la correcta transmisión de estos valores. Esta falta de comunicación en cuanto a valores trae problemas muy serios en la sociedad, como la ya sonada crisis de valores. Un reflejo de esta situación de crisis en el ámbito familiar, lo encontramos en los problemas de acoso escolar. Son numerosos los estudios y datos que indican que detrás de un caso de maltrato escolar se encuentra un problema familiar. La educación es un elemento esencial para la construcción de referentes El ya mencionado Director Miguel Ángel Dieste, afirma: “una persona que tiene problemas de relación es porque también en su casa hay algo. Normalmente, es en el 95% del total de los casos de bullying”. Por lo tanto, dediquemos más tiempo a nuestros hijos, transmitámosles los valores morales más importantes en un ser humano. De esta forma, les evitaremos situaciones conflictivas en las relaciones sociales de ellos y comenzaremos por salir de esta crisis de valores. 11 Entorno religioso Otro elemento fundamental que fortalece la transmisión de valores es la religión, que puede estar presente tanto en el entorno familiar como en el escolar. A lo largo de la historia, la religión ha influido y ha generado cultura en todos los países del mundo. La cultura de la que nos dotamos hoy en día proviene del catolicismo y esta cultura la conforman una serie de valores que han sido transmitidos por los agentes educativos como la familia, los profesores y las órdenes eclesiásticas. La primera ceremonia religiosa que recibe una persona, generalmente a los pocos días de nacer, es el Bautismo. En ese acto, el cura anima a la familia a seguir el vínculo religioso para que el niño sea educado en los valores cristianos. Posteriormente, los progenitores encauzan la educación de sus hijos hacia una enseñanza basada en los sistemas de principios y creencias ligados a su religión. En la Primera Comunión es el acto en el que los niños reciben a Dios de manera simbólica. Estas decisiones, que se llevan a cabo en los primeros 8-9 años de los niños, son tomadas por los padres. Después de la Primera Co- 12 Sociedad munión, los niños empiezan a decidir si quieren seguir participando en actos religioso como monaguillos en las iglesias, realizando actos de solidaridad o integrándose en el coro de la parroquia de su barrio, entre otras acciones religiosas. Todas estas decisiones dependerán de cómo han influido los valores del cristianismo en el desarrollo personal de los niños. Este proceso educativo marcará hechos importantes en su futuro como puede ser el matrimonio y este proceso continuo de los valores aprendidos, será transmitido a nuevas generaciones. La mentalidad de nuestros antepasados está más ligada a la religión católica en comparación con la de los ciudadanos de esta sociedad. Los valores en los que estos han tenido fe han sido transmitidos de generación en generación pero actualmente, la creencia de estos valores ha ido decayendo cada vez más aunque la importancia de la religión está ascendiendo ligeramente. Según el informe Jóvenes españoles 2010, elaborado por la fundación SM, “la religión sigue ocu- pando uno de los últimos lugares en una escala de valoración de las cosas más importantes para los jóvenes (22%), aunque sube tres puntos porcentuales con respecto a los datos de Jóvenes españoles 2005. No obstante, un 53,5% se define como católico.” Antiguamente, la mayoría de los niños, educados en un entorno católico, iban a colegios religiosos donde la enseñanza era rigurosa. Desde la infancia, se les educaba en valores basados en la tolerancia, en el respeto, en la fe en Dios… Asimismo, la metodología que llevaban a cabo las monjas y los curas, como profesores de los centros educativos, se basaba en unidades didácticas religiosas que se ponían en práctica, yendo a ceremonias religiosas, leyendo fragmentos de la Biblia, rezando el Rosario y cantando los canticos de origen religiosos. Este descenso gradual en el papel que ejerce la Iglesia en la sociedad, también hace que los valores religiosos desciendan con ello. Según Miguel Ángel, direc- tor de un colegio religiosos de Gipuzkoa: “Los valores religiosos siempre son valores, para mi, amplificados. Quiero decir, que yo puedo decir: Siempre tienes que hacer el bien o puedo decir tu siempre tienes que hacer el bien, incluso, a los que no te caen bien o te hacen la vida imposible y además, les perdonas. Ahí se sobredimensionan, para mi”. Esta comparación entre los valores que antes se inculcaba en relación con los de ahora provoca una reestructuración de la mentalidad religiosas de la sociedad. Actualmente, se valora más la calidad de la enseñanza que se recibe por los profesores en vez de evaluar el acto de fe por el cual se rigen la cultura de una persona. Antiguamente se educaba en valores basados en la tolerancia, en el respeto, en la fe en Dios Actualmente, los valores del cristianismo siguen estando presentes en la comunidad cristiana aunque su influencia en la sociedad depende de la creencia de cada persona. Las órdenes eclesiásticas siguen cumpliendo su rol de inculcar los valores a la sociedad y además, están mostrando a los ciudadanos que, en un mundo tan plural como éste, a través del respeto y la aceptación al prójimo, se puede convivir con otras personas que no adquieren los mismos valores culturales y religiosos. Asimismo, como son uno de los agentes educadores importantes de esta sociedad, ellos son los que dan ejemplo de cómo se tiene que establecer una cultura de paz dentro de la sociedad multicultural, evitando los valores que generen conflictos en la comunidad actual. Después de todo, deberíamos replantearnos la educación de nuestros hijos tanto en la escuela, como en la familia y en la fe, y asegurarnos que transmitimos correctamente los valores más importantes de los seres humanos, ofreciéndoles de esta forma, un futuro más tolerante y más humano.