GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA ORL-23 Tumores Glómicos Año 2014 - Revisión: 0 Dra. Romina Stawski Página 1 de 5 Introducción Los paragangliomas (PG), quemodectomas y tumores glómicos son neoplasias poco comunes que se originan en el sistema paragangliónico, con una incidencia estimada de 1 en 30 mil. La mayoría de los PG de cabeza y cuello derivan del tejido parasimpático de los nervios glosofaríngeo y vago. Pertenecen al sistema neuroendocrino y poseen quimiorreceptores sensibles al pH y la presión arterial de oxígeno y dióxido de carbono. El 20% son hereditarios y el 80%, esporádicos. Los hereditarios son multicéntricos y bilaterales y presentan síntomas tempranamente. Los familiares de alto riesgo tendrían que ser estudiados para saber si son portadores de genes predisponentes, en cuyo caso se propone la pesquisa exhaustiva para la detección de los tumores en un estadio temprano. El diagnóstico temprano implica una terapia también temprana, lo que reduce la morbimortalidad y logra un mejor control de la enfermedad. La tasa de malignidad es rara y oscila de 6.4% en tumores del cuerpo carotídeo a 17% en el glomus intravagal; en las formas familiares son menos frecuentes las variantes malignas. La presencia de adenopatías o metástasis a distancia es necesaria para el diagnóstico de malignidad. De acuerdo a su origen se clasifican en: • Glomus timpánico: se originan en el nervio de Jacobson • Glomus yugular: proceden de la adventicia del bulbo yugular • Cuando no se puede confirmar el origen en el promontorio, se denominan PG yugulotimpánicos Diagnóstico Clínico Estadios tempranos: síntomas relacionados con afección del oído medio (acúfeno pulsátil, hipoacusia conductiva) Glomus yugular: o Acúfeno pulsátil, neuropatía de pares craneales. Se extienden a celdillas hipotimpánicas, bulbo yugular, foramen yugular, fosa posterior o Masa en oído medio cuando erosiona el piso del hipotímpano; pólipo cuando erosiona la membrana timpánica (hipoacusia conductiva) o Extensión al receso facial Glomus timpánico: o Hipoacusia conductiva o Masa roja sobre promontorio Copia N° : Nombre Representante de la Dirección: Revisó Dr. Leonardo Gilardi Fecha: Aprobó Dra. Inés Morend Firma Fecha 02/07 17/07 GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA ORL-23 Tumores Glómicos Revisión: 0 – Año 2014 Dra. R. Stawski Página 2 de 5 Los PG parasimpáticos secretan catecolaminas en forma clínicamente significativa sólo en el 2%. Los signos clínicos que sugieren un tumor hormonalmente activo son hipertensión lábil, enrojecimiento facial, taquicardia, etc. En presencia de aumento de catecolaminas en plasma o de sus metabolitos en orina, se recomienda la tomografía computada (TAC) de abdomen para descartar feocromocitoma. La sensibilidad de la determinación de metaepinefrina y normetaepinefrina en plasma es del 97%. Diagnóstico por Imágenes Ante la sospecha de un tumor glómico yugular, timpánico o yugulotimpánico, se solicita TAC de peñascos de alta resolución; se observa una imagen de densidad de partes blandas sobre el promontorio o en hipotímpano en los glomus timpánicos En los glomus yugulares, los tumores causan erosión del piso del hipotímpano con aspecto “apolillado” y erosión de la espina yugular, lo que se observa como “apertura” del agujero rasgado posterior. GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA ORL-23 Tumores Glómicos Revisión: 0 – Año 2014 Dra. R. Stawski Página 3 de 5 La resonancia magnética de cerebro y base de cráneo permite evaluar la vascularización, la extensión a endocráneo y la eventual multicentricidad. En T1 se describen como lesiones hipointensas que realzan con contraste (“imagen en sal y pimienta”). Mientras que la angiografía confirma la naturaleza vascular del tumor y permite proponer la embolización prequirúrgica, la angiorresonancia tiene mayor sensibilidad y es menos invasiva. Se debe solicitar siempre con la resonancia, especificando que se realicen los tiempos arterial y venoso. En el tiempo venoso, se observa en los glomus yugulares la ausencia de contraste a nivel del seno lateral ipsilateral a la lesión; en el tiempo arterial, se puede apreciar el ovillo vascular que es más característico que en la arteriografía. La arteriografía confirma el diagnóstico y se realiza en forma previa a la cirugía para embolizar las ramas que nutren el tumor a nivel de los glomus yugulares, no así en los timpánicos. La vascularización de los glomus yugulares está dada por ramas de la carótida interna, la carótida externa (faríngea ascendente, occipital) y el sistema vertebrobasilar (arteria cerebelosa posteroinferior [PICA]). GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA ORL-23 Tumores Glómicos Revisión: 0 – Año 2014 Dra. R. Stawski Página 4 de 5 Algunos agentes radioactivos están en estudio como marcadores complementarios de las técnicas convencionales por imágenes, en el diagnóstico de multicentricidad o metástasis. Se destacan la metayodobenzilguanidina (123I-MIBG), así como los análogos de somatostatina marcados con indio o de dopamina marcados con flúor. Tratamiento En la mayor parte de los casos se trata de neoplasias benignas de crecimiento lento. Su manejo es difícil por ser muy vascularizadas y presentar un estadio avanzado al momento del diagnóstico, así como por tener una ubicación anatómica difícil. Aún en sujetos asintomáticos, se reconoce la importancia del tratamiento por el crecimiento progresivo del tumor. Se hace hincapié en la preservación de los pares bajos, principalmente en tumores bilaterales. Las modalidades de tratamiento comprenden la cirugía o la radioterapia. La mejor opción es la cirugía con embolización previa (en caso de los tumores yugulares), para disminuir el volumen y el sangrado intraoperatorio, con reducción del tiempo quirúrgico. GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA ORL-23 Tumores Glómicos Revisión: 0 – Año 2014 Dra. R. Stawski Página 5 de 5 La radioterapia es relegada a aquellos tumores con invasión meníngea y compromiso extenso, en los que la cirugía implica elevada morbimortalidad. También es una alterntiva para pacientes añosos o con comorbilidades que contraindican la cirugía. Bibliografía Semaan MT, Megerian CA. Current assessment and management of glomus tumors;; Current opinion in Otolaryngology & head and neck surgery, 2008, 16:420-426