SI PIENSAS QUE HAY ALGO IMPOSIBLE, LEE ESTA HISTORIA… Mi nombre es Nick Vujicic y doy gracias a Dios por la manera en que El ha usado mi vida para tocar a miles de corazones alrededor del mundo! Yo nací sin extremidades y los doctores no tienen explicación médica para este "defecto" de nacimiento. Como pueden ustedes imaginar, debí encarar muchos desafíos y obstáculos "Considérenlo un gozo, amigos míos, dondequiera encaren pruebas de todo tipo" ... el contar nuestra aflicción, dolor y lucha, ¿acaso no es pura alegría? Ya que mis padres eran cristianos y mi Papá además era pastor de nuestra iglesia, ellos conocían ese versículo muy bien. Sin embargo, en la mañana del 04 de diciembre de 1982 en Melbourne (Australia), las dos últimas palabras en la mente de mis padres era "alaba a Dios". ¡Su primer hijo había nacido sin extremidades!! No habían existido advertencias o tiempo para prepararse para ello. ¡Los doctores estaban conmocionados y no tenían ninguna respuesta!! Aún no existe alguna razón médica por lo que esto haya sucedido y Nick tiene ahora un hermano y una hermana que nacieron normales como cualquier otro bebé. Toda la iglesia se lamentó por mi nacimiento y mis padres estaban totalmente devastados. Todos se preguntaban, "si Dios es un Dios de Amor, entonces ¿por qué Dios permitió que sucediese este tan grande mal específicamente a cristianos dedicados y no a otro?"Mi Padre pensaba que yo no sobreviviría por mucho tiempo, pero los exámenes probaron que yo era un niño saludable solo que no tenía las extremidades. Comprensiblemente, mis padres tenían muchas preocupaciones y evidentes temores respecto de la clase de vida que tendría en el futuro. Dios les proveyó fuerza, sabiduría y coraje a través de esos primeros años y pronto llegó el momento de ir al colegio. La ley en Australia no me permitía integrarme a una escuela normal debido a mis limitaciones físicas. Dios hizo milagros y le dió a Mamá la fuerza para luchar para que la ley fuese cambiada. Yo fui uno de los primeros estudiantes discapacitados que se integraron en una escuela normal. Me gustaba ir al colegio, y tratar de vivir la vida como la de los demás, pero fue en los primeros años de colegio cuando encontré momentos no gratos al sentirme rechazado, lleno de burlas y atacado por mi diferencia física. Fue muy duro para mí acostumbrarme a ello, pero con el apoyo de mis padres, empecé a desarrollar actitudes y valores que me ayudaron a sobreponerme a esos desafiantes momentos. Yo sabía que era diferente, pero interiormente yo era como todos los demás. Muchas veces me sentí tan humillado que no quería ir a la escuela para no tener que enfrentar toda esa tensión negativa. Fui animado por mis padres para ignorar los malos tratos y tratar de hacer amigos hablando con algunos compañeros. Pronto los estudiantes se dieron cuenta que yo era igual a ellos, y de allí en adelante Dios continuó acercándome nuevos amigos. Hubo momentos cuando me sentí deprimido y enojado porque no podía cambiar la forma como yo era, o me quejabas de los demás por mi situacion. Fui a la iglesia y aprendí que Dios nos ama y que El cuida de nosotros. Comprendí ese amor en un nivel de niño, pero no comprendí que si Dios me amaba ¿por qué El me había hecho así? ¿Es porque había hecho algo malo? Yo pensé que debía ser porque de todos los chicos de mi escuela, el único horripilante era yo. Sentí como que era una carga para los que me rodeaban y mientras más rápido me fuera, mejor sería para todos. Deseaba terminar mi dolor y terminar mi vida a una edad temprana, pero agradezco una vez más por mis padres y familia que estuvieron siempre allí para consolarme y darme fuerza. Debido a mis luchas emocionales, y que experimenté ideas disparatadas, baja estima y soledad, Dios ha implantado una pasión de compartir mi historia y experiencia para ayudar a otros a enfrentarse con cualquier desafío que tengan en su vida y dejar que Dios la transforme en bendición. Para animar e inspirar a otros a vivir todo su potencial y no dejar que nada se interponga en el camino de cumplir sus esperanzas y sueños. Una de las primeras lecciones que aprendí fue no dar las cosas por presupuestas. "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien" Esas palabras de la Escritura hablaron a mi corazón y me convencieron al punto de saber que no hay tal cosa como suerte, opción o coincidencia para que esas cosas "malas" sucedan en nuestra vida. Tengo completa paz sabiendo que Dios no dejará que nada nos suceda en nuestra vida a menos que El tenga un buen propósito para ello. Yo entregue completamente mi vida a Cristo a la edad de quince años luego de leer Juan 9. Jesús dijo que la razón para que el hombre naciese ciego "era para que las obras de Dios pudiesen ser reveladas a través de El." Creía verdaderamente que Dios podría sanarme para que así diese un gran testimonio de Su Tremendo Poder. Luego se me dio la sabiduría de comprender que si oramos por algo, si es la voluntad de Dios, sucederá a Su debido tiempo. Si no es la voluntad de Dios que suceda, entonces sé que El tiene algo mejor. Ahora veo esa Gloria revelada en tanto El me utiliza así como soy y de la forma que otros no pueden ser usados. Ahora tengo veintiún años de edad y he completado una especialización en Planificación financiera y contable. Siento que estoy llamado a motivar y me gusta salir y compartir mi historia dondequiera que hayan oportunidades para ello. He desarrollado charlas para compartir con los estudiantes a través de tópicos que desafían a los adolescentes de hoy. También soy facilitador en el sector corporativo. Tengo una pasión por hablar a los jóvenes y estar disponible para todo lo que Dios me exija, y dondequiera que El me lleva, le sigo. Tengo muchos sueños y metas que me he fijado en mi vida. Deseo ser el mejor testimonio que pueda del Amor y Esperanza de Dios, para llegar a ser un orador inspirado por Dios a nivel internacional. Deseo llegar a ser financieramente independiente a la edad de 25, para modificar un vehículo para mí y poder manejarlo y ser entrevistado y compartir mi historia en todo lugar donde se necesite. Escribir varios libros ha sido uno de mis sueños y espero terminar de escribir el primero a fines de año, si Dios lo permite. Se llamará "Sin brazos, sin piernas, sin problemas" Creo que si tienes el deseo y la pasión de hacer algo, y es la voluntad de Dios, lo lograrás en su momento. ¡Como humanos, continuamente nos ponemos límites sin ninguna razón! Lo que es peor es ponerle límites a Dios que puede hacer todas las cosas. Ponemos a Dios en una "caja". Lo esencial es entender, que si deseamos hacer algo para Dios, en vez de poner nuestra mirada en nuestra capacidad, debemos concentrarnos en nuestra disponibilidad pues sabemos que Dios es quien lo hace a través de nosotros, y no podemos hacer nada sin El. Una vez que nos ponemos a disposición para la obra de Dios, ¿en qué capacidades entonces descansamos? ¡En las de Dios..! Si Nick puede, tu puedes… solo intenta ponerte a las ordenes de Dios y veras lo que sucede a tu alrededor. ¡Que Dios te de un bello día!