• ¿Te has preguntado alguna vez, si hay algo más que esta vida? • ¿Por qué estamos aquí? • ¿Cuál es nuestro propósito? • ¿Hacia donde vamos? • Mira la imagen. Mira a este padre sosteniendo a su hijo. • Dios nos creó para tener una relación con él, ahora y por siempre. – Miren qué amor tan grande nos ha mostrado el Padre: que nos llamamos hijos de Dios y realmente lo somos (1 Juan 3,1). • Dios quiere que conozcamos su amor y experimentemos su maravilloso plan para cada uno de nosotros. – Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza (Jeremías 29, 11). • ¿Sientes que estás experimentando este tipo de relación? • ¿Por qué? ¿Por qué no? • El pecado rompe nuestra relación y nos hace experimentar a Dios como lejano. – Son las maldades cometidas por ustedes las que han levantado como una barrera entre ustedes y Dios; son sus pecados los que les ocultan su rostro, e impiden que los oiga (Isaías 59, 2). • La imagen nos muestra la separación que crea nuestro pecado. • Algunas consecuencias de esta separación son: desesperación, frustración y falta de rumbo en la vida. • • • Falta de sentido Falta de propósito Fragilidad: resentimientos, quejas, insatisfacción – El pago que da el pecado es la muerte (Romanos 6, 23). • ¿Cómo puedes restituir tu relación con Dios? • “Me encuentro lejos de la paz, he olvidado la dicha (…) Pero algo traigo a la memoria, algo me hace esperar. Que el amor del Señor no se ha acabado, no se ha agotado su ternura. Mañana tras mañana se renuevan. ¡Grande es su fidelidad! (…) Bueno es esperar en silencio la salvación del Señor” (Lamentaciones 3, 17.21-23.26) – Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que quien crea en él no muera, sino tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por medio de él (Juan 3, 16-17). • Jesús tomó sobre sí las consecuencias de nuestros pecados, y con su entrega en la cruz, trajo para todos nosotros la Vida Nueva. • Jesús te ama, dio su vida para salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día, para iluminarte, para fortalecerte, para liberarte. • Con un acto de amor único y pleno, Jesús restituye nuestra relación con Dios. – Yo soy el camino, la verdad y la vida: nadie va al Padre si no es por mí (Juan 14, 6). • ¿Cómo puedes experimentar esta relación restituida? • Recibir este regalo es simple. Puedes recibirlo abriendo la puerta de tu corazón y permitiéndole a Jesús ser el centro de tu vida. – Mira que estoy a la puerta llamando. Si uno escucha mi llamada y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo (Apocalipsis 3, 20). • Jesús quiere que tú lo conozcas hoy, no importa si has estado cerca o lejos de Él. • Sólo tú tienes la LLAVE de la puerta de tu corazón. • “Señor Jesús, yo quiero conocerte personalmente. Admito que me he dejado engañar. De mil maneras escapé de tu amor, he roto mi relación contigo a través de mis pecados. Gracias por entregarte hasta la muerte para librarme de mis pecados y darme la oportunidad de restablecer mi relación amorosa con Dios mi Padre. Aquí estoy para renovar mi alianza contigo. Te necesito. Te abro la puerta de mi corazón y te reconozco como mi Señor y Salvador. Acéptame una vez más entre tus brazos redentores. Ayúdame a dirigir mi vida y a ser la persona que tu esperas que sea”. Desafíos desde Evangelii Gaudium Ad intra - Crisis de identidad cristiana construida desde un sentido de pertenencia comunitaria - Vivencia del DM como itinerario - Falta de entusiasmo misionero. - “La misión como una cosa más”. - Búsqueda de prestigio, reconocimiento, vanagloria y bienestar personal. - El cansancio: el problema no es la cantidad de actividades sino las actividades mal vividas. - Miedo al fracaso. - Pesimismo desidia pastoral. - Falta de acogida misericordiosa. - Envidias y celos entre agentes pastoral. - Falta de actitud de diálogo - La parroquias no son autosuficientes, ni pastoral ni económicamente. - Funcionalismo - Ensimismamiento eclesial - Integración de los religiosos a la vida diocesana - Integración de los grupos, movimientos, asociaciones y demás realidades eclesiales a la vida parroquial (“Nómadas sin raíces) Desafíos desde Evangelii Gaudium Ad extra Secularismo: expulsar a Dios de Nuevas formas de pobreza. la vida pública y privada. (indigentes, tóxico Desigualdad social. dependientes, migrantes, Economía de la exclusión. enfermos VIH, adultos Globalización de la indiferencia. mayores, el no nacido, trabajo Cultura del descarte. infantil, trabajador informal, Idolatría del dinero. etc.). Relativismo moral. Adversidad de algunos medios Ideologización del mensaje de prensa. cristiano: cristianismo sin Cristo Pluralismo cultural. y sin Iglesia. Egoísmo, individualismo. Implicaciones… Tentaciones del Agente de Pastoral-EG • No nos dejemos robar… – …el entusiasmo misionero (80) • La evangelización no es un apéndice de la vida cristiana (78) – …la alegría evangelizadora (83) • Psicología de la tumba: cristianos momias de museo, apolillados. – …la esperanza (86) • “Habriaqueísmo” – …la comunidad (92) • La fe en el Hijo de Dios es inseparable de la pertenencia a la comunidad. – …el Evangelio (97) • No mundanidad: gnosticismo-neopelagianismo (94) Elitismo – …el ideal del amor fraterno (101) • Vencer chismes, envidias, sentido de superioridad – …la fuerza misionera (109) • Ministerialidad y dimensión carismática de la Iglesia.