En algunas oportunidades y preferentemente sin conocimiento de la cosmovisión de algún artista, cabe la pregunta qué quiere decir o comunicar el autor. Más allá de pensar en una disciplina o en una determinada estética, es posible advertir en primer lugar un impulso que lleva al individuo a plasmar una obra, y entre el objeto percibido sensiblemente y la intelectualización del mismo, hay una emoción, hay un algo invisible que nos atraviesa y nos habla desde un aparente silencio. Así nos comunicaron su mundo nuestros primigenios parientes. Esto sensible y emotivo al transitar espacios de comprensión quedan fijados en la memoria y de alguna manera van construyendo y hasta transformando las culturas. Las manualidades en este caso son reproducciones de objetos donde el espíritu de la cosa parece estar ausente. Esto que dice Camnitzer de aproximarnos y hasta proponer un absurdo es un lujo que puede darse el arte; aquí no es importante la suma de 2 x2, pero si romper moldes, proponer espacios de creatividad y libertad. Influir en el otro o en los otros desde distintas perspectivas es ese fuego que subvierte, que impulsa a cambiar de mirada y hasta puede burlarse de cualquier paradigma ya que el arte es una expresión sublime de la libertad humana. Hoy las TIC nos están proponiendo crear desde la virtualidad y el objeto está presente, pero no se puede tocar, y sin embargo, está dialogando en nuestro interior. Observando algunos videos de Canal Encuentro, me llamó la atención la producción de Pablo Suárez “Sopa de pobres”. Una interesante crítica desde el arte a una política excluyente enmarcada en el neoliberalismo. Es ingenuo pensar que desde las producciones artísticas podríamos hacer frente a una política económica avalada por grandes poderes, pero es fuerte al momento de identificarnos con el tipito que ahora es parte de una sopa que preparó dedicadamente y que indudablemente será para el disfrute de otros; de los dueños de todas las sopas. El arte popular no transita grandes galerías pero es crítico, no comprende con exactitud las políticas económicas, pero las padece, se revela, se plasma en las paredes, en las camisetas, en los fetiches y hasta suele pedir justicia por vías tan insólitas como los cultos paganos. Para su registro y manifestación se pueden utilizar múltiples dispositivos digitales, audio, imágenes, ensamble de videos ; más la gran oferta de recursos web gratuitos. La idea es visibilizar estas expresiones que de alguna manera claman por derechos más que por milagros. http://www.conectate.gob.ar/sitios/conectate/busqueda/encuentro?rec_id=121738