EVOLUCION POLITICA DE LA RESTAURACION (1902−1917) El período que se inicia en 1902, con el ascenso al trono de Alfonso XIII, y concluye en 1923, con el establecimiento de la dictadura de Primo de Rivera, se caracterizó por una permanente crisis política. Sus momentos previos están protagonizados por la pérdida del Imperio colonial en 1898, un duro golpe para la conciencia española que se reflejará en la idea de regeneracionismo puesta en marcha por los autores de la generación de 98. En los primeros años del reinado de Alfonso XIII asistimos a un proceso lento de descomposición política y social. Paralelamente se produce una evolución lenta pero profunda en la economía y en la estructura social, que transforma el modo de vida de las gentes. En el ámbito internacional. El reinado de Alfonso XII coincide con la etapa de la que se ha llamado carrera de armamentos, periodo crítico que desembocó en el estallido de la I Guerra Mundial. La tónica general del periodo que transcurre entre 1902 y 1917 es la de una permanente crisis política que afecta a los fundamentos mismos del sistema canovista. Tras el fracaso de los proyectos regeneracionistas de Silvela y Polavieja, los primeros años del reinado se caracterizan por las continuas crisis, exceptuando el gobierno largo de Maura entre 1907 y 1909. Las causas de esta inestabilidad política son: Intervencionismo político de Alfonso XIII: el Rey jugó desde el principio un papel activo, implicándose en los cambios de gobierno así como prestando su apoyo a los sectores más conservadores del ejército culminó con el apoyo a la Dictadura de Primo de Rivera. Elemento clave en el desprestigio de la monarquía. División de los partidos del turno provocada por la desaparición de los líderes históricos( Cánovas, Sagasta) y las luchas entre los nuevos jefes conservadores ( Fernández Villaverde, Maura, Dato) y liberales ( Moreno Ríos, Canalejas) por el control de sus grupos. Estos conflictos internos impidieron que surgieran liderazgos fuertes, capaces de producir en el seno de ambos partidos un proceso de puesta al día que, tras la crisis del 98 resultaba imprescindible. La progresiva pérdida de influencia del caciquismo restó eficacia a la maquinaria electoral de los partidos. El mayor peso de las ciudades impedía una manipulación tan descarada como la de las zonas agrarias, y la crítica regeneracionista obligaba poco a poco a suavizar el fraude. El fraccionamiento parlamentario contribuyó a la aparición y el crecimiento de partidos políticos ajenos al sistema de la Restauración. Socialistas, radicales, republicanos, y nacionalistas incrementaron cada vez más su fuerza electoral. En este contexto de inestabilidad política, el país tuvo que enfrentarse a graves problemas sociales: *Conflictividad social: a partir de 1902 se suceden una continua oleada de huelgas, comenzando en Barcelona(1902), y más tarde seguido por la minería bilbaína y los campesinos andaluces(1903). Al mismo tiempo creció la afiliación a la UGT, y el PSOE logró un importante éxito en las elecciones municipales de 1905. En su origen están la mayor conciencia de la clase obrera y campesina, la degradación de las condiciones de vida, la fuerza creciente de los sindicatos socialistas y anarquistas y éxito de las primeras huelgas. Las 1 oposiciones cada vez más enfrentadas entre patronos y obreros agudizaron los conflictos. *Aparición de la cuestión religiosa: socialistas, republicanos y un sector significativo del Partido Liberal, liderado por Canalejas, reclamaron el recorte de la influencia social y el poder de la Iglesia, especialmente en la enseñanza. La cuestión sería uno de los detonantes de la crisis de 1909. *El resurgimiento del problema militar: ante el desconcierto de un ejército humillado en 1898 que recibía críticas crecientes de los sectores opositores (republicanos, socialistas, nacionalistas), el estamento militar atribuía todo la responsabilidad a los políticos y reivindicaba la vuelta al papel protagonista. *Consolidación del nacionalismo: el desastre del 98 produjo en País Vasco el crecimiento del sentimiento nacionalista, especialmente a partir del planteamiento autonomista y católico de Sabino Arana, lejos del separatismo, más acorde con la burguesía vasca, cuyos intereses comerciales estaban ligados al mercado nacional. Pero fue en Cataluña donde la pérdida de las colonias se acusó más. Aunque inicialmente la burguesía catalana se interesó por medidas regeneracionistas, la amenaza del gobierno de subir los impuestos llevó a los empresrion catalanes a agruparse formando en 1901 la Lliga Regionalista, liderada por Prat de la Riba y Francesc Cambó. En 1905 estalló una grave crisis en Cataluña. La victoria de Lliga Regionalista de Cambó y Prat de la Riba en las elecciones locales de 1906 alarmó al ejército que veía en peligro la unidad del país. Los comentarios satíricos contra el ejército en alguna publicación barcelonesa, llevaron a oficiales a asaltar e incendiar las imprentas. La reacción del gobierno fue ceder ante el Ejército: en 1906 se aprobó la Ley de Jurisdicciones que identificaba las críticas al Ejército como críticas a la Patria y pasaban a ser juzgadas por la jurisdicción militar. La reacción pública fue inmediata. Una nueva coalición, Solidaritat Catalana, consiguió una clara victoria electoral en 1907, reduciendo drásticamente la representación de los conservadores y liberales en Cataluña. Antonio Maura, líder del Partido Conservador, llegó al poder en 1907 con un ambicioso programa reformista de carácter regeneracionista: modificó la ley electoral, y estableció el Instituto Nacional de Previsión (1908). Sin embargo, la reforma más ambiciosa de Maura fue su proyecto de Admisión Local. La autonomía municipal y la garantía de representatividad eran la base imprescindible para desmontar el sistema caciquil. La creación de Mancomunidades, asociaciones regionales de las Diputaciones, debía suponer el primer caso para un autogobierno regional, lo que facilitó el entendimiento con la Lliga. Pero ante la oposición de los representantes de la oligarquía, la ley no llegó a aprobarse. El gobierno de Maura cae en 1909. SEMANA TRÁGICA Los sucesos d la Semana Trágica tuvieron su origen en la situación de tensión que vivía la ciudad desde años anteriores. Al éxito del nacionalismo hay que sumar el crecimiento de la movilización obrera. En Cataluña, el PSOE y la UGT tenían una escasa implantación; entre los obreros predominaba la ideología anarquista, pero esta tendencia estaba escasamente articulada en sindicatos. En 1907 se creó Solidaridad Obrera, una alternativa para Solidaridad Catalana. Sin embargo esta nueva entidad no consiguió reunir a la clase obrera barcelonesa. Parte de culpa la tenía la aparición de una fuerza nueva, el Partido Republicano Radical, dirigida por Alejandro Lerroux, y con un programa demagógico y anticlerical, que hizo que una buena parte de los trabajadores catalanes, sobre todo los numerosos inmigrantes que llegaban a Barcelona, pasaran a apoyarle. 2 La Ley de Jurisdicciones de 1906 trajo un reforzamiento del anticlericalismo y antimilitarismo en la ciudad. La política autoritaria del gobierno de Maura no ayudó a calmar los ánimos. Sin embargo, fue la guerra de Marruecos, la que determinó el estallido de la Semana Trágica. Los ataques de los habitantes del Rift contra los trabajadores españoles de una compañía minera llevó a la movilización de reservistas catalanes. La tensión fue en aumento en los días posteriores, Solidaritat Obrera convocó huelga general en Barcelona para el día 26Julio. La huelga se celebró aunque los enfrentamientos entre huelguistas y policía aumentaron. Durante 3 días hubo quemas de conventos, exhumación de tumbas religiosas,... La brutalidad de la represión llegó al límite con el procesamiento, condena y ejecución del pedagogo y anarquista Ferrer y Guardia, fundador de la Escuela Moderna. Su ejecución se produjo en medio de una oleada de protestas internacionales. Como consecuencia de todo ello se produjo la caida de Maura en Noviembre de 1909. Mientras el PSOE conseguía que Pablo Iglesias fuera elegido diputado en 1910, el liberal José Canalejas llevó a cabo el último intento regeneracionista dentro del sistema de la Restauración. Su acción reformista (servicio militar obligatorio en tiempos de guerra, ley del "candado"( que prohibía la instalación en España de nuevas órdenes en el plazo de 2 años), Ley de Mancomunidades que se vio finalmente frustrada en el Senado, acabó brutalmente con su asesinato por un anarquista en 1912. En adelante, podemos hablar de una crisis permanente de los partidos del turno. La I Guerra Mundial dividió al país entre aliadófilos (liberales e izquierdas) y germanófilos (derechas conservadoras), pero trajo un periodo de prosperidad económica. España, neutral, pudo convertirse en abastecedora de muchos productos para los países contendientes. Sin embargo, debido a la fuerte demanda de productos españoles, los precios subieron, perjudicando a las clases trabajadoras. Resultado de esto fue el auge de las organizaciones obreras: la UGT aumento notablemente sus afiliados, pero fue la CNT la que experimentó mayor crecimiento. Una oleada de protestas, agitaciones campesinas y huelgas fue generándose a lo largo de la guerra, en un proceso que culminó en la crisis general del 1917. CONCLUSIÓN: El mal reparto social de los beneficios del boom económico y la creciente inflación llevaron al estallido social y una profunda y compleja crisis en 1917. En ella podemos distinguir diversos aspectos: Crisis militar. El descontento entre los oficiales "peninsulares" ante los rápidos y, a veces inmerecidos, ascensos de los "africanistas" culminó con la creación de las Juntas de Defensa. El gabinete conservador de Eduardo Dato se plegó a la imposición de los militares y aceptó unas juntas que iban contra la disciplina militar y la subordinación del ejército al poder civil. Crisis parlamentaria. Setenta diputados y senadores de la Lliga Regionalista, republicanos, socialistas e incluso algún miembro del partido liberal constituyeron en Barcelona una Asamblea Nacional de Parlamentarios que demandó un cambio de gobierno y la convocatoria de Cortes Constituyentes. Crisis social: la huelga general de 1917 Convocada en agosto por CNT y UGT tuvo un amplio seguimiento en las ciudades y se saldó con un centenar de muertos y miles de detenidos. 3