pueden bajar la desgrabación de acá

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SEMIÓTICA DE LOS GÉNEROS CONTEMPORÁNEOS.1
CÁTEDRA: FERNÁNDEZ
TEÓRICO Nº 15
2º CUATRIMESTRE 2012
Fecha: 11/09/12
Expositor: Damián Fraticelli.
Tema: “La Enunciación”2.
Buenas noches. Mi nombre es Damián Fraticelli, soy Jefe de Trabajos Prácticos. Este
teórico va a estar dedicado al tema de la enunciación.
Lo primero que tenemos que decir es que la enunciación es el último nivel de
análisis. Con la enunciación vamos a terminar de tener esta mirada micro. Recuerdan
que habíamos dicho a principio de año que teníamos una mirada macro sobre la
semiosis social y que después empezábamos a descender hacia los intercambios
discursivos. Y, a partir de ver cómo funcionaba el dispositivo, cómo funcionaba lo
retórico y lo temático, estábamos ya pegados al texto, teníamos una mirada micro sobre
este discurso. Entonces, en el nivel enunciativo, vamos a ver por última vez ese nivel
micro y luego vamos a empezar a ascender sobre la observación del intercambio
discursivo.
¿Qué características tiene el nivel enunciativo que lo diferencia de los otros niveles
de análisis? Bueno, primero, en el nivel enunciativo se va a cerrar una conclusión del
análisis que va a articular los resultados que vimos en los otros niveles (en el nivel
retórico, el nivel del dispositivo y en el nivel temático). Y las conclusiones que
obtengamos en el nivel enunciativo, nos van a servir para generar una hipótesis sobre
los efectos que puede tener el intercambio discursivo. Si tenemos que describir el nivel
enunciativo, entonces podemos decir que mientras que en el nivel retórico uno tiene una
mirada interna sobre el discurso, es decir, al ver un discurso uno podía identificar la
configuración de un relato, podía identificar la configuración de una descripción, de una
argumentación, sin salirnos del texto. Nos contaba Carlón cuando trabajaba el relato, el
mito de la mantarraya que atrapaba al viento defendiendo a los pescadores y les permitía
ir a pescar, no es necesario saber que esa mantarraya estuvo antes en otros relatos, qué
simboliza la mantarraya, qué simbolizan los pescadores, sino que podemos identificar
que mientras haya un estado de equilibrio, una ruptura del equilibrio, un reconocimiento
de la ruptura y un nuevo equilibrio que se establezca, ya tenemos un relato. Lo mismo
sucede con la argumentación, con la descripción y con algunas operaciones de la
figuración (si yo tengo la palabra “mamá” y le saco la parte “ma”, no me salí del
discurso). Ahora, si ya tengo que analizar ironías u operaciones paradigmáticas, voy a
tener que salirme del discurso. Entonces, en lo retorico tenemos una mirada interna del
discurso. En lo temático ya tenemos, necesariamente, una mirada que articula lo interno
con lo externo del discurso. Lo temático es esa dimensión del discurso que hace
referencia a problemáticas trabajadas en otro discurso. Yo no puedo identificar un tema,
no puedo identificar un motivo, si no tengo esa mirada general sobre la semiosis en la
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La desgrabación del teórico ha sido autorizada por la cátedra, pero no fue corregida por la misma. (Nota
del Editor).
2
Esta clase fue dictada con el apoyo de la proyección de una presentación en PowerPoint y contenidos
digitales audiovisuales. Contiene ejemplos visuales. Los mismos no se transcriben aunque sí se
encuentran en notas al pie de página, bastando otras veces con las descripciones del profesor (N. del E).
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que está emplazado el discurso de análisis. Ahí yo voy a poder ver si esa manta raya
aparece tematizada en otros discursos anteriores.
En el nivel enunciativo, en cambio, vamos a tener que ejercer una mirada hacia el
afuera del discurso, vamos a tener hipótesis para poder, luego, estudiar los efectos del
discurso. Habíamos visto que estamos dentro de un modelo que no es lineal, no es que
sabiendo lo que sucede en la instancia de producción sabemos lo que sucede en la
instancia de reconocimiento, sino que hay una incógnita, yo tengo que ir a buscar los
efectos para poder saber cuáles son las condiciones de producción. Ahora, para poder
estudiar esos efectos, tengo que tener ciertas hipótesis sobre lo que se plantea en la
instancia de producción, sobre ese canal de comunicación que plantea el discurso con
ese afuera. Si no, puede suceder como en el artículo del que habla Carlón sobre los
estudios televisivos y que ustedes tienen en la bibliografía complementaria, que uno
confunda los efectos. El ama de casa mira la televisión, se siente culpable mirando la
televisión porque el hogar es su lugar de trabajo, decía Morley, ahora ¿eso es un efecto
de la televisión? ¿El ama de casa se siente culpable cuando lee una fotonovela o cuando
escucha un programa de radio? El hombre que llega al hogar y tiene al hogar como un
lugar, no de trabajo como el ama de casa, sino de esparcimiento y se sienta
placenteramente a mirar televisión ¿le pasa lo mismo leyendo un libro o escuchando la
radio? Y ¿cómo puedo yo establecer cuáles son los condicionamientos específicos de lo
que estoy analizando? Entonces, para tener esos condicionamientos específicos, esas
hipótesis sobre lo que sucede en reconocimiento, se van a establecer como conclusiones
del análisis enunciativo.
Discurso
Análisis
Temático
Recepción
Análisis Retórico
Análisis Enunciativo
Nosotros, hoy, vamos a trabajar con la definición de enunciación que ustedes ya
conocen, la definición de Steimberg que está en las proposiciones sobre el género.
Steimberg define la enunciación como “el efecto de sentido de los procesos de
semiotización por los que en un texto se construye una situación comunicacional, a
través de dispositivos lingüísticos y no lingüísticos”. Vayamos por partes en esa
definición. Nos dice que se produce un efecto de sentido en los procesos de
semiotización. Ahora, es un efecto que produce el discurso que no tenemos que
confundirlo con el efecto que produce el discurso efectivamente dado en el
reconocimiento, sino que es una construcción de la escena comunicacional en el
discurso. Nosotros ya vimos situaciones, esquemas comunicacionales. Por ejemplo, en
el texto que tenían de Hamon cuando hablaba de ficción y decía que la descripción
construye un efecto en el que se pone en juego el saber. Hay un sabio que habla sobre
las palabras, sobre el mundo y se empieza a expandir sobre esas palabras, sobre ese
mundo, es un sabio que fuma pipa, tiene barba. Y se produce que se detiene el tiempo.
Entonces, yo empiezo a describir la mesa: la mesa es de madera, tiene fórmica, la
fórmica está lastimada, está escrita con birome, es una birome azul. Y podría seguir y
seguir y seguir. Es un efecto que se produce en el discurso pero bueno, todavía no
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estudié qué sucedió en el reconocimiento, no fui a preguntarles a las personas si se les
está haciendo larga la descripción, si se detuvo el tiempo. Sino que estoy hablando de
una escena comunicacional que se construye en la configuración discursiva.
En cuanto a una situación comunicacional, habíamos visto el esquema de Jakobson y
lo habíamos planteado con el objetivo de Jakobson, que era encontrar cuál era la
definición de la función poética, no tenía el objetivo de describir una escena
comunicacional sino que tenía un objetivo determinado. Hoy vamos a usar ese esquema
con otro objetivo, que es poder diferenciar la situación comunicacional de la situacional
comunicacional construida en el texto, es decir, la escena enunciativa de la escena
comunicacional. En la escena comunicacional tenemos un emisor que envía un discurso
a un receptor. Yo soy un emisor y ustedes son receptores. Yo soy uno y ustedes son
ochenta, más o menos. En la escena comunicacional enunciativa vamos a tener también
dos figuras que son la figura del enunciador y la figura del enunciatario. La figura del
enunciador está del lado de la emisión, es la figura de quien está emitiendo el discurso,
de quien está produciendo ese discurso. Y la figura del enunciatario es la figura de quien
está recibiendo el discurso. Ahora, ¿son iguales? Esta es una pregunta que puede
aparecer en los parciales o en cualquier final. ¿Qué diferencia existe entre
emisor/receptor y enunciador/enunciatario? ¿Cuál es la diferencia que existe? Que
enunciador y enunciatario son figuras discursivas, son figuras textuales, son
construcciones del discurso. Benveniste, que fue uno de los primeros en sistematizar el
análisis enunciativo desde la lingüística, dice que en la enunciación se emplaza al sujeto
en la lengua, en el discurso. A través de la enunciación, los discursos construyen el
espacio y el tiempo de una sociedad. Son esas partículas que tienen un significado
relativo, no absoluto: cuando yo digo mesa, leo mesa cuando la digo acá, leo mesa en un
manual de carpintería, o leo mesa en otro lado, mantiene el significado que se postulaba
en la lengua desde la lingüística saussuriana. En cambio, con ciertas partículas como los
deícticos, lo que cuenta Benveniste: cada uno dice yo y su significado va variando en
cada vez que es pronunciado, en cada enunciación, en cada acto de apropiación de la
lengua. El sujeto, con esas partículas, se inscribe en el lenguaje. Es por esas partículas
que existimos como sujetos como nos conocemos. Traten de imaginarse ustedes sin la
partícula del yo. O imaginar el tiempo, la temporalidad, sin la partícula del hoy. El hoy
nos ordena, mañana es miércoles y cuando estemos en el miércoles, mañana es jueves.
A partir de ese presente del momento en el que se está enunciando el deíctico. Los
deícticos, como planteaba Benveniste, son nexos comunicantes entre el universo de lo
discursivo y lo que está fuera del discurso. Y eso lo podemos ver, no necesariamente
sólo en intercambios mediatizados. Recién yo decía que el emisor soy yo. Y el
enunciador ¿quién es? ¿Cómo puedo decir quién es el enunciador de este discurso que
estamos construyendo nosotros? Bueno, tendríamos que ver cuáles son las
características discursivas de este discurso. Entonces, son un hablar pausado, detallado,
descriptivo, argumentativo, se repiten las nociones, se describen, se definen. Se va
construyendo un enunciador que no soy yo como persona sino que soy yo construido en
este discurso. Ustedes se imaginan que yo no hablo todo el tiempo así, no es que yo me
encuentro con mis amigos y hablo de esta manera porque sino, sería un desastre mi
vida; y ustedes tampoco, no es que están todo el tiempo callados o discutiendo, también
les iría muy mal, sino que se va construyendo el sujeto en el discurso, entonces, el
emisor y el enunciador son figuras diferentes. Esto es un diferencial, tener en cuenta
esto es algo diferencial y es un valor que tienen ustedes por cursar Semiótica y cursar
Comunicación. Normalmente, uno naturaliza que lo que está hablando alguien es lo que
está hablando y no solamente lo hace con las personas cara a cara sino que también se
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hace en los medios. Biasatti nunca se ríe, puede ganar el equipo de fútbol de Biasatti y
no se ríe, nunca está contento, uno piensa todo el tiempo que Biasatti es un amargo.
Pettinato está haciendo todo el tiempo chistes, a uno le gustaría tener amigos como
Pettinato, es ocurrente, uno sabe que la va a pasar bien y no se va a aburrir. Ahora, no es
una persona para hablar seriamente de algo, me voy con Biasatti. Uno piensa de esa
manera sobre los medios. Normalmente, mientras que uno no reflexiona uno confunde
el emisor con el enunciador y eso se vuelve más complejo aún cuando estamos
hablando de intercambios mediatizados. Nosotros acá tenemos nada más que el
dispositivo del micrófono y tenemos el PowerPoint. Pero ni Biasatti ni Pettinato son
únicamente eso sino que están emplazados en un programa donde tenemos otras
materias de la expresión: tenemos sonido grabado, tenemos otras voces que están
interactuando con ellos, tenemos imágenes en vivo e imágenes en grabado, efectos
especiales, efectos de sonido. Entonces, cómo analizar todo eso.
Y lo mismo sucede del lado de la recepción, ustedes no son los que se construyen
únicamente acá en el discurso, sino todo el tiempo estarían callados y asintiendo con la
cabeza. Y ¿qué sucede en los intercambios mediatizados? Sucede lo mismo. Uno
piensa: el programa de Grondona. Grondona es un liberal conservador. Entonces uno
puede pensar en seguida que todos los que miran Grondona son liberales conservadores.
Seis, siete, ocho está a favor del gobierno, todos los que miran Seis, siete, ocho están a
favor del gobierno. Ahora ¿esto es así? ¿No existe la posición de estar viendo a
Grondona y discutir con él en la pantalla, putearlo a Grondona, decirle de todo como si
estuviera ahí en el living? Entonces no es tan simple, no es que uno viendo lo que
sucede en la producción puede saber lo que sucede en la recepción. Si uno ve el
enunciatario que construye Grondona es alguien que acuerda. Grondona termina el
programa, hace una conclusión, mirando a los ojos, compartiendo ciertos presupuestos
que no tiene que aclarar. Hay acuerdos sobre presupuestos. Lo mismo pasa con Seis,
siete, ocho. Entonces, en la enunciación se puede construir una escena comunicacional
que no necesariamente se corresponde con lo que sucede en la escena comunicacional
efectivamente dada. Hay que estudiar lo que sucede en la recepción. Pero no podemos
hacerlo sin tener una hipótesis de cuál es la escena comunicacional que construye,
postula el discurso. Si yo voy a la recepción sin estudiar previamente la escena
comunicacional de Grondona o de Seis, siete, ocho, le pregunto a alguien por qué se
enoja con Grondona y veo el enojo del lado de la recepción pero no sé efectivamente
qué es lo que sucedió del lado del programa para que produzca esos efectos que voy a
encontrar en la recepción. No sé qué preguntar, no puedo ver exactamente la
especificidad de ese medio.
E
R
≠
≠
Enunciador
Enunciatario
Esta construcción múltiple de los sujetos, no es algo que surge únicamente en los
estudios enunciativos si bien éstos son los primeros que empiezan a esquematizar este
fenómeno en los discursos. Ustedes ya vieron diferentes figuras de enunciadores, de
enunciatarios y escenas comunicacionales. Pueden repasar todas las cuestiones que
fuimos viendo del programa y van a ver que aparecen estas figuras construidas. Por
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ejemplo, cuando Carlón hablaba del dispositivo televisivo y diferenciaba el directo del
grabado, decía que el dispositivo del directo construye un testigo sobre los
acontecimientos que se están construyendo. Esa figura de testigo produce efectos
específicos. Es diferente ver una represión en vivo y en directo que ver una represión
grabada, en una represión en vivo uno puede actuar en relación a lo que está sucediendo
en la pantalla, en cambio si está grabada si uno actúa es que está confundiendo el
registro. Entonces se va construyendo ese testigo. Cuando uno habla de testigo está
hablando de una figura enunciativa, pero construida desde el lado del dispositivo. Y lo
mismo sucede con lo que decíamos recién de la descripción, cuando hablábamos de la
argumentación, el orador franco, el orador simpático, el orador que se jugaba, todas esas
eran también figuras enunciativas, figuras del orador que en la antigua retórica aparecía
como lo que se debía hacer para construir un buen argumento, aparecía del lado de la
técnica, del lado prescriptivo. Ahora nosotros tenemos esas variables como análisis
descriptivo sobre los discursos.
Entonces, Benveniste es uno de los primeros que empieza a sistematizar esos
fenómenos. ¿Y de qué manera los va sistematizando? Bueno, veíamos que están los
deícticos, esas partículas que tienen sentido cada vez que se enuncian. Pero también
aparecieron otras partículas, que fueron viendo los lingüistas, que hacen referencia a la
enunciación, partículas que ya vieron en el CBC: las modalidades y los subjetivemas. El
imperativo “sentate”, o me digo a mí mismo “estudiá”, me ordeno a mí mismo, no tengo
otra manera de ordenarme que tratándome como si fuera otro o “creo que puede suceder
tal cosa”. O subjetivemas, que van construyendo un lugar de un sujeto frente a un
acontecimiento, es diferente decir “Juan es pobre, vive en la calle”, que decir “Juan es
pobre, tiene dos yates nada más”. Si yo les digo la segunda, en ningún momento dije
“yo”, sin embargo se construye un enunciador de diferente nivel socioeconómico.
Entonces, son emplazamientos que se van dando en la enunciación, emplazamientos
donde el sujeto se construye en los discursos.
En el artículo que tienen ustedes de Fernández, sobre la entrada enunciativa, y
también en el artículo que leyeron de Kerbrat, se habla de dos maneras que fueron
desarrollando los estudios enunciativos: la manera micro y la manera macro. La
manera micro es prestar atención a esas construcciones del sujeto en los discursos,
prestar atención a ver de qué manera se emplaza el sujeto en los discursos. La manera
macro es prestar atención a la otra pata de la enunciación que es esa situación
comunicacional, qué relación tiene el enunciado con la escena de enunciación, cuáles
son los condicionamientos de esa enunciación. Y ahí ya se abre todo el campo de la
lingüística del discurso que, dependiendo de qué manera yo defino el contexto de la
enunciación, van a ser mis objetos de estudio. Entonces, de todos los filtros que
planteaba Kerbrat, yo puedo estudiar “cuáles son los condicionamientos de una
enunciación” entonces tomo los filtros psi, los filtros culturales, los de la escena
discursiva, qué cantidad de gente hay, cómo está condicionando esa cantidad en el
discurso, de qué manera se representa en el discurso. Ahora, el límite que tiene esa
articulación es que tenemos que tener ciertos presupuestos para poder plantearnos esa
mirada macro de articulación entre lo discursivo y lo que está por fuera de lo discursivo.
La pragmática plantea una articulación a partir de los trabajos de Austin y Lichtenstein
que dicen que hay ciertos verbos que son acciones, verbos performativos. Prometer, por
ejemplo, yo no tengo otra manera de realizar la acción social de prometer si no digo “te
prometo”: te prometo que mañana te pago. Cuando alguien es condenado a cadena
perpetua, pasa a ser condenado por un acto de enunciación también. Hay ciertos verbos
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que soy acciones sociales. Eso, la pragmática lo expande no solamente a los primeros
verbos que habían encontrado, sino que empieza a plantear articulaciones entre la
acción social y el universo de lo lingüístico.
Para que eso funcione, tenemos que tener ciertos presupuestos de los que nosotros
nos distanciamos. Por ejemplo, el de la intencionalidad. Para que una promesa
funcione como promesa, el que hace la promesa tiene que tener la intención de pagar
mañana, si no nos está mintiendo, y nosotros sabemos que desde la semiótica no
tenemos herramientas para estudiar la intención. Por otro lado, hay una presuposición
de que hay una relación directa entre el universo discursivo y el universo de las
acciones. Ahora, ¿se promete de la misma manera en todas las sociedades y en todos los
sectores de la sociedad? Yo le puedo decir “te condeno a muerte” a un amigo en un bar,
bueno, mi amigo se ríe y no pasa nada, sino que hay ciertos condicionamientos para
que eso funcione como una acción social y no existe ningún listado que describa
minuciosamente estas acciones, sociológicamente no existe ningún listado de esas
acciones. El tercer presupuesto del que nosotros nos distanciamos, es que está
presuponiendo que no hay distancia entre la producción y el reconocimiento. Está
presuponiendo, para que esa promesa funcione, que el otro tiene que estar interactuando
con esa promesa, me tiene que estar creyendo eso que estoy prometiendo. Ahora, yo
puedo tener la intención de pagar mañana pero el otro no me cree, por más que yo diga
“te prometo, te juro que mañana te pago”.
Entonces, ¿de qué manera, nosotros estudiamos la enunciación para poder tener esas
hipótesis que nos van a servir para articularnos con otras disciplinas como la Sociología
o la Historia y para poder tener hipótesis de reconocimiento (de qué sucede en la
recepción)? Vamos a empezar a ver algunos casos de análisis y cómo trabaja nuestra
mirada. Algo fundamental que se tiene que tener en cuenta cuando se estudian medios
es que siempre vamos a encontrar multiplicidad de voces. Que no solamente se da en
los medios, en lo lingüístico, en la oralidad, yo puedo decir “Juan dijo tal cosa”. Cuando
yo digo eso, estoy citando lo que dijo Juan: “Juan dijo que mañana te va a pagar”. Está
mi voz que está hablando de Juan, pero también está la voz de Juan que estoy citando.
Hay una polifonía en ese enunciado. Pero, la particularidad que tienen los discursos
mediatizados, los discursos mediáticos es que, como ya veíamos con Metz, es que hay
múltiples materias de la expresión que se articulan, entonces cada materia de la
expresión puede construir escenas enunciativas específicas que pueden ser coherentes o
pueden, justamente, contradecirse. Por ejemplo en la gráfica, aprovechando que la clase
pasada habíamos visto Steimberg y Traversa, esta es una tapa de Barcelona, esta es una
tapa vieja. Si vamos a hacer un análisis enunciativo, no nos quedaríamos únicamente
con lo lingüístico que encontramos en esta tapa sino que tendríamos que ver, por
ejemplo, cómo se construye el espacio en esta tapa, cuál es la propuesta de lectura, es
una tapa de la que uno puede decir que está ordenada esta tapa, hay un orden jerárquico
donde hay una noticia más importante que las otras. ¿Cuál es la noticia más importante?
El energiazo. ¿Por qué es más importante? Porque tiene las letras más grandes, ocupa
más espacio en la página, es lo primero que veo. Esa diagramación, está construyendo
una situación comunicacional y no estoy trabajando con nada lingüístico. La tipografía,
la diagramación, producen escenas enunciativas. Leamos lo que dice: Energiazo – El
gobierno promete que si gana Cristina, cada argentino “podrá ver televisión, cocinar y
bañarse con agua caliente cada tanto”. ¿Qué tenemos acá? Por un lado sabemos que hay
dos voces, las comillas nos están diciendo que está esa supuesta voz de Cristina. Ahora
¿es lo que dijo Cristina? ¿Cristina puede haber prometido eso? No. Es justamente lo que
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dice la oposición. Entonces, ahí tenemos nuevamente polifonía porque no solamente
está la voz de Cristina, sino que está la voz de sus contrincantes políticos, por eso se
produce el efecto humorístico. Este es un procedimiento enunciativo que suele repetir
Barcelona. Otras cuestiones que podemos ver en esta tapa son las que tienen que ver con
el nivel temático. ¿Qué se está trabajando acá? ¿Está el deporte? ¿Están los
espectáculos? No. Hay temas que tienen que ver con la Economía, con la Política, se
está haciendo referencia a los diarios, es una parodia o una sátira a los diarios. Está
construyendo un lector ciudadano al que le interesan ciertos temas, los temas que tiene
que saber el ciudadano del contrato social, temas que son importantes para la sociedad.
Veamos otro ejemplo. Habíamos dicho que, en la televisión, Carlón había señalado
dos dispositivos: el del grabado y el del directo. En un artículo que ustedes tienen en la
bibliografía, “La Mediatización”, de Verón, aparece la tercera conferencia en la que él
habla de diferentes casos de estudio. La clase pasada se habló de discurso político y de
las publicidades en las revistas femeninas y hoy vamos a hablar de los noticieros. Verón
habla de tres momentos del noticiero televisivo. El primer momento, dice él, se
relaciona con Sucesos Argentinos, con el noticiero cinematográfico, veamos un
fragmento (presentación del fragmento). ¿Qué tenemos acá? Tenemos, por un lado, la
cámara que nos está mostrando un acontecimiento en particular y tenemos una voz en
off que nos está describiendo parte del acontecimiento y además hace agregados sobre
este acontecimiento. Las imágenes están ilustrando lo que se está diciendo. Y, ahí en el
artículo, Verón, para describir estos momentos del noticiero televisivo, usa un par que
tiene que ver con el eje del saber (que la clase pasada Carlón ya había hablado un poco)
que es el de la simetría/complementariedad. Este par se puede utilizar, también, en otros
tipos discursivos. Si hay simetría se tiene el mismo saber, si hay complementariedad,
hay una diferencia de saber. ¿Qué tenemos acá si tenemos que hablar del eje del saber?
Tenemos una relación de complementariedad entre el lugar del enunciador, que es el
que tiene el saber y está explicando lo que está sucediendo en las imágenes y, del otro
lado, tenemos un lugar de no saber. Una relación de distancia.
Ahora veamos un segundo momento (presentación del fragmento). ¿Qué tenemos
acá? Lo primero que tenemos, la gran diferencia que tenemos, es que hay un nuevo
espacio que ya no es un espacio social, no es un espacio que está fuera de la institución
mediática. Nosotros veíamos antes Sucesos Argentinos y veíamos la escuela, la calle, el
tránsito de la ciudad, veíamos espacios sociales construidos. Ahora, acá aparece un
espacio que es propio de la televisión, propio de este género que es el noticiero
televisivo. Y después aparece otro rasgo más que es la mirada a cámara, lo que Verón
va a llamar el eje del contacto, los ojos en los ojos. Ese que está hablando nos está
mirando a los ojos, está mirando a cámara y al mirar a cámara nos mira a los ojos. Ese
mirar a cámara y mirar a los ojos es una relación de contacto (yo hablo con ustedes y
puedo mirar a alguno a los ojos, estoy individualizando el contacto) es parte del
mecanismo legitimador del discurso informativo en nuestra sociedad. Nosotros estamos
acostumbrados a que todas las noches el conductor del noticiero que miramos nos mire
a los ojos, todas las noches vamos creando ese lazo de contacto con esa mirada, esa
mirada que estamos habituados a ver y a que nos mire. Eso no existía previamente en el
noticiero cinematográfico, es un rasgo particular que aparece en el noticiero. Ahora, si
vamos a la relación de saber ¿se alteró esa relación? No, el saber sigue estando del lado
del enunciador. El periodista nos está explicando un acontecimiento y está siendo
ilustrado por esas imágenes. Entonces, el eje del saber nos sirve como descriptor, el eje
de la mirada nos sirve como descriptor y la construcción espacial, es un espacio neutro,
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tenemos un mundo dando vueltas pero no hay mucho más. Esa mirada a cámara, esa
mirada a los ojos, también se desarrolla previamente y como condiciones de producción
tiene la historia de los discursos en registro no ficcional. En los documentales también
podía haber mirada a cámara. En el humor, en las comedias, en el teatro cómico, el actor
puede estar en una escena cómica y de pronto hace un comentario al público que rompe
la ficción que está construida en la escena para intercambiar con ese público. ¿Por qué
en las telenovelas no se mira a cámara? Porque se quiebra ese registro representacional,
los primeros actores de cine tenían por contrato prohibido mirar a cámara.
Vamos a ver ahora el tercer momento que describe Verón. No conseguí un ejemplo
del momento particular (el fragmento que acabamos de ver es de la década del 60) pero
acá, en la década del 80, ya se puede empezar a percibir3 (presentación del fragmento).
¿Qué tenemos acá? En primer lugar, vemos que ya no está solo el presentador, hay otros
personajes en el estudio. Y después tenemos, también, que el presentador no está
mirando a cámara todo el tiempo diciéndonos la noticia sino que, de pronto, nos deja de
mirar y le hace la pregunta al especialista en el tema que se va a hablar. Ese especialista
toma la mirada del presentador y después nos mira a los ojos a nosotros y ahí empieza a
hablar. Y su voz, va a funcionar como la voz en off de Sucesos Argentinos sobre las
imágenes. ¿Qué hubo acá? Lo que hubo fue un desplazamiento del saber. El presentador
que es construido en el discurso ya no tiene el saber sino que hay una relación de
simetría con el enunciatario, con el espectador. Antes teníamos complementariedad
porque el enunciador tenía el saber y el enunciatario no. Ahora tenemos una simetría, el
enunciador se pone en la posición y le hace preguntas al especialista, la pregunta que
haría cualquiera. Ahora ¿esto quiere decir que al presentador no le había llegado el
resumen de la noticia o no sabía sobre la noticia? No sabemos. Lo que sí sabemos es
que la instancia de enunciación, en la situación de comunicación construida en la
enunciación, se construye con una relación de simetría con el enunciatario. Estos
procedimientos de simetría con el espectador no solamente estaban dados por este saber
sino que, por ejemplo en la década del 80, se podían ver noticieros que ampliaban su
espacio, el espacio que construían, entonces algunos noticieros construían una redacción
de noticias, entonces atrás del presentador había gente trabajando en computadoras, es
diferente de mirar un noticiero que no tiene nada atrás.
Se van construyendo diferentes tipos de escenas enunciativas. Lo que hay que ver es
la pregunta que tiene el analista o la pregunta de investigación. Si yo tengo, por
ejemplo, una pregunta que tiene que ver con distinguir estilos históricos de un género
que es el noticiero televisivo, puedo utilizar este modelo que plantea Verón. Ahora, si
ya empiezo a ver el estilo que tienen los noticieros en un mismo momento, voy a tener
que ver otras variables más para poder distinguirlos entre sí, porque están funcionando
todos con una relación de simetría. Entonces, va a depender de la pregunta que tenga el
analista, qué es lo que va a observar el analista para poder describir esta escena de
enunciación.
Veamos otros casos. Vamos a ver ahora de qué manera se puede articular la
enunciación con, por ejemplo, una historia de los medios. Hay un trabajo de Eco
El segundo momento es del 60. El primero es el noticiero cinematográfico, los
primeros noticieros aparecen como noticiero cinematográfico. Siempre depende del país
pero por ejemplo, acá, en la televisión la primera emisión aparece en el 52, pero aparece
de manera regular a fines de la década del 50.
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reconocido internacionalmente donde él plantea diferentes momentos de la
programación televisiva, y que permitió construir una historia, construir un relato sobre
la vida de la televisión, una historia del medio. Eco dice que cuando surge la televisión
existe una programación rígida, con compartimentos, que está dedicada a públicos
específicos. Entonces, tenemos programas para chicos, para amas de casa, para amantes
del deporte. Y esta televisión funciona como una ventana al mundo, que está volcada a
mostrarnos esa vida social como veíamos, por ejemplo, en el primer momento del
noticiero (era un escenario pobre y estaba volcada la institución a mostrarnos cómo era
la vida social, algo que ya aparecía en el noticiero Sucesos Argentinos). La relación,
dice Eco, que existía entre el enunciador televisivo y los espectadores era de tipo
pedagógica, era una relación didáctica, estaba ese saber puesto del lado del enunciador
(Paleo-televisión).
Luego, viene un segundo momento que él llama la Neo-televisión. En la Neotelevisión, dice Eco, ya estamos en un momento en que la televisión hizo blanda su
programación, ya no es una programación con compartimentos determinados dedicados
a públicos determinados sino que aparecen programas ómnibus donde aparecen
diferentes géneros en un mismo programa, entonces yo puedo tener un pasaje para los
chicos, después puedo tener una receta, alguien que viene a cantar, una entrevista a un
deportista y también juegos. Acá, en este nuevo momento de la televisión, en vez de
estar volcada a mostrar la sociedad como una ventana al mundo, empieza a volcarse
hacia su propia enunciación, hacia el contacto que tiene y que establece con el
televidente. Entonces ¿qué tenemos? Tenemos una programación en la que están
mezclados los géneros, están mezclados los registros, entonces pueden aparecer la
ficción y la no-ficción mezcladas y empieza a aparecer el escenario de expectación de la
televisión en la propia televisión. Entonces, por ejemplo, aparecen programas que
construyen su espacio como si fuera el living de una casa o como si fuera la cocina de
una casa. Verón, cuando habla del fin de la televisión dice “¿qué sucede con la
programación?” Ya no está organizando la vida social, ya no es que a las cinco de la
tarde tengo la telenovela y me apuro para ver el final de la telenovela. Yo puedo elegir
cuándo ver el final de esa telenovela gracias a los dispositivos de grabación de imagen
que ya habían empezado a aparecer. Con la posibilidad de cambiar rápido de canal con
el control remoto, yo puedo elegir lo que quiero ver. Empieza a haber una relación ya
que no es una relación simétrica que se planteaba en la Neo-televisión sino que empieza
a haber, en la situación de comunicación, un poder del lado del receptor de poder elegir
rápidamente lo que quiere ver, se amplía la oferta que aparece en la programación. Es
este nuevo momento del que habla Verón en “Hacia el fin de la televisión”, no es el fin
de la televisión en tanto lenguaje como plantea Carlón con el directo, sino la televisión
como la conocemos nosotros en tanto medio, por ejemplo, de ver ficción, qué va a pasar
con la ficción por la televisión si vemos la ficción por cuevana.
Dentro de la misma etapa del fin de la televisión hay un fenómeno que trabaja Carlón
que es la meta-televisión. La meta-televisión es ese tipo de programas que hablan sobre
la programación. Acá se empieza a tomar como referente a la propia televisión, ya no
tiene como referente al televidente sino que empieza a tener como referente a la propia
programación. Es una operación de tipo reflexiva. Si estudiamos la enunciación de este
tipo de programas ¿qué escena enunciativa construye la meta-televisión? Cuando vemos
meta-televisión, nosotros podemos ver TVR y podemos estar enterados de lo que sucede
en el programa de Tinelli sin ver el programa de Tinelli, podemos tener una
conversación con amigos y decir “tal se resbaló” o “tal se peleó con tal” y te dicen “ah
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¿lo viste en Tinelli?” “no, yo Tinelli no veo, lo ví en TVR”. ¿Qué es eso de “yo Tinelli
no veo, lo ví en TVR”? ¿Qué posibilita la meta-televisión? La meta-televisión construye
una escena enunciativa donde el enunciatario, el espectador construido, está por fuera de
la programación, puede jugar a no ver televisión, jugar a criticar a la televisión. Puede
estar enterado de todo el conventillo del programa de Tinelli o de Gran Hermano sin
verlos. Se construye, en estos programas, una escena donde el espectador está por fuera
de la televisión, juega a no ver televisión. Construye un espacio diferente al que
teníamos antes, donde teníamos la programación por géneros. Ahora tenemos una
programación que se distribuye como un sistema planetario, entonces tenemos un
programa central y luego programas satélites que hablan de él. Programas de chimentos
que hablan sobre ShowMuch o programas que te preparan para ver el programa como
sería la previa de Gran Hermano. Esos programas construyen una posición de
enunciación donde el enunciatario es la familia, es el gran público, el público masivo,
no apunto a un público específico que le gusta el policial negro que hace referencia a la
década del 30 ni a la ciencia ficción, sino que es para toda la familia. Y ¿qué pasa con el
resto, el que no le gusta esa programación? Puede jugar a que no la está viendo, puede
ver meta-televisión, puede tener una mirada crítica construida por la propia televisión.
Es una nueva distribución, una estrategia podríamos decir, de sobrevivencia que tiene la
programación de la televisión frente a los competidores como cuevana, como todos los
medios que aparecen en Internet en los que se puede ver ficción. Y esto lo podemos
saber estudiando la enunciación.
Veamos enunciación en los nuevos medios, veamos enunciación en la convergencia.
Carlón había empezado a hablar la clase pasada. Por ejemplo, programas que aparecen
en twitter. ¿Qué sucede ahí? En ese programa ya no tenemos un enunciador que es la
institución emisora, y tenemos algunos personajes en esta enunciación como teníamos
antes en el noticiero de televisión, tenemos al presentador como una figura fuerte de la
enunciación y además tenemos enunciaciones producidas por los televidentes. Y esas
enunciaciones producidas por los televidentes pueden afectar el desarrollo del
programa, puede construirse un diálogo con lo que mandan los televidentes, entonces a
Pettinato se le ocurre un chiste nuevo que no se le podría haber ocurrido si no había un
comentario de alguien que lo mandó a través de Twitter.
Tenemos Facebook, tenemos Twitter, tenemos los blogs. Estamos hablando ya de
construcciones de enunciadores que son particulares, esto que decía Carlón la clase
pasada, el enunciador individual, el individuo, con todos los reparos que tenía este
señalamiento que siempre es social, la construcción de ese individuo mediatizado. En
facebook podemos construir un sujeto con sus particularidades, un sujeto en la foto, un
sujeto en los videos y la música que sube, en lo que le gusta a ese sujeto en particular,
que es un sujeto construido en esa mediatización, mediatización que no existía
anteriormente. ¿Cuáles eran los medios que construían individualidad en el nivel que lo
construyen facebook, los blogs, etcétera? Bueno, el teléfono, en el teléfono tenías mi
voz, era yo construido en ese medio. Ahora tenemos que no solamente puede aparecer
nuestra voz sino que, además, puede aparecer nuestra imagen y las imágenes que
producimos. Y no llega a ser masivo, por ejemplo el mail, uno puede seleccionar a
dónde va ese mail, no funciona como un medio masivo como la televisión, de hecho
muchos videos de youtube se hacen masivos luego de pasar por la televisión, todavía el
sistema construido en la sociedad y en la agenda mediática sigue pasando por los
medios masivos, por la televisión, por la radio, por el diario. Esta oportunidad de
construir sujetos mediatizados aparece ahora y no sabemos para dónde va a ir.
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Y lo mismo sucede del lado de la recepción, aparece una posibilidad, por ejemplo en
youtube, abajo del video tenemos un comentario. La nota que mostraba Carlón en una
clase en donde Lanata decía que algunos políticos tendrían que irse del país y después
había un comentario diciendo “sí, algunos periodistas también, usted se tendría que ir
del país, esa posibilidad del comentario que está del lado de la recepción pero que en el
momento en que uno está leyendo la nota está presente. Cuando yo estoy viendo el
video en youtube estoy interactuando con esos comentarios, entonces puedo interactuar
viendo a cuánta gente le gustó, cuánta gente se ofendió. Se construye una escena que no
solamente se da en lo no ficcional sino que también se da en lo ficcional, similar a
escenas previas a la constitución del sistema de las bellas artes donde estaba el que
interpretaba la música o alguna obra y luego estaba el público mirando a ese que tocaba,
pero a ese público se le enseñaba que tenía que estar callado, que tenía que ser puro oído
y puro ojo. Previamente a ese sistema de bellas artes no era así la escena de expectación
de los espectáculos sino que el público interactuaba con el artista, entonces le podía
hacer comentarios, le gritaba al personaje, hasta podía subirse al escenario e interactuar
con el personaje, la música se tocaba en las fiestas para bailar, tenía una función social
de acompañar eventos. Estos comentarios que están interactuando con lo que se sube a
Internet ya no es la escena que teníamos de los medios masivos ligada a este sistema
donde estaba la producción y no estaba alterada de manera directa en el mismo
momento que se estaba produciendo por la expectación. En Youtube yo tengo el video y
por más comentarios negativos que yo tenga el video no se altera, sin embargo sí se
altera esa expectación. Siempre estuvieron esas conversaciones pero ahora están
mediatizadas, no es que antes el espectador fuera pasivo sino que ahora esa evaluación
aparece acompañando el producto mediático.
Si vamos a estudiar nuevos medios o la hipermediación, tenemos que tener en cuenta
algo fundamental que es la interfaz. Las interfaces construyen diferentes escenas
enunciativas. Por ejemplo, nos enfrentamos ante un corpus de nuevos medios. En el
estudio que habíamos hecho en el equipo de investigación de Fernández sobre el
sistema de chats en el 2001, era el momento donde surgían los chats, entonces había una
gran variedad de chats, algunos perduraron y otros murieron. Teníamos, por ejemplo, el
chat de escritura, donde aparecen los intercambios, la lectura del último intercambio
aparecía en la parte de abajo, había una lectura vertical pero había una temporalidad en
esa verticalidad, esto es algo que construía el espacio construido por la interfaz.
Después estaban los chats 2D, donde también había una sala pero ya no estaba nada más
que la frase sino que aparecían los avatares, aparecían muñequitos donde uno escribía
algo y en ese muñequito aparecía un globo con lo que decía. Ese globo producía una
interacción diferente, una escena de enunciación diferente, una situación de
comunicación diferente. Por ejemplo, uno podía escribir mucho y el muñequito tapaba a
otro con el globo, o se acercaba un muñequito a hablar con uno y uno se podía correr.
Ya había una posibilidad de construcción espacial. En el anterior yo no tenía la
posibilidad de alejarme de nadie, el dispositivo no me lo permitía. En el chat de voz, se
articulaba la mayoría de las veces con el chat de escritura pero aparecían voces,
entonces había un canal por donde se emitían las voces, pero esas voces siempre tenían
que aparecer de manera ordenada, no se podían superponer como en una conversación.
Se construye otra escena comunicacional, nosotros ya sabemos por el estudio del
dispositivo de la radio de Fernández, que aparece el cuerpo cuando ponemos la voz.
Entonces ya no es una representación del cuerpo como aparecía antes sino que estamos
en contacto con algo del cuerpo del otro, de otro que en los chats es un desconocido, no
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era como en skype que yo hablo con alguien que conozco, alguien de quien ya tengo la
dirección, sino que era intercambiar con desconocidos, con cuerpos que uno no conoce.
Después estaban los chats 3D, como Real World, donde lo que se ve es un espacio
tridimensional que uno puede recorrer. En ese momento había cabezas flotando, hoy en
día ya está el cuerpo entero, uno puede ir a ver recitales, diferentes universos que se
construyen en ese espacio, se pueden construir casas, se venden obras de arte también.
Lo que teníamos acá era que también se podía cambiar la cara, entonces uno se podía
acercar a un grupo y, por ejemplo uno se acercaba a un grupo que tenía cabeza de
conejos uno se ponía cabeza de oso y entonces no podía entrar al grupo no porque
alguien no lo dejaba sino porque no entraba el formato de la cabeza. Y esto era una
cuestión del dispositivo, una posibilidad en la construcción de la escena
comunicacional. Y después estaba el videochat, que también era algo parecido al skype
pero con personas desconocidas. Tenía la imagen y la voz en el mismo momento, en el
directo.
Ahora, yo me enfrento con todo esto ¿cómo puedo sistematizar esto? ¿Cómo puedo
estudiar, comparar todos estos tipos de chat? Prestando atención al nivel enunciativo, yo
puedo hacer una síntesis de estos diferentes tipos de chat, puedo empezar a compararlos.
Entonces puedo identificar diferentes espacios en la interfaz y puedo ver que hay cuatro
escenas enunciativas. Una que es la relación del dispositivo con el usuario donde puedo
analizar y comparar en los diferentes chats cómo están diseñados los botones donde uno
clickea: unos botones hacen referencia al universo de la música, otros al universo de los
videojuegos. Ese diseño que tiene que ver con motivos del nivel temático hace a la
construcción enunciativa, ya para ser un interpretante de esos botones debo tener cierto
tipo de saberes. Después está la relación enunciativa de usuario a usuario, ver de qué
manera se construyen los usuarios particulares en sus propias enunciaciones, que ya no
dependen del medio ni de la institución. Después, la posibilidad de tener intercambios
individuales entre usuario y usuario, por ejemplo, el dispositivo del chat escrito permite
que uno pueda tener conversaciones privadas con múltiples personas, uno puede estar
conversando y diciendo “a mí me gusta conversar con vos nada más” y mientras tanto
tiene abierta otra ventana donde está diciendo lo mismo. Ahora, no sucedía lo mismo
con el chat de voz, ahí si yo quería tener una conversación privada, podía tener una sola
nada más, solamente podía escuchar una voz, un medio más romántico. Y después
estaba la relación enunciativa del medio y el usuario. ¿Dónde lo podemos ver? Por
ejemplo, en el logo que presentaba la institución, en el diseño de esas partes de interfaz
que no son alterables por el usuario, los colores que pueden utilizar y los motivos que la
diferencian de otras. Entonces, hay instituciones que pueden construirse como amigos, o
como prestadores del servicio, como enunciadores pedagógicos que enseñan a utilizar el
dispositivo. Entonces, cada vez que vamos a estudiar un nuevo medio, tenemos que
prestar atención a las interfaces porque la interfaz no es transparente, sino que esa
interfaz tiene efectos sobre la escena comunicacional que se construye.
La clase que viene continuamos con la enunciación radiofónica.
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