TEORÍA DE LA RADIO Y LA TELEVISIÓN 09-05-2011 La hibridación de los géneros televisivos; los factores estructurales: la economía de la comunicación televisiva En el diseño de una programación es determinante la economía de la comunicación si hablamos sobretodo de empresas privadas de comunicación; el sistema televisivo es un sistema cada vez más privatizado, de forma que los aspectos relativos a la economía de la comunicación son determinantes estructural e históricamente. La década de los 70 es crucial en el sistema televisivo norteamericano por la televisión por cable y satélite, se multiplica la audiencia televisiva, se fragmenta la audiencia y se tiene que producir más por menos, porque el mercado publicitario tiene unos límites estructurales. No crece tanto el mercado publicitario, se multiplica la oferta, y se tiene que producir a la baja. Esto es históricamente el nacimiento de la hibridación, sobre la cual volveremos en el primer apartado de este tercer tema, en las implicaciones sobre el modelo cultural que produce esta hibridación; el reality show que habría supuesto el triunfo del ciudadano. Esta es una maniobra políticamente muy reaccionaria que tiene su explicación en la economía de la comunicación. Producir barato utilizando de una forma cada vez más intensiva, historia de ciudadanos anónimos, que no se tratan de historias sin guión, se tratan de historia debidamente gestionadas narrativamente, que permiten convertir en personaje a ciudadanos anónimos low cost. Una producción de bajo coste que nos permite conocer las interioridades de personajes, de historias irrelevantes socialmente, mientras que desconocemos los detalles de historias más relevantes socialmente. Con la muerte de Bin Laden se ha recurrido a la tematización, ya que si es una acción de guerra no puede considerarse un asesinato. Audiovisualmente, la capacidad de representación audiovisual; supuestamente la operación la siguieron en directo todas estas personas que aparecen en esta foto. Este sería el mito de la absoluta transparencia, que afecta solo a las historias más irrelevantes, las historias que nodrizan la hibridación de los géneros. Por el contrario, la opacidad a pesar de que cada vez se dispongan de más imágenes, hasta la imagen de Bin Laden muerto. Este sería el contraste, entre una hibridación que anuncia una representación en estado bruto, sin montaje, guión, producción… Este sería el contraste de una supuesta representación de la realidad sin intervención enunciativa a cuenta de informaciones intrascendentes. La enunciación radiofónica se transfiere a los oyentes cuando no hay facturación publicitaria en la programación de las mañanas. El mecanismo sería exactamente el mismo. En Europa, la situación se planteará en términos diferentes, pero coincidentes con el retardo reglamentario, porque si en EEUU el aumento de la oferta es consecuencia del aumento de empresas privadas de televisión, esta profunda trasformación en Europa será consecuencia de la desregulación; comenzará en la segunda parte de los 80, cuando se comienzan a desregularse los sistemas públicos de radiodifusión europeos. Se planteará producir más cantidad, por menos presupuesto. No aumenta el mercado publicitario al ritmo del diseño de producción, teniendo en cuenta que las televisiones públicas europeas, sus programaciones, eran muy bien financiadas, el financiamiento de las cuales venían de impuestos específicamente para financiar la programación de las televisiones públicas. Esto cambia drásticamente en Europa, porque las televisiones privadas en Europa arrancan y porque las televisiones públicas se ven obligadas a producir de acuerdo con unas reglas absolutamente nuevas. Tendremos dos textos en el aula virtual que se ocupan específicamente de esta cuestión. Uno se titula contenidos de cantidad, que es un texto suyo que publicó en el último volumen de las jornadas CONTD. Es un texto donde se analiza justamente lo que acaba de comentar ahora mismo. El año pasado las jornadas estaban dedicadas a los contenidos de calidad, el titula este texto cantidad, para marcar la relación entre cantidad y cualidad. El debate sobre la calidad televisiva comienza en Europa a partir del momento que arranca la desregulación, la privatización. El debate sobre la calidad de la programación televisiva no se había planteado en Europa en buena parte de los 80, no se había planteado porque no había competencia entre programaciones, solo había televisiones públicas con la pretensión de formar, informar, entretener, pluralismo, independencia, opinión pública… se entendía por tanto que objetivos como estos fundamentaban la calidad de una programación televisiva que no tenía competidores. En el momento en que empiezan las programaciones de las privadas en Europa se comienza a plantear el debate sobre la calidad, porque cae estrepitosamente el presupuesto de producción de las privadas, y finalmente, las televisiones privadas atraen a las públicas a sus estrategias de programación y al terreno de la hibridación, lo que explica que el debate sobre la calidad ocupe en muy buena medida el centro sobre la reflexión sobre el discurso televisivo. Uno de los aspectos primordiales en este debate es el de la representación de la violencia en este conjunto de formatos de la tele realidad, del reality show, que dan cuerpo a lo que se denomina, la hibridación. En este caso, nos ajunta un texto que publicó el año pasado donde interesa el concepto de violencia “gratuita”. La violencia gratuita y particularmente la violencia gratuita en estos formatos de la hibridación. Por tanto volveríamos a hibridación y economía de la comunicación, en el marco de la historia del sistema televisivo, en el caso de los EEUU, la transición de la televisión hertziana a la multicanal, y en Europa del paso de un sistema público a uno mixto en una guerra abierta entre públicas a privadas que nos llevará a una pérdida del peso de la programación pública a una programación de empresas privadas que acaban imponiendo unas nuevas pautas de programación y producción. Todo esto en el marco de una diferencia sustancial entre el mercado radiofónico y el televisivo. El mercado radiofónico continúa siendo un mercado nacional; lo que puede hacer variar las coordenadas del mercado radiofónico, es que tengamos que hablar del un mercado del audio. El mercado radiofónico todavía es el mercado caso de la radio analógica que se mueve en las fronteras nacionales, mientras que el mercado televisivo es un mercado globalizado. Todo esto formaría parte de un proceso de desregulación que afecta a todos los aspectos de la economía, y a EEUU le interesaba esto porque ellos son los productores de formatos más importantes del planeta. Particularmente, en el terreno de la hibridación, es donde está más concentrado, más globalizado, este mercado de los formatos. En el caso de la radio, no tiene sentido por ser un modelo de programación, tratar el tema del formato, en cambio en televisión es imprescindible referirnos al formato, especialmente dentro del ámbito de la hibridación. El prime time televisivo lo ocupa sobretodo la ficción con mejores presupuestos de producción y también lógicamente los telediarios de máxima audiencia. Los géneros informativos no suponen para las empresas de televisión ganancias importantes, pero se les considera vitales a la hora de definir la marca, la estrategia de una marca. Los géneros de ficción pueden ser películas, series… productos caros en el prime time. Esta hibridación ocupa horas y horas de la programación con presupuestos a la baja; de la programación aquellas franjas donde cae la facturación publicitaria, de forma que se tiene que producir más por menos. Lo más relevante, aquello que sobretodo han remarcado los estudiosos de los géneros informativos televisivos es el impacto de la hibridación, sobretodo en el caso de los géneros informativos, el debate está monopolizado por una categoría que cada vez tiene menos rendimiento teórico, que es la de la espectacularización. En el dossier tenemos dos fragmentos de Jesús González Requena que considera particularmente relevantes; tenemos un tratamiento genérico pero suficiente sobre la tipología, y tenemos el espectáculo informativo. El tema de la espectacularización está planteado sobretodo en el marco de este conflicto: hard/ soft news, en definitiva, soft news personalización. Con este tema volvemos a la hibridación, sobretodo en el marco de los géneros informativos con tal de ensalzar la información subjetiva; los informativos reportajeados. Lo relevante son las imágenes de un rendimiento icónico elevado. En la radio se menosprecia habitualmente su papel, y la radio es fundamental en la elaboración de las estrategias enunciativas, y la televisión es fundamental a la hora de otorgar visibilidad, a la hora de fijar una agenda, fijar los temas de la agenda, y abrir las líneas de tematización adecuadas para el tratamiento de estos temas. En la elaboración de esta tematización, la radio también desempeña un papel primordial. En el fragmento del dossier están las páginas específicamente dedicadas a esta contraposición. En su retrospectiva, Ramonet, la hipótesis clave que desarrolla, es que los géneros habrían evolucionado desde una enunciación no-subjetiva a una enunciación subjetiva que busca una gran rentabilidad icónica, testimonios en lugar de la tradicional enunciación nosubjetiva en tercera persona, que era la característica de las programaciones públicas europeas, y de algunas de las figuras más importantes de la televisión norteamericana. Una de estas figuras es justamente la que se retrata en Network. La peor desgracia que le podría sobrevenir a una estrella como aquella en una trama de ficción como la de Network era la hibridación. El testimonio del protagonista tiene su relevancia porque en ese año era una cosa que empezaba a apuntar. En el momento en que se hace la película era justamente el momento al cual se refería al principio de la clase. La desgracia es que se multiplique su audiencia. Delante de la saturación de un modelo determinado de relato informativo, lo que pasa es que una situación narrativa como la de la película, crea unas expectativas. El alegado del director es un alegado terrible de este modelo de la hibridación que comienza a impregnar también los géneros informativos televisivos. Pasamos del plató del informativo en tercera persona, de la enunciación no-subjetiva al plató de la hibridación; la estrella de la información encuentra su redención empresarialmente en esta hibridación que es un plató con público, que en lugar de leer de manera convincente, tiene que gesticular delante del público y finalmente simular que ha tenido un problema. Tendríamos por un lado un entretenimiento cada vez más vinculado a la hibridación, una información cada vez más contaminada de hibridación. La televisión, en EEUU desde sus orígenes, en Europa a partir de la privatización de los sistemas públicos, la televisión es sobretodo entretenimiento y ficción. La información la comparte con otros territorios del territorio mediático. El entretenimiento y la ficción pasan a ser competencia exclusiva del negocio televisivo. El vínculo entre televisión y cine adquiere otro relieve, porque la televisión obtiene del cine productos clave como películas, sino que además la televisión coge del cine las rutinas de producción, por bien que en el terreno de la ficción es importante no perder de vista el trabajo que hizo la radio a la hora de definir las estrategias de serialización en el dominio mediático. En el dossier tenemos un autor como Guvern, que se refiera a la capacidad mitogénica de la ficción televisiva. No fue una relación de buen veinaje la que se estableció entre el cine y la televisión. La televisión se irá apoderando de esta prerrogativa y acabará constituyendo una referencia capital a la hora de crear modelos, en el marco de una tipología de relatos de ficción televisiva que irá creciendo y se hará haciendo más compleja. Una película recomendable es Buenas noches, señoras y señores (1976); el mismo año que Network. Es una película premonitoria, porque en ese año en Europa televisivamente no tenían el perfil que adquieren en EEUU. Pero como dice Bustamante: Dentro de Europa; Italia fue el laboratorio de la privatización. Esta película es atípica, a pesar de que en Italia se hizo más de una película como esta, es una película que tiene muchos directores. Los mejores actores del momento del cine italiano, del cine más comercial. Es una película manifiesto contra la nueva televisión, y los diferentes directores se hacen cargo de las diferentes secuencias de las películas, y cada una de las secuencias de la película está dedicada a un género televisivo. La película es interesante porque además, no tiene nada que ver con Network. En el caso de Buenas noches de lo que se trata no es hacer una crítica excesivamente endogámica sino que ataca simultáneamente un modelo de sociedad y un modelo de economía de la comunicación mediática; hace una crítica de la televisión que se comienza a ver en Europa y sobretodo hace una crítica en algunos casos divertidísima sobre todo aquello que nos podremos ver a la televisión, todo aquello que censura la televisión. La secuencia final de la película está dedicada a la ficción producida específicamente para la televisión.