Conclusión [i348] No se desaliente, hermano mío. Si usted y los hermanos de grupo trabajan sobre las ideas de los rayos y se consideran como totalidades unificadas y no como unidades compuestas, pronto estarán preparados para el trabajo grupal... (5193) Así permanecen, la Humanidad y la Jerarquía. Así permanecen ustedes, personalidad y alma, libres para marchar y penetrar en la luz o permanecer pasivos, si así lo determinan, sin aprender nada ni ir a ninguna parte; también son libres para volver a identificarse con el Morador, rechazando la influencia del Ángel y la inminente oportunidad y postergando –hasta un ciclo muy posterior— su determinante elección. Esto es verdad tanto para ustedes como para toda la Humanidad. ¿Dominará la actual situación la personalidad materialista de tercer rayo de la humanidad, o su alma amorosa llegará a ser el factor más poderoso, manejando a la personalidad y sus pequeños asuntos, conduciéndola a una correcta discriminación y al reconocimiento de los verdaderos valores, para introducir así la era en que controlará el alma o la Jerarquía? El tiempo lo dirá. (10-124/5) A veces pienso si alguno de ustedes se da cuenta de la épica importancia que tiene la enseñanza que he dado acerca de los siete rayos, como energías en manifestación. Las conjeturas respecto a la naturaleza de la divina Trinidad han estado siempre presentes en las discusiones y pensamientos de los hombres avanzados -y desde los comienzos del tiempo y desde que la Jerarquía inició la milenaria tarea de influir y estimular la conciencia humana- pero la información referente a los siete Espíritus ante el Trono de la Trinidad no ha sido tan común, y unos pocos escritores, antiguos y modernos, han mencionado la naturaleza de estos Seres. Ahora, con todo lo que he dado, concerniente a los siete rayos y a los siete Señores [i349] de Rayo, mucho más podrá ser descubierto; estas siete grandes Vidas pueden considerarse y conocerse como las esencias animantes y las energías activas en todo lo manifestado y tangible en el plano físico, así como en todos los planos de la expresión divina; al decir esto no sólo incluyo el plano físico cósmico (compuesto de nuestros siete planos del sistema) sino también el astral y el mental cósmicos. (17426/7) A medida que practiquemos la meditación, dominemos conscientemente los cuerpos inferiores... entonces podrá llevarse cada vez más a la personalidad inferior, en el plano físico, esa iluminación espiritual y esa energía divina que es herencia del alma. Paulatinamente la luz brillará; año tras año la fortaleza del contacto superior aumentará; gradualmente la afluencia del amor y sabiduría divinos a los centros de la cabeza se acrecentará, hasta que con el tiempo el hombre inferior se trasformará totalmente, sus envolturas se refinarán, y podrá controlarlas y emplearlas: entonces expresará en la tierra los poderes del Guiador, Instructor o Manipulador, de acuerdo al rayo mayor a que pertenezca su mónada. (18-16) Mi plegaria y deseo es que visualicen con claridad la meta y que la "fortaleza de su corazón" sea adecuada a la empresa. (18-575) 181