LA EXCLUSIÓN SOCIAL. INSTRUMENTO DE SU MEDICIÓN A PARTIR DE LA ENCUESTA DE SALUD Autores: Pedro Margolles García (1), Mario Margolles Martins (2), Ignacio Donate Suárez (2) (1) Universidad del País Vasco. (2) Consejería de Sanidad. Principado de Asturias Datos de contacto: Pedro Margolles García Camín de la Viesca, 36 33420 LA FRESNEDA- Siero Teléfono: +34637527660 Pedromarga3@gmail.com Resumen: TEMA DE INVESTIGACION E HIPOTESIS DE PARTIDA La exclusión social es un problema social que cada día afecta a mayor proporción de población y se refiere a las personas que se encuentran fuera de las oportunidades vitales que definen las conquistas de una ciudadanía social plena. En este estudio intentamos generar un instrumento que nos permita conocer el proceso de integraciónexclusión social a partir de la información disponible en una Encuesta de Salud con objeto de conocer, contabilizar, comprender y prever la exclusión social en Asturias. DESCRIPCION DE LOS DATOS Y METODOLOGIA DE OBSERVACION Y DE ANALISIS Estudio descriptivo a partir de los datos de la Encuesta de salud Asturias en 2012 (ESA2012). Aplicamos un modelaje de un instrumento de análisis descriptivo y estructural de aproximación a la exclusión social basado en las dimensiones laborales, económicas, culturales, personales y sociales. En cada una de ellas se seleccionan dichos factores que son cuantificados y ponderados en los ítems relacionados de la ESA-2012. Se procede a lograr una variable continua de exclusión social. Los resultados obtenidos son 1 cuantitativos y se pueden categorizar en 4 niveles: Integración, Vulnerabilidad, Asistencia y Exclusión. Se analizan todos los indicadores por separado y en cada grupo dimensional mediante análisis factorial (cálculo de la matriz, extracción del número óptimo de factores, rotación de la solución y extracción de los valores de los sujetos) y análisis de consistencia interna (mediante alfa de Cronbach) con el programa SPSS v15. Se expresan los resultados obtenidos en las categorías analíticas por los grandes factores sociales de carácter transversal, edad, género, lugar de residencia, estado civil, clase social, nivel educativo, tipo de convivencia, etc. PRINCIPALES RESULTADOS Y CONCLUSIONES Se han seleccionado casi todos los indicadores que podrían ser objeto de utilización en la ESA-2012 y con ellos se han establecido los diferentes valores de cada dimensión. En el análisis factorial los resultados son adecuados atendiendo a los niveles de comunalidades y extracción de componentes principales con adecuadas matrices de autocorrelaciones y matrices anti-imagen. En cuanto a la consistencia interna las alfa de Cronbach alcanzan niveles de 0,82 entre grupos, todos ellos considerados óptimos o buenos, respectivamente, por lo que consideramos adecuado (tanto en su constructo, fiabilidad y consistencia) el modelo que puede ser aplicado a partir de datos de Encuesta de salud. Los resultados obtenidos en categorías son de un 23,8% de la población adulta en zona máxima de exclusión.. Los resultados nos muestran una profunda desigualdad en el riesgo de exclusión social en función del lugar de residencia siendo muy inferior en las zonas rurales y mucho mayor en las Cuencas Mineras asturianas. El riesgo de exclusión social es mucho mayor en mujeres (34% vs 12% en hombres). Por edades, es muy superior el riesgo de exclusión en personas mayores (31%). Si se es mujer y mayor los riesgos se elevan al 46% de ellas. Por país de nacimiento, los inmigrantes tienen cifras del 47% y en el caso de las mujeres inmigrantes, el 57%. La cifra global de riesgo de exclusión se cifra en el 23,8% de las personas adultas residentes en Asturias. Todas las diferencias detectadas son estadísticamente significativas. Con este estudio hemos logrado obtener un instrumento que mide el riesgo de exclusión social en una comunidad y que permita conocer a nivel local el riesgo de exclusión de 2 una manera dinámica, procesual y estructural que afecta a grupos sociales y no meramente la medición de la pobreza que no es más que un estado de una persona en términos individuales. Palabras clave: exclusión, pobreza, desigualdades, determinantes, salud. CONTEXTO: Nuestro trabajo habitual en el ámbito de la salud nos ha llevado a la percepción de las diferentes situaciones que se pueden observar como desigualdades en los diferentes estados de salud de la población. A partir de la conceptualización de determinados elementos teóricos, independientemente de los existentes determinismos biológicos, es evidente que existen diferencias sistemáticas en el estado de salud entre distintos grupos socioeconómicos. La prevalencia y la incidencia de enfermedades difiere en función del género, la edad, y múltiples factores. (Comisión para Reducir las Desigualdades Sociales en Salud en España, 2010), (Whitehead y Dahlgren, 2010). Pero, estas diferencias en salud se pueden convertir en desigualdades sociales en salud si son sistemáticas, tienen un origen social y son injustas (Whitehead y Dahlgren, 2010). Respecto al segundo factor, el tener un origen social nos indica que existen procesos sociales que generan diferencias no determinadas por procesos de origen biológico. Sobre dichos orígenes sociales en teoría sería posible intervenir mediante una intervención política o comunitaria para evitar sus efectos. Uno de los factores más importantes en su generación es el acceso a los recursos. La diferencia de acceso y las diferentes oportunidades en salud son realmente injustas y la salud además de ser un receptor de las consecuencias de otras injusticias, es un recurso necesario para conseguir otros logros en la vida, por tanto, la salud es una manera de promover la libertad de los individuos y de las sociedades. (Whitehead y Dahlgren, 2010), (Sen, 2000). En ese ámbito hemos trabajado en los últimos años (Observatorio de la Salud en Asturias, 2011) analizando los procesos de salud-enfermedad con un modelo de determinantes de salud en el que a partir del análisis de los resultados de salud en términos de mortalidad y morbilidad, analizamos las diferentes opciones de determinación de la salud basada en un modelo que integra los aspectos de estilos de vida o conductas, los factores socioeconómicos, los factores ambientales así como la 3 respuesta que da el sistema sanitario para promover el acceso a otros recursos en el sentido que da Sen (2000) y se han emitido varios informes, sobre el grado de situación o descripción de los determinantes y sus resultados así las diferentes respuestas dadas por la sociedad en general y el sistema sanitario asturiano en particular. En todos ellos, observabamos las considerables diferencias obtenidas en resultados de salud atendiendo a la diversidad de las desigualdades socioeconómicas y entre las que queríamos estudiar aquellos procesos de inclusión-exclusión social que generasen acceso diferencial a los recursos sociales y pudieran producir una desigualdad sesgada, de origen social e injusta. Para ello, se buscó el determinar a nivel poblacional un modelo basado en las teorias de integración-exclusión existentes separándonos del antiguo concepto del análisis de la pobreza y proceder a valorar un modelo de exclusión social. Dado que personalidades en el ámbito de la sociología como Tezanos (2008) han estudiado profundamente las diferencias entre pobreza y exclusión social (Tabla 1), nuestro mayor interés se basaba en centrar ese proceso de desigualdad social atendiendo a su consideración como proceso, a su carácter estructural y sistemático, a ser un fenómeno centrado en grupos sociales, y a su carácter multidimensional dado que nos situamos en un entorno de, al menos, sociedad industrial avanzada, con una gran dualización social, donde alrededor del mercado de trabajo pivotan muchos elementos estructurales y donde observamos unas tendencias de exclusión-inclusión que han sido predominantes en los últimos años con el auge del neoliberalismo desregulador, especialmente en los momentos de esta crisis económica que nos afecta considerablemente. “En un contexto específico de crisis (crisis de la ciudadanía social y del Estado de Bienestar) los derechos sociales toman especial relevancia debido, principalmente a factores relacionados con la ciudadanía social y el Estado de Bienestar, ejes fundamentales de la inclusión social”, (Juan-Toset, 2009). Por tanto, nos hemos basado en el trabajo de Tezanos (2008) para una mejor aproximación teórica del proceso de exclusión-inclusión aunque otros autores refuerzan el mensaje. (Jiménez-Ramírez, 2008). Tabla 1. Diferencias entre modelos basados en la pobreza y en la exclusión social. 4 (Tezanos, 2008) “Rasgos de diferenciación Pobreza Exclusión social Situación Es un estado Es un proceso Carácter básico Personal Estructural Sujetos afectados Individuos Grupos sociales Dimensiones Básicamente, Multidimensional unidimensional (carencias (laborales, económicas) Ámbito histórico económicas, sociales, culturales) Sociedades industriales o Sociedades industriales y/o tradicionales tecnológicas avanzadas Enfoque analítico aplicable Sociología de la desviación Sociología del conflicto Variables fundamentales Culturales y económicas Laborales Tendencias sociales Pauperización Dualización social asociadas Riesgos añadidos Marginación social Crisis de los nexos sociales Dimensiones personales Fracaso, pasividad Desafiliación, resentimiento Evolución Residual, estática En expansión Distancias sociales Arriba-abajo Dinámica, de dentro-afuera Influencia política ideológica- Liberalismo no asistencial Neoliberalismo desregulador” Tezanos (2008), define la exclusión social para referirse a aqullas personas que, de alguna manera, se encuentran fuera de las oportunidades vitales que definen las conquista de una ciudadanía social plena. Ello, implica que hay una dualización en la sociedad donde una parte de la misma está “integrada” y otra “excluida”, mediante un proceso de diferenciación y acceso desigual. (Moreno y Acebes, 2008). Pero también hay definiciones similares (Jímenez-Ramírez, 2008), (Raya, 2004). Los procesos (Juárez et al., 1995) por los que aparecen estas dinámicas es decir, cómo se produce la exclusión, comprender la misma y explicarnos las hipótesis causales dándoles un sentido y tener capacidad de predicción o previsión de las mismas con objeto de paliarlas no es el objeto de este estudio, pero si es propuesto en otros autores 5 (Juan-Toset, 2009). Nuestro objetivo es enfocarnos en la búsqueda de una metodología adecuada para poder conocer y contabilizar el proceso de inclusión-exclusión de manera que podamos describir adecuadamente el proceso, en términos de quienes son las personas en riesgo de exclusión (edad, sexo, etc.) (Serreri et al., 2003), donde están y cual es la evolución de los diferentes indicadores. Por tanto, este estudio pertenece al enfoque descriptivo del análisis de la exclusión social. Los procesos de inclusión-exclusión son considerablemente complejos y sus peores efectos no suceden en momentos concretos y de forma individual, son los grupos los que las padecen y están influidos por muchas variables. Por otra parte al ser un proceso, existen diferentes niveles de afectación en cada variable o campo del proceso. Existen muchas variables o dimensiones, pero casi todos los autores están de acuerdo y asi lo resume Tezanos (2008) es que los aspectos laborales, económicos, culturales, personales y sociales son los grandes ámbitos donde las diferentes correlaciones de fuerzas de los factores tienen su crisol para generar ese proceso. Pero, esos factores no solo actúan sobre el individuo y los grupos sino que las diferentes variables interactuan entre si generando una mayor complejidad al modelo siendo este el resultado de las diferentes dinámicas sociales que pueden conllevar el mantener a una persona o grupo dentro de un nivel de integración o trasladarlo mediante la dinámica fuera-dentro hacía un lugar u otro. (Pérez-Sáinz y Mora-Sala, 2006). Por tanto, los resultados de esas dinámicas serán características de cada sujeto dependiendo de que se puedan integrar en unas modalidades u otras de cada variable y eso es lo que pretendemos conocer en este estudio con el modelo de aproximación a la inclusión-exclusión. Y a lo largo de este proceso cada individuo está sometido a una serie de riesgos de exclusión que dependen considerablemente de su situación laboral en materia de seguridad en el empleo, de los ingresos, de su vivienda, es decir de la capacidad de los recursos materiales para sostener su vida, asi como de sus recursos sociales medidos en téminos de interacción y redes sociales mediante el fomento de las relaciones (Moreno y Acebes, 2008). Tanto los diferentes informes de desarrollo humano de la ONU (UNDP, 2014) con la identificación de los grupos estructuralmente vulnerables o como la propia Comisión Europea tienen en cuenta la exclusión y los 6 riesgos derivados de la misma en sus informes basados sobre todo en indicadores materiales, es decir, en el ámbito de los recursos (Tezanos, 2002), (Tezanos, 2008), como se observa en la Tabla 2. (Room, 1994). Tabla 2. Riesgos del proceso inclusión-exclusión (Room, 1994). Adaptado por Tezanos (2008). INCLUSION Riesgos Trabajo Ingresos Vivienda Relaciones/Apoyos sociales Bajos Empleo Riqueza, Vivienda Familia estable ingresos propia Integración suficientes satisfactoria en redes sociales Medios Trabajo Ingresos Vivienda en Crisis familiares, precario y/o mínimos alquiler, redes sociales poco garantizados situaciones de débiles, apoyos hacinamiento institucionales remunerado compensatorios Altos Exclusión del Situación de Infravivienda, Asilamiento, mercado de pobreza sin techo rupturas sociales, trabajo Carencia de apoyos institucionales EXCLUSION Con esta aproximación observamos que los mayores riesgos recaen en personas excluidas del mercado de trabajo en situación económica de pobreza, que no poseen vivienda o la tienen en malas condiciones, estructurales o higiénico-sanitarias asi como que presentan pobres redes sociales y carencia de apoyos informales (parentesco, amigos, vecinos) o institucionales. No obstante, según nuestra manera de observar el fenómeno, no solo los aspectos de los recursos disponibles son importantes en este proceso de dualización dentro-afuera sino 7 que también existen riesgos para toda la comunidad si se alteran determinados parámetros de nuestra sociedad. Hay factores no implicados en recursos materiales sino que también están implicados factores relacionales, sentimentales, de adscripción a grupos, de dependencia (Vega y López-Torrijo, 2011), identitarios así como las actitudes básicas ante la vida (material, personales, psicológicas o grupales) y se abordan aspectos también culturales (Antón, 2003). Tezanos (2008) lo sintetiza en la Tabla 3 abordando un eje de determinaciones (laborales, económicas, relacionales, sentimentales, de actitudes básicas, y factores de riesgo asi como una relativa a las medidas compensatorias) y todo cruzado con diferentes zonas consideradas categorías clasificatorias en los términos del procesos de dualización inclusión-exclusión que se puede estudiar mediante un análisis de zonas (Castel, 1992), (Juan-Toset, 2009), (Tezanos, 2014). Tabla 3. Zonas básicas en el proceso inclusión-exclusión. (Tezanos, 2008) ] “Zona de Zona de Zona de Zona de INTEGRACION VULNERABILIDAD ASISTENCIA EXCLUSION Situación Empleo estable y Empleo precario e Desempleo Inempleable laboral fijo inestable Ámbito Empresas y Empresas o Aportaciones Aleatoriedad económico actividades actividades públicas de ingresos . estables y con económicas inestables reglamentadas futuro o en crisis . o beneficencia Economías . desregulada o sumergida . Situación Fuertes redes Fragilidad relacional . Carencias Aislamiento relacional familiares y de Individualismo . relacionales social . sociabilidad . compensadas por iniciativas asistidas de inserción . Sentimientos Seguridad . Miedos , Fatalismo , Desesperación Confianza en el Incertidumbres . Falta de . 8 futuro . expectativas o Anomía . perspectivas . Actitudes Conformismo , Desconfianza . Protesta . Desviación . básicas Emulación . Inseguridad . Resignación . Pasividad . Violencia . Rebeldía . Factores de Inestabilidad Crisis familiares , Alcoholismo , Enfermedades riesgo económicas . Ruptura de solidaridad Drogadicción , , Enfermedades . de grupo , fracaso Depresión , Accidentes , Incertidumbres escolar , Aislamiento , Delitos , ante la vida , etc . Inadaptación cultural , Clausura suicidios , etc . Minusvalías . social , Etc. Posibles Eficiencia Recualificación Formación , Modelo de iniciativas económica , profesional , inserciones asistencia previsorias y seguros privados , movilidad , sociales integral , compensatorias etc. motivaciones , etc . secundarias , reorientaciones estímulos para sociales y/o la no económicas .” aceptación pasiva de “vivir del Estado” o de la beneficencia . Basados en ese modelo (Tezanos, 2008) en este estudio procedemos a seleccionar en las preguntas de la Encuesta de Salud para Asturias, 2012 (Margolles y Donate, 2013) a partir de un modelo previo realizado sobre los datos de la Encuesta de Salud para Asturias, 2008 (Margolles y Donate, 2008) en la que realizamos varias aproximaciones hacia un modelo de análisis y a los resultados obtenidos (Margolles et al., 2012), (Margolles et al., 2012) basados en la muestra de la Encuesta de 2008. En este caso, hemos perfeccionado el modelo y hemos elegido más variables que a partir de las diferentes subdimensiones expuestas en el modelo nos permita generar un 9 índice global cuantitativo para posteriormente mediante un proceso de selección de categorías clasificatorias o analíticas proceder a clasificar a cada persona dentro de los cuatro grupos principales de resultados en el proceso de dualización dentro-afuera de la exclusión social. Por tanto los resultados originales obtenidos son cuantitativos y se pueden categorizar en 4 niveles: ● Zona de integración ● Zona de vulnerabilidad ● Zona de asistencia ● Zona de exclusión Con el programa SPSS v15 se analizan estos resultados y se abordan los resultados en Asturias en relación a los ejes de desigualdad (clase social, género, edad, territorio, nivel educativo, estado civil, tipo de convivencia, etc.). La fuente de información será la Encuesta de Salud de 2012 y las preguntas de la misma objeto de valoración y posterior análisis dentro de cada subdimensión son las mostradas en la Tabla 4. Tabla 4. Factores del equilibrio exclusion-integración con las diferentes subdimensiones usadas en el estudio con sus preguntas correspondientes (Margolles y Donate, 2013). Factores de EXCLUSION/INCLUSION SUBDIMENSION LABORAL P10.- ¿Cuál es su situación laboral actual? P8.- Identificación de los miembros del hogar: (trabajo de al menos alguna otra persona en el hogar) P13.- ¿ Qué tipo de contrato o relación laboral tiene en su trabajo actual o en el último? P14.- ¿ Qué tipo de jornada tiene habitualmente en su trabajo principal actual, o en el último que ha tenido? P15.- En conjunto, ¿cómo consideraría su situación laboral actual? P16.- ¿Le preocupa la posibilidad de perder su empleo actualmente? 10 P17.- En los últimos doce meses, ¿ha permanecido de baja laboral por alguna de estas causas? P120. ¿Podría decirme ahora, de cuál/cuáles de las siguientes modalidades de Seguro Sanitario (público y/o privado) es Vd. titular o beneficiario/a? Titular Beneficiario Subdimensiones a analizar: 1. Empleo/desempleo 2. Subempleo 3. Temporalidad 4. Precariedad laboral 5. Carencia de Seguridad Social 6. Carencia de experiencias laborales previas 7. Satisfacción laboral 8. Miedo a perder el empleo SUBDIMENSION ECONOMICA Y DE RECURSOS P140. De los siguientes tipos de ingresos que le voy a leer, ¿podría decirme cuáles de ellos reciben usted y los demás miembros de su hogar? Debe considerar las fuentes de cada miembro del hogar y las conjuntas. P141.¿Podría decir cuál es el importe mensual aproximado de estos ingresos del hogar, sumando todas las fuentes y descontando las retenciones por impuestos, cotizaciones sociales, etc...? CARACTERÍSTICAS DE LA VIVIENDA P18. ¿De cuántos dormitorios dispone su hogar? P19.-¿De cuántos m2 útiles dispone su hogar aproximadamente? P20.- ¿Tiene el entorno de su vivienda alguno de los problemas siguientes? P7.- Número de los miembros del hogar:…… Subdimensiones a analizar: 1. Ingresos insuficientes 2. Ingresos irregulares 3. Carencia de ingresos 4. Infravivienda 5. Hacinamiento 6. Sin vivienda SUBDIMENSION CULTURAL P3.- ¿Dónde ha nacido usted? P3.A. País de nacimiento: P9.- ¿Cuáles son los estudios más altos que ha terminado?: 11 RESTRICCIÓN DE LA ACTIVIDAD P23. ¿Tiene alguna enfermedad o problema de salud crónicos o de larga duración? P24.-Pensando ahora en los últimos 6 meses, ¿en qué medida se ha visto limitado/a debido a un problema de salud para realizar las actividades que la gente habitualmente hace? P25-. ¿Qué tipo de problema es la causa de su dificultad para realizar las actividades que la gente habitualmente hace? P27.- ¿Necesita algún tipo de ayuda para?: Subdimensiones a analizar: 1. Pertenencia a minorías étnicas 2. Extranjería 3. Barreras culturales 4. Barreras idiomáticas (no hispanos) 5. Pertenencia a “grupos de rechazo”(cultural o político) (origen África, Este) 6. Analfabetismo o baja instrucción 7. Elementos de estigmatización SUBDIMENSION PERSONAL P1. ¿Qué edad tiene usted? P2. ¿Sexo? P27.- ¿Necesita algún tipo de ayuda para? P65. Ha bebido usted alguna bebida que contenga alcohol ¿durante los últimos 12 meses?, y ¿durante los últimos 30 días? P66. ¿Con qué frecuencia ha consumido bebidas que contengan alcohol durante los últimos 12 meses? MORBILIDAD DECLARADA P23.- Tienen alguna Enfermedad crónica de larga duración? P21.- A continuación le voy a leer una lista de enfermedades o problemas de salud, ¿padece o ha padecido alguna vez alguna de ellas?. Listado de 27 problemas de salud (enfermedades crónicas). P137.- ¿Ha sufrido algún tipo de maltrato/violencia o abuso (psicológico o físico) en alguna ocasión? P138 ¿Por parte de quien/quienes ha recibido el maltrato o abuso? (señalar todas las necesarias) P139.- Si el maltrato padecido le generó consecuencias o malestar psíquico y/o físico, indíquenos cuál o cuáles fueron: 12 P74. ¿En general usted diría que su vida social (relaciones con amistades, vecindario) es?: P87.- Ahora, nos gustaría saber cómo se ha sentido, en general, durante las últimas semanas. Subdimensiones a analizar: 1. Minusvalías (discapacidad) 2. Hándicaps personales 3. Alcoholismo, drogadicción 4. Antecedentes penales 5. Enfermedades (presencia de alguna) 6. Violencia, malos tratos, etc 7. Débil estructura motivacional y actitudes negativas 8. Pesimismo, fatalismo 9. Exilio político, refugiados SUBDIMENSION SOCIAL Clase social (Cálculo a partir de máximo nivel de estudios, tipo de ocupación y situación de empleo en su empresa) P11.- ¿A continuación queremos que nos diga los dos últimos trabajos ( ocupación u oficio) que tuvo (el actual o último y el anterior)?.Ocupación/ Categoría profesional/Actividad de la empresa/Años trabajados/¿En cuál de las dos ha trabajado más tiempo P12.- ¿Cuál es su situación de empleo en su actual o última ocupación? P20. ¿Tiene el entorno de su vivienda alguno de los problemas siguientes? P8.- Identificación de los miembros del hogar: P7.- ¿Convive usted en pareja? P79.- ¿A cuántas personas conoce lo suficientemente bien como para visitarles en casa? P80. -¿Cuántas veces habló por teléfono con amigos, familiares u otros en la última semana (ya sea porque les llamara Ud. o le llamaran ellos)? P81. -¿Cuántas veces, en la última semana, pasó algún tiempo con alguien que no vive con usted; es decir, usted fue a verles o ellos le visitaron o salieron a hacer cosas juntos? P82.- ¿Tiene alguien en quien confiar? P83.- ¿Se encuentra sólo a menudo, a veces o casi nunca? P84.- ¿Ve a sus familiares y amigos tan a menudo como quisiera, o se siente usted algo triste porque los ve poco? P85.- ¿Hay alguien que le prestaría ayuda si usted se encontrara enfermo o incapacitado; por ejemplo, su esposo/esposa, un miembro de su familia, o un amigo? 13 Subdimensiones a analizar: 1. Carencia de vínculos familiares fuertes Familias monoparentales 2. Carencia de otras redes sociales 3. Entorno residencial decaído 4. Aislamiento A cada pregunta y sus modalidades se le han asignado unas puntuaciones determinadas sumándose las diferentes puntuaciones en cada subdimensión cuyos valores teóricos se muestran en la Tabla 5. Tabla 5. Valores indice máximos y mínimos del modelo inclusión-exclusión. Encuesta de Salud para Asturias, 2012 Valores máximos-mínimos teóricos Valor Valor mínimo máximo Laboral +20 -15 Económica +22 -12 Cultural +35 -3 Personal +50 -5 Social +22 -2 Total +149 -37 Los rangos subdimensionales van desde los 55 puntos de la subdimensión personal y los 24 de la subdimensión social. En la valoración global, el rango total es de 186 puntos (Entre +149 y los -37 puntos). No se ha pretendido que las diferentes subdimensiones (cinco) fueran homogéneas ni en rango ni en contenidos. Por otra parte, pretendemos analizar la precisión, consistencia interna y análisis factorial de los componentes incluidos en este instrumento según la aproximación de un análisis de sensibilidad de diferentes aproximaciones a este modelo. 14 Proceso de estratificación del riesgo de exclusión social: Dentro de los procesos de búsqueda de categorías analíticas mediante un sistema de estratificación de los diferentes niveles y tras un análisis de sensibilidades se ha procedido a tomar la decisión de aplicar los criterios clasificatorios explicitados en la Tabla 6 a partir de los diferentes valores de la dimensión valoración global del modelo (sumatorio de los diferentes subdimensiones: laboral, economica, cultural, personal y social). Tabla 6. Criterios de estratificación en el proceso inclusion-exclusión social. ESA-2012 Valores totales Integración Vulnerabilidad <(-15) (-15)- (-0,01) Asistencia 0-9,9 Exclusión >9,9 Atendiendo a estas categorías analíticas se procede a realizar un análisis de las diferentes modalidades clasificatorias en relación al resto de variables de carácter transversal. RESULTADOS: Este instrumento se creó con la intención de identificar los diferentes problemas asociados al fenómeno de inclusión-exclusión a partir de la información ya existente procedente de una Encuesta de Salud. Con ello, el cuestionario no era modificable a priori para alcanzar otro tipo de objetivos y se realizó una adaptación de dichos ítems a los objetivos que pretendíamos. En este estudio pretendemos usar este instrumento en la Encuesta de Salud de 2012, si bien ya habíamos utilizado otra aproximación similar sobre la Encuesta de Salud para Asturias de 2008 (Margolles y Donate, 2008), (Margolles et al., 2012), (Margolles et al., 2012) y se habían aplicado dichos resultados a los diferentes informes del Observatorio de Salud 15 para Asturias (Observatorio de Salud para Asturias, 2011). Desde 2012 hemos trabajado en este modelo atendiendo a un instrumento reducido que evaluase una dimensión general del proceso de inclusión-exclusión de ámbito poblacional. En los distintos modelos diácronicos usados hemos mantenido la presencia de cinco principales subdimensiones, que consideramos ejes del proceso de desigualdades en un modelo de determinantes sociales del proceso generador de desigualdades en el proceso salud-enfermedad y los procesos de desigualdad de acceso a los recursos que generan inequidad y desigualdad social (Observatorio de la salud para Asturias, 2011). Dichas subdimensiones se muestran en la Tabla 7: Tabla 7. Subdimensiones objeto de análisis factorial. Instrumento de valoración del proceso inclusión-exclusión social. ESA, 2012. Asturias Subdimensiones: 1. Dimensión laboral 2. Dimensión económica 3. Dimensión cultural 4. Dimensión personal 5. Dimensión social Análisis factorial: Previamente, en los modelos anteriores (Margolles et al., 2012), (Margolles et al., 2012) no hemos realizado estudios de validación, y nosotros pretendemos en este estudio complementar los resultados de los estadísticos básicos que expondremos posteriormente con estudios de fiabilidad con su consistencia interna mediante el coeficiente alpha de Cronbach y la validez de constructo a través del análisis de estructura factorial de la escala en nuestra muestra asturiana a diferentes edades a través del método de componentes principales. Este estudio lo intentamos complementar con el análisis del constructo a través del análisis de los factores incluidos en el instrumento. Con ello pretendemos usar el método de análisis de componentes principales donde se analiza la varianza con el objeto de explicar la mayor varianza posible usando el número mínimo de componentes 16 del factor. El análisis factorial que realizamos consta de cuatro fases: 1. cálculo de una matriz capaz de expresar la variabilidad conjunta de todas las variables, 2. extracción del número óptimo de factores detectados, 3. rotación de la solución para facilitar la interpretación y 4. estimación de las puntuaciones de los sujetos en las nuevas dimensiones. Hemos realizado un análisis de sensibilidad por la posibilidad de realizar el tercer paso según diferentes modelos de rotación. Desde el modelo sin rotación, a la rotación ortogonal Varimax y la rotación oblícua. No obstante, hemos podido comprobar que las sumas de los cuadrados de las saturaciones con ambos modelos no coinciden exactamente con las de la extracción de factores no rotada, aunque difieren poco respecto a ella (por lo que podemos concluir que la elección de un tipo de rotación no mejora sustancialmente la interpretación de la solución factorial sin rotación y que la extracción de componentes principales sin rotación e inicial ofrece ya una solución de factores suficientemente clara y explicativa). Para ello, comenzamos con el análisis de comunalidades asignadas inicialmente a las variables (inicial) que dado el método elegido de componentes principales será de 1 en todos los ítems implicados en el instrumento. Posteriormente, extraemos en cada modelo de análisis las comunalidades reproducidas por la solución factorial mediante un proceso de extracción. A estos efectos, el concepto de comunalidad de una variable o item (subdimensión) es la proporción de su varianza que puede ser explicada por el modelo factorial obtenido en el análisis. Ello nos permite valorar que variables (subdimensiones) son las que peor se explican en el modelo. Como estamos trabajando con el análisis de componentes se asume que es posible explicar la totalidad de la varianza observada y, por ese motivo, todas las comunalidades iniciales son iguales a uno en cada modelo y analizando en las comunalidades reproducidas podemos estar en disposición de valorar qué variables (subdimensiones) son mejor y/o peor explicadas por el modelo extraído. Tabla 8. Análisis de comunalidades (inicial y reproducidas) por cada subdimensión en el análisis factorial del modelo. ESA-2012 17 Modelo inclusión-exclusión (subdimensión) Inicial Item 1 1,000 (Cultural) Comunalidades reproducidas 0,624 Item 2 1,000 0,612 (económico) Item 3 1,000 0,579 (laboral) Item 4 1,000 0,518 (personal) Item 5 1,000 0,376 (social) Modelo de extracción: análisis de componentes principales Del análisis de los datos que se resumen en la Tabla 8 observamos que dependiendo del modelo y del item la proporción de varianza explicada por cada item varía. Así los ítems más explicativos son el 1, 2, 3 y 4 con valores por encima de 0,50 y corresponden a las subdimensiones: 1. Subdimensión cultural 2. Subdimensión económica 3. Subdimensión laboral 4. Subdimensión personal A nivel global, el modelo que mayor capacidad de detectar varianza explicada por el modelo factorial obtenido en sus comunalidades reproducidas es el modelo basado en al menos 4 subdimensiones (uno, excluyendo la subdimensión social) si bien con las cinco subdimensiones integradas la explicación es total. El modelo de análisis factorial en este estudio, como hemos indicado, es el método de extracción de componentes principales. En él es muy importante el cálculo de los porcentajes de varianza explicada así como los autovalores de la matriz de varianzascovarianzas y el porcentaje de varianza que representa cada uno de ellos. Estos autovalores expresarán la cantidad de la varianza total que está explicada por cada uno de los factores; y los porcentajes de varianza explicada asociados a cada uno se obtendrán dividiendo su autovalor en relación a la suma de los autovalores. Hemos procedido a extraer tantos factores como autovalores >1 tiene la matriz que analizamos 18 en cada modelo de análisis. Con dicha información, la usamos para tomar decisiones sobre el número ideal de factores que debemos extraer en el modelo de dimensiones deseado. Sus resultados se muestran en la Tabla 9. Tabla 9. Análisis de varianza total explicada mediante análisis factorial con el modelo de inclusión-exclusión social. ESA-2012 Compone nte Sumas Autovalores iniciales de las saturaciones al cuadrado de la extracción % % de la acumulad % de la Total varianza o Total varianza % acumulado 1 1,617 32,3 32,3 1,82 32,34 32,34 2 1,062 21,8 54,2 1,092 32,84 54,19 3 0,979 19,6 73,8 4 0,793 14,0 87,8 5 0,609 12,2 100 Modelo de extracción: análisis de componentes principales Con este modelo y mediante análisis factorial de componentes principales hay dos autovalores con niveles >1 y somos capaces de explicar con dos factores más del 54% del total de varianza de los datos originales. La matriz de varianzas-covarianzas que se analiza por defecto será la matriz de correlaciones entre los items incluidos en el análisis. Con esta matriz será posible extraer hasta 5 factores independientes como se muestra en la Tabla 9. Con ellos se consigue explicar la totalidad (100%) de la varianza total, pero con este procedimiento no conseguimos el objetivo de reducir el número de dimensiones necesarias para explicar los datos que tenemos. El mejor modelo que obtenemos con esta aproximación es una descomposición en dos grandes factores. El análisis obtenido nos muestra la Tabla 9 donde se representa la matriz de componentes dado que usamos el método de componentes principales que permiten conocer el modelo en mayor detalle y tomar la elección. La matriz de varianzas- 19 covarianzas analizada por defecto es la matriz de correlaciones entre las 5 variables incluidas en el análisis por ser los ítems que componen este instrumento. Será por tanto la solución factorial propiamente dicha. Contendrá, por tanto, las correlaciones entre las variables originales y cada uno de los factores elegidos. La solución factorial propiamente dicha se muestra en la Tabla 10. Comparando las saturaciones relativas de cada variable en cada uno de los factores podemos apreciar que el primer factor en el caso del análisis del modelo está constituido por las variables: Tabla 10. Matriz de componentes mediante análisis factorial con el modelo de análisis del instrumento. ESA-2012 Componente 1 2 Item 1 0,589 0,171 Item 2 0,485 -0,532 Item 3 0,629 -0,479 Item 4 0,719 0,308 Item 5 0,351 0,675 Método de extracción: Análisis de componentes principales. Dos componentes extraídos Calculamos también la medida de adecuación muestral Kaiser-Meyer-Olkin, también llamada KMO cuya función es contrastar si las correlaciones parciales entre las variables son lo suficientemente pequeñas. La prueba nos genera un estadístico KMO que fluctúa entre 0 y 1. Si los valores son pequeños el análisis factorial puede no ser adecuado, porque las correlaciones existentes entre los pares de variables no pueden ser explicadas por otras variables. Si los resultados son menores de 0,5 de modelo factorial elegido no debería usarse. (Tabla 11). A su vez usamos la prueba de esfericidad de Bartlett, que tiene como misión el contrastar la hipótesis nula de que la matriz de correlaciones es una matriz identidad, en este caso no habría correlaciones significativas entre los items y, por tanto, el modelo 20 factorial extraido no sería adecuado. Si el nivel de significación es >0,05, no podremos rechazar la hipótesis nula de esfericidad y, por tanto, no podremos asegurar que el modelo factorial extraido sea adecuado para poder explicar los datos, (Tabla 11). Tabla 11. Análisis de medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin y prueba de esfericidad de Bartlett. ESA-2012. Medida de adecuación muestral de KMO 0,553 Prueba de esfericidad de Bartlett X2 629,6 Gl 10 p 0,0001 Los resultados obtenidos en nuestro estudio son muy adecuados. Observamos que, en todos ellos, la medida de adecuación muestral con la prueba de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) es muy buena con niveles superiores a 0,5 a lo que se acompaña de unos buenos resultados de la prueba de Bartlett, con resultados en las pruebas de significación mínimos en todos los análisis. Lo que concluye que podemos usar este modelo sin mayores objeciones de carácter estadístico ni de constructor. Análisis de consistencia interna: Este estudio lo intentamos complementar con el análisis del de consistencia del instrumento a través de sus tres modelos de análisis. Para ello realizamos el estadístico alpha de Cronbach para el modelo. (Tabla 12). Tabla 12. Análisis de fiabilidad del instrumento mediante la prueba alpha de Cronbach. ESA-2012 alpha Cronbach Modelo 0,82 Con ello obtenemos niveles elevados de consistencia interna y fiabilidad global para el conjunto del instrumento. No existen diferencias significativas en función de edad y/o sexo. 21 Por todo ello concluimos en este apartado que con el analisis factorial propuesto son fundamentales todos las subdimensiones incluidas (con ella explicamos el 100% de los resultados) si bien hay dos grandes componentes principales que son capaces de explicar más del 54% de la varianza. Tanto la adecuación muestral como la esfericidad, la consistencia interna y la fiabilidad se consideran adecuadas para estudiar el modelo propuesto. Análisis dimensional: No se ha pretendido que las diferentes subdimensiones (cinco) fueran homogéneas ni en rango ni en contenidos aunque derivados de la importancia para la consecución del indicador global necesitamos analizarlos. En los valores detectados en los datos empíricos del modelo, los diferentes rangos varían entre los 15 puntos de rango de la dimensión culural y los 45 de la dimension personal (Tabla 13). En la valoración global, resultado del sumatorio de los valores de las diferentes subdimensiones empíricas detectadas el rango es de 79 puntos. Los valores promedio son relativamente homogéneos y acercándose al valor de 0. Con valores entre -3,04 (en la subdimensión laboral, rango -12 y 14) y 2,75 (en la subdimensión personal, rango -15 y 30). Para los valores globales, el promedio es de 0,89 (rango -30 y 49). Tanto en los estadísticos de tendencia central como de variablidad se consideran adecuados los resultados. Tabla 13. Valores detectados e indicadores resumen del modelo inclusión-exclusión. ESA-2012 Valores detectados Subdimensión Valor Valor Media (IC95%) DE Rango máximo mínimo Laboral 14 -12 -3,04 (-3,3- -2,8) 5,6 26 Económica 15 -10 -1,1 (-1,3--0,93) 4,5 25 22 Cultural 13 -3 0,11 (-0,02- 2,3) 3,1 15 Personal 30 -15 2,75 (2,5-2,9) 5,1 45 Social 18 -7 2,21 (2,0-2,4) 3,7 25 Total 49 -30 0,89 (0,37-1,42) 12,3 79 La distribución cuantitativa de las diferentes distrbuciones muestrales de cada subdimensión se muestran en los Gráficos I a V asi como una aproximación normal de su histograma de frecuencias. Todos ellos tienen una buena distribución muestral, salvo el componente cultural que tiene una cierta asimetria y varias modas. Gráficos I, II, III, IV y V. Distribuciones muestrales de las diferentes subdimensiones del modelo inclusión-exclusión. ESA-2012 23 La distribución muestral de la valoración global (puntuaciones sumatorias de las diferentes subdimensiones) del modelo de inclusión-exclusión social se muestra en el Gráfico VI, con una aproximación casi perfecta a la curva normal y media de 0,90 y DE de 12,3 para un tamaño muestral de 2.093 personas. Gráfico VI. Distribución muestral de la valoración global del modelo inclusiónexclusión. ESA-2012 24 Resultados en categorías analíticas: Con las categorías analíticas seleccionadas a partir de los criterios fijados en la Tabla 6 (en las grandes cuatro zonas de integración, vulnerabilidad, asistencia y exclusión) un 23,4% de la población se situaría en la zona denominada de exclusión. En el otro extremo solo se consideraría a un 20,5% de la población en la zona de integración. (Tabla 14). Tabla 14. Distribución de resultados clasificatorios por sexo. ESA-2012. Porcentajes. Hombres Mujeres Total Integración 30,6 11,2 20,5 Vulnerabilidad 31,1 23,8 27,3 Asistencia 26,2 31,2 28,8 25 12,0 Exclusión 33,8 23,4 Sin embargo, los resultados no son homogéneos entre hombres y mujeres. Así, estas mantienen niveles de zonas de integración-vulnerabilidad en solo un 35% de ellas mientras que se posicionan en este apartado un 62% de los hombres. Es más, mientras que solo un 36% de los hombres están en zona de asistencia-exclusión hay un 65% de mujeres en ese aprtado, loque indican el elevado riesgo de la mujer en general para ser objetivo de obtener peores resultados en el proceso inclusión-exclusión. (Tabla 14 y Gráfico VII). Solo en el apartado de zona de exclusión, hay un 34% de las mujeres por solo un 12% de los hombres. Los valores para ambos sexos llegan a ser del 23,4%. Gráfico VII: Distribución de resultados clasificatorios por sexo. ESA-2012. 100% Proceso inclusión-exclusión por sexo. Asturias, ESA2012 Exclusión 90% Asistencia 80% Vulnerabilidad 70% Integracion 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% H M T La distribución etaria (Tabla 15), nos indica que independientemente del género, existe una distribución bimodal en los resultados con mejores resultados (más integración) en edades intermedias de la vida y peores en las edades extremas (jóvenes y personas mayores). Así, los mejores resutados de integración están en las edades de 45-64 años y los más bajos del proceso de zona de exclusión. Si nos fijamos en los peores valores (zona de exclusión) sigue el mismo patrón dual, un 26% de las personas jóvenes está afectada, desciende la proporción hasta un 19% en personas de 45-64 años de edad y vuelve a ascender en el grupo de personas mayores (31%). (Gráficos VIII y IX) 26 Tabla 15. Distribución de resultados clasificatorios por edad. ESA-2012. Porcentajes. 15-29 30-44 45-64 65+ Total Integración 13,2 25,8 27,6 10,0 20,5 Vulnerabilidad 22,5 30,2 29,2 24,8 27,3 Asistencia 38,0 24,2 24,3 34,0 28,8 Exclusión 26,3 19,8 18,9 31,2 23,4 Gráfico VIII: Distribución de resultados clasificatorios por grupo etario. ESA-2012. 100% Proceso inclusión-exclusión. Según grupo etario. Asturias, ESA-2012 Exclusión 90% Asistencia 80% Vulnerabilidad 70% Integracion 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% 15-29 30-44 45-64 65+ Gráfico IX: Distribución diferencial de personas en zona de exclusíon según edad y sexo. ESA-2012. Proceso inclusión-exclusión. Por edad y sexo. Asturias, ESA-2012. Porcentaje 50 45 40 Exclusión HOMBRES Exclusión MUJERES Exclusión TOTAL 35 30 25 20 15 10 5 0 15-29 30-44 45-64 65+ 27 No obstante, sí se observa que el fenómeno de la dualización etaria del proceso de exclusión afecta especialmente a los hombres (Gráfico IX). En ellos, en concreto, los niveles disminuyen considerablemente desde el 25% en edades jóvenes hasta niveles cercanos al 5% en edades de 45-64 años, a medida que se abren las expectativas profesionales, personales y social es que son mucho más favorecedores para los hombres que las mujeres. En cambio, en las mujeres hay prácticamente niveles de cerca del 30% en las mujeres jóvenes y, prácticamente sin pausa, van incrementando su riesgo de entrar en zona de exclusión hasta niveles cercanos al 50% en las mujeres mayores. Dentro de la variedad de zonas de integración-exclusión, la distribución etaria y de género, en el caso de los hombres la frecuencia de exclusión en hombres jóvenes va de un 24% hasta tener solo un 11% en los hombres mayores. En el caso del proceso de integración los datos son inversos, solo un 15% en hombres jóvenes hasta un 42% en los hombres de 45-64 años de edad. (Tabla 16 y Gráfico X). Tabla 16. Distribución de resultados clasificatorios por edad y sexo. ESA-2012. HOMBRES. Porcentajes. 15-29 30-44 45-64 65+ Total Integración 15,2 33,8 42,0 21,3 30,7 Vulnerabilidad 21,6 27,7 33,0 40,3 31,2 Asistencia 39,2 26,3 18,6 27,8 26,3 Exclusión 24,0 12,2 6,3 10,6 11,9 Gráfico X: Distribución de resultados clasificatorios por grupo etario En HOMBRES. ESA-2012. 28 100% Proceso inclusión-exclusión. HOMBRES. Según grupo etario. Asturias, ESA-2012 Exclusión 90% Asistencia 80% Vulnerabilidad 70% Integracion 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% 15-29 30-44 45-64 65+ Atendiendo a las mismas variables, en el caso de las mujeres, estas se sitúan solo un 11% en mujeres jóvenes en la zona de integración, y alcanza solo a un 2% de las mujeres mayores. En el caso de la zona de exclusión los niveles van del 29% de las mujeres jóvenes y va incrementándose la frecuencia hasta alcanzar un 46% en las mujeres mayores. Los niveles son considerablemente diferentes respecto a los hombres. (Tabla 17 y Gráfico XI). Tabla 17. Modelo de inclusión-exclusión. Distribución de resultados clasificatorios por edad y sexo. ESA-2012. MUJERES. Porcentajes. 15-29 30-44 45-64 65+ Total Integración 11,0 17,6 14,4 2,0 11,2 Vulnerabilidad 23,3 32,7 25,6 13,9 23,8 Asistencia 36,8 22,1 29,6 38,3 31,2 Exclusión 28,8 27,6 30,7 45,9 33,9 Gráfico XI. Distribución de resultados clasificatorios por grupo etario En MUJERES. ESA-2012. 29 100% Proceso inclusión-exclusión. MUJERES. Según grupo etario. Asturias, ESA-2012 Exclusión 90% Asistencia 80% Vulnerabilidad 70% Integracion 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% 15-29 30-44 45-64 65+ Respecto al hábitat de residencia, existe un mayor riesgo de caer en zona de exclusión en las personas residentes en las Cuencas Mineras, mientras que las personas residentes en zona rural solo se clasifican ahí en un 19% de las ocasiones. Los resultados de las personas residentes en zonas urbanas tienen resultados intermedios. (Tabla 18). No sucede lo mismo en la clasificación de integración, donde un 15% de las personas residentes en Cuencas Mineras se clasifica ahí, por un 21,4% en personas residentes en zonas urbanas. (Gráfico XII). Tabla 18. Distribución de resultados clasificatorios por tipo de hábitat. ESA-2012. Porcentajes. Rural Urbano Cuencas Total Integración 20,2 21,4 15,5 20,4 Vulnerabilidad 29,0 28,1 21,6 27,3 Asistencia 32,1 28,4 28,5 28,9 Exclusión 18,7 22,1 34,4 23,4 30 Gráfico XII: Distribución de resultados clasificatorios por Lugar de nacimiento y sexo. ESA-2012. Proceso inclusión-exclusión. Según hábitat de residencia y sexo. Asturias, ESA-2012 Exclusión 100% 90% Asistencia 80% Vulnerabilidad 70% Integracion 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% H rural H UrbanoH Cuencas M rural M UrbanoM Cuencas Se observa al igual que solo para el género una gran diferencia de género por tipo de hábitat. (Tabla 19 y Gráfico XII). Los niveles de exclusión social son superiores en las mujeres independientemente del tipo de hábitat de residencia, encontrando peores niveles siempre que los peores niveles en hombres. Los niveles de zona de exclusión son más de tres veces superiores en mujeres que en hombres en cualquier tipo de hábitat, llegando a ser del 52% en mujeres de Cuencas Mineras. Por el contrario mientras solo un 6% de las mujeres de las Cuencas está en zona de integración un 26% de los hombres de las Cuencas se sitúa en esa zona. Tabla 19. Distribución de resultados clasificatorios por tipo de hábitat y sexo. ESA2012. Porcentajes. Hombres Rural Mujeres Urbano Cuencas Rural Urbano Cuencas Integración 31,5 31,4 25,7 9,7 12,5 6,0 Vulnerabilidad 33,9 31,4 27,9 25,4 25,1 15,9 Asistencia 26,0 25,5 30,7 37,3 31,0 26,5 Exclusión 8,7 11,8 15,7 27,6 31,5 51,7 31 En el ámbito del Area Sanitaria de residencia, observamos (Tabla 20), que las Areas con mayores problemas de exclusión son las Areas de las Cuencas Mineras. Así, un 42% de las personas del Area VII (Mieres) se sitúan en esa zona y el el Area VIII, un 28% de las personas se sitúan ahí. El Área Sanitaria con menor frecuencia en zona de exclusión es el Área II (12%). (Gráfico XIII). En la zona de mayor confort (integración), el Área Sanitaria con mayor frecuencia es el Área II (33%) y el Área VII la que menor frecuencia tiene (10%). Tabla 20. Distribución de resultados clasificatorios por Area sanitaria de residencia. ESA-2012. Porcentajes. I II III IV V VI VII VIII 9,8 20,3 Integración 20,6 32,8 19,3 21,9 22,0 13,3 Vulnerabilidad 26,8 29,3 28,7 29,5 26,1 31,4 17,3 25,3 Asistencia 33,0 25,9 29,3 29,1 27,0 34,3 30,8 26,6 Exclusión 19,6 12,1 22,7 19,6 24,9 21,0 42,1 27,8 Grafico XIII: Distribución de resultados clasificatorios por Area Sanitaria de residencia. ESA-2012. 100% Proceso inclusión-exclusión. Por Area Sanitaria . Asturias, ESA-2012 Exclusión 90% Asistencia 80% Vulnerabilidad 70% Integracion 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% I II III IV V VI VII VIII Existe una distribución diferencial de las zonas de inclusión-exclusión en función del lugar o país de nacimiento. Mientras que solo un 6% de las personas nacidas fuera de 32 España se mantienen en la zona de integración (Tabla 21), lo hacen un 20% de las personas nacidas en Asturias o un 26% de las españolas nacidas en otra C.A. Por el contrario, en los peores niveles de exclusión observamos que un 47% de las personas nacidas fuera de España están en la zona de exclusión mientras que solo lo hace un 19% de las personas nacidas en otra CA y un 22% de las nacidas en Asturias. Muchas de las personas nacidas en otra CA son profesionales que han tenido la oportunidad de encontrar un buen trabajo en nuestra CA y por tanto son los que menos riesgo tienen de tener deteriorado este proceso de integración-exclusión. (Gráfico XIV). Tabla 21. Distribución de resultados clasificatorios por lugar de nacimiento. ESA2012. Porcentajes. En En otra En otro Total Asturias CA pais Integración 20,6 26,0 5,6 20,5 Vulnerabilidad 27,8 27,9 18,4 27,3 Asistencia 29,1 27,3 28,8 28,8 Exclusión 22,5 18,7 47,2 23,4 Grafico XIV. Distribución de resultados clasificatorios por Lugar de nacimiento y sexo. ESA-2012. 100% Proceso inclusión-exclusión. Según origen y sexo. Asturias, ESA-2012 Exclusión 90% Asistencia 80% Vulnerabilidad 70% Integracion 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% H autoct H inmigr M autoct M inmigr Sin embargo, los resultados no son homogéneos por lugar de origen y género. Asi, las peores puntuaciones siempre son para las mujeres independientmente de su lugar de 33 origen (Tabla X y Gráfico XIV). A pesar de esas grandes diferencias a favor de las personas autóctonas, los niveles de personas en zonas de inclusión y de integración son simlares en hombres inmigrantes y mujeres autóctonas (entre el 10-12%, en ambos, en integración y 32 y 35% en zona de exclusión). Los peores resultados recaen en las mujeres inmigrantes (Tabla 22 y Gráfico XIV) con pobres niveles en zona de integración (6 veces inferiores a las mujeres autóctonas y a los hombres inmigrantes), y elevadisimas frecuencias en zonas de exclusión (hasta del 58% en esa zonas, casi el 30 puntos más que los hombres inmigrantes). Tala 22. Distribución de resultados clasificatorios por Lugar de nacimiento y sexo. ESA-2012. Porcentajes. Hombres En Mujeres En otra En otro En Asturias CA pais En otra En otro Asturias CA pais Integración 31,9 31,7 11,7 10,5 19,9 1,5 Vulnerabilidad 31,0 34,1 25,0 25,2 21,2 11,9 Asistencia 26,1 26,2 28,3 31,8 28,5 28,4 Exclusión 11,1 7,9 35,0 32,5 30,5 58,2 En el caso de las distribución de zonas de inclusión-exclusión respecto al estado civil, (Tabla 23). En la zona de integración se sitúan con más frecuencia las personas casadas o las separadas legalmente (26 y 27,5%, respectivamente). Mientras solo lo está en 1,8% de las personas en viudedad o un 10% de las divorciadas. En la zona de exclusión se sitúan con mayor frecuencia relativa las personas viudas (44%) y divorciadas (30%) a gran distancia de las personas solteras y casadas (alrededor del 20%). Tabla 23.Distribución de resultados clasificatorios por Estado civil. ESA-2012. Porcentajes. Soltero/a Casado/a Viudo/a Separado/a Divorciado/a Integración 19,1 26,0 1,8 27,5 10,3 Vulnerabilidad 27,5 29,8 17,2 17,5 25,3 Asistencia 32,3 25,0 37,1 25,0 25,3 Exclusión 21,1 19,1 43,9 30,0 39,1 34 Pero el fenómeno, de nuevo, no es constante en ambos géneros. Así, en el caso de los hombres (Tabla 24). mientras que los hombres separados y divorciados mantienen un buen nivel de confort e integración (50% y 29%, respectivamente), en el caso de las mujeres con el mismo estado civil están considerablemente depauperadas (Tabla 25) (8% y 2% respectivamente en esa zona de integración). Tabla 24. Distribución de resultados clasificatorios por Estado civil. ESA-2012. HOMBRES. Porcentajes. Soltero/a Casado/a Viudo/a Separado/a Divorciado/a Integración 23,2 37,2 9,7 50,0 29,0 Vulnerabilidad 27,5 34,1 32,3 11,1 32,3 Asistencia 32,1 21,3 41,9 27,8 22,6 Exclusión 17,2 7,5 16,1 11,1 16,1 Tabla 25. Distribución de resultados clasificatorios por Estado civil. ESA-2012. MUJERES. Porcentajes. Soltero/a Casado/a Viudo/a Separado/a Divorciado/a Integración 14,2 14,6 1,1 8,3 1,7 Vulnerabilidad 27,4 25,4 14,7 20,8 20,7 Asistencia 32,5 29,0 36,3 25,0 27,6 Exclusión 25,9 31,0 47,9 45,8 50,0 El hecho opuesto lo encontramos en la zona de exclusión, mientras que alrededor de un 50% de las mujeres viudas, separadas o divorciadas se sitúan en zona de exclusión, solo lo hacen entre el 11 y el 16% de los hombres con esos estados civiles. En el caso de los hombres el mayor factor de protección para evitar la exclusión es el estar casado (solo un 7,5% está en zona de exclusión y un 34% en zona de integración). Para las mujeres, aún a pesar de sus considerablemente peores niveles que en hombres, encuentran una ligera mayor protección en el caso de estar solteras (en ellas, estar casadas no es un factor de protección demasiado alto, 31% de ellas en zona de exclusión y solo un 15% de las casadas esta en zona de integración). 35 El hecho de convivir en pareja también es un factor protector contra la exclusión aunque mayor para los hombres como indicamos antes en relación al estado civil. Asi, un 26% de las personas que conviven están en zona de integración por solo un 12% de las que no conviven. Por el contrario solo un 19% de las personas que conviven pareja estan en zona de exclusión por un 29% en personas no convivientes. (Tabla 26). Tabla 26. Distribución de resultados clasificatorios por Convivencia en pareja. ESA2012. Porcentajes. Hombres Si Mujeres No Si Total No Si No Integración 37,2 19,2 15,0 6,4 26,4 11,9 Vulnerabilidad 33,0 27,9 27,0 19,8 30,0 23,4 Asistencia 21,1 35,1 27,5 35,9 21,4 35,5 Exclusión 8,7 17,8 30,5 37,9 19,3 29,3 También hay sesgos diferenciales por género, mientras que un 37% de los hombres que conviven en pareja estan en zona de integración por un 9% en zona de exclusión. En cambio, en el caso de las mujeres solo un 15% de las que conviven est;an en zona de integración y en un 38% en zona de exclusión. (Tabla 26). Tabla 27.Distribución de resultados clasificatorios por Nivel máximo de estudios alcanzados. ESA-2012. Porcentajes. Hasta Bachillerato medios Universitarios Total primarios Integración 4,8 30,3 19,5 42,1 20,5 Vulnerabilidad 23,2 28,4 29,5 30,0 27,3 Asistencia 33,6 25,2 30,4 20,7 28,8 Exclusión 38,5 16,1 20,7 7,1 23,4 En el caso del nivel máximo de estudios alcanzado, son las personas universitarias las que mantienen unos elevadísimos niveles de integración (41% de ellas), y una escasa frecuencia de adscripción a zona de exclusión (7%). Por el contrario, son las personas 36 con nivel máximo de estudios hasta primarios donde solo un 5% de personas en zona de integración y un 38% de ellas en zona de exclusión. (Tabla 27). Tabla 28. Distribución de resultados clasificatorios por nivel máximo de estudios alcanzado. ESA-2012. HOMBRES. Porcentajes. Hasta Bachillerato medios Universitarios Total primarios Integración 9,3 43,5 28,6 58,8 30,6 Vulnerabilidad 39,7 20,8 31,0 28,4 31,2 Asistencia 31,7 24,4 29,2 13,2 26,3 Exclusión 19,2 11,3 11,3 1,6 12,0 Existe, como no, también diferencias de género en relación a la zona de adscripción en integración-exclusión. (Tablas 28 y 29). En el caso de los hombres hasta un 59% de los universitarios gozan de su sitación en zona de integración (solo un 9% de hombres con estudios primarios). En la zona de exclusión solo se sitúa un 1,6% de los hombres universitarios (un 19% en zona de exclusión). En el caso de las mujeres (Tabla 29), los niveles son mucho más pobres, pero, incluso dentro de ellas las diferencias son sustanciales. Solo un 29% de las Universitarias se sitúan en la zona de integración (solo un 1% en las mujeres con estudios primarios), y en los peores resultados se incluyen el 54% de las mujeres con estudios primarios que está en zona de exclusión mientras que solo lo está el 12% de ls mujeres con estudios universitarios. Tabla 29. Distribución de resultados clasificatorios por nivel máximo de estudios alcanzado. ESA-2012. MUJERES. Porcentajes. Hasta Bachillerato medios Universitarios Total primarios Integración 1,0 15,4 9,7 28,6 11,2 Vulnerabilidad 10,3 36,9 28,1 33,0 23,8 Asistencia 35,1 26,2 31,9 26,8 31,2 Exclusión 53,6 21,5 30,3 11,6 33,8 Atendiendo a los niveles de estratificación institucionalizada social como es el 37 fenómeno de la clase social atendiendo a los criterios de clasificación de la Sociedad Española de Epidemiología según la Clasificación Nacional de Ocupaciones de 1994 (Regidor, 2001) observamos una gran proporción de personas que son de dificil clasificación, posiblemente incluidos en el concepto de infraclase (Tezanos, 2007). Mientras habitualmente tenemos un 20% de personas de dificil clasificación los resultads son dispares según los niveles de adscripción del fenómeno inclusiónexclusión, solo un 0,5% se sitúan en zona de integración y, en cambio, lo hace un 38% de las que están en zona de exclusión. (Tabla 30). Tabla 30. Distribución de resultados clasificatorios por Clase Social según CNO-1994. ESA-2012. I II III IV V Sin clasificar Integración 59,3 25,8 26,7 12,4 6,3 0,5 Vulnerabilidad 25,1 31,6 30,3 28,7 22,3 16,8 Asistencia 13,2 28,2 24,4 33,8 29,6 44,4 Exclusión 2,4 14,4 18,5 25,1 41,9 38,3 Un 59% de las personas de clase I se incluirían en la zona de integración (solo un 2,4% en zona de exclusión). Por el contrario, las personas incluidas en las clases sociales más desfavorecidas (Clase social V), solo un 6% se clasificarían en zona de integración. En cambio, un 42% de ellas estarían en zona de exclusión. (Tabla 30). Tabla 31. Distribución de resultados clasificatorios por Clase Social según CNO-1994. ESA-2012. HOMBRES. Porcentaje. I II III IV V Sin clasificar Integración 74,5 37,0 41,9 16,1 12,6 4,0 Vulnerabilidad 17,3 32,6 28,1 35,4 36,9 20,0 Asistencia 7,1 23,2 21,7 31,4 34,2 52,0 Exclusión 1,0 7,2 8,3 17,2 16,2 24,0 La distribución por género es diferencial. Hasta un 74% de los hombres en clase social I tienen niveles de confort en zona de integración, por solo un 1% de ellos en zona de integración. En el caso de las clase sociales más desfavorecidas (Clase social V), solo 38 un 13% de ellas está en zona de integración mientras que la misma proporción está en zona de exclusión. (Tabla 31). En hombres un 24% de los hombres a los que no se ha podido fijar su clase social están en zona de inclusión. Las mujeres independientemente de su clase social vuelven a tener pobres resultados. Mientras que solo un 38% de las clasificadas en Clase social I está en zona de inclusión, (un 4% en zona de exclusión), hasta un 57% de las mujeres en Clase social V está en zona de exclusión (solo un 3% en zona de integración). En mujeres hasta un 40% de las mujeres a las que no se ha podido fijar su clase social están en zona de inclusión. (Tabla 32). Tabla 3. Distribución de resultados clasificatorios por Clase Social según CNO-1994. ESA-2012. MUJERES. Porcentaje. I II III IV V Sin clasificar Integración 37,7 15,6 17,0 0 2,6 0 Vulnerabilidad 36,2 30,5 31,8 7,7 13,7 16,4 Asistencia 21,7 32,5 26,2 41,9 26,8 43,3 Exclusión 4,3 21,4 24,9 50,4 56,8 40,4 Conclusiones: Con este estudio hemos logrado obtener un instrumento con buenos indicadores estructurales y de fiabilidad atendiendo al análisis factorial e inserto en un modelo teórico que se aleja del análisis de la pobreza. Además, este instrumento mide el riesgo de exclusión social en una comunidad y permite conocer a nivel local el riesgo de exclusión de una manera dinámica, procesual y estructural que afecta a grupos sociales y no meramente la medición de la pobreza. Las mujeres, los mayores, las personas inmigrantes, los menores niveles educativos tienen una mayor frecuencia de exclusión social. En Asturias, el proceso de exclusión está altamente condicionado por variables laborales, económicas, culturales, sociales y personales. Consideramos conveniente que periódicamente se monitoricen estos procesos de inclusión-exclusión social para observar su evolución temporal. 39 Bibliografía: Antón, A. (2003). Rentas Básicas y nuevo contrato social. (pp.1-175). Madrid, Fundación Sindical de Estudios. Castel, R. (1992). La inserción y los nuevos retos de las intervenciones sociales. En F. Álvarez-Uría (coord.). Marginación e inserción. Los nuevos retos de las políticas sociales. (pp. 25-36). Madrid: Endimión. Comisión para Reducir las Desigualdades Sociales en Salud en España. Análisis de situación para la elaboración de una propuesta de políticas e intervenciones para reducir las desigualdades sociales en salud en España. (pp. 1-119). (en línea). http://www.msssi.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/promocion/desigua ldadSalud/docs/Analisis_reducir_desigualdes.pdf., acceso el 14 de abril de 2016. Jiménez-Ramírez, M. (2008). Theoretical approach to social exclusion: complexity and ambiguity of the term. 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