En un sentido amplio la causa primera de la Gran depresión fue la guerra de 1914-18. Sin la guerra no se hubiera producido una depresión de análogas dimensiones. Hubiera podido producirse una recesión cíclica normal, y este reajuste incluso no se habría localizado en esta época particular y no se había transformado en la Gran Depresión. La Gran Depresión constituyó un proceso en dos etapas, compuestas de varias fases. Nosotros tuvimos una recesión normal debido a causas internas, que se inicia con el crash bursátil de octubre de 1929, estábamos en camino a recuperarnos cuando las dificultades europeas se alzaron con la fuerza de un huracán y nos alcanzaron en abril de 1931. Así la Gran Depresión no había comenzado verdaderamente en Estados Unidos. Se ha afirmado que el crash bursátil americano había demolido la economía mundial, de hecho no es así. Un estudio de la oficina National de Investigación Económica afirma: “Varios países habían entrado en una fase de recesión en 1927 y en 1928, bastante antes de la fecha tomada de ordinario para marcar el comienzo de la crisis en Estados Unidos, es decir el crash de Wall Street en octubre de 1929”. H. Hoover: Memorias. Nueva York, 1952. (En: www.siglo2o.org) Producción industrial comparada de Alemania, Francia, Reino Unido y Estados Unidos, entre el periodo de 1922 y 1937 Nuestra más ardua tarea, la primera, es hacer que el pueblo vuelva al trabajo. No es un problema irresoluble si nos enfrentamos a él con prudencia y valentía. Puede realizarse, en parte, mediante la contratación directa por parte del gobierno. Pero al mismo tiempo, llevando a cabo los trabajos más necesarios, a partir de estas personas contratadas, para estimular y reorganizar la utilización de nuestros recursos naturales. Debemos esforzarnos por conseguir que la tierra sea utilizada de forma más adecuada y por parte de los más capacitados. Se contribuirá a dicha tarea realizando esfuerzos precisos por elevar el precio de los productos agrícolas y con ellos el poder adquisitivo de los agricultores, que absorberá la producción de nuestras ciudades. Por otra parte, hay que reconocer que nuestros centros industriales están superpoblados y hay que promover una nueva distribución a escala nacional (...). Podemos facilitar el empleo planificando y supervisando en el ámbito nacional los transportes, las comunicaciones y todos los servicios que sean de interés público... En nuestro camino hacia la plena ocupación debemos tomar medidas destinadas a vigilar las actividades bancarias, financieras y de inversiones; limitar las actividades especulativas; asegurar el valor de nuestra divisa…" (F. D. Roosevelt, Discurso de toma de posesión como presidente de Estados Unidos, marzo de 1933). “Se habla mucho de lo que este Renacimiento aporta al asalariado, de cómo su capacidad adquisitiva mejora. Pero el Ministerio de Trabajo, ha trabajado siempre con hombres de carne y hueso. El Ministerio de Trabajo es el gran Departamento del Gobierno en el que todas las actividades concurren al bienestar humano. Bajo la presión de la opinión y de los sentimientos del pueblo americano, hemos llegado a un punto de vista tal, que nos induce a exigir que la vida industrial tenga en cuenta tanto las relaciones humanas como el hecho de las fórmulas económicas complicadas. El carbón para el invierno, la fontanería, el interés sobre las hipotecas, la leche del bebé, el matrimonio, las aspiraciones culturales, incluso la soda y los paseos sobre el poni en el parque, deben ir por delante de las teorías abstractas generales. Estamos particularmente preocupados por las condiciones de vida de los hombres y de las mujeres. En hacer de los miembros una parte completa del mundo civilizado, humanizar las leyes que les conciernen, éste es el objetivo esencial que debe perseguir el Ministerio de Trabajo. El Ministerio de Trabajo, que esta nación ha establecido para promover el bienestar humano, tiene la misión consciente y deliberada de consagrarse a las necesidades humanas, de comprender si puede escuchar con el oído atento lo que el pueblo necesita y lo que espera. El trabajo del ser humano no es un artículo de consumo, ni un artículo de comercio, y el mundo no es solamente capacidad adquisitiva, eficacia e investigación (...).” Frances Perkins. People at work. 1934. * France Perkins. Secretaria de Trabajo del presidente F.D. Roosevelt. Firma de la Social Security Act Mediante la Social Security Act, se creó el primer sistema federal de seguro de desempleo y de pensiones “El ensanchamiento de las funciones del Estado, necesario para la adaptación recíproca de la propensión a consumir y de la incitación a invertir, parecería (a algunos) una horrible infracción de los principios individualistas. Este ensanchamiento nos parece lo contrario y el único medio para evitar la destrucción completa de las instituciones económicas actuales, y la condición para un feliz ejercicio de la iniciativa individual.” J. M. Keynes. Teoría general sobre el empleo, el interés y la moneda. 1936. …en las economías capitalistas maduradas, basadas en el ahorro, puede detectarse una creciente deficiencia de la demanda agregada. De tal forma, que sólo puede hacerse frente a esa deficiencia estimulando el consumo y la demanda de inversión, lo que implica que el Estado debe intervenir para reorganizar las condiciones de trabajo, de redistribución de la renta y de ocio, lo que impulsaría un ciclo exitoso del crecimiento económico. Keynes, J. M. (1970): Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, México, FCE.