El libro y sus orillas, un amigo fiel Hoy es mi primera vez. Sí, hoy 15 de noviembre de 2007. Esperé mucho por este momento y no podía ser mejor. Es la primera vez que presento un libro, resultó encomienda fácil hablar sobre El libro y sus orillas de Roberto Zavala Ruiz. Cuando se da una relación cotidiana con alguien, éste llega a ser parte inherente de uno, puedes llegar a conocerlo y amarlo. Esos somos este libro y yo: amigos íntimos. Hace dos semanas, Fernanda Aguilar, cómplice del trabajo editorial en El Colegio de Sonora, me dijo: —va a venir Roberto Zavala y nos invitan a presentar su libro— creo que descubrió mi asombro porque insistió: —de veras, va a venir para la Feria, nos llamaron del ISC para saber si nos interesaba presentar su libro—. Al darme cuenta que la cosa iba en serio dije: —Fernanda, no puede ser, me cuesta trabajo creerte. Oye, es como si a tu hijo, el que es músico, lo invitarán a abrirle un concierto a los Rollings Stone—. Ella se rió. Sin oportunidad para la duda puedo decir que El libro y sus orillas es, para las personas que tenemos contacto directo con la labor de la edición de textos, como si fuese una Biblia, cuando nos asaltan las preguntas o cuando tenemos necesidad de reafirmar un conocimiento inmediatamente nos avocamos a consultarlo. Así de fácil, ahí está nuestro libro dispuesto a echarnos la mano en todo momento. Cualquier ejemplar puede desaparecer “misteriosamente” de los estantes de nuestra oficina, pero no este libro, este no, por favor, es como un “tallercito” ambulante encerrado en 400 páginas. Esta publicación tendría un rango de acción limitado si se redujera exclusivamente al campo de los profesionales de la edición: a los editores, correctores, formadores o diseñadores. Está estructurada de manera sencilla, por esta característica resulta ser una herramienta útil para el que tenga interés en conocer lo lo relacionado con la creación de una obra. Te lleva por un camino que permite descubrir y reflexionar sobre la evolución y el enriquecimiento de la cultura escrita. La forma en que te orienta, a la vez que despeja incógnitas, te lleva de la mano por las etapas necesarias para elaborar un buen libro, un libro pulcro y estéticamente bello, no un libro como esos que andan por ahí mal escritos, mal formados, mal diseñados; no de esos cuya función es ahuyentar lectores. Zavala Ruiz organizó esta obra en cinco capítulos. El primero: “La orilla tipográfica: de la madera y el plomo al rayo láser” nos lleva, a lo largo de sus 90 páginas, a recorrer varios trayectos: inicia con un paseo por la historia de la escritura y de los libros. Es un viaje desde el papiro con los egipcios, las hojas de madera encerada con los romanos, la imprenta de Gutenberg, hasta las impresiones láser de nuestros días. El autor nos introduce al mundo de los libros para generar un espacio que nos permita sumergirnos y conocer sus elementos por dentro y por fuera, del centro a sus orillas. Cuando habla de estos perímetros se refiere a la portada, a la portadilla, al colofón, al índice, a la cornisa, al pie, a la segunda de forros, a la banderilla, al cuadro, a la gráfica, a la referencia, al prólogo, etc. Este capítulo, en un segundo respiro, nos da elementos para conocer acerca de los tamaños y las formas, los tipos de papel, los encuadernados y la tipografía. Cada término está desarrollado cuidadosamente, de manera puntillosa, por no decir, obsesiva. Necesitamos algunas horas de ésta y otras tardes para desmenuzar y saborear este platillo de conceptos, por razones obvias no es posible pero quien lo desee puede acercarse a este libro. El segundo apartado: “La orilla original”, es breve pero no por eso prescindible, en él encontramos la orientación para presentar un original completo y debidamente preparado y comenzar con el pie derecho el proceso editorial. Este espacio es muy útil porque nos enseña a los editores a “quitarle el polvo a los textos” y así ahorrarnos trabajo en el futuro. Zavala, en su tercer capítulo “A orillas de la escritura”, nos dice: […] este no pretende en ningún momento sustituir a un curso de redacción sino tratar algunos puntos que ofrecen dificultad al momento de escribir. Creo que estas páginas no sustituyen un curso de redacción pero se le aproximan mucho. Esclarece los terrenos con ejemplos que nos ayudan a expresarnos de manera correcta y efectiva. El análisis pasa por el verbo, la sintaxis, la puntuación y la gramática, hasta el lenguaje en sí. Aquí, da una relación de varias obras de consulta que son útiles para enriquecer nuestro acervo y despejar dudas, entre ellas están: Diccionario ideológico de la lengua española de Don Julio Casares, Diccionario del uso del español de María Moliner, este último merece mención especial y, no podrían faltar en estas lides, las obras de José Martínez de Sousa: Dudas y errores del lenguaje y Diccionario de tipografía y del libro. El par de espacios que restan: “Orillas paralelas” y “A orillas de la errata” terminan por abrazar esta obra, su contenido cierra con lujo de detalles, ejemplos y citas que logran iluminar esos oscuros pasillos en los que a veces nos perdemos al intentar encontrar la corrección, el signo, la raya, el guión, etc. Para finalizar este capítulo recomiendo una ojeada de las páginas 252 a la 255, son líneas verdaderamente lúdicas, se refieren a eso que solemos llamar “malas palabras”. Ya se imaginarán, no tomen atajos, vayan de lleno a ellas, si lo hacen van a lograr un difícil binomio: reír y aprender. Creo que el trabajo que realiza Roberto Zavala Ruiz se define con una palabra, escrita en mayúsculas: PASION, solo aquella persona poseedora de una gran pasión por su trabajo puede lograr una obra como esta. En especial: estos campos solicitan gente con pasión y, aquí a mi lado, se encuentra una. Gerardo Cornejo, escritor y cuentista sonorense, lo resume en las siguientes líneas: Declaro mi decisión de trabajar y de convivir con los que trabajan y viven con pasión; con los que viven sus convicciones y trabajan para ellas; con los que no se conforman con haber sido creados y quieren crear también; con los que aspiran a ganarse el derecho de convertirse, algún día, en un puntito luminoso en el cosmos de la memoria de los demás”. El libro y sus orillas es una muestra. Creo que es un punto luminoso en la memoria del cosmos de muchos de nosotros y espero que día a día se convierta en luz para otros más… Muchas gracias, permítanme unos segundos más, tengo una posdata, bueno dos, la primera: esta obra merece un diseño y encuadernado mejor, me gustaría pasta dura, interiores con más aire, más espacio, se vería mejor con un diseño de portada sobrio. Tiene margen para hacerle mejoras en cuestión de diseño: Santillana o Paidós son dos opciones editoriales de las cuales saldrían extraordinarios resultados. La segunda posdata: no quiero irme sin leerles la dedicatoria de este libro; ustedes juzguen si no les parece extraordinaria: Para Laura habitante de mi cuerpo en todos los puntos. De los pies a la cornisa, estas orillas preliminares del escribidor con su pasado en limpio y su futuro ya presente.