MANIFIESTO POR LA PAZ Y LA DESMILITARIZACIÓN Desde hace varios años el Grupo de objeción fiscal al gasto militar venimos organizando una campaña para sensibilizar a la ciudadanía sobre el problema del militarismo en general y del gasto militar en particular. Este año lo extendemos en una campaña por la desmilitarización con el objetivo de sensibilizar sobre el papel de la Base de Almagro en relación con su función social, ideológica y de su coste económico. El mayor conflicto con los valores de paz y justicia se manifiesta en el caso del ejército, sobre todo cuando aumenta el paro y la pobreza en España a niveles intolerables y el gobierno reclama austeridad e impone fuertes recortes en educación y servicios sociales y medioambientales. El gasto militar y la defensa del gobierno de los banqueros y las grandes fortunas, frente al empobrecimiento y pérdida de derechos de la clase trabajadora, nos hacen ver que el ejército no nos defiende puesto que no se relaciona con nuestras necesidades reales, sino que es otro de los mecanismos del sistema para aumentar y asegurar la riqueza en manos de las élites capitalistas. Nuestra visión del mundo, nuestros valores y la utopía que queremos vivir, se basan en unos conceptos positivos y constructivos de la paz y de la defensa, encaminados a la consecución de los derechos humanos y de la justicia universal. Nuestra paz es muy diferente de la del capitalismo que utiliza a los ejércitos y la industria militar para sus intereses, cada vez en más lugares del mundo, imponiendo las leyes de los organismos financieros y las multinacionales por la fuerza de las armas y reprimiendo a la población que sufre las injusticias. El presupuesto de Defensa se maquilla cada año con más descaro para que aparezca inicialmente por debajo del presupuesto del año anterior, escondiendo la mayoría de las partidas en otros ministerios y aumentándolo por otra parte con el Fondo de Contingencia y créditos extrapresupuestarios. Para 2013 se ha presupuestado en el ministerio de defensa el 25% de lo que realmente se gastará (28.897 millones €, 614 € por persona) con una deuda militar de 31.000 millones €, principalmente en compra de armamento. Todos contribuimos con nuestros impuestos directos en el sostenimiento del ejército y, además, todos los años presentamos la declaración de IRPF directamente. Disminuir el gasto militar permitiría reactivar la economía social, por esto, nuestra primera propuesta es la desobediencia civil a los impuestos militares, desviando una parte a otros fines socialmente útiles como organizaciones o colectivos sociales a elección del objetor que son los que contribuyen a avanzar hacia un mundo en paz. Siempre hemos visto que esta acción se queda corta pues, realmente, el gobierno no tiene en cuenta nuestra objeción ni recorta del gasto militar, es más, el militarismo avanza y se acomoda en la sociedad con intervenciones publicitarias que sustituyen a las organizaciones civiles, naturalmente destinadas a realizar esas labores. De esta manera, se quiere eliminar la oposición al incremento del presupuesto militar y de las intervenciones armadas, ocultando a la sociedad el verdadero papel de las fuerzas armadas, que es la guerra y el control social. Las jornadas de puertas abiertas en la base de Almagro, la jura de bandera de civiles, los monumentos de reyes, soldados, conquistadores, o del próximo helicóptero en la rotonda de Ciudad Real, no son sino, estrategias destinadas a que la sociedad civil asuma al ejército como algo normal e inevitable y no como una amenaza a la paz. En Ciudad Real ha existido una oposición histórica contra la OTAN y los campos de tiro, en Cabañeros, Anchuras y, también contra el de Chinchilla en Albacete. Mientras luchábamos en Cabañeros, esta base iba creciendo hasta que el programa TIGRE llegó a Albacete y Almagro con 1.353 millones de € de presupuesto. Pero, con cada helicóptero Tigre perdemos 10 centros de salud o la atención social a 30.000 personas en situación de extrema necesidad. Mientras las maniobras de los helicópteros de ataque perturban la vida de los pueblos y de los Espacios Naturales Protegidos, se realizan multitudinarias visitas de niños a la Base; a la vez que, en los centros educativos se alaba la paz, se ofrece la violencia armada como solución, negando la realidad de los miles de niños que mueren o sufren las guerras. Los mismos profesores/as que promueven la paz son incapaces de cuestionar al principal ejecutor de la guerra que, además, nos priva de recursos económicos necesarios para conseguir la paz. Por esto estamos aquí, para decir que la paz no se consigue preparándonos para la guerra, no nos vamos a callar ante esta estafa económica e ideológica, no queremos que nuestros hijos/as asimilen la guerra como un juego, ni apreciar los aparatos de guerra socialmente inservibles. Queremos que la base, al igual que todos los ejércitos, desaparezca o se reconvierta en algo útil a la sociedad. Agradecemos profundamente vuestra valentía por tener los ojos abiertos y el cerebro despierto por la evidencia de la realidad. Agradecemos vuestras opiniones y vuestra participación para convertir el mundo actual en otro habitable para todas. En Almagro a 26 de mayo de 2013. Firman las organizaciones concentradas en la plaza.