San José, esposo de la Virgen María Solemnidad José hizo lo que le había mandado el ángel del (Mt, 1,16.18-21.24) ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 12,42) Este es el criado fiel y solícito a quien el Señor ha puesto al frente de su familia. ORACIÓN COLECTA Dios todopoderoso que confiaste los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de san José; haz que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su misión salvadora. PRIMERA LECTURA (2 Sa 7,4-5.12-14.16) El Señor le dará el trono de David, su Padre Del segundo Libro de Samuel En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor: "Ve y dile a mi siervo David: "Esto dice el Señor: Cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Él construirá una casa para mi nombre, y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre." SALMO RESPONSORIAL (Salmo 88/89) R/. Su linaje será perpetuo. Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades. Porque dije: "Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad." R/. Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo: "Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades." R/. Él me invocará: "Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora." Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable. R/. SEGUNDA LECTURA (Rm 4,13.16-18.22) Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los Romanos Hermanos: No fue la observancia de la Ley, sino la justificación obtenida por la fe, la que obtuvo para Abrahán y su descendencia la promesa de heredar el mundo. Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia; así, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia legal, sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así, dice la Escritura: "Te hago padre de muchos pueblos." Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe, Abrahán creyó. Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se le había dicho: "Así será tu descendencia." Por lo cual le valió la justificación. ACLAMACIÓN AL EVANGELIO (Sal 83,5) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús Dichosos los que viven en tu casa; siempre, Señor, te alabarán R/ Honor y gloria a ti, Señor Jesús EVANGELIO (Mt, 1,16.18-21.24) José hizo lo que le había mandado el ángel del Señor Del Santo Evangelio según San Mateo Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: "José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados." Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Concédenos, Señor, que podamos servirte en el altar con un corazón puro como san José, que se entregó por entero a servir a tu Hijo, nacido de la Virgen María. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Señor, protege sin cesar a esta familia tuya, que ha celebrado con gozo la festividad de san José participando en la eucaristía; y conserva en ella los dones que con tanta bondad les concedes. Lectio El culto a san José se generalizó en el occidente durante los siglos XIV y XV, fruto de la devoción medieval hacia la Virgen María y el niño Jesús. En el siglo 17 se convirtió en fiesta de precepto. Pio IX, en 1870, proclamó a San José patrono de la Iglesia Universal y Juan XXIII introdujo su nombre en el canon Romano. Invocación al Espíritu Santo Visita las almas de tus fíeles y llena de la divina gracia los corazones, que Tú mismo creaste. Tú eres nuestro Consolador, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción. Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú, el dedo de la mano de Dios; Tú, el prometido del Padre; Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra. Enciende con tu luz nuestros sentidos; infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra débil carne, Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz, sé Tú mismo nuestro guía, y puestos bajo tu dirección, evitaremos todo lo nocivo. Por Ti conozcamos al Padre, y también al Hijo; y que en Ti, Espíritu de entrambos, creamos en todo tiempo., Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó, y al Espíritu Consolador, por los siglos infinitos. Amén. V. Envía tu Espíritu y serán creados. R. Y renovarás la faz de la tierra. San Mateo con su genealogía, que se remonta a Abrahán (Lucas hasta Adán), pretende presentar a Jesús, ya desde un principio, como el Mesías en quien se cumplen las profecías hechas a Abrahán y David. “Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús llamado Cristo”; en esta última generación José no toma parte. Él es esposo de María pero no padre biológico de Jesús. Antes de iniciar la vida conyugal en común, María aparece encinta por obra y gracia del Espíritu Santo (Mt 1,18). Hasta ahora solo lo conocen María, el evangelista y sus lectores, José ve la situación externa pero no tiene más información. El Espíritu Santo, la fuerza creadora de Dios, ha actuado en María para hacer posible la concepción de Jesús (Lc 1, 35) Ni José ni ningún otro medio humano son responsables del asunto. Por lo tanto, Jesús proviene de Dios. José entra en conflicto, reflexiona, discierne y toma al final una decisión: “dejará libre a su esposa renunciando al “repudio” al cual por ley tenía derecho. La intención de proceder en “secreto” y no ante dos testigos, la forma oficial de la ley, está unida al calificativo dado a José: “Era justo”. Jesús nace de “María desposada con José” Mt 1:18a) que “se halló encinta por obra del Espíritu Santo” (Mt 1:18b). Mateo no nos cuenta el relato de la anunciación como lo hace Lucas (Lc 1, 26-38), pero estructura la narración desde el punto de vista de la experiencia de José el hombre justo. La Biblia nos revela que Dios ama a sus justos. Pensamos en Noé “hombre justo e íntegro entre sus contemporáneos” (Gn 6:9). O en Jonás que “hizo lo que era recto a los ojos del Señor” (2Re 12:3). Una realidad constante en la Biblia es el “sueño” como lugar privilegiado donde Dios da a conocer sus proyectos y planes, y algunas veces revela el futuro. Bien conocido son los sueños de Jacob en Betel (Gn 28: 10ss) y los de José su hijo, como también los del coopero y repostero prisioneros en Egipto con él, (Gn 37:5ss; Gn 40:5ss) y los sueños del Faraón que revelaron los futuros años de prosperidad y carestía (Gn 41:1ss). A José se le aparece “en sueños un ángel del Señor” (Mt 1.20) para revelarle el plan de Dios. En los evangelios de la infancia aparece a menudo el ángel del Señor como mensajero celestial (Mt 1:20.24; 2:13.19; Lc 1:11; 2:9) y también en otras ocasiones esta figura aparece para tranquilizar, revelar el proyecto de Dios, curar, liberar de la esclavitud (cf.: Mt 28:2; Jn 5:4; Hch 5:19; 8:26; 12: 7.23). Muchas son las referencias al ángel del Señor también en el Antiguo Testamento, donde originariamente representaba al mismo Señor que cuida y protege a su pueblo siempre acompañándolo de cerca (cf.: Gn 16:7–16; 22:12; 24:7; Éx 3:2; Tb 5:4). Con la certeza de que José ha realizado un papel muy importante y trascendental en el plan de salvación, vale la pena, evidenciar algunas de las virtudes vividas por él a lo largo de su vida con María y Jesús. Modelo de confianza. Aún si san José no comprende lo que está pasando no hace juicios temerarios ni reproches no recrimina a Dios por no esclarecerle todo lo que estaba ocurriendo, tampoco se siente con derecho de pedir explicaciones. Su actitud ante las situaciones misteriosas, se muestra confiado, pues él sabe en quien ha puesto su confianza. Modelo de silencio y de humildad Las principales fuentes de información sobre la vida de San José son los primeros capítulos del evangelio de Mateo y de Lucas. En los relatos no conocemos palabras expresadas por él, tan sólo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. Es un caso excepcional en la Biblia: un santo al que no se le escucha ni una sola palabra. Es, pues, el "Santo del silencio". Modelo de hombre prudente. San José un modelo de hombre prudente; no juzga las situaciones que no entiende, no da lugar en su interior a razonamientos inútiles, ni trata de abarcar con su entendimiento todo lo que está ocurriendo. José no mide la realidad de acuerdo a los criterios del mundo. Modelo de obediencia. La obediencia de san José, es un modelo para todos nosotros, permaneciendo atento al plan de Dios, acoge lo que el ángel le anuncia y pronuncia su “sí”. La obediencia lo lleva a partir con prontitud a Egipto en medio de todas las dificultades. También la vivencia de la obediencia lo mantiene fiel a plan del Padre, atento a salir al encuentro de todas las necesidades de Santa María y del Señor Jesús. Modelo de disponibilidad Es realmente impresionante ver la prontitud y disponibilidad de con las cuales san José responde al mensaje de Dios en toda las circunstancias de su vida. Al acercarnos a los pasajes del evangelista San Mateo vemos que, al referirse a San José, nos muestra su plena disponibilidad narrándonos sus actitudes: “despertado José del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado (Mt 1,24); Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto” (Mt 2, 14). Modelo del hombre trabajador. Por medio del trabajo hace lo necesario para el sustento de su familia, la vida cotidiana de San José en Nazaret estuvo dedicada a la oración, trabajo y cuidado de su familia. Dolor y Alegría Desde su unión matrimonial con María, San José supo vivir con esperanza en Dios la alegría-dolor fruto de los sucesos de la vida diaria. En Belén tuvo que sufrir con la Virgen la carencia de albergue hasta tener que tomar refugio en un establo. Allí nació el Jesús, Hijo de Dios. El atendía a los dos como si fuese el verdadero padre. Cuál sería su estado de admiración a la llegada de los pastores, los ángeles y más tarde los magos de Oriente. Referente a la Presentación de Jesús en el Templo, San Lucas nos dice: "Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él".(Lc 2,33). Contemplación Ahora solo nos resta ponernos en actitud de contemplación para poder ver a la llena de gracia a su divino Hijo y a San José cuidando de ellos con esmero y dedicación de padre, cumpliendo con la misión encomendada. Oración Padre Santo que has escogido a San José para que cuidara de tu divino Hijo, te damos gracias y te bendecimos, porque a lo largo de la historia has suscitado, primero, en tu pueblo Israel y, después, en el nuevo pueblo de tu Iglesia, tantas personas sencillas y anónimas, que, sin alarde alguno ni espectacularidad y protagonismo, nos han dado ejemplo de lo que significa creer y confiar en Ti. Danos la gracia de imitar sus virtudes y de vivir con alegría sirviéndote en nuestros hermanos y hermanas. Te lo pedimos por mediación de María Madre de Jesús y Madre nuestra AMEN. Apéndice Devoción a San José. Una de las más fervientes propagadoras de la devoción a San José fue Santa Teresa de Ávila. En el capítulo sexto de su vida, escribió uno de los relatos más bellos que se han escrito en honor a este santo: "Tomé por abogado y protector al glorioso San José, y encomiéndeme mucho a él. Vi claro que así de esta necesidad, como de otras mayores, este padre y señor mío me sacó con más bien de lo que yo le sabía pedir. No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa tan grande las maravillosas mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo, de los peligros que me ha librado, así de cuerpo como de alma; de este santo tengo experiencia que socorre en todas las necesidades, y es que quiere el Señor darnos a entender que así como le fue sujeto en la tierra, que como tenia nombre de padre, y le podía mandar, así en el cielo hace cuanto le pide. Querría yo persuadir a todos que fuesen devotos de este glorioso santo por la gran experiencia que tengo de los bienes que alcanza de Dios". Madre María Oliva del Cuerpo Místico fundadora de la congregación de las religiosas Hijas de la Iglesia decía a sus hijas «Hijas mías, atentas: pónganse al seguro meditando durante el mes de marzo con gran fervor, la custodia del esposo virginal de María, protector de las vírgenes. Su mes cae siempre en el tiempo cuaresmal que, según el espíritu de la liturgia es intensamente orientado hacia la oración, la penitencia, la compunción del corazón y la conversión nuestra.» (Circular marzo 1961) En otra circular dice «No quiero que pase la fiesta del querido San José sin recordarles el bello deber de honrarlo, mi deseo es que se transforme en una necesidad, porque lo ha honrado el Padre celestial, lo ha honrado Jesús y lo ha honrado María porque tenemos siempre necesidad de él.» (Circular 19-3-62)