“Señor, danos siempre...”

“Señor, danos siempre...”
Jesús sabe que todos necesitamos dos tipos de alimentos: el alimento del
cuerpo y el alimento del alma.
El domingo pasado veíamos cómo Jesús ofrece a los que le siguen pan y
pescado para llenar sus estómagos hambrientos.
Pero no se queda ahí. Sabe que además hay que alimentar el alma, con el
alimento de su Palabra que perdura hasta la vida eterna. Nosotros, a menudo, damos
importancia sólo al alimento corporal, incluso nos ponemos a dieta cuando vemos
que tenemos “unos kilitos de más”.
El Señor nos ofrece su Palabra para que estemos fuertes, para que podamos
hacer frente a los contratiempos de cada día, sin desanimarnos.
En este tiempo de vacaciones podemos aprovechar para leer más la Sagrada
Escritura, para encontrarnos en el silencio con el Señor y dejar que Él llene y
alimente nuestro espíritu.
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“... de este pan”.
Busca en el evangelio de hoy Jn 6, 24-35
diez palabras de más de cuatro letras.
Con las que sobran obtendrás una frase.
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Frase anterior: nosotros debemos ser como el niño que da lo que tiene y Jesús lo
multiplica.