Algunos datos sobre don Eugenio María de Hostos Santiago Maunez Vizcarrondo Eugenio María de Hostos nació en el barrio Río Cañas de Mayagüez el 11 de enero de 1839. En Madrid realizó los estudios en Derecho, graduándose de abogado. Para esa época, Hostos proclamaba en España la necesidad de reformar el régimen colonial y abolir la esclavitud. En 1863, publicó su novela La Peregrinación de Bayoán, en la que realiza una formidable crítica al colonialismo español. Hostos inició una serie de viajes por América del Sur, en los que realizó propaganda a favor de la independencia de Cuba y Puerto Rico. Visitó Perú, Chile, Argentina y Brasil. Se debe destacar su lucha en Chile para que se le ofreciera a la mujer instrucción científica y la protesta que realizó en Perú contra la explotación de los chinos. Fue en esta época en que escribió su famoso juicio crítico sobre la obra de Shakespeare Hamlet que más tarde fuera traducido al inglés, por la Universidad de Harvard. En 1874, regresó a Nueva York y enseguida se trasladó a Santo Domingo en donde continuó la lucha por la emancipación antillana. En 1877, se estableció en Venezuela, donde contrae matrimonio con la cubana Belinda de Ayala. Al ocurrir el cambio de soberanía, en Puerto Rico fundó la Liga de Patriotas con el propósito de obtener de los norteamericanos la celebración en la Isla de un plebiscito, en el que el pueblo puertorriqueño decidiera su soberanía final. En 1899, acompañado de Zeno Gandía y del Dr. Henna acude a Washington y se entrevista con el presidente William Mckinley. En 1899, todas sus gestiones habían fracasado y desilusionado, decide retornar a la República Dominicana, en donde dirigió el Colegio Central y la Inspección General de Instrucción Pública, ampliando la labor pedagógica que había iniciado años atrás. Murió el 11 de agosto del 1903, el la ciudad de Santo Domingo, donde aún reposan sus restos mortales en el Panteón de los Héroes de esa nación. Doy crédito a la Gran Enciclopedia de Puerto Rico, de donde he tomado estos datos. Mi Maestro el Dr. José Ferrer Canales, en la introducción del opúsculo de Juan Bosch “Mujeres en la vida de Hostos” nos dice: “La apostólica mujer y maestra, Dra. Margot Arce de Vázquez, quien nos explicaba el curso Temas poéticos del Siglo de Oro en la Universidad, me regaló un día al terminar la clase, un boleto para escuchar una conferencia de Juan Bosch. Allí vi y escuché por primera vez al ensayista, novelista, cuentista y figura patriótica antillana y universal, Profesor Bosch, dibujar las siluetas e imágenes que tan profundamente me conmovieron: Mujeres en la vida de Hostos. Luego del Profesor Bosch nombrar a las principales mujeres que aparecieron en la vida del Maestro Eugenio María de Hostos, para finalizar su conferencia dijo: “Estoy nombrando, señoras y señores. A la Inmortalidad”. Y dice mi querido Maestro el Dr. Ferrer: "Sin pretender hacer aquí la historia del honroso título de maestro —lo que conllevaría hacer la historia del humanismo—, recordemos que Sócrates lo ve metafóricamente como "escultor". Para nuestro Hostos, varón de epopeya moral y educador de todo un continente, el "maestro" es forjador del "hombre completo", de la vida para la libertad, el bien, la razón y la patria. Martí elogia a un maestro como "Padre, fundador, cimiento de la gloria patria". Y un sabio hispánico, Giner, fue descrito por sus discípulos y por su pueblo como "Evangelio vivo". Así también fue el Maestro Rafael Cordero Molina.