Minas, 22 de octubre de 2015 Sr. Presidente de la Junta Departamental De Lavalleja Sr. Alcides Larrosa Presente: Por la presente, los abajo firmantes solicitan, se incluya en el próximo orden del día el siguiente proyecto: Exposición de motivos Los alimentos transgénicos son aquellos que fueron producidos a partir de un organismo genéticamente modificado (OGM) por ingeniería genética, incorporándole segmentos de ADN de otro(s) para lograr una determinada característica, resistencia, o variedad. Se estima que puede haber más de 500 productos en plaza que contienen ingredientes genéticamente modificados, derivados del maíz y/o la soja, únicos vegetales con variedades modificadas aprobados para producción y consumo en Uruguay. El decreto del poder ejecutivo Nº 353/008 en su artículo 4º establece: “el Gabinete Nacional de Bioseguridad promoverá acciones tendientes a la implementación del etiquetado voluntario “GM” ò “no GM” a aplicarse a aquellos alimentos en los que se pueda comprobar mediante análisis el producto final, la presencia de ADN o proteína genéticamente modificadas”. Sin embargo las acciones que promueve EL ETIQUETADO VOLUNTARIO no han tenido éxito, en cuanto a informar al consumidor acerca de la presencia de ADN y/o proteínas genéticamente modificado/as en los alimentos, y a pesar de que diversos estudios científicos internacionales y locales demuestran la presencia de estos componentes transgénicos (en alimentos locales) Existen posibles efectos a la salud argumentados por los más de 60 países que han legislado obligando a etiquetar estos productos, basados en el llamado Principio Precautorio. El derecho a la información es uno de los derechos básicos de los consumidores. El derecho a tener opciones de compra por parte de los consumidores solo se podrá llevar a cabo si se les proporciona información necesaria para ello. A su vez el consumidor es una figura vulnerable en el mercado de consumo. Uno de los derechos del consumidor es conocer si los alimentos que adquiere y consume poseen componentes transgénicos; la manipulación genética en los productos de elaboración alimenticia, nos dejan una duda científica razonable como para afiliarnos al principio precautorio y lo que estamos promoviendo es que la gente pueda decidir a partir de la información necesaria que le brindemos para optar por como se va a alimentar. El principio precautorio irrumpió en el Derecho de daños como consecuencia de la incertidumbre controversial de la comunidad científica respecto a ciertos riesgos de daños. Tuvo su punto de partida en el Derecho ambiental alemán en la década del ’70 del siglo XX y se expandió internacionalmente a partir de la Conferencia de Estocolmo de Medio Ambiente de 1972. En base a nuevas normas jurídicas a nivel internacional y a nivel interno de cada sistema jurídico, se aceptó por la comunidad jurídica la posibilidad de adoptar medidas anticipativas del daño a pesar de la falta de certeza científica absoluta sobre el riesgo de producción de un daño. En forma coincidente a su antecesora normativa internacional, el lit. B del art. 6 de la Ley uruguaya de Protección del Medio Ambiente, Nro. 17.283, de 28 de noviembre de 2000 dispuso: “(…) cuando hubiere peligro de daño grave o irreversible, no podrá alegarse la falta de certeza técnica o científica absoluta como razón para no adoptar medidas preventivas (…)”. Nos preocupa principalmente el ingreso masivo de estos productos modificados genéticamente en el área de la alimentación del ser humano y sobretodo en nuestros niños. Se suma el hecho de la falta de trazabilidad y monitoreo que permitiesen un retiro del mercado ante la alerta de un nuevo hallazgo que evidenciara algún riesgo para la salud. El etiquetado es necesario como un primer paso para implementar un sistema de trazabilidad y aportar datos para un monitoreo de consumo y efectos sobre la salud. Muchos de los preparados nutricionales, ya sea bajo forma de galletas o de productos integrales alimenticios poseen contenidos transgénicos. A nivel legal, el derecho de todo consumidor a recibir información sobre los productos que circulan en el mercado está previsto en varios artículos de la Ley uruguaya de Defensa del Consumidor Nro. 17.250, de 11 de agosto de 2000. Entre los denominados “derechos básicos del consumidor” previstos en el art. 6 de la Ley se encuentra el derecho a “información suficiente” respecto de los productos así como también el derecho a una “efectiva” prevención de los daños. La información que el proveedor debe brindar al consumidor abarca, entre otros, las características y el contenido del producto. Ello está relacionado con la modificación o contenido genético de los productos alimenticios que circulan en el mercado. Con relación a ello, el art. 17 regula lo atinente a la “oferta de los productos”. Se establece que debe brindarse información clara sobre las características del producto y su naturaleza, así como también sobre “(…) los riesgos que presente para la salud y seguridad de los consumidores (…)”. El inc. 2do. de dicho art. 17 reenvió lo relativo al “etiquetado-rotulado de productos” a la reglamentación que el Poder Ejecutivo debía realizar sobre dicha ley. Sin embargo, el Decreto reglamentario del Poder Ejecutivo Nro. 244, de 23 de agosto de 2000, nada dispuso al respecto. La referida normativa legal es suficiente para que se exija a nivel nacional el denominado “etiquetamiento obligatorio” de los alimentos transgénicos. La modificación genética de un alimento está vinculada a las características y naturaleza del producto. En definitiva, la Ley de Defensa del Consumidor ha previsto las herramientas necesarias para que el proveedor de productos alimenticios transgénicos cumpla con su obligación de informar sobre el contenido de los mismos así como para que controle a los proveedores. No basta con que se describa en el producto que ha sido genéticamente modificado. Debe darse información clara y comprensible con relación a sus características y los posibles riesgos para la salud del consumidor. Este proyecto, viene alineado con las tendencias normativas en el ámbito jurídico a nivel internacional, regional y local, a modo de ejemplo la Unión Europea ha establecido pautas muy estrictas en cuanto al etiquetado donde ya es obligatorio etiquetar todos los alimentos humanos que contengan organismos genéticamente modificados. Nuestro vecino Brasil, es el segundo mayor productor de productos transgénicos del mundo, pero tiene legislación que obliga a etiquetar los alimentos genéticamente modificados. En el ámbito local el ejemplo más cercano es el de la intendencia departamental de Montevideo que por intermedio del decreto “Nº 34.901 ALIMENTOS QUE CONTIENEN ORGANISMOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS” el cual hoy forma parte del derecho positivo vigente del departamento capitalino. Dado que la presencia de determinadas trazas de OGM en los productos puede ser accidental o técnicamente inevitable, dicha presencia no debe comportar requisitos de trazabilidad y etiquetado. Resulta por tanto necesario fijar umbrales para esta presencia accidental, que suelen estar en el entorno del 1%. Por lo expuesto anteriormente amparados en el capítulo VI de la SECCION XVI de la Constitución de la República, los artículos 7, 72 y 332 de la misma, el artículo 6 lit. B de la Ley de Protección del Medio Ambiente Nro. 17.283, de y los artículos 6 a 11 y 17 de la Ley uruguaya de Defensa del Consumidor Nro. 17.250, de 11 de agosto de 2000, los abajo firmantes promueven el siguiente proyecto a fin de ser incluidos en las disposiciones bromatológicas del digesto departamental el siguiente articulado: “Obligatoriedad de etiquetado de alimentos transgénicos” Artículo1º) Objetivo: El presente decreto establece un marco para regular la trazabilidad de productos que contienen o están compuestos por OGMs y de los alimentos producidos a partir de éstos, con el fin de facilitar el etiquetado preciso y el seguimiento de los efectos en el medio ambiente y, cuando proceda, sobre la salud y la aplicación de las medidas de gestión adecuadas. Artículo 2º: A efectos del presente decreto se entenderá por: I) Alimento genéticamente modificado: Aquellos que contienen o están compuestos por OGMs o han sido producidos a partir de ellos. II) OGM (Organismo Genéticamente Modificado): Organismo cuyo material genético ha sido manipulado por ingeniería genética. III) “Ingeniería genética”. Es un proceso que implica la aplicación de: A) técnicas de manipulación de ácidos nucleicos in vitro, incluyendo ácido desoxirribonucleico (ADN) recombinante y la inyección directa de ácidos nucleicos en células y organelos; B) la fusión de células provenientes de diferentes familias taxonómicas que superan las barreras fisiológicas naturales reproductivas o recombinantes. IV) Ingrediente: Es toda sustancia, incluidos los aditivos alimentarios, que se emplee en la fabricación o preparación de alimentos y esté presente en el producto final en su forma original o modificada. V) Trazabilidad: Capacidad de seguir el rastro o el proceso de los OGM y los productos producidos a partir de éstos a lo largo de la cadena de producción y distribución en todas las fases de su comercialización. Artículo 2º: Los alimentos compuestos por OGMs, o que contengan ingredientes producidos a partir de éstos, que superen el 1% de material genéticamente modificado respecto al organismo considerado (por ej. soja), deberán ser etiquetados especialmente conforme lo dispuesto en las presentes normas. Artículo 3º: Los productos mencionados en el artículo anterior deberán lucir en su rotulación la siguiente frase: “Este producto contiene organismos modificados genéticamente”. Artículo 4º: Ámbito de aplicación: El presente decreto se aplicará a: I) II) los alimentos que contienen o están compuestos por OGMs los alimentos que se hayan producidos a partir de OGMs o que contengan ingredientes producidos a partir de éstos. Las disposiciones establecidas en estos artículos no se aplicarán a los alimentos que: I) se sirven en restaurantes u otros establecimientos alimentarios similares, o que no requieran rotulación; II) incluyen únicamente el uso de un auxiliar tecnológico modificado genéticamente como levaduras o enzimas. Francisco de la Peña Edil Departamental Andrea Aviaga Edil Departamental