El viejo Oscar corteja a nuevas generaciones Entrados en canas y tal vez algo nostálgicos por las décadas doradas del cine de Hollywood: así son, según los expertos en mediciones de audiencia, la mayoría de los que siguen por televisión la ceremonia anual de entrega de los premios Oscar. Según un estudio reciente de la consultora Kantar Media, entre los más de 42 millones de televidentes en el mundo que acumula la fiesta del teatro Kodak de Hollywood, hay una marcada primacía de los mayores de 50 años. Pero la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, responsable de la gala, intentará a cambiar esta tendencia, al menos en parte: la edición 83 ha sido pensada con las jóvenes generaciones en mente. En el marco de la campaña por "rejuvenecer" al Oscar fueron contratados dos presentadores debutantes. Aunque muchos miran con cautela las dotes de anfitriones que Anne Hathaway y James Franco puedan mostrar sobre el escenario, nadie pone en duda que contarán con una buena base de fans entre adolescentes y veinteañeros. Bellos, famosos y, sobre todo, jóvenes, los dos actores marcarán un salto generacional respecto de Steve Martin y Alec Baldwin, presentadores en 2010, y de otros comediantes de larga trayectoria que la Academia ha convocado en el pasado. Franco –quien tuvo su papel más taquillero en "El hombre araña" y está nominado como mejor actor por "127 horas"- y Hathaway –que conoció la fama con "El diablo viste a la moda" y ya pasó por el escenario del Kodak como cantante en 2009- son las caras nuevas de un Oscar octogenario que busca aggiornarse con urgencia. En tiempo real Junto a los encargados del show, algunas películas nominadas también podrían ayudar a que los más jóvenes se queden frente al televisor por las varias horas que durará la ceremonia de este domingo. La más destacada es "Red Social", que narra el origen de Facebook y compite en ocho categorías. La tendencia impuesta por la Academia no es nueva: ya en 2010 contó con "Avatar", un filme orientado a espectadores adolescentes, y con los populares protagonistas de la saga de vampiros "Twilight" como copresentadores. Pero este año los organizadores van por más. Declararon que será una edición de los Oscar "orientada a internet" y sacarán provecho del boom de las tecnologías móviles y las redes sociales. Así, por unos pocos dólares, ofrecen un pase "All Access" (acceso irrestringido), por el que los aficionados podrán colarse al detrás de escena y recibir imágenes exclusivas de 24 cámaras instaladas junto a la alfombra roja y en los camerinos, todo a través de internet. Los usuarios de iPad e iPhone podrán hacer lo mismo desde sus dispositivos móviles, mediante la aplicación "Oscar Backstage Pass" (pase entre bastidores), desarrollada para la ocasión. "Estás invitado" Los expertos coinciden en que será, más que nunca, una entrega de premios consumida "en movimiento", en millones de computadoras portátiles y teléfonos, y en tiempo real. Según datos de la consultora Nielsen, en 2010 un 13,3% de los espectadores de los Oscar estuvo online durante la ceremonia, además de tener encendido el televisor, comparado con 8,7% en 2009. Este año se estiman todavía más aficionados twitteros e interactivos. Para anticiparse a la premiación, la Academia de Hollywood ha puesto en marcha su estrategia de redes sociales, bajo una campaña de título ambicioso: "Tú estás invitado". Siempre y cuando, claro, se tenga acceso a internet. Por Twitter, aficionados de todo el mundo pueden enviar preguntas para sus celebridades favoritas, vía @TheAcademy y con los temas (hashtags) #ask #Oscars, o bien desde el muro del perfil de Facebook /TheAcademy. Muchas de ellas serán leídas en vivo por los coanfitriones apostados sobre la alfombra roja, durante los momentos previos a la gala. Pero hay más: según informa la directora de marketing del ente cinematográfico, las madres de algunos actores famosos se encargarán de compartir por Twitter los nervios que sentirán, mientras miran por TV a sus hijos nominados. Danza de dólares La urgencia por rejuvenecer al premio mayor de la industria del cine responde, según los analistas, a un requerimiento del mercado publicitario. "Todas las cadenas de televisión han visto envejecer sus audiencias y nosotros no somos la excepción. Los televidentes son mayores, pero al cine va gente de todas las edades. Es simplemente cuestión de hacer llegar el mensaje de que los Oscar tienen algo para el gusto de todo el mundo", le dice Weiss a BBC Mundo. Las cifras que están en juego por concepto de propaganda son el alimento que necesita la Academia para financiar la velada, una operación descomunal que abarca desde los momentos previos (con la entrada de los artistas y sus repercusiones para el negocio de la moda) a la ceremonia misma o el codiciado Baile del Gobernador, que tiene lugar después del show. Según Kantor Media, los patrocinadores han invertido un promedio de US$72 millones al año en las transmisiones, y en 2011 se calculan ingresos de más de US$80 millones por concepto de publicidad, con valores de US$1,7 millón por 30 segundos de aire. Con los mayores de 50 años como destinatarios principales, los anunciantes no están del todo satisfechos. Son, según los analistas de Kantor, "algo más canosos" que el consumidor ideal al que aspira el marketing, y también más mayores que los televidentes de otros grandes eventos mediáticos en Estados Unidos, como la entrega de los Grammy o el Super Bowl. Después de que se apaguen las cámaras, llegará el veredicto: si la Academia, internet mediante, logra expandir su base de espectadores incorporando a las nuevas generaciones, habrá mejorado su propia salud financiera y habrá dejado contentos a los promotores.