TEMA MÉDICO N° 10 TRASTORNOS DEL SUEÑO De las enfermedades del sueño, el insomnio es el más común de los padecimientos. Se define como un sueño que no produce la adecuada recuperación energética que necesita el organismo para continuar con las actividades cotidianas del día. No interesa la cantidad de horas que se duerme sino su calidad. ¿Cómo se clasifica el insomnio? De acuerdo a la forma de presentación, se divide así: 1) Insomnio de conciliación: Las dificultades se presentan para iniciar el sueño. 2) Insomnio de mantenimiento: Comenzar el sueño es fácil, pero mantenerlo estable durante la noche es muy difícil. En el transcurso de la noche se presentan despertares frecuentes, lo cual deja al día siguiente sensación de cansancio. 3) Insomnio terminal: La persona no tiene dificultades para comenzar a dormir, pero se levantará más adelante, en la noche, y no puede volver a dormir. 1 ¿Qué síntomas produce? ¿Se asocia a alguna patología? Del insomnio podemos decir que es la dificultad de conciliar el sueño, el despertarse repetidas veces durante la noche o mucho antes de sonar el despertador. Esto es normal, si sucede de vez en cuando. Puede convertirse en algo habitual y diario, y si se repite durante muchos días, aproximadamente durante unos 15 días, habrá que consultar al médico para que él encuentre la causa del insomnio, pueda hacer un diagnóstico y dar un tratamiento adecuado. ¿Qué especialista lo maneja; Neurólogo o Psiquiatra? Si los trastornos son de orden emocional, una terapia psicológica puede ayudar a vencer los síntomas del insomnio. Cuando el problema involucra patologías más complejas el tratamiento debe asumirlo un neurólogo. ¿Cómo se maneja? ¿Qué medicamentos se deben usar? ¿Cuáles se contraindican? ¿Qué tan prolongado debe ser su uso? El tratamiento con medicamentos se ofrece cuando se ha hecho evidente que el manejo de los hábitos es adecuado y el insomnio persiste. Se utilizan hipnóticos del tipo benzodiacepinas de acción corta o de vida media intermedia. También se pueden usar medicamentos no benzodiacepínicos. Por otro lado, se utilizan los medicamentos conocidos como antidepresivos, con efecto sedante. Igualmente existen medicamentos que se utilizan para los episodios de alergia pero que tienden, como efecto secundario, a producir somnolencia. La adicción o tendencia al abuso, es la utilización de una sustancia fuera de las normas médicas o sociales y se continúa su uso a pesar de los efectos 2 secundarios que provoca. A menudo se asocia a un aumento de la dosis. Las personas que presentan esta condición, suelen serlo además, a otras sustancias. Reciben el nombre de adictos o "drug abusers". Las benzodiacepinas presentan poco riesgo de abuso excepto en personas adictas al alcohol o a otras drogas. Evidentemente esta situación no suele darse entre los niños con problemas neurológicos ya que no tienen acceso, de una forma voluntaria, a la utilización de los mismos. La dependencia física es el fenómeno farmacológico que da lugar a síntomas clínicos conocidos. El más habitual sería el insomnio de rebote que se produce cuando se suprime de forma brusca una benzodiacepina. Se denomina síndrome de abstinencia y puede asociarse al fenómeno de la tolerancia. Es muy frecuente con los barbitúricos. Con las benzodiacepinas solo aparece si se usan dosis muy altas durante semanas o dosis muy bajas durante meses y se retiran bruscamente. Esta es la razón para iniciar una lenta retirada de una benzodiacepina cuando se considera terminado el tratamiento antiepiléptico o hipnótico. Ocasionalmente se han observado casos graves de insomnio de rebote en pacientes epilépticos tratados durante años con benzodiacepinas. La tolerancia es el fenómeno caracterizado por la necesidad de aumentar la dosis para obtener el mismo efecto terapéutico. Se observa sobre todo con los barbitúricos benzodiacepinas. y el hidrato de 3 cloral, lo mismo que con las ¿Qué manejo sin fármacos se recomienda? ¿Algún ejercicio en especial? terapia alternativa, no médica? Lo primero que el médico le indica al paciente son medidas para restablecer la higiene del sueño: 1) Dormir únicamente lo necesario para un despertar descansado. 2) Establecer horarios para dormir y seguirlos de manera estricta. 3) Utilizar la cama únicamente para dormir; especialmente se recomienda esto en las personas ancianas que se acuestan frecuentemente para ver la TV, leer, oír la radio, etc. 4) No acostarse a dormir hasta que se tengan verdaderos deseos de dormir. 4 5) Controlar que los sonidos externos a la habitación, la suficiente penumbra y la temperatura de la habitación sean las adecuadas para conciliar el sueño. 6) No acostarse después de haber comido ni bebido en exceso, como tampoco con hambre o sed. 7) Evitar consumir café, té, bebidas colas, alcohol y no fumar antes de acostarse. 8) Evitar hacer siestas mayores de 20 minutos. 9) Ciertos medicamentos como los antigripales y antitusivos pueden alterar la calidad del sueño, así que deben ser tenidos en cuenta en el paciente con problemas de insomnio. 10) Un poco de ejercicio antes de dormir ayudará a conciliar el sueño. 5 La Obra Social de YPF, le recomienda no abusar de los medicamentos inductores del sueño y en cambio cumplir las medidas higiénico dietéticas para garantizar un buen descanso reparador. 6