La Iglesia de Canelones está de Año Jubilar Diocesano

La Iglesia de Canelones está de Año
Jubilar Diocesano
Cincuenta años de la Iglesia de Canelones. El don de la Iglesia.
La Iglesia de Canelones, celebra sus 50 años de madurez eclesial, es decir, cuando fue
elevada a una Iglesia particular o diócesis. “La diócesis es una porción del pueblo de
Dios, cuyo cuidado pastoral se encomienda al Obispo con la cooperación del
presbiterio, de manera que, unida a su pastor y congregada por él en el Espíritu Santo
mediante el Evangelio y la Eucaristía, constituya una Iglesia particular, en la cual
verdaderamente está presente y actúa la Iglesia de Cristo una santa, católica y
apostólica”.
Un año jubilar es un especial año de gracia. Este Año Jubilar lo centramos en vivir la
gracia de la Iglesia, el regalo de la Iglesia y de ser partícipes de ella. Para ello,
subrayamos un cuádruple don: 1) el don del perdón de los pecados, 2) el don de la vida
nueva en el Espíritu, 3) el don de la unidad en la Iglesia, 3) el don de ser enviados a
anunciar el Evangelio.
La Iglesia aquí, en la tierra canaria.
Este don lo vivimos aquí y ahora en esta Iglesia de Canelones. Es quizás la Diócesis
más compleja del país. Este es el departamento que tiene más municipios, lo que indica
la cantidad de centros diversos. Sus diferentes decanatos (Piedras, Canelones, Centro –
Santoral, con Tala y Sauce – Pando y Playas), son realidades bien diferentes. La única
comunidad diocesana se expresa en múltiples comunidades. 34 parroquias, que
congregan a sus fieles también en muchas capillas. Comunidades monásticas, que
aportan su oración y el testimonio de su vida consagrada al Señor. Comunidades
religiosas femeninas y masculinas. Un abanico inmenso de instituciones y obras, entre
los que sobresalen muchos colegios y servicios sociales.
Por esta Iglesia concreta damos gracias, en esta Iglesia concreta asumimos el don para
convertirnos y pedir una mayor fidelidad al Señor, esta Iglesia se renueva para anunciar
la alegría del Evangelio. De alguna forma lo resume el afiche: La Iglesia Catedral con la
imagen del pueblo fiel, representa la unidad de la Iglesia canaria junto a su obispo y
presbiterio. La imagen histórica de la Virgen de Guadalupe, enraíza en la presencia
secular de la Iglesia en estas tierras bajo la protección de María. La misión se formula
en el lema: La Iglesia Católica luz viva en Canelones.
Las celebraciones comunes del Año Jubilar. 27 de febrero de 2011 al 20 de mayo de
2012.
El Año Jubilar es un año común de la vida de la Iglesia, vivido con algunos énfasis y
gracias.
Se abrió el Domingo 27 de febrero de 2011, con una celebración de la Misa, precedida
de las Vísperas y con un amplio tiempo para la celebración del Sacramento de la
Penitencia (durante hora y medio hubo 6 confesores). En todas las celebraciones se ha
dado un particular relieve y tiempo a la celebración de la Reconciliación. La gracia del
perdón, acompañada con el don de la Indulgencia, nos hace profundizar el centro de la
acción de Cristo y de la Iglesia.
La fecha de comienzo se eligió para enseguida entrar en el camino cuaresmal: camino
de perdón, de conversión, y de afianzamiento de la gracia bautismal. La Cuaresma
vivida en cada comunidad, tuvo también su expresión diocesana, con Misas
Estacionales, presididas por el obispo cada domingo en una iglesia de un decanato
diferente, y catequesis sobre la oración cada miércoles. Particular relieve diocesano tuvo
la Misa Crismal celebrada en la Parroquia de San Isidro de Las Piedras.
La celebración central será el 27 de noviembre, los 50 años de la bula pontificia de la
creación de la Diócesis. Este día festivo de la Iglesia de Canelones estará precedido
durante octubre y noviembre de actividades parroquiales que hagan vivir el don de la
Iglesia. Sea con las acciones pastorales habituales (mes del Rosario o Mes de María,
actividades de los diferentes grupos, adoración al Santísimo), sea por acciones más
puntuales (charlas sobre la Iglesia, profundización de los textos entregados – homilías,
catequesis, esquemas para reuniones grupales, jornadas de adoración y de confesiones),
de diferentes maneras en las parroquias y decanatos se hará un camino jubilar, que
culminará en la gran asamblea en la Catedral.
El Domingo 25 de mayo de 2012, recordaremos la ejecución de la Bula con la asunción
del primer obispo diocesano Mons. Orestes Santiago Nuti SDB. La ceremonia de
clausura el año será el Domingo de la Ascensión el 20 de mayo.
Las celebraciones por sectores.
En el Año Jubilar adquieren un especial significado las celebraciones de las
comunidades: fiestas patronales, Confirmaciones, Primera Comuniones.
Además se ha procurado en la medida de lo posible hacer celebraciones jubilares por
sectores y en diferentes centros de la diócesis. En todos ellos se ha dado un lugar
especial a la celebración del Sacramento de la Reconciliación, a la vivencia de la
Iglesia, y, por cierto a la celebración Eucarística.
Se celebró el jubileo de las religiosas (30 de abril), de los diáconos (8 de mayo), de los
movimientos (22 de mayo). Para los sacerdotes hubo una jornada penitencial, con
confesiones y reflexión sobre la Penitencia (28 de marzo), jubileo de los sacerdotes en
el Aniversario de la Dedicación de la Iglesia Catedral (17 de julio), además de la
celebración de los 25 años de episcopado de Mons. Orlando Romero, los 40 de
presbiterado de Miguel A. Malesani, a los que seguirán los 40 de David Hernández y los
25 de Hugo Ramiro.
De especial relieve fue el Jubileo de los niños. 1700 niños de 8 a 11 años, de todas las
partes de la diócesis, con catequistas, animadores, formaban una comunidad de 2000
personas. Primero ocupamos la plaza y la calle, en una evocación del Bicentenario, de
Artigas catequista de niños, con el canto del Himno Nacional. Luego todos los espacios
de la catedral (sin bancos) quedaron colmados en una gran y solemne Misa. La marcha
por las calles, el almuerzo en el estadio Martínez Monegal y los juegos en la cancha. Un
día inolvidable para niños, para adultos, multiplicado con testimonios, por las escuelas,
por las redes sociales. Cantos, saltos, encuentros, oración, todo uno en una gran alegría
del Espíritu Santo, una experiencia inolvidable de pertenencia a la Diócesis.
Todavía quedan las convocatorias para el Jubileo de los jóvenes (3-4 de septiembre en
el Colegio Santa Elena de la costa), los catequistas (febrero de 2012), los adolescentes
(abril de 2012).
Todo esto no es un movimiento superficial, sino simplemente, un motivo para que
amemos más a la Iglesia, para que en ella y por ella nos renovemos en la fidelidad
a Dios y gocemos de la belleza de la vida cristiana (oración del Año Jubilar).
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