14.3.- LA SEGUNDA REPÚBLICA. LA CONSTITUCIÓN DE 1931. EL BIENIO REFORMISTA. POLÍTICA DE REFORMAS Y REALIZACIONES CULTURALES. 1.- La Segunda República. El 14 de abril de 1931 se proclamó la II República, tras la victoria de las candidaturas republicanas en las elecciones municipales de 12 de abril. Alfonso XIII se exilió a Italia. La República contaba con el apoyo de la mayoría de los intelectuales, las clases medias y una parte importante del movimiento obrero, pero tenía la desconfianza de los grupos económicos más poderosos, de la Iglesia y de los pequeños propietarios agrícolas. El Comité revolucionario creado en el Pacto de San Sebastián (1930) se convirtió en el primer gobierno provisional de la República. Lo componían Republicanos conservadores como Niceto Alcalá Zamora, que fue su presidente, republicanos de izquierda como Manuel Azaña, republicanos radicales como Alejandro Lerroux, socialistas como Largo Caballero e Indalecio Prieto y nacionalistas catalanes y gallegos. Los primeros decretos reconocieron amplios derechos individuales, proclamaron la amnistía y sentaron las bases de las reformas agraria, militar, educativa y laboral. El impacto de la crisis económica provocó los primeros conflictos sociales, con huelgas y enfrentamientos con las fuerzas del orden público. Desde el principio la II República tuvo enfrentamientos con la Iglesia, encabezada por el Cardenal Segura, que acabaron con la quema de iglesias, lo que deterioró la imagen de la República. Se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes (28 de junio de 1931), el partido más votado fue el PSOE con 115 escaños, seguidos de los radicales con 94. El resultado fue un gobierno de coalición entre los socialistas y los republicanos de izquierda. 2.- La Constitución de 1931. El 9 de diciembre de 1931 las Cortes aprobaron una nueva Constitución, marcada ideológicamente por la mayoría parlamentaria republicano-socialista. España se definió como una república democrática y de trabajadores. *El Estado se constituía como “integral”, aunque se admitían autonomías. Para aprobar un estatuto de autonomía tenía que ser aprobado por la mayoría de los ayuntamientos o 2/3 de los censados y que lo votasen 2/3 de los electores. La aprobación definitiva correspondía a las Cortes. *Había división de poderes, legislativo, ejecutivo y judicial. *El Presidente de la República se elegía indirectamente, a través de las Cortes y de compromisarios. No podían ocupar el cargo militares, eclesiásticos y miembros de la familia real. La duración de su mandato era de 6 años y ejercía un poder moderador en el sistema. Tenía derecho de veto, pero si en segunda votación la ley era aprobada por 2/3 de la cámara, no podía ser vetada de nuevo. Podía disolver las Cortes 2 veces, pero si en la 1ª sesión de la tercera legislatura se consideraba que no había habido razones para convocar elecciones se le podía retirar el cargo. *El gobierno era responsable ante las Cortes, que podían retirarle su confianza en cualquier momento. *Las Cortes eran unicamerales y elegidas por sufragio universal directo. Tenían el poder legislativo y el control sobre el ejecutivo. Se creó la Diputación Permanente de las Cortes. *El Estado era declarado laico, se reconoció la libertad de conciencia y la práctica de cualquier religión. Había separación Estado-Iglesia y se prohibió a esta realizar el comercio, la industria y la enseñanza. *El Estado tenía la obligación de extender la cultura y la educación a toda la población. 3.- El bienio reformista (1932-1933) Niceto Alcalá Zamora fue el primer presidente de la República y Manuel Azaña el primer presidente de gobierno. El primer gobierno contó con el apoyo de todos los partidos que habían formado el Provisional excepto el Partido Radical de A. Lerroux. Continuó la el programa de reformas comenzado con los decretos de abril del 31 En 1932 se aprobó el Estatuto de autonomía de Cataluña, que reconocía a los catalanes el derecho a tener gobierno propio: la Generalitat, presidente y parlamento. La derecha se opuso a la aprobación del estatuto. Durante el Bienio reformista se realizó una importante política de reformas: Reformas sociales. Se estableció la jornada de 8 horas, se reguló el derecho a huelga y se crearon jurados mixtos de arbitraje. Reforma educativa. El objetivo era reducir el analfabetismo. Se realizó un plan de construcción de escuelas, institutos y bibliotecas ambulantes; el plan no pudo realizarse en su totalidad por dificultades presupuestarias. Se promovió una educación laica, mixta, obligatoria, pública y gratuita. Se generó una gran polémica con la Iglesia al suprimirse la asignatura de religión y prohibirse la enseñanza a las congregaciones religiosas. Reforma militar. Su finalidad era modernizar el ejército y asegurar la fidelidad de los militares a la República. La llamada Ley Azaña permitía que los oficiales que no jurasen lealtad a la República pudiesen retirarse con el sueldo íntegro. El número de oficiales que se retiró fue menos del esperado y juraron fidelidad a la República africanistas como Sanjurjo, Mola y Franco. Reforma agraria. Buscaba resolver el problema de las grandes desigualdades en el medio rural. En 1932 se aprobó la Ley de Bases de la Reforma Agraria. Se creó el Instituto de Reforma Agraria, que se encargaba de la expropiación de las tierras, previa indemnización. Los fondos económicos con que se contaba fueron insuficientes y se asentó a muchas menos familias de las previstas, lo que provocó protestas campesinas y ocupación de tierras. Los terratenientes se opusieron a la ley y financiaron el fallido golpe de Estado del general Sanjurjo (10/agosto/1932). La oposición al gobierno republicano-socialista se concretó en torno a la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), partido fundado a comienzos de 1933 como una coalición de partidos conservadora y clerical, su lema era: “Religión, Patria, Familia, Propiedad y Orden”. José Mª Gil Robles la lideraba. José Antonio Primo de Rivera fundó Falange Española (29/oct/1933), partido de inspiración fascista (nacionalsindicalismo), con componentes de catolicismo. El gobierno republicano-socialista tuvo que enfrentarse a huelgas de obreros industriales y campesinos, y a ocupaciones de tierras promovidas por la CNT. El hecho más grave sucedió en enero de 1933 en Casas Viejas (Cádiz); una huelga de campesinos provoca la muerte de 2 guardias civiles, en la posterior represión mueren una veintena de campesinos, 14 de ellos fusilados después de haberse rendido. El gobierno de Azaña sufrió una crisis, ya que los socialistas se negaron a apoyar a un gobierno que había provocado la muerte de esos campesinos. Azaña dimitió y Alcalá Zamora disolvió las Cortes y convocó elecciones para noviembre de 1933. 4.- Política de reformas y realizaciones culturales. La república recibió el apoyo de muchos de intelectuales como Lorca, R. Alberti, M. Hernández, o L. Buñuel, al igual que el de muchos dirigentes republicanos y socialistas que procedían del mundo de la cultura y veían en el ideal republicano un instrumento capaz de regenerar el país. Ejemplos de intelectuales que además participaron activamente en política fueron Ortega y Gasset o Gregorio Marañón, que obtuvieron acta de diputado por las listas de la Agrupación al servicio de la República. Sin embargo otros intelectuales como Pío Baroja o Unamuno se sintieron desplazados por la II República. El gobierno provisional diseño un plan educativo basado en los principios de la Institución Libre de Enseñanza: escuela laica, mixta, obligatoria y gratuita. Marcelino Domingo y Fernando de los Ríos fueron los encargados de su aplicación.