MÓDULO 4. Tema 4: “Aspectos generales de la tasa de rentabilidad” Tema 5: “El valor presente neto, El análisis de inversiones”. ANÁLISIS DE INVERSIONES. En finanzas el riesgo se define como: la posibilidad de que el resultado obtenido difiera del esperado, la variación puede ser positiva o negativa simplemente no ser conforme a lo esperado. Clasificación de riesgo. Riesgo total. Riesgo específico (diversificable): es el inherente al giro de operaciones de una empresa, se trata de que los eventos negativos de una empresa se compensen con los resultados positivos de otra. Riesgo de mercado (no diversificable): es generado por factores macroeconómicos, los que están fuera del control de la empresa y que afectan por igual al resto de las empresas en la economía. ¿Cómo medir el riesgo? Distribución de probabilidades que es el conjunto de posibles resultados con una probabilidad de ocurrencia asignada a cada uno; desviación estándar mide la dispersión de dicha distribución de probabilidades. Diversificación: invertir en más de un activo para disminuir el riesgo, una correlación perfectamente positiva no ayuda a disminuir el riesgo, pues no hay diversificación ya que a pesar de ser activos diferentes (acciones de dos diferentes empresas) es como tener uno solo que se comportan igual. Una correlación perfectamente negativa permite tener una diversificación perfecta que compensan las ganancias y pérdidas de manera perfecta. La lógica del capm este modelo nos dice que lo mínimo que debemos exigir de rendimiento a una inversión es la tasa libre de riesgo, es decir la tasa de papel financiero respaldado por la federación. Esta tasa libre de riesgo deberá incrementarse en función a la prima de riesgo por invertir en la bolsa, ajustado al riesgo de mercado del activo bajo consideración. Rendimientos: el rendimiento esperado es el retorno que el inversionista espera obtener de su inversión. Rendimiento requerido, es el que exige un inversionista para ser compensado por el riesgo en que se está incurriendo. Estructura de Capital Empecemos nuestra discusión acerca de la estructura de capital definiendo el concepto. Se puede intuir que cualquier empresa sólo tiene dos maneras de financiarse: a través de pedir prestado –deuda- o a través de aportaciones de los accionistas –acciones-. Si pensamos en un balance general, el pedir prestado corresponde a los pasivos de la empresa y las aportaciones constituyen su capital, que juntos deben financiar todos los activos. Recuerda que en un balance, los activos son iguales a los pasivos más el capital. Es precisamente la mezcla de deuda y capital lo que se llama estructura de capital y que es el motivo de nuestra atención en este momento. Imagina que una empresa a la que llamaremos Ficticia SA, no tiene deuda y tiene un capital de $200,000. Podrías decir, sin temor a equivocarte, que su estructura de capital se compone de un 100% de aportaciones de los accionistas. En tu última reunión, sin embargo, el consejo directivo ha resuelto que es conveniente (por alguna razón que luego será evidente) que la empresa suscriba un préstamo por $60,000 para hacer una recompra del 30% de las acciones. Al realizar el movimiento, la estructura de capital se transforma de un 100% de aportaciones de los accionistas a un 30% de deuda y 70% de aportaciones de los accionistas. En otras palabras, la estructura de capital es 70%/30%. Te preguntarás, y ¿con qué objeto los accionistas de una compañía podrían tomar una decisión como ésta? Más aún, ¿por qué decidieron reestructurar a 70%/30% y no al 20%/80% o al 50%/50%? Tanto administradores como teóricos de las finanzas se han hecho estas preguntas anteriormente y han desarrollado explicaciones a través de teorías y prácticas administrativas que vamos a revisar inmediatamente. Sin embargo, antes de pasar a estos temas, debemos entender los conceptos relativos al riesgo de las empresas. Perspectiva del Riesgo Total y de Mercado: Imaginemos que contamos con un patrimonio en efectivo y que estamos pensando “ponerlo a funcionar”. Sin embargo, no sabemos a ciencia cierta a qué nos enfrentamos al invertir nuestro dinero en uno o varios proyectos. Podemos pensar en que los proyectos donde invertiremos pudieran ser sujetos de eventos inesperados como turbulencia política, desastres naturales, altos intereses, huelgas, demandas, etc. Estos eventos inesperados –que en la jerga financiera se conocen como riesgos, uno de los más importantes temas de las finanzas- pueden dividirse en varias clasificaciones para su estudio y administración. Empecemos dividiendo el riesgo en dos: el riesgo que afecta en general a todas las empresas y proyectos sin distinción y el riesgo, más puntual, que afecta solo a determinadas áreas de la economía o a empresas y proyectos específicos. El riesgo que afecta en general y sin distinción es llamado riesgo sistemático, riesgo no diversificable o riesgo de mercado; y los términos pueden ser usados de manera intercambiable. Ejemplos de este tipo de riesgo pueden ser una inflación inesperada que haga que los insumos suban de precio de manera general o que haya una guerra civil que afecte a las actividades económicas. Este riesgo se caracteriza por su presencia permanente en cualquier proyecto ya que afecta a la economía en su conjunto y al participar en ella, se asume su existencia. El riesgo que afecta de manera específica a una sección de la economía, a una industria específica o a una compañía en particular es llamado riesgo no sistemático, riesgo específico o riesgo diversificable y nuevamente los términos pueden ser usados de manera intercambiable. Ejemplos de este tipo de riesgo puede ser una huelga en una compañía o en una industria específica, un proyecto no exitoso que afecte las finanzas de una compañía o la pérdida de un contrato importante. Este riesgo se caracteriza por poder ser “diversificado”, es decir que puede disminuir al participar en varios proyectos no correlacionados como por ejemplo, participar en un proyecto del sector agropecuario y a la vez invertir en otro proyecto del sector energético. La diversificación, en otras palabras, es el equivalente al decir popular, “no debes poner todos los huevos en la misma canasta”. Aunque algunas veces es difícil distinguir plenamente entre ambos riesgos, ya que las circunstancias se presentan de manera combinada y puede existir retroalimentación entre las partes de un sistema (en este caso el sistema económico que se ve afectado por las empresas que lo forman que a su vez afectan la economía en su conjunto), podemos modelar matemáticamente el riesgo a partir de sus dos componentes: U=m+ε donde: U: Riesgo total m: Riesgo de mercado ε: Riesgo diversificable La suma de ambos tipos de riesgo es llamada riesgo total. Habiendo definido el riesgo como la suma de dos partes, nos damos cuenta que debido al carácter diversificable de ε, este riesgo puede ser llevado a su mínima expresión y por lo tanto el riesgo de mercado sería el único que, desde el punto de vista del inversionista, puede generar un premio al invertir en un proyecto. Esto es importante a la hora de tomar decisiones administrativas porque del lado de los inversionistas, ellos estarán dispuestos a invertir en aquellos proyectos que le rindan más ganancias por el menor riesgo; y del lado de los directivos y administradores de una empresa estos deben emprender proyectos cuyos rendimientos sean atractivos para estar dispuesto a encarar los riesgos. Riesgo Operativo y Financiero: A partir de lo expuesto en la sección anterior, el riesgo que encaran los inversionistas puede ser reducido al diversificar; idealmente disminuyendo hasta no más que el riesgo de mercado. Si la compañía a la que hacemos referencia tiene una estructura de capital donde no se ha suscrito deuda y sólo se compone de aportaciones de los accionistas, entonces decimos que el riesgo de la compañía corresponde al riesgo operativo. En otras palabras, si la empresa no tiene deuda, los proyectos que emprenda la empresa sólo estarán sujetos al riesgo operativo. Por otro lado, si la empresa suscribe deuda, entonces aumenta el riesgo de los accionistas, los que ahora no solo encaran el riesgo operativo, sino también el riesgo de no poder pagar los intereses generados por la deuda. A este riesgo incremental se le conoce como riesgo financiero. El riesgo es una realidad de la vida, si quieres vivir necesitarás negociar y para esto tendrás que correr ciertos riesgos en cualquier aspecto de tu vida personal; las operaciones empresariales no son la excepción, de hecho, algunos de los más altos riesgos se toman dentro del ámbito corporativo, el nivel de los riesgos tomados depende, entre otras cosas, de la industria en donde opera la empresa y del estilo de la administración para dirigirla. Estos riesgos en los que incurren las empresas provocan incertidumbre en sus resultados operativos lo cual a su vez resulta en más incertidumbre para los rendimientos del precio de mercado de la acción. En este capítulo estaremos analizando el concepto de riesgo en las finanzas corporativas y cuáles son las mejores formas que conocemos para identificar y medir los riesgos para incorporar esta información en la toma de decisiones de la organización. Por lo tanto, los inversionistas deben tener presente los conceptos explicados y analizados en este capítulo para que puedan formar portafolios bien diversificados y utilizar estos mismos fundamentos de medición y consideración del riesgo dentro del marco de las finanzas corporativas. El riesgo de una empresa es producto de la naturaleza de su operación así como del mercado en donde opera. El primero es un riesgo diversificable, puede eliminarse si invertimos en acciones de empresas que se dedican a diferentes giros de actividad. El riesgo diversificable, o específico a una empresa, está relacionado con el éxito y fracaso de las estrategias llevadas a cabo por la empresa, con las huelgas en esa empresa, con la introducción de un nuevo producto o la participación en algún nuevo mercado, con la llegada o partida de administradores competentes, etc. Al invertir en acciones de empresas que de diferentes giros, los malos resultados de unas se compensan con los buenos resultados de otras por lo que se logra eliminar el riesgo específico a una compañía en particular. El riesgo de mercado, también conocido como riesgo sistemático, es el que la empresa tiene por pertenecer a un sistema (país o región) y se mide identificando el comportamiento de los rendimientos de una acción con respecto a los movimientos de los rendimientos del mercado. Por ejemplo, la industria de la construcción sufre casi instantáneamente el comportamiento de la economía. Si hay un auge económico le va muy bien y si hay una desaceleración entonces sufre más que el promedio de la industria; por lo tanto, las empresas constructoras se dice que tienen un riesgo de mercado alto. Por otro lado, una empresa de supermercado posiblemente no cambiará mucho sus resultados si al mercado le va bien o mal, las personas como quiera tienen que comprar alimentos y artículos de limpieza, por lo que se dice que este tipo de empresas tienen un riesgo de mercado bajo, o promedio. Ser una empresa de riesgo alto no es necesariamente malo, simplemente está dado por un conjunto de condiciones, lo importante es determinar el rendimiento adecuado para un nivel dado de riesgo. Esto es el corazón de la relación riesgo-rendimiento, es decir, que el riesgo incurrido sea debidamente compensado con una tasa de retorno adecuada. Presenta los resultados de tu actividad en forma de práctica de ejercicios. EJERCICIO Accede a la página de Internet de finanzas de Yahoo! (http://finance.yahoo.com) y, uno a la vez, teclea los símbolos “GE” y “MSFT” dentro del recuadro “Get Quotes” para obtener información sobre el precio de las acciones de General Electric y Microsoft, respectivamente. Al momento de teclear GE o MSFT obtendrás una pantalla con el resumen (summary) financiero de cada empresa. En la columna a la izquierda, selecciona la opción de “historial prices” en donde te aparece la opción de marcar las fechas de inicio y final de los precios que estás buscando, así como con opciones para indicar la frecuencia solicitada de los precios. Vas a seleccionar un período de 5 años tomando como fecha final el día anterior al cual estás realizando esta tarea, y de ahí te irás 5 años hacia atrás. En cuanto a la frecuencia utilizarás rendimientos mensuales (monthly). Una vez que hayas hecho esto, haz clic en el botón de “Get Prices.” Después de hacer esto ve al final de la tabla que se ha generado en tu pantalla y haz clic en el botón de “Download to Spreadsheet.” Automáticamente te aparecerá el cuadro de diálogo para guardar el archivo en formato “csv” (este tipo de archivo es perfectamente compatible con Excel), guárdalo en un lugar de fácil localización y luego abre el archivo con tu hoja de cálculo. Verás un archivo con 7 columnas (si observas que en una celda tienes “########” simplemente significa que el tamaño de la celda debe ser ajustado para poder ver la información ahí contenida). De estas columnas borra todas con excepción de “Date” y “Adj. Close.” Esta última columna te reporta los precios de la acción en cuestión ajustados por los pagos de dividendos. Entonces creas una tercera columna con el nombre de “Rendimientos” donde cada celda será el resultado de dividir el precio del último mes entre el precio del penúltimo, menos 1 (lo único que estarás haciendo acá es obtener el retorno de la acción de un mes a otro). Esto lo debes hacer para ambas acciones. Acto seguido obtendrás los rendimientos mensuales del mercado representado por el índice S&P500 (con el símbolo de “^GSPC”), van a seguir los mismos pasos que realizaste para obtener los rendimientos mensuales de las acciones que se te indicaron. Pon toda la información (tres columnas por instrumento de inversión) en una misma hoja de cálculo y contesta las siguientes preguntas (Ojo: toma en cuenta que esta información es histórica, no esperada, para que uses las fórmulas correctas). • Determina el rendimiento promedio mensual y el acumulado para cada activo. • Calcula la desviación estándar para cada alternativa de inversión. • ¿Cuál sería el rendimiento de un portafolio compuesto por 30% de GE, 50% de MSFT y 20% del S&P500? • Calcula la beta de GE y de MSFT utilizando la función de “pendiente” (slope en inglés) en tu hoja de cálculo Excel. Los rendimientos de cada acción serán la variable dependiente mientras que los rendimientos del índice S&P500, el cual representa el mercado, serán la variable independiente. Explica tus resultados y comenta si tiene sentido lo que ves (es decir, ¿es normal el coeficiente beta que observas para GE y MSFT? ¿Tiene sentido con el giro de su actividad económica? ¿Es lo que esperabas encontrar?). Presenta los resultados de tu actividad en forma de práctica de ejercicios