La concepción arquitectónica desde los archivos digitales León Arellano-Lechuga, doctorando Doctorado en Proyectos Arquitectónicos Escola Tècnica Superior d’Arquitectura de Barcelona leonarellano@gmail.com En esta comunicación me intereso por el papel de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, en particular de los archivos digitales, en la concepción arquitectónica1. El sustento empírico de la argumentación se basa en el material de una etnografía que realicé durante cerca de un año en un despacho de arquitectura en Barcelona como parte de mi trabajo doctoral. El análisis de las prácticas de concepción, entendidas como la realización de un entramado de agentes y entornos materiales, simbólicos, y organizativos, proviene de la filosofía constructiva (Medina 2000). A través del caso, abordaré también algunas cuestiones de método y teoría sobre el estudio de la concepción que me parece importante subrayar en la actual situación de cuestionamiento sobre el abordaje a tomar en la investigación en arquitectura. Por una parte, argumentaré sobre la necesidad de sustentar empíricamente la investigación de la concepción arquitectónica; además, trataré el asunto de la conveniencia de la etnografía y de la Teoría del Actor-Red (ANT) como métodos de investigación, así como sus limitaciones. Por otra parte, discutiré sobre la pertinencia del análisis filosófico como marco para la teorización de las prácticas de concepción. Al observar de manera detallada las prácticas cotidianas de los arquitectos se distingue casi inmediatamente la presencia inevitable de los ordenadores, introducidos hace apenas algunos lustros en los despachos de arquitectura. De todas las innovaciones que los acompañan, las de representación y cálculo geométrico (las aplicaciones de concepción asistida por ordenador, o CAD por sus siglas en inglés) han acaparado, con justa razón, los ensayos y análisis (ver, por ejemplo: Carpo 2011, Picon 2010, McCullough 2006). Mi interés se dirige a otra de estas innovaciones: los archivos digitales. Tal elección no es fortuita. En efecto, es la primer propuesta de observación que me hacen los arquitectos de quienes seguiré el trabajo –seguramente porque son representativos de su obra, probablemente porque son representativos de la concepción– y además, como pronto lo constato, ocupan una posición central en el despacho pues participan en la casi totalidad de las tareas que realizan. Al seguir las prácticas relacionadas con los archivos digitales, la hipótesis es que las innovaciones en las tecnologías simbólicas en el campo de la arquitectura han modificado no solamente las técnicas de dibujo gracias al desarrollo de los programas de concepción asistida por ordenador, como se insiste generalmente, sino el conjunto de los entornos de/y la práctica de diseño arquitectónico. En la reconstrucción de las prácticas de concepción y sus entornos, sería posible reconocer la solidaridad de los archivos y su sustento material con la configuración del espacio, la organización del despacho de arquitectura, así como en las operaciones simbólicas realizadas por los arquitectos. 1 Retomo la noción de concepción en el sentido amplio que le da Sautereau (1993: 7): “inteligencia, condición de emergencia, proceso de elaboración, acción, método, resultado, objeto”. Si la noción de concepción remite a un continuum, me limité aquí al análisis de la producción del proyecto de arquitectura entendido como una clausura parcial del proceso de diseño, bien delimitado jurídica, profesional y económicamente, consistente en la entrega y puesta en circulación protocolaria fuera de los despachos de arquitectura de un conjunto de documentos considerados definitivos (planos, dibujos, memorias, etc.) que describen varios aspectos de un edificio.