Primer Seminario Internacional: Network Arquitectonics Articulo: Dialogia arquitectónica: un modo de actuación proyectual Renata de Mendonça Espinheira Gomes El proyecto arquitectónico debe desarrollarse con base en la triade de pautas artísticas, científicas y políticas que interaccionan entre si. Conforme época y cultura en donde se ubique el proyecto esas pautas acaban por sufrir alteraciones de acuerdo a las necesidades, intereses y objetivos ahí subyacentes. Por más distintas que esas alteraciones se revelen, la orientación del proyecto no debe omitir el fundamento arquitectónico que visa garantizar el conforto del hombre en su vivencia / existencia espacial. Para ello, es fundamental que se considere que el espacio y el hombre son indisociables y que se constituyen como un intrínseco proceso dialógico. La consciencia de que el acontecimiento dialógico tiene fuertes implicaciones en la esfera individual, social y cultural del hombre es fundamental para el arquitecto. Una correcta comunicación y interacción entre el hombre y el espacio puede contribuir favorablemente para que el hombre se proyecte y se exprese como individuo y ente social. El compromiso del proyectista en actuar según esa realidad contribuye igualmente para solidificar el fundamento arquitectónico y aumentar la probabilidad de la respuesta ser más eficiente. Este hecho (esencial), no es todavía, la única llave del suceso arquitectónico. Existe un desfase entre las cualidades comunicativas y dialógicas que se supone deban estimular y las que realmente estimulan. Cuanto mayor el desfase menor la calidad de la respuesta arquitectónica. Para reducir ese desfase el arquitecto debe conseguir combinar correctamente la triada antes mencionada, sin caer en el error de actuar según una lógica proyectual meramente poética, meramente retórica o ética. Debe ser, por lo tanto, buen poeta y buen retórico al mismo tiempo que integra éticamente su arte en el contexto sociocultural. Al no ser buen poeta el arquitecto no puede argumentar y conceptualizar correctamente el proyecto. Al no ser buen retórico no convence y desconociendo la dimensión semiótica y el contenido sociocultural del individuo reducirá la posibilidad de este se encuadrar adecuadamente en el contexto social y cultural en que se encuentra. Dominando y combinando correctamente la poética (teoría del proceso arquitectónico), la retórica (instrumento persuasivo de carácter colectivo y social) y la semiótica (códigos y pautas sociales) la respuesta arquitectónica será más efectiva. El dominio y la correcta combinación de este trinomio potenciará la interpretación del lugar y fortalecerá la propia condición existencial / espacial del individuo. El hecho de que la arquitectura se encuadre en una dimensión de carácter “no matemático o exacto” lleva a que la probabilidad constituya la única certeza de la razón. Pretender eliminar el desfase referido buscando encontrar “la respuesta ideal” constituye una meta intangible, por irreal. Aun así se debe pretender reducirla y encontrar formas hipotéticamente más factibles orientándose por el propósito de la arquitectura y apoyándose correctamente en sus medios. En una visión global la actuación arquitectónica emergente parece no considerar o tener clarificados el propósito y los medios de su arte. Comúnmente, por los más diversos motivos, el proyectita da por cierto estar correctamente informado sobre esas cuestiones. Partiendo de este principio se deja muchas veces guiar por esteriotipos o por intuiciones poco crédulas que omiten o sustituyen las necesidades y deseos reales de los usuarios. De este modo desvían el argumento de su solicitación y reducen la conveniencia de la respuesta arquitectónica. El problema de esta situación parece poder ser mejorado si se considerar o esclarecer el propósito y los medios de la arquitectura y la posición del arquitecto como mediador interactivo entre el espacio y el hombre. *** Modo de actuación: breve descripción La inquietud de contribuir para reducir la ocurrencia de esta situación determinó la decisión en iniciar una investigación profunda sobre el tema. Esta investigación, que se está actualmente desarrollando1, parte precisamente de ese argumento, y surge con el propósito de esclarecer y enfatizar la importancia del conocimiento atrás mencionado. La indagación de esos pilares, entre otros, ha exigido pasar por diversas disciplinas que evidenciaron la relevancia de la multiplicidad de los saberes que deben constar en todo el proceso conceptual arquitectónico. Al mismo tiempo que la adquisición de conocimientos aumentaba, el interés sobre esa materia crecía reforzando la inquietud de reflexionar en un modo de actuación arquitectónico. El modo de actuación propuesto se baliza precisamente en los conocimientos adquiridos en la investigación sobre el propósito y los medios arquitectónicos existentes desde la perspectiva comunicativa y interactiva. Pretende paralelamente hincar los aspectos poéticos, retóricos y éticos da arquitectura. Con una base de conocimiento y consciencia previos (propósito y medios) se da inicio a una investigación sobre los universos físico, psicológico, social y cultural del usuario a la que la solicitación arquitectónica irá responder. Es en esta fase propedéutica que el imperativo de la participación de disciplinas relacionadas con el anthropos y con la función a que se destina la obra asume mayor relevancia. Ellas son quien mejor puede entender y responder a ciertas cuestiones esenciales al conocimiento del proyectista. La siguiente fase asienta en la identificación de variables y prioridades básicas de la existencia / vivencia del usuario en el espacio. Se han entendido básicas las variables fundamentales que garantizan, salvo raras excepciones (anormales), que el hombre encuentre el conforto en su propia condición existencial / espacial. De este modo se han considerado básicas las variables seguridad, utilidad y belleza. Esta posición, se baso en la opinión de varios autores. Entre ellos la de Marco Vitruvio cuya teoría definía esas Tese doutoral: Dialogia arquitectónica – comunicação visual e interacção. A piscina como palco de treino do nadador de competição. Dirigida por Josep Muntañola e Luis Bravo. ETSAB – UPC. 1 variables como las tres dimensiones principales de la arquitectura, centradas en el hombre y en su conforto existencial / espacial “Haec autem ita fieri debent, ut habeatur ratio firmitas, utilitatis, venustatis.2 Porque el hombre es un ser social, y su vivencia y experiencia espacial depende de ello, se han considerado igualmente primarias las variables de relación y reconocimiento social. Las variables específicas serán identificadas según el uso y intenciones programadas para el espacio / obra arquitectónica en cuestión. Es según la naturaleza del edificio, el tipo o tipos de usuario, el momento u época a vivirlo u otras varias condicionantes que puedan existir, que se hará la identificación y distinción de las variables específicas. Las variables identificadas, las básicas y las específicas, deberán conducir el proyecto, asumiendo importantes pautas para orientar la poética, la ética y la retórica arquitectónicas. Las varias entidades comunicativas que sustentan la retórica, como la forma, la luz, el color y la textura irán asentar en gran parte en esas variables. Existen estrategias formales capaces de estimular determinados sentimientos en cierto tipo de usuario, cierto tipo de contextos espaciales, contextos socio-culturales, entre otros, tal y como el tratamiento de luz, la textura de los materiales, la escala, etc. La manipulación de cada una de esas entidades debe hacerse en relación con las otras por la evidente influencia que tendrán ente ellas. *** Modo de actuación: conclusiones Este modo de actuar, paralelamente, hace más fácil al arquitecto imaginar y hacer suya la vivencia del espacio por el usuario. El fundamento de esta pretensión tuvo también su raíz en teorías de Martín Heidegger que defienden que apenas cuando el arquitecto es capaz de habitar podrá construir, que este construir pertenece al habitar y a este le debe su esencia.3 2 Trad.: Os edifícios devem construir-se com atenção à firmeza(firmitas), comodidade (utilitatis) e beleza(venustatis). Marco Vitruvio Polión. Los Diez Libros de Arquitectura – Livro I Capitulo III – De las partes en que se divide la arquitectura. Ed. Akal. Madrid.1987 3 Martin Heidegger. Construir, Habitar, Pensar. Ed. Mimeo. Chile Se considera así que el modo de actuación propuesto ayudará a evitar o reducir la posibilidad de que el proyecto arquitectónico se oriente por dados irrelevantes y por eso desvíe el fundamento arquitectónico. Permitirá también un mejor control sobre el trinomio arte, ciencia y política, reduciendo el desfase entre los estímulos “pretendidos” y los realmente experimentados / vividos del diálogo espacio / hombre. Al mismo tiempo permitirá depurar los elementos y las estructuras del lenguaje arquitectónico por su eficiencia como medios de comunicación. También hacer más clara y evidente la posibilidad de crear espacios que fomenten y fortalezcan el modo de vivir del hombre mediante artificios de lenguaje visual. Finalmente reforzar y apurar significados que posibilitarán también estimular nuevas exploraciones tan necesarias a la imagen mental y a la propia condición existencial humana, como ente individual y eminentemente social. *** Conclusiones Entre la teoría y la práctica, también en el ámbito arquitectónico, existe un abismo impuesto por la materialidad de la obra. Eso resulta de las vicisitudes y subjetividad del proyectista, mientras ser individual (y social), en la conceptualización del proyecto y en la propia opción metodológica. Pierde sentido, por lo tanto, pretender conducir cualquier teoría conceptual y metodológica como instrumento legitimador de su práctica. La lógica de actuación sugerida no pretende encontrar o ponderar una solución, pero poder asumirse como herramienta de orientación en el seno de la problemática abordada al mismo tiempo que permite la apertura a otras posibilidades y vertientes metodológicas. Tiene la facultad de ser integrada o adaptada a la metodología propia de cada arquitecto o, por lo menos, a permitir el lector contemplar una visión más crítica sobre la arquitectura y el papel del arquitecto, con los potenciales beneficios que de ahí podrán resultar. Seria pertinente, en el ámbito académico, enfatizar y clarificar desde luego la constancia de esta situación, entendiendo ser una base esencial para buscar la calidad arquitectónica. Este o cualquier otro modo de actuación proyectual, bien como el conjunto de los problemas intrínsecos a este universo deberán ser objeto de actualización y reflexión permanente tal y como acontece en cualquier ciencia. En una visión más generalizada se las teorías o tendencias arquitectónicas fuesen intransigentes y encaradas como legitimadoras de su práctica no se verificaría el progreso: la arquitectura seria impedida de evolucionar y de acompañar la evolución humana. A su vez, el hombre seria impedido de vivir e interaccionar con espacios que respondiesen adecuadamente a sus intereses y necesidades emergentes. La manipulación del contexto construido, también desde el punto de vista de la comunicación visual, se asume, aparentemente, como un instrumento muy modesto para el desarrollo humano y social comparativamente con la educación y los medios mediáticos (estos últimos cada vez más influyentes y omnipresentes). La contribución de la arquitectura puede ser fundamental para mejorar la calidad de vida humana y desenvolvimiento de una sociedad. Desafortunadamente y incomprensiblemente (o no, se se tiene en consideración el “peso” que se atribuye al “vil metal”) el sistema en que actualmente se vive, interesada en fortalecer cada vez más los modelos comerciales y mediáticos, sacrifica el bien estar del individuo por el puro consumismo y enriquecimiento “fácil”. Porque a corto plazo la providencia arquitectónica “es irrelevante”, por ignorancia o pura hipocresía, no se le da el valor y la importancia merecida a las consecuencias nefastas a que esta actitud puede conllevar tanto al nivel psicosociocultural, político y hasta comercial. Esta posición ignora inclusivamente a los atributos intrínsecos de la propia arquitectura. La mejoría de la calidad de vida, decurrente también de la calidad del ambiente espacial, se reverterá, a medio y largo plazo, en un mayor bienestar social, en la mejoría del medio, y hasta del crecimiento económico. La consciencia de la importancia en solidificar el fundamento de la arquitectura, entre los cuales se encuentran las cuestiones dialógicas del espacio y hombre, representa un reducido cuesto en todo el proceso de producción arquitectónica. Constituyen una evidente más valía para el hombre y para la sociedad. BIBLIOGRAFIA: BOLLNOW, Otto Friedrich. Hombre y Espacio. Ed. Labor. Barcelona. 1969 BOUDON, Philippe. Del espacio arquitectónico. Ed. Buenos Aires, Víctor Leru. Buenos Aires. 1980 GOMES, Renata Espinheira. Dialogia arquitectónica – comunicação visual e interacção. A piscina como palco de treino do nadador de competição. Tese doutoral: Dirigida por Josep Muntañola y Luis Bravo. ETSAB – UPC. HEIDEGGER, Martin. Construir, Habitar, Pensar. Ed. Mimeo. Chile NORBERG-SCHULZ, Christian. Existencia, Espacio y Arquitectura. Ed. Blume. España. 1975 NORBERG-SCHULZ, Christian. Intenciones en Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1979 MUNTAÑOLA, Josep Thornberg La Arquitectura como Lugar. Ed. Gustavo Gili. Barcelona. 1974 MUNTAÑOLA, Josep Thornberg. Topos y lógos. Barcelona. Kaidós. 1978 MUNTAÑOLA, Josep Thornberg. Poética y arquitectura. Ed. Anagrama. Barcelona. 1981 MUNTAÑOLA, Josep. Thornberg. Comprender la Arquitectura. Ed. Teide. 1985