LECTURAS DE HOY Primera lectura — Eliseo da de comer a cien hombres con veinte panes de cebada, los primeros frutos de la última cosecha y quedan sobras (2 Reyes 4:42-44). Salmo — Bendeciré al Señor eternamente (Salmo 145 [144]). Segunda lectura — Pablo exhorta a los efesios a que se muestren dignos de la vocación que han recibido; siendo comunidad unida, llena de fe y esperanza (Efesios 4:1-6). Evangelio — Jesús da de comer a un enorme gentío que incluye cinco mil hombres con cinco panes de cebada y dos pescados (Juan 6:1-15). LECTURAS DE LA SEMANA Lunes: Jer 13:1-11; Mt 13:31-35 Martes: Jer 14:17-22; Mt 13:36-43 Miércoles: Jer 15:10, 16-21; Mt 13:44-46 Jueves: Jer 18:1-6; Mt 13:47-53 Viernes: Jer 26:1-9; Mt 13:54-58 Sábado: Jer 26:11-16, 24; Mt 14:1-12 Lectura del santo Evangelio según San Juan 6: 1-15 Después de esto, Jesús atravesó el mar de Galilea, llamado Tiberíades. Lo seguía una gran multitud, al ver los signos que hacía curando a los enfermos. Jesús subió a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar los ojos, Jesús vio que una gran multitud acudía a él y dijo a Felipe: "¿Dónde compraremos pan para darles de comer?". El decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer. Felipe le respondió: "Doscientos denarios no bastarían para que cada uno pudiera comer un pedazo de pan". Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: "Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?". Jesús le respondió: "Háganlos sentar". Había mucho pasto en ese lugar. Todos se sentaron y eran uno cinco mil hombres. Jesús tomó los panes, dio gracias y los distribuyó a los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que quisieron. Cuando todos quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: "Recojan los DIRECTORIO pedazos que soPARROQUIA NUESTRA bran, para que no SEÑORA DE GUADALUPE Párroco: Rev. Vicente H. Finnerty, C.M. Vicario: Rev. Abel Osorio, C.M. Residente: Rev. José A. Elzi, C.M. Coordinadores: Haydeé García. Ext. 5 Adilia Rodríguez. Ext. 2 Rigoberto Trejo. Ext 7 Gloria Sierra. Ext. 3 Juan M. Cajero. Ext. 3 Administradora finanzas: Karina Romero. Ext. 4 Director de comunicaciones: Richard Sierra. Ext. 3 Mantenimiento: Esteban Chávez se pierda nada". Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada. Al ver el signo que Jesús acababa de hacer, la gente decía: "Este es, verdaderamente, el Profeta que debe venir al mundo". Jesús, sabiendo que querían apoderarse de él para hacerlo rey, se retiró otra vez solo a la montaña. Palabra del Señor. UN SEÑOR, UNA FE ¿Crees que los cuatro evangelistas estaban conscientes de la primera lectura de hoy, tomada del Segundo Libro de los Reyes? Por supuesto que lo estaban. El profeta Eliseo alimentó a 100 hombres con veinte panes de cebada a fin de demostrar el poder de Dios. Este mismo milagro, ahora multiplicado por más personas alimentadas con menos panes, se le atribuye a Jesús en los cuatro Evangelios. En el pasaje de hoy, tomado de Juan, incluso tenemos el detalle de que los panes eran de cebada, recordando a cada judío devoto de aquel milagro que hizo Eliseo. Sin embargo, Jesús se escondió cuando querían hacerlo rey. Es el pasaje de la Carta de Pablo a los Efesios que nos explica por qué. El poder de Jesús viene de Dios. No es simplemente para darnos de comer, o para proporcionarle un rey a un grupo. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo Dios y Padre de todos quien obra por medio de Jesucristo y por todos nosotros. BAUTIZOS ADORACION NOCTURNA Debe estar inscrito en la Parroquia por un míniEl primer sábado de cada mes se lleva a cabo la mo de seis meses. Se requiere acta de nacimienAdoración Nocturna de 11 p.m. a 6 a.m. en to. Inscripciones los domingos, luego de la misa. nuestra capilla de la parroquia. MATRIMONIOS El próximo curso prematrimonial dará inicio el domingo 5 de agosto. El curso dura cuatro meses. Inscripción previa requerida. CATEQUESIS ADULTOS Las clases de la catequesis para adultos interesados en tomar cualquier sacramento, son todos los miércoles a las 8 p.m. GRUPOS JUVENILES 12 a 17 años: Reuniones los viernes, 7:30 pm. 18 a 25 años: Reuniones los jueves, 7:30 pm. 26 a 35 años: Reuniones los jueves, 7:30 pm. GRUPO A.A. El grupo de alcohólicos anónimos sostiene las reuniones los martes, jueves y viernes a las 7:30 p.m. en la casa blanca de la entrada. SESIONES DE RITMOS LATINOS Sesiones de zumba para toda la comunidad en general aqui en la parroquia. Lunes y miércoles desde las 6 de la noche. PEREGRINOS EN PAREJA RENOVACION CARISMATICA La asamblea de la renovación carismática es cada sábado a las 8:00 p.m. Asiste, alaba, ora y predica a Dios. UNCION DE LOS ENFERMOS Misa de Unción de los enfermos cada primer domingo del mes, en la misa de las 2 p.m. Para enfermos y mayores de 55. CONFESIONES Las confesiones se llevan a cabo durante cada una de las misas que están programadas para el fin de semana. CORO INFANTIL El ensayo del coro de los niños de 9 a 12 años de edad es todos los miércoles de 6 a 7:30 p.m. Niños y niñas estan invitados. MEDICINA GENERAL Doctor general: 19 de agosto 10 am a 12 pm Examen básico de ojos: 21 de agosto 6pm TAEKWONDO La próxima estación de los peregrinos será el día Clases de taekwondo los lunes y miércoles a las viernes 3 de agosto, desde las 7:30 p.m. 7:00 pm para niños y adultos. Informes con Juan Parejas casadas y no casadas, bienvenidas. en el 980.722.6423 ó durante las clases. CRUCERO DE SALUD El crucero de salud que atenderá la comunidad de 0 a 17 años sin seguro médico, nos visitará jueves 2 y 16 de agosto, de 9:00 am a 3:00 pm. CONSULTAS PSICOLOGICAS Para toda la comunidad, se ofrece el servicio de consultoría psicológica. Favor, hacer citas previas en el 704-649-2963 NEUROTICOS ANONIMOS Si necesita apoyo y ayuda emocional, las reuniones del grupo son los viernes y sábados de 11 am a 1 pm. AYUDA A LA PARROQUIA Anúnciate en las últimas páginas de este boletín. De esta manera gana tu negocio, y ayudas a la parroquia. 704-996-8314 ó 704-303-9152 FIRME En tiempo de desolación nunca hacer mudanza, mas estar firme y constante en los propósitos y determinación en que estaba el día antecedente a la tal desolación.—San Ignacio de Loyola 31 de Julio. Año 1556 San Ignacio: ruégale a Dios por todos los que como tí deseamos extender el Reino de Cristo, y hacer amar más a nuestro Divino Salvador. "Todo para mayor Gloria de Dios" San Ignacio nació en 1491 en el castillo de Loyola, en Guipúzcoa, cerca de los montes Pirineos que están en el límite con Francia. Su padre Bertrán De Loyola y su madre Marina Sáenz, de familias muy distinguidas, tuvieron once hijos: ocho varones y tres mujeres. El más joven de todos fue Ignacio. El nombre que le pusieron en el bautismo fue Iñigo. Entró a la carrera militar, pero en 1521, a la edad de 30 años, siendo ya capitán, fue gravemente herido. Lo enviaron a su Castillo a que fuera tratado de su herida. Le hicieron tres operaciones en la rodilla, dolorosísimas, y sin anestesia; pero no permitió que lo atasen ni que nadie lo sostuviera. Para que la pierna operada no le quedara más corta le amarraron unas pesas al pie y así estuvo por semanas con el pie en alto, soportando semejante peso. Sin embargo quedó cojo para toda la vida. A pesar de esto Ignacio tuvo durante toda su vida un modo muy elegante y fino para tratar a toda clase de personas. Lo había aprendido en la Corte en su niñez. Mientras estaba en convalecencia pidió que le llevaran novelas de caballería, llenas de narraciones inventadas e imaginarias. Pero su hermana le dijo que no tenía más libros que "La vida de Cristo" y el "Año Cristiano", o sea la historia del santo de cada día. Y le sucedió un caso muy especial. Antes, mientras leía novelas y narraciones inventadas, en el momento sentía satisfacción pero después quedaba con un sentimiento horrible de tristeza y frustración. En cambio ahora al leer la vida de Cristo y las Vidas de los santos sentía una alegría inmensa que le duraba por días y días. Esto lo fue impresionando profundamente. Y mientras leía las historias de los grandes santos pensaba: "¿Y por qué no tratar de imitarlos? Si ellos pudieron llegar a ese grado de espiritualidad, ¿por qué no lo voy a lograr yo? ¿Por qué no tratar de ser como San Francisco, Santo Domingo, etc.? Estos hombres estaban hechos del mismo barro que yo. ¿Por qué no esforzarme por llegar al grado que ellos alcanzaron?". Y después se iba a cumplir en él aquello que decía Jesús: "Dichosos los que tienen un gran deseo de ser santos, porque su deseo se cumplirá" (Mt. 5,6), y aquella sentencia de los psicólogos: "Cuidado con lo que deseas, porque lo conseguirás". Mientras se proponía seriamente convertirse, una noche se le apareció Nuestra Señora con su Hijo Santísimo. La visión lo consoló inmensamente. Desde entonces se propuso no dedicarse a servir a gobernantes de la tierra sino al Rey del cielo. Apenas terminó su convalecencia se fue en peregrinación al famoso Santuario de la Virgen de Monserrat. Allí tomó el serio propósito de dedicarse a hacer penitencia por sus pecados. Cambió sus lujosos vestidos por los de un pordiosero, se consagró a la Virgen Santísima e hizo confesión general de toda su vida. Y se fue a un pueblecito llamado Manresa, a 15 kilómetros de Monserrat a orar y hacer penitencia, allí estuvo un año. Cerca de Manresa había una cueva y en ella se encerraba a dedicarse a la oración y a la meditación. Allá se le ocurrió la idea de los Ejercicios Espiritales, que tanto bien iban a hacer a la humanidad. Después de unos días en los cuales sentía mucho gozo y consuelo en la oración, empezó a sentir aburrimiento y cansancio por todo lo que fuera espiritual. A esta crisis de desgano la llaman los sabios "la noche oscura del alma". Es un estado dificultoso que cada uno tiene que pasar para que se convenza de que los consuelos que siente en la oración no se los merece, sino que son un regalo gratuito de Dios. Luego le llegó otra enfermedad espiritual muy fastidiosa: los escrúpulos. O sea el imaginarse que todo es pecado. Esto casi lo lleva a la desesperación. Pero iba anotando lo que le sucedía y lo que sentía y estos datos le proporcionaron después mucha habildad para poder dirigir espiritualmente a otros convertidos y según sus propias experiencias poderles enseñar el camino de la santidad. Allí orando en Manresa adquirió lo que se llama "Discreción de espíritus", que consiste en saber determinar qué es lo que le sucede a cada alma y cuáles son los consejos que más necesita, y saber distinguir lo bueno de lo malo. A un amigo suyo le decía después: "En una hora de oración en Manresa aprendí más a dirigir almas, que todo lo que hubiera podido aprender asistiendo a universidades". En 1523 se fue en peregrinación a Jerusalén, pidiendo limosna por el camino. Todavía era muy impulsivo y un día casi ataca a espada a uno que hablaba mal de la religión. Por eso le aconsejaron que no se quedara en Tierra Santa donde había muchos enemigos del catolicismo. Después fue adquiriendo gran bondad y paciencia. A los 33 años empezó como estudiante de colegio en Barcelona, España. Sus compañeros de estudio eran mucho más jóvenes que él y se burlaban mucho. El toleraba todo con admirable paciencia. De todo lo que estudiaba tomaba pretexto para elevar su alma a Dios y adorarlo. Después pasó a la Universidad de Alcalá. Vestía muy pobremente y vivía de limosna. Reunía niños para enseñarles religión; hacía reuniones de gente sencilla para tratar temas de espiritualidad, y convertía pecadores hablandoles amablemente de lo importante que es salvar el alma. Lo acusaron injustamente ante la autoridad religiosa y estuvo dos meses en la cárcel. Después lo declararon inocente, pero había gente que lo perseguía. El consideraba todos estos sufrimientos como un medio que Dios le proporcionaba para que fuera pagando sus pecados. Y exclamaba: "No hay en la ciudad tantas cárceles ni tantos tormentos como los que yo deseo sufrir por amor a Jesucristo". Se fue a Paris a estudiar en su famosa Universidad de La Sorbona. Allá formó un grupo con seis compañeros que se han hecho famosos porque con ellos fundó la Compañía de Jesús. Ellos son: Pedro Fabro, Francisco Javier, Laínez, Salnerón, Simón Rodríguez y Nicolás Bobadilla. Recibieron doctorado en aquella universidad y daban muy buen ejemplo a todos. Los siete hicieron votos o juramentos de ser puros, obedientes y pobres, el día 15 de Agosto de 1534, fiesta de la Asunción de María. Se comprometieron a estar siempre a las órdenes del Sumo Pontífice para que él los emplease en lo que mejor le pareciera para la gloria de Dios. Se fueron a Roma y el Papa Pablo III les recibió muy bien y les dio permiso de ser ordenados sacerdotes. Ignacio, que se había cambiado por ese nombre su nombre antiguo de Íñigo, esperó un año desde el día de su ordenación hasta el día de la celebración de su primera misa, para prepararse lo mejor posible a celebrarla con todo fervor. San Ignacio se dedicó en Roma a predicar Ejercicios Espirituales y a catequizar al pueblo. Sus compañeros se dedicaron a dictar clases en universidades y colegios y a dar conferencias espirituales a toda clase de personas. Se propusieron como principal oficio enseñar la religión a la gente. En 1540 el Papa Pablo III aprobó su comunidad llamada "Compañía de Jesús" o "Jesuitas". El Superior General de la nueva comunidad fue San Ignacio hasta su muerte. En Roma pasó todo el resto de su vida. Era tanto el deseo que tenía de salvar almas que exclamaba: "Estaría dispuesto a perder todo lo que tengo, y hasta que se acabara mi comunidad, con tal de salvar el alma de un pecador". Fundó casas de su congregación en España y Portugal. Envió a San Francisco Javier a evangelizar el Asia. De los jesuitas que envió a Inglaterra, 22 murieron martirizados por los protestantes. Sus dos grandes amigos Laínez y Salmerón fueron famosos sabios que dirigieron el Concilio de Trento. A San Pedro Canisio lo envió a Alemania y este santo llegó a ser el más célebre catequista de aquél país. Recibió como religioso jesuita a San Francisco de Borja que era rico político, gobernador, en España. San Ignacio escribió más de 6 mil cartas dando consejos espirituales. El Colegio que San Ignacio fundó en Roma llegó a ser modelo en el cual se inspiraron muchísimos colegios más y ahora se ha convertido en la célebre Universidad Gregoriana. Los jesuitas fundados por San Ignacio llegaron a ser los más sabios adversarios de los protestantes y combatieron y detuvieron en todas partes al protestantismo. Les recomendaba que tuvieran mansedumbre y gran respeto hacia el adversario pero que se presentaran muy instruidos para combatirlos. El deseaba que el apóstol católico fuera muy instruido. El libro más famoso de San Ignacio se titula: "Ejercicios Espirituales" y es lo mejor que se ha escrito acerca de como hacer bien los santos ejercicios. En todo el mundo es leído y practicado este maravilloso libro. Duró 15 años escribiéndolo. Su lema era: "Todo para mayor gloria de Dios". Y a ello dirigía todas sus acciones, palabras y pensamientos: A que Dios fuera más conocido, más amado y mejor obedecido. En los 15 años que San Ignacio dirigió a la Compañía de Jesús, esta pasó de siete socios a más de mil. A todos y cada uno trataba de formarlos muy bien espiritualmente. Como casi cada año se enfermaba y después volvía a obtener la curación, cuando le vino la última enfermedad nadie se imaginó que se iba a morir, y murió subitamente el 31 de julio de 1556 a la edad de 65 años. En 1622 el Papa lo declaró Santo y después Pío XI lo declaró Patrono de los Ejercicios Espirituales en todo el mundo. Su comunidad de Jesuitas es la más numerosa en la Iglesia Católica. A los miembros de la parroquia se les informa que ya pueden recoger sus sobres. Las charlas pre-bautismales y los bautizos solamente se harán en las siguientes fechas. DOMINGOS QUE SI SABADOS QUE SI HABRA CHARLAS HABRA BAUTIZO PARA BAUTIZO. AGOSTO 12 Y 26 4 Y 18 SEPTIEMBRE 9 Y 23 1, 15 Y 29 OCTUBRE 7 Y 21 13 Y 27 NOVIEMBRE 4 Y 18 10 Y 24 DICIEMBRE 2 Y 16 8 Y 22 CLASES DE ALFABETIZACION INICIARON EN LA PARROQUIA EL DIA MARTES 17 DE JULIO A LAS 7:30 PM. Y CONTINUARAN TODOS LOS MARTES. Por favor, invite o déjele saber a alguien; puesto que ellos no pueden leer este anuncio. La parroquia agradece a los jovenes por el arduo trabajo que realizaron al pintar las lineas de nuestro parqueo. Gracias por tan buena labor. Oficialmente, en libros litúrgicos, aparece su verdadero nombre: San Juan Bautista María Vianney. Pero en todo el universo es conocido con el título de Cura de Ars. Nacido en Dardilly, en las cercanías de Lyón, el 8 de mayo de 1786, tras una infancia normal y corriente en un pueblecillo, inicia sus estudios sacerdotales, que se vio obligado a interrumpir por el único episodio humanamente novelesco que encontramos en su vida: su deserción del servicio militar. Terminado este período, vuelve al seminario, logra tras muchas dificultades ordenarse sacerdote y, después de un breve período de coadjutor en Ecully, es nombrado, para atender al pueblecillo de Ars. Puede decirse que ya no se mueve para nada del pueblecillo hasta la hora de la muerte. Y sin moverse de allí logró adquirir una resonante celebridad. Recientemente se ha editado, con motivo del centenario de su muerte, una obra en la que se recogen testimonios curiosísimos de esta impresionante celebridad. No le faltaron, sin embargo, calumnias y persecuciones. Se empleó a fondo en una labor de moralización del pueblo: la guerra a las tabernas, la lucha contra el trabajo de los domingos, la sostenida actividad para conseguir desterrar la ignorancia religiosa y, sobre todo, su dramática oposición al baile, le ocasionaron sinsabores y disgustos. No faltaron acusaciones ante sus propios superiores religiosos. Sin embargo, su virtud consiguió triunfar, y años después podía decirse con toda verdad que «Ars ya no es Ars». Los peregrinos que iban a empezar a llegar, venidos de todas partes, recogerían con edificación el ejemplo de aquel pueblecillo donde florecían las vocaciones religiosas, se practicaba la caridad, se habían desterrado los vicios, se hacía oración en las casas y se santificaba el trabajo. La lucha tuvo en algunas ocasiones un carácter más dramático aún. Ya hemos dicho que el Santo solía ayudar, con fraternal caridad, a sus compañeros en las misiones parroquiales que se organizaban en los pueblos de los alrededores. En todos ellos dejaba el Santo un gran renombre por su oración, su penitencia y su ejemplaridad. Era lógico que aquellos buenos campesinos recurrieran luego a él, al presentarse dificultades, o simplemente para confesarse y volver a recibir los buenos consejos que de sus labios habían escuchado. Éste fue el comienzo de la célebre peregrinación a Ars. Lo que al principio sólo era un fenómeno local, circunscrito casi a las diócesis de Lyón y Belley, luego fue tomando un vuelo cada vez mayor, de tal manera que llegó a hacerse célebre el cura de Ars en toda Francia y aun en Europa entera. De todas partes empezaron a afluir peregrinos, se editaron libros para servir de guía, y es conocido el hecho de que en la estación de Lyón se llegó a establecer una taquilla especial para despachar billetes de ida y vuelta a Ars. Aquel pobre sacerdote, que trabajosamente había hecho sus estudios, y a quien la autoridad diocesana había relegado en uno de los peores pueblos de la diócesis, iba a convertirse en consejero buscadísimo por millares y millares de almas. Y entre ellas se contarían gentes de toda condición, desde prelados insignes e intelectuales famosos, hasta humildísimos enfermos y pobres gentes atribuladas que irían a buscar en él algún consuelo. Aquella afluencia de gentes iba a alterar por completo su vida. Día llegará en que el Santo Cura desconocerá su propio pueblo, encerrado como se pasará el día entre las míseras tablas de su confesonario. Entonces se producirá el milagro más impresionante de toda su vida: el simple hecho de que pudiera subsistir con aquel género de vida. Porque aquel hombre, por el que van pasando ya los años, sostendrá como habitual la siguiente distribución de tiempo: levantarse a la una de la madrugada e ir a la iglesia a hacer oración. Antes de la aurora, se inician las confesiones de las mujeres. A las seis de la madrugada en verano y a las siete en invierno, celebración de la misa y acción de gracias. Después queda un rato a disposición de los peregrinos. A eso de las diez, reza una parte de su breviario y vuelve al confesonario. Sale de él a las once para hacer la célebre explicación del catecismo, predicación sencillísima, pero llena de una unción tan penetrante que produce abundantes conversiones. Al mediodía, toma su frugalísima comida, con frecuencia de pie, y sin dejar de atender a las personas que solicitan algo de él. Al ir y al venir a la casa parroquial, pasa por entre la multitud, y ocasiones hay en que aquellos metros tardan media hora en ser recorridos. Dichas las vísperas y completas, vuelve al confesonario hasta la noche. Rezadas las oraciones de la tarde, se retira para terminar el Breviario. Y después toma unas breves horas de descanso sobre el duro lecho. Sólo un prodigio sobrenatural podía permitir al Santo subsistir físicamente.