Evaluación de Diseño 2007, del Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas INTRODUCCION En el marco de un esfuerzo nacional de mejora de los procesos de planeación y programación, se ha incorporado en la lógica funcional de la Administración Pública Federal, los conceptos de alineación y orientación de la programación y la presupuestación a resultados y por otra parte, el de gestión administrativa con evaluación del desempeño, lo cual se espera traiga como consecuencia una renovación completa de la administración pública mexicana. En este contexto, las evaluaciones de consistencia y resultados que se aplican a los programas de la SEDESOL tienen como objetivo general, evaluar, con base en la metodología de marco lógico, mediante trabajo de gabinete y apoyado en información proporcionada por cada dependencia o entidad, la consistencia del Programa en cuanto a seis temas fundamentales: 1) diseño, 2) planeación estratégica, 3) cobertura y focalización, 4) operación, 5) percepción de la población objetivo y 6) resultados. Al finalizar cada evaluación, se espera que las recomendaciones puedan retroalimentar el diseño y la gestión de cada programa. La evaluación del Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas (PAJA), junto con otros cuatro programas operados por la SEDESOL, estuvo a cargo de un grupo de trabajo integrado expresamente por la FAO en el marco del Convenio de Cooperación que tiene establecido con SEDESOL. En el cumplimiento de su encargo, el grupo técnico de la FAO tuvo el compromiso de cuidar el cumplimiento y aplicación del enfoque y metodología del Marco Lógico previamente seleccionada, así como el de apegarse y cumplir, tanto los Lineamientos Generales de Evaluación de Programas Federales y los Términos de Referencia generales emitidos de manera conjunta por el CONEVAL, la SHCP y la SFP, como los Términos de Referencia Específicos por Programa emitidos por la SEDESOL. Al finalizar la evaluación específica se logró contar con elementos de juicio para detectar carencias, fortalezas y debilidades y para recomendar soluciones de mejora; conocer si los programas sociales están cumpliendo sus objetivos; posibilitar la rendición de cuentas y transparencia; fortalecer el aprendizaje institucional; y cumplir los compromisos y responsabilidades con las instancias de supervisión. 1