Proposición del Sen. Heladio Ramírez López, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, la que contiene punto de acuerdo que solicita a la SAGARPA un informe de los programas de emergencia que se están preparando o en ejecución, para enfrentar las consecuencias de las sequías, heladas e inundaciones. Compañeros senadores: Nuestro país, por su ubicación geográfica, conoce las inclemencias más destructivas del clima, particularmente de las sequías y los huracanes, desde hace milenios. No hemos creado, sin embargo, un sistema institucional que permita enfrentar esas calamidades incontrolables, de manera pronta, eficiente y justa a favor de los damnificados, especialmente de los campesinos más pobres para los cuales esas inclemencias del clima representan casi siempre pérdida total de su patrimonio y de sus medios de vida. México ha vivido en el 2011 la peor sequía de los últimos 70 años. La falta de lluvias ha afectado con severidad particularmente a 19 estados de la República; se han afectado cerca de 2 millones de hectáreas y más de 1 millón de campesinos están en peligro de perder o ya han perdido sus cosechas. La escasez de lluvias, las heladas inesperadas, las inundaciones en el sureste de la República han dañado o puesto en peligro a la producción de granos básicos: maíz, frijol, sorgo, cebada, trigo y a la producción ganadera. Sólo por la sequía este año se perderá gran parte de nuestra producción de frijol, sobre todo la de Zacatecas y Durango. Aproximadamente 200 000 cabezas de ganado ya han muerto por la falta de pastos y forrajes para alimentarse, así como por la falta de agua. Menciono estas cifras que han sido publicadas por diversos medios de información, porque no sabemos con certeza la magnitud de los desastres que vive el campo mexicano, ya que cada dependencia maneja datos diferentes. ¿Quién cuantifica las pérdidas, si no existe un sistema dedicado a ello? ¿Las dependencias federales o las estatales? ¿Las organizaciones de productores? ¿O nos atenemos a la evaluación de los organismos internacionales? Lo único cierto es que al concluir la temporada de lluvias de este año, se registra bajos niveles de las presas, algunas azolvadas hasta en un 50%, por lo que este déficit afectará severamente los cultivos del norte del país, especialmente de maíz y trigo. Según prevé la CONAGUA, disminuirá la producción de maíz y trigo en las áreas de riego. Indudablemente el impacto económico y social de estos siniestros climáticos afectará a las familias campesinas, especialmente las de menores recursos, lo mismo que a la economía y aún la política social del país. Por la sequía, encaramos múltiples necesidades y desafíos. En primer lugar, el aumento de las ya cuantiosas importaciones de alimentos básicos como el maíz, justamente cuando los países exportadores presentan un cuadro especulativo y de uso no alimentario del maíz para derivarlo a la producción de etanol y, por tanto, el alza inmoderada de los precios del grano y sus sustitutos. Esta alza, sin duda, afectará inevitablemente, en nuestro país, el precio de la tortilla y de los productos que tienen al maíz como insumo, especialmente las ramas pecuaria y avícola que dependen de concentrados alimenticios basados en el maíz. No hace falta detallar el impacto de esta situación en los consumidores, sobre todo en las repercusiones políticas de su justa inconformidad. En el 2007, un estudio dirigido por el Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty, de la Universidad de Columbia en Nueva York, pronosticó que dentro de 15 años el norte de México y el suroeste de Estados Unidos sufrirán sequía permanente debido al calentamiento global. La investigación indicó que la transición hacia un clima seco y caliente en la región, a diferencia de las sequías registradas en las ultimas décadas, las nuevas no serán temporales, pues "esta vez, cuando se establezca (el clima seco y caliente), se establecerá para quedarse". Nuestros funcionarios y especialistas, por su parte, coinciden en que en los próximos meses el frío será más intenso en el territorio nacional y los niveles de presas y ríos en el noroeste y norte no se recuperarán, por lo que prevén que el 2012 será también un año de escasez de agua con fuerte impacto en la población, la agricultura y la ganadería. Por las anteriores consideraciones, señor Presidente, me permito proponer el siguiente PUNTO DE ACUERDO Primero: Que el Senado de la República, por conducto de la Mesa Directiva, solicite a la SAGARPA un informe detallado de los programas de emergencia que están preparando o en ejecución, para enfrentar las consecuencias de las sequías, heladas e inundaciones, y sobre los apoyos que ya está brindando a los productores que perdieron sus cosechas y su ganado. Segundo: Que informe a esta Soberanía sobre el estado de nuestras reservas para garantizar la seguridad alimentaria de nuestra población. Tercero: Que entregue un informe detallado sobre la sequía en el norte del país; las heladas en el altiplano y las inundaciones en el sur. Asimismo, sobre las previsiones para enfrentar el aumento de las importaciones, principalmente de maíz y otros granos. Es cuanto, señor Presidente.