PREVENCIÓN DE RIESGOS: CAMBIO CLIMÁTICO, SEQUÍAS E INUNDACIONES Por cambio global suelen entenderse los cambios que puede estar ocasionando o puede provocar, en el futuro inmediato, el cambio climático a escala planetaria. El cambio global incluye, asimismo, las transformaciones ocurridas en los territorios por ocupación intensa del mismo (población creciente + actividad económica). El riesgo es la representación territorial de actuaciones indebidas llevadas a cabo por el ser humano en el medio físico. La ocupación imprudente del territorio genera sociedades expuestas y vulnerables ante cualquier desarrollo de los peligros naturales. Las sociedades contemporáneas son sociedades del riesgo. Se ha perdido el tradicional respeto al funcionamiento de la dinámica de la naturaleza que, en ocasiones, resulta extraordinario. El estudio de la vulnerabilidad se ha convertido en un elemento básico del análisis de riesgo. España es un país-riesgo en el contexto europeo. Algunos de sus territorios ocupan los primeros lugares, por su grado de riesgo, ante el posible desarrollo de peligros naturales. Sequías e inundaciones son los dos peligros naturales de mayor repercusión socioeconómica y territorial en España. No se ha producido un incremento en la frecuencia de desarrollo de episodios de inundación y sequía, pero si ha aumentado el riesgo ante estos dos peligros naturales, debido al aumento de la vulnerabilidad y exposición ante sus efectos. El incremento de temperaturas es una realidad en España. Vivimos en un territorio más cálido que hace dos décadas. El cambio climático por efecto invernadero es una causa principal en la explicación de este proceso. Los modelos climáticos a medio y largo plazo presentan en nuestras latitudes un más que probable incremento de la aparición de fenómenos meteorológicos de rango extraordinario. Los extremos hidrológicos van a convertirse en protagonistas destacados del comportamiento climático e hidrológico en España durante las próximas décadas. Se prevé un aumento de los daños económicos ocasionados por las inundaciones y las sequías. No es descartable un aumento, asimismo, en el número de víctimas mortales generadas por las inundaciones como consecuencia del incremento de la peligrosidad. Las inundaciones constituyen el peligro de causa atmosférica de efectos socioeconómicos más importantes en España. De los diferentes tipos de inundación que se dan en territorio español, las más peligrosas son las crecidas súbitas de cursos fluviales menores, por la pérdida de vidas humanas que suponen. El carácter torrencial de las precipitaciones es un rasgo natural de las condiciones climáticas en España. Todas las regiones pueden registrar volúmenes de precipitación abundantes en corto espacio de tiempo, si bien el litoral mediterráneo y Canarias son las más expuestas al desarrollo de episodios de lluvia intensa y torrencial. Ningún territorio español es ajeno a los efectos de las secuencias de sequía, se pueden distinguir 4 tipos principales de sequías en España (cantábricas, ibéricas, surestinas y canarias), con frecuencia de desarrollo y consecuencias diversas en las regiones españolas. La planificación hidrológica y la gestión del agua que se desarrolla en un territorio resulta fundamental para reducir o, en su caso, agravar los efectos de las secuencias secas. En España se ha desarrollado medidas, políticas y estrategias diversas para la reducción del riesgo ante extremos hidrológicos, que es posible reunir en dos grandes grupos: medidas curativas o estructurales y medidas preventivas. Se ha producido un avance muy notable en las técnicas de predicción meteorológica en España. El INM ha realizado un esfuerzo notable de mejora de modelos de predicción de fenómenos extremos y comunicación social del riesgo. El sistema español de aseguramiento de riesgo de eventos extremos ha optado por la socialización del riesgo y no castiga la exposición a los peligros naturales. La ordenación del territorio se presenta como la medida más racional, sensata y sostenible de reducción del riesgo a medio y largo plazo. Tradicionalmente, las políticas de reducción del riesgo de sequía en España han ido encaminadas al incremento de la oferta de agua en áreas afectadas. El aprovechamiento de recursos hídricos no convencionales es una alternativa racional, viable y necesaria para la reducción del riesgo de sequía. Han tenido un desarrollo mucho menor las acciones orientadas a la reducción de la demanda basadas en políticas de precio y educación ambiental, que habrá que desarrollar durante los próximos años. Las Confederaciones Hidrográficas han elaborado Planes de Gestión de Sequías en cumplimiento del artículo 27 de la Ley del Plan Hidrológico Nacional, con determinación de demandas de consumo y establecimiento de umbrales de riesgo. Es necesaria una reflexión para establecer las metodologías necesarias para la elaboración de cartografía de riesgo de sequía. EL cumplimiento del artículo 15 de la Ley 8/2007 obliga a ello. La sequía es el riesgo climático de más difícil representación cartográfica.