Determinando las nesecidades de Fosforo

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EVALUACIÓN DE LA FERTILIDAD DE LOS SUELOS
Y DEL ESTADO NUTRICIONAL DE LOS CULTIVOS
I) EVALUACIÓN DEL SISTEMA SUELO Y DE LA PLANTA
1) Muestreo de suelos
a) Unidad de muestreo
b) Errores de muestreo
c) Composición de la muestra, área a muestrear y profundidad
d) Estrategia del muestreo
2) Obtención de datos
a) Laboratorio
3) Correlación y calibración de metodologías de análisis de suelos
a) Correlación
b) Calibración
c) Nivel crítico
d) Determinación del nivel crítico
4) Interpretación
5) Recomendación
II) IDEAS Y PROPUESTAS
1) ¿Por qué no tienen sentido lógico los valores de análisis de suelo de P cuando se
los compara de un año a otro?
2) ¿Cómo se debe realizar el muestreo de suelo en un lote? ¿Cómo caracterizar los
niveles de fertilidad del campo?
3) ¿Qué significa un valor de 18 ppm de Bray? ¿Y uno de 18 ppm de Olsen?
4) ¿Cuáles son los niveles críticos para pasturas en suelos de la zona oeste de la
provincia de Buenos Aires? ¿Se pueden extrapolar los niveles críticos de otras zonas
a la zona oeste?
5) ¿Qué dosis de fertilizante conviene aplicar a las pasturas hasta generar datos
propios?
6) Obtención de datos propios: ensayos en parcelas chicas y en franjas
7) ¿Cuál sería la filosofía de fertilización que habría que tomar para los cultivos?
8) ¿Es necesario montar en MTS un laboratorio de análisis de suelo?
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EVALUACIÓN DE LA FERTILIDAD DE LOS SUELOS
Y DEL ESTADO NUTRICIONAL DE LAS PASTURAS
El documento consta de dos secciones. La primera, llamada Evaluación del sistema suelo
y de la planta, es teórica, por lo tanto explica conceptos y términos en lo referente a
muestreo de suelos. La segunda sección, Ideas y Propuestas, está basada en una serie de
preguntas surgidas a raíz de lo hablado en MTS.
I) EVALUACION DEL SISTEMA SUELO Y DE LA PLANTA
Sistema suelo
El suelo funciona como un sustrato que suple agua y nutrientes, al mismo tiempo que
brinda sostén a las plantas. Aunque estas son “cualidades” genéricas de todos los suelos,
la intensidad con que éstas ocurren varía de suelo a suelo. Debido a esto es necesario
caracterizar el tipo de suelo en el que se está trabajando. Dentro de las características del
suelo (químicas, físicas y biológicas) las químicas son las que están relacionadas más
directamente con la fertilidad de los suelos y la nutrición de los cultivos.
Sistema planta
Cuando se está trabajando con sistemas agrícolas, además del suelo, es importante tener
una clara idea del estado nutricional de los cultivos, debido a que es en ellos donde se
reflejan en forma más directa el nivel de fertilidad del suelo. Para esto se requiere de
información básica como por ejemplo la variedad, el estado fenológico, las variaciones en
el clima, los rendimientos actuales, el manejo que ha recibido el cultivo, etc., información
que es complementada con los análisis de tejido, y correlacionada luego con los análisis
de suelos. Debido a lo extenso que se puede hacer, en este documento no vamos a hablar
sobre el muestreo de planta. De ser necesario, se puede tratar en un futuro.
Para lograr la evaluación de la fertilidad del suelo y del estado nutricional de los cultivos
es necesario cumplir con algunas etapas:
1) Muestreo de suelos
2) Obtención de datos
3) Correlación y calibración de metodologías de análisis de suelos
4) Interpretación
5) Recomendación
1) Muestreo de Suelos
El suelo es un cuerpo muy heterogéneo, debido a la presencia de diferentes condiciones
en su origen, por ejemplo, topografía, manejo, tipos de vegetación, etc. Pese a esto, es
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posible definir unidades con características más o menos similares, que permiten
establecer lo que se conoce como unidades de muestreo. El objetivo básico de todo
muestreo es obtener datos de una población de individuos u objetos con características
similares que los identifican como grupo. En el caso de los suelos, las muestras deben
representar, con un alto grado de confiabilidad, al universo o población de donde éstas
fueron tomadas. Por lo tanto, la forma en que las muestras de suelo son tomadas para la
realización de un análisis de suelo tiene una tremenda influencia en los resultados
obtenidos. La muestra de suelo tomada debe estimar un promedio del nivel de nutrientes
para un determinado lote o zona del lote.
a) Unidad de muestreo
El primer paso para realizar el muestreo de un lote, es separar aquellas áreas con
características similares, lo cual se hace en base a los siguientes criterios:
-Topografía (pendiente en grado y largo)
-Color del suelo
-Textura
-Profundidad del suelo
-Tipo de vegetación o cultivo (edad de la explotación, cultivos anteriores)
-Manejo previo (fertilización, preparación del suelo, drenajes, etc.)
-Presencia de rocas, ríos u otros factores.
b) Errores de muestreo
El muestreo de suelos es una etapa crítica dentro de la evaluación de la fertilidad de
suelos, pues es aquí donde la posibilidad de introducir un error significativo en los
resultados finales es mayor. Por ejemplo, 1 kg de muestra de suelo podría representar en
términos conservadores una hectárea de suelo, la cual a 20 cm de profundidad, y con una
densidad aparente teórica de 1 g/cm3, puede llegar a pesar 2.000.000 kg. En la mayoría de
los casos, sin embargo, una muestra puede representar más de una hectárea.
Los principales errores en los que se puede incurrir al realizar el muestreo son los
siguientes:
a) Error en la selección de las áreas
b) Error en la definición de la extensión a muestrear
c) Error durante la toma de las muestras.
c) Composición de la muestra, área a muestrear y profundidad
Para obtener una muestra representativa de una unidad de suelo, es necesario tomar una
serie de submuestras que conformen lo que se llama una muestra compuesta.
Cada submuestra de esta muestra compuesta debe ser tomada a una misma profundidad,
considerando un mismo volumen, y bajo condiciones lo más similares posibles. Se debe
tomar un mínimo de 12-14 submuestras por muestra. Cuantas más submuestras se tomen,
más representativa será la muestra y más precisa será la determinación hecha a partir de
ese muestreo. Es importante recalcar que el número de submuestras no es función del
tamaño del área a muestrear; en otras palabras, un terreno de una hectárea requiere igual
número de submuestras que otro de 10 ha.
El área a muestrear es un criterio muy variable pues está definido por los límites de la
unidad de muestreo y estos límites están en función de la variabilidad del campo. Bajo
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condiciones muy homogéneas, una muestra no debe representar un área mayor de 10-15
ha; sin embargo, hay muchas excepciones y principalmente factores económicos que
hacen variar este número. Hay distintas estrategias de muestreo que se discutirán más
adelante.
La profundidad del muestreo puede variar según el área de acción de las raíces. En
general se recomienda utilizar de 0 a 20cm. Algunas gramíneas acostumbran a
muestrearse a menor profundidad y para algunas perennes puede ser importante realizar
muestreos a subsuelo.
d) Estrategia del muestreo
Antes de realizar el muestreo, es fundamental fijar los límites de las unidades de
muestreo de acuerdo a los criterios señalados anteriormente. Por lo tanto, el primer paso
para efectuar un muestreo consiste en hacer un recorrido de reconocimiento por todo el
terreno. Una vez definidos los límites, éstos servirán como puntos de referencia para la
futura interpretación de los resultados, por lo que es necesario realizar un croquis o mapa
de lote, e indicar en el mismo el número asignado a cada unidad. De tener disponible o
acceso a un GPS sería muy útil georeferenciar las zonas de muestreo. Esto permitiría en
el futuro superponer distintas capas de información del lote (mapa de análisis de suelo,
mapa de rendimiento, tipo de suelo, foto aérea, etc.) y lograr una mejor interpretación de
la variabilidad del lote a través del paisaje. De esta forma, se podría ir logrando un mejor
manejo de la fertilidad del lote teniendo distintas zonas de manejo en lugar de trabajar el
lote como única unidad.
Se procede luego a realizar el muestreo de cada zona, efectuando un recorrido en zig zag
para tratar de abarcar la mayor parte del área. En cada extremo del zig zag se toma una
submuestra que es colocada en un recipiente o balde. Con todas las submuestras en el
recipiente se debe realizar una buena mezcla de las mismas para garantizar la mejor
homogenización posible para su posterior ‘cuarteo’. El ‘cuarteo’ consiste en la
disminución sistemática de la cantidad de muestra mediante su división en cuartos hasta
obtener 400g, que en general, constituye suficiente muestra para efectuar los análisis en
el laboratorio.
2) Obtención de datos
a) Laboratorio
Los elementos básicos para el crecimiento de las plantas se encuentran en diferentes
formas en el suelo: Nativa, Fijada, Orgánica, Intercambiable, Soluble, etc. De todas estas,
las formas intercambiables y en solución son las disponibles en forma “actual” para la
planta. Lo anterior no implica que algunas formas poco disponibles y otras formas
orgánicas, bajo algunos procesos rápidos de liberación y mineralización en el suelo,
pasen a ser disponibles a las plantas a corto o mediano plazo (por ejemplo el K fijado o el
P orgánico lábil).
En los análisis de suelo de rutina realizados en el laboratorio, se determinan las
cantidades de los elementos presentes en el suelo que, teóricamente, la planta puede
utilizar en forma inmediata, por lo que este valor representa un contenido “puntual y
estático” que debe ser interpretado adecuadamente.
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El proceso de análisis de laboratorio incluye las etapas de secado, molienda, extracción
de la muestra y determinación de los nutrientes.
El secado de la muestra puede ser realizado al aire o en estufas a temperaturas menores
de 400C, para evitar procesos irreversibles de fijación y de pérdidas.
La molienda de la muestra implica afinar y uniformar los agregados hasta que pasen por
una malla o tamiz de 2mm, con el objetivo que las muestras tengan un tamaño de
partícula homogénea.
El proceso de extracción se refiere a aquella etapa de laboratorio en donde la muestra de
suelo es puesta en contacto con una solución que “extrae” las formas de nutrientes que
son disponibles para la planta. Es de vital importancia que toda solución extractora esté
respaldada por estudios de calibración y correlación que validen la tabla de niveles
críticos con la cual se interpretan los resultados.
La determinación es aquella parte del proceso de laboratorio que implica la
cuantificación de los nutrientes que fueron extraídos por la solución extractora.
3) Correlación y calibración de metodologías de análisis de suelos
La correlación y calibración de metodologías de laboratorio constituye una etapa vital en
toda la dinámica de interpretación de análisis de suelos, transferencia de tecnología y
recomendación al productor. Los productos finales de esta etapa son las tablas de niveles
críticos que son utilizadas, primero, para interpretar los análisis, y luego para tener las
pautas posteriores de recomendación. Un análisis de suelo o de tejido vegetal por sí
mismo no tiene valor si no es comparado con una tabla de niveles críticos que ayude a
definir si éstos son bajos, óptimos o tóxicos.
a) Correlación
La correlación está definida como el proceso usado para determinar si la cantidad de un
nutriente en el suelo (el cual es extraído por una solución extractora cualquiera) está
directamente relacionado con la respuesta del cultivo en rendimiento y absorción. Una
solución extractora tiene buena correlación cuando la respuesta en rendimiento es
consistente con la concentración del elemento en el suelo o en la misma planta. En otras
palabras, bajos niveles de concentración deben coincidir con bajos niveles de
rendimiento, y aumentos en la concentración del nutriente responden a aumentos en
producción, lógicamente hasta cierto nivel. Los estudios de correlación pueden ser
realizados en dos niveles: invernadero y campo.
b) Calibración
Calibración es el proceso de determinación de los “ámbitos” o “niveles” del elemento en
el suelo, en los cuales la respuesta dada por el cultivo puede ser clasificada como Muy
Alta, Alta, Optima, Baja, y Muy Baja. También define el valor del nutriente en el suelo a
partir del cual los rendimientos comienzan a disminuir (nivel crítico). Esta etapa es más
crítica que la anterior, pues es aquí donde se establecen todas las pautas para el paso
siguiente, que es la interpretación.
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c) Nivel Crítico
Se define como nivel crítico a la concentración de cualquier elemento sobre la cual no
existe respuesta en rendimiento a la aplicación del mismo. En otras palabras, sería la
concentración bajo la cual las posibilidades de respuesta por parte del cultivo a la
aplicación del elemento son bastante altas. En base a este criterio se dice que
concentraciones de nutrientes por debajo del nivel crítico corresponden a estados
deficientes del elemento.
d) Determinación del nivel critico
Es importante destacar que los estudios de correlación y calibración deben ser realizados,
preferiblemente, considerando grupos de suelos con características similares.
Los procedimientos más utilizados para la determinación de un nivel crítico son los
siguientes:
1) El N.C. de rendimiento máximo, que se define como el contenido del nutriente que
corresponde al 90 o 95% de rendimiento.
2) El N.C. gráfico o de Cate Nelson, utiliza un diagrama en forma de cruz, en donde al
menos el 80% de los puntos deben quedar ubicados en los cuadrantes inferior izquierdo y
superior derecho. Los valores que no se ubiquen en estos cuadrantes corresponden a los
puntos de poca correlación con el crecimiento de la planta.
3) El N.C calculado, requiere de cálculos más elaborados de regresión que determinan el
punto de estabilización o de meseta.
4) Interpretación
La interpretación es el producto del análisis detallado y de la síntesis de los datos y
resultados recabados, con el propósito de determinar los problemas prioritarios. La
comparación con las tablas de niveles críticos es parte vital en esta etapa.
5) Recomendación
En la recomendación se definen las posibles “pautas de manejo” a seguir. En esta fase se
cuantifica la cantidad de insumo que es necesario aplicar al cultivo o la práctica de
manejo que es aconsejable realizar para mejorar la situación productiva actual o futura
del campo.
II) IDEAS Y PROPUESTAS
Vamos a partir de la base que la mejor herramienta para determinar la fertilización de un
cultivo o pastura es sin lugar a duda a través del análisis de suelo. Pero se debe entender
que el análisis químico que se realiza es para determinar la capacidad del suelo de suplir
un nutriente. Es importantísimo recordar: “Un valor de análisis de suelo para fósforo no
es una medida de la cantidad total de fósforo disponible que la planta puede usar, es
solamente un Indice”.
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1) ¿Por qué no tienen sentido lógico los valores de análisis de suelo de P cuando se
los compara de un año a otro?
Es una pregunta difícil de responder pero algunas ideas pueden aclarar.
Existen varias fuentes que ocasionan variabilidad en los análisis de suelo y que las
podríamos dividir en dos. La primera de ellas sería la variabilidad natural, ocasionada
por la geología del suelo, paisaje o pendiente del lote, sistemas de drenaje, etc. Y la
segunda sería una variabilidad de manejo o inducida por el hombre, ocasionada por la
erosión, construcción de terrazas, laboreo del suelo, tipo de cultivo, pastoreo de hacienda,
encalado, fertilización, etc. A su vez, la variabilidad de manejo puede darse en pequeña
escala (a nivel de cm.) o a grande escala (a nivel de Km.). Por ejemplo, la fertilización y
bosteo de hacienda generan una variabilidad en pequeña escala tan grande que afecta a
niveles de cm. Esto significa que dos muestras de suelo sacadas con diferencias de cm.
entre ellas pueden dar resultados completamente distintos. Por supuesto que es imposible
tratar de medir este tipo de variabilidad pero hay que ser consciente que existe.
Otro punto importante a tener en cuenta es que lleva muchos años poder realizar un
estudio temporal del nivel de fertilidad de un lote. Dada la tremenda variabilidad espacial
ya hablada, no tiene sentido comparar los valores de análisis de suelo de dos años
consecutivos. Sería más correcto comparar los valores al cabo de 5-8 años, y de esta
forma se puede tener cierta idea si los valores de fertilidad del lote están aumentando o
disminuyendo.
En este punto se podría incorporar el término de Rango. Por más homogéneo que sea el
lote, no se puede esperar que de un año a otro logre el mismo valor de análisis de suelo,
pero sí obtener un rango razonable.
Hay dos o tres prácticas de manejo que hacen que los resultados que me mostraron en
MTS no sean comparables entre ellos, a través de años. Para poder resolver este
problema, a continuación enumero una lista de prácticas que se deberían tener en cuenta.
Además, agrego algunas ideas para realizar una mejor caracterización de la fertilidad de
los suelos.
i) Las muestras de suelo deben ser sacadas en la misma zona del lote, cada vez que se
muestree. De esta manera, cada muestra representará la misma zona geográfica del lote.
Más adelante se discutirá cual es la metodología de muestreo más conveniente.
Básicamente me refiero si se muestrea por sistema de grilla o por zonas de manejo.
ii) Las muestras se deben sacar siempre a la misma profundidad, así se mantiene una
consistencia a través del tiempo. La profundidad de muestreo se debe determinar a priori
en base a las calibraciones y recomendaciones que se vayan a utilizar para cada cultivo.
Para muestras sacadas de 0 a 10 cm., un error típico es obtener recomendaciones de
fertilización basadas en calibraciones con muestras obtenidas de 0 a 20 cm. Cada
calibración, y por consiguiente cada recomendación de fertilización, están basadas en una
determinada profundidad de muestreo.
iii) Las muestras deberían sacarse en el mismo mes del año o por lo menos en la misma
estación. Muchas investigaciones determinan que no se obtienen los mismos valores de P
y K sacando las muestras antes de cosechar un cultivo que después de cosechado. A su
vez, también hay variaciones en niveles de P y K cuando se comparan valores de
muestras sacadas inmediatamente después de cosechado el cultivo y a los dos meses de la
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cosecha (cuando las lluvias hicieron que parte de los nutrientes del rastrojo se laven hacia
el suelo).
iv) Las muestras se deben sacar siempre antes de aplicar fertilizante.
v) El muestreo debe ser hecho siempre por la misma persona, la cual debe realizarlo con
un cierto conocimiento del lote y criterio agronómico, y no en forma ciega.
vi) Una vez sacadas las muestras, no debe pasar un largo período hasta que se las manda
a analizar.
vii) Las muestras deben ser enviadas a un solo laboratorio y al mismo todos los años. No
tiene sentido mandar las muestras a tres laboratorios distintos a fin de comparar
resultados ya que existe una variabilidad entre laboratorios. Esta se debe a varias razones:
distinta temperatura de secado de la muestra, diferente tiempo de agitado con la solución
extractora, distinta metodología en la determinación (Inductively Coupled Plasma vs.
fotocolorímetro).
viii) Si uno quisiera comparar los resultados dentro de un mismo laboratorio podría
mandar a analizar alguna muestra por duplicado, sin decir nada al laboratorio.
2) ¿Cómo se debe realizar el muestreo de suelo en un lote? ¿Cómo caracterizar los
niveles de fertilidad del campo?
Hay varias formas o técnicas para muestrear un lote para análisis de suelo, y a su vez,
éstas dependen de que tipo de nutriente se quiera muestrear. Para Argentina y para
análisis de P, K y pH, quizás la más apropiada sea por zonas de manejo. Parte de la
técnica está explicada anteriormente en la sección de muestreo, pero lo más importante es
hacer el muestreo del lote usando cierto sentido común. La idea es pararse frente al lote
que se quiera muestrear y tratar de dividirlo en 3 o 4 zonas de acuerdo a características
como pendiente, cercanía a una aguada, tipo de suelo, lomas, laboreo que se haga, color
del suelo, etc. El número de zonas dependerá de cuan homogéneo sea el lote y del tamaño
del lote. Una vez delineadas las zonas se debe sacar una muestra en cada una. Esta
técnica requiere un número mayor de muestras pero es mejor muestrear en forma más
intensiva y detallada una vez cada 3 o 4 años que muestrear todos los años con una
intensidad de una muestra cada 40 ha. Las muestras deben comparase para la misma zona
de manejo.
El número total de muestras al año va a ser significativamente mayor, por lo que los
costos también incrementan. Por esta razón, no necesariamente el primer año se deben
muestrear todos los lotes del campo. Se puede armar una rotación de los lotes a
muestrear. La idea es muestrear todos los años 3 o 4 lotes y que después de 4 años se
vuelvan a muestrear los mismos lotes del comienzo. Luego de los 4 años se ajustaría la
fertilización con el análisis de suelo y se vería si es necesario fertilizar el suelo para
llevarlo a un nivel óptimo o si se sigue fertilizando basándose en la remoción del cultivo.
La segunda técnica de muestreo es por grillas de determinada superficie. Esta técnica es
muy usada en EEUU, pero dados los altos costos de análisis en Argentina es
prácticamente imposible de realizar.
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3) ¿Qué significa un valor de 18 ppm de Bray? ¿Y uno de 18 ppm de Olsen?
Un número como 18 ppm no tiene valor por sí solo, es solamente un índice. El número
debe ser interpretado en base a una calibración del cultivo a fertilizar y a una curva de
respuesta (nivel crítico).
Hay varios tipos de técnicas para la determinación de fósforo, pero particularmente tres
son las más usadas. Una de ellas es Bray & Kurtz No1, la cual utiliza un ácido débil como
solución extractora, y es indicada para suelos ácidos a neutros (hasta pH 7.2). La segunda
técnica, Olsen, utiliza bicarbonato de sodio como solución extractora y se adapta mejor
para suelos calcáreos (suelos con exceso de carbonato de calcio libre). Estas soluciones
básicas no deberían ser utilizadas en suelos ácidos, pues pueden disolver los fosfatos de
Fe y Al, extrayendo formas que en realidad no son disponibles para la planta. Lo
contrario ocurre con las soluciones extractoras ácidas que pueden disolver carbonatos y
fosfatos de Ca que en realidad no sean disponibles para la planta. La tercera técnica,
llamada Mehlich 3, se está empezando a utilizar en varios laboratorios debido a su
practicidad dado que con la misma extracción se pueden determinar diferentes elementos
(P, K y la gran mayoría de micronutrientes). Además, varios estudios demuestran que se
adapta muy bien tanto a suelos alcalinos como ácidos. Por consiguiente, primero habría
que determinar el pH del suelo para luego elegir la técnica a adoptar.
Las distintas soluciones extractoras producen variaciones en la magnitud de P disponible
para la planta. Por ejemplo, si se usa la solución extractora de Olsen, representa
aproximadamente un 70 % de lo que extrae Bray & Kurtz No1. En cambio, si se usa una
solución extractora como la de Mehlich 3, representa un 110 % de Bray & Kurtz No 1.
4) ¿Cuáles son los niveles críticos para pasturas en suelos de la zona oeste de la
provincia de Buenos Aires? ¿Se pueden extrapolar los niveles críticos de otras zonas
a la zona oeste?
Hay muy poca información disponible en cuanto a los niveles críticos para la fertilización
de pasturas en cualquier parte de Argentina. Es probable que INTA Anguil tenga una
guía con los niveles críticos y recomendaciones de fertilización para la zona oeste,
aunque muy factible sea para cultivos y no para pasturas. Este punto representa una
limitante muy importante y por esto se deberían empezar a generar datos a través de
ensayos de respuesta. Bajo ningún punto de vista se deberían extrapolar niveles críticos
de otros países. Según lo explicado anteriormente, cada suelo tiene distinto
comportamiento en cuanto a disponibilidad de nutrientes para la planta.
5) ¿Qué dosis de fertilizante conviene aplicar a las pasturas hasta generar datos
propios?
Es una pregunta difícil de responder si no se sabe cuánto P remueve una pastura y cuánto
P disponible hay en el suelo.
En forma temporaria, se podrían usar datos de cantidad de nutrientes que una pastura
remueve en otras zonas. De esta forma, hasta tanto conseguir datos a través de ensayos de
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respuesta, la fertilización de las pasturas se podría basar en una tentativa remoción de
nutrientes.
6) Obtención de datos propios: ensayos en parcelas chicas y en franjas
Es de extrema importancia montar ensayos propios, ya sea en parcelas chicas o en
franjas. El ensayo tiene que ser simple, y que responda a un par de preguntas de interés
para el productor, como por ejemplo: “¿Existe respuesta a fósforo en pasturas con suelos
de 18 ppm Bray-1? ¿Y en suelos de 28ppm? ¿Cuál es la dosis recomendable en esos
suelos? ¿Todos los suelos se comportan de la misma forma? Si estas fueran las preguntas,
habría que montar un ensayo de calibración de P para pasturas en esa zona. El objetivo
principal de los ensayos sería obtener las dosis de recomendación para P en pasturas, es
decir, ‘cuánto aplicar’. Un segundo objetivo sería la forma de aplicación del fertilizante,
es decir, ‘cómo aplicarlo’. Para este último se necesitaría un ensayo aparte, que podría
realizarse a largo plazo, dependiendo de la disponibilidad económica.
Para montar un ensayo de calibración en parcelas chicas, que sea representativo para la
zona y que luego se generen datos confiables, los puntos a tener en cuenta son:
-Evaluar un nutriente a la vez, por ejemplo P.
-Repetir el ensayo en un mínimo de 3 o 4 sitios, de distintos suelos que sean
representativos del campo. Una vez elegidos los suelos, hay que buscar áreas con
características homogéneas.
-Determinar 4 tratamientos (dosis del nutriente): un testigo (0 kg P2O2/ha) y 3 dosis
diferentes de P2O2, que podrían ser: 60, 120, 180 Kg P2O2/ha. Estas dosis son estimadas
pero pueden ser reajustadas dependiendo si las dosis son para un año o para todo el ciclo
de la pastura.
-Todos los tratamientos deben ser aplicados en el mismo momento y de la misma forma.
-Replicar los tratamientos 4 veces.
-Aplicar una dosis uniforme y alta de todos los demás nutrientes (N, S, etc.). La idea es
que ningún otro nutriente sea el factor limitante.
-Determinar el tiempo (recién implantada, un año de implantada, etc.) y tipo de pastura
sobre la que se va a llevar a cabo el ensayo.
-Mantener el ensayo un mínimo de dos años para poder medir el efecto residual de los
tratamientos aplicados o dependiendo de los objetivos reaplicar los tratamientos.
-Determinar el P en el suelo antes de aplicar los tratamientos.
Realizar un ensayo de calibración de P en franjas para pasturas es complicado y los
resultados van a ser difíciles de interpretar. Por lo tanto, no es recomendable. Este tipo de
ensayos son aplicables para cultivos como maíz, soja, trigo, etc.
7) ¿Cuál sería la filosofía de fertilización que habría que tomar para los cultivos?
Existen tres teorías o filosofías de fertilización. Una de ellas es la llamada ‘Niveles de
suficiencia’ y se refiere a aplicar solamente la dosis de fertilizante que remueve el cultivo
por año. La segunda es ‘Mantenimiento y crecimiento’. Esta se refiere a aplicar lo que
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requiere el cultivo ese año más lo que necesita el suelo para llevarlo a un nivel óptimo. La
tercera es la ‘Saturación óptima de cationes’. Según esta teoría, los suelos deben
mantener siempre un rango constante de las bases (Ca, Mg, K, H). Esta teoría no tiene
uso ya que se comprobó que dependiendo del tipo de suelo los porcentajes de las bases
varían.
¿Cómo explicar en forma práctica las primeras dos teorías?
Pongamos como ejemplo un suelo que se encuentra en un nivel bajo o muy bajo de P
disponible (por ejemplo 10 ppm).
Con la teoría “Niveles de suficiencia” aplicaríamos exclusivamente X cantidad de
fertilizante que requiere el cultivo. En cambio, con la teoría de “Mantenimiento y
crecimiento” aplicaríamos esa misma cantidad más Y cantidad de fertilizante que
requiere el suelo para llevarlo a un nivel óptimo. Si bien esta última teoría requiere de un
gasto inicial muy grande en fertilizante, tiene varias ventajas. En el caso que un año no se
pueda fertilizar, el suelo actúa como una reserva y suministra el P disponible para la
planta. Una vez que el suelo llega a un nivel óptimo, se empieza a aplicar la teoría de
‘Niveles de suficiencia’. Esta teoría podría aplicarse y es recomendable para los suelos de
la zona oeste, debido a que son poco fijadores de fósforo. En cambio, no es recomendable
para suelos fijadores de P como los vertisoles de Entre Ríos. En este caso los suelos
actúan como una ‘caja negra’, evitando que el fósforo quede disponible para la planta.
8) ¿Es necesario montar en MTS un laboratorio de análisis de suelo?
Montar un laboratorio para que funcione correctamente (con calibraciones y rechequeo
de muestras) y brinde una herramienta al campo, sin lugar a dudas es algo muy caro y
requiere de una persona con dedicación full time. También depende del objetivo que
quiera brindar dicho laboratorio. Si es solamente para medir fósforo, sólo para las
muestras de suelo de MTS, o para constatar los resultados que llegan de otro laboratorio,
entonces sería difícil justificar el costo de montar un laboratorio.
En cambio, si son varios campos los que van a suministrar muestras de suelo a analizar
en MTS, tal vez sea razonable empezar de a poco midiendo un nutriente en particular
(por ejemplo P) y pH. En caso de llevar a cabo análisis en MTS, no es conveniente
comparar los resultados obtenidos con otro laboratorio. Sólo se pueden comparar
resultados cuando se hace exactamente la misma técnica que el laboratorio.
En el caso de no montar un laboratorio, una posibilidad es hablar con algún laboratorio
confiable y proponerle una reducción en el costo del análisis de suelo por cantidad de
muestras suministradas. El número de muestras estaría dado solamente por MTS o por la
asociación de varios productores.
Manuel Bermúdez
PhD Fertilidad de Suelos
30 Oxford St.
Palmerston North, 5301, Nueva Zelanda
 (0064) 6 353-8699
 manuelb@iastate.edu
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